¿Delito de apología o libertad de expresión? - Romy Chang
Gran teatro del mundo (Y del Perú) - Augusto Álvarez Rodrich
Impunidad - Luis Davelouis
Madre Mía, La guerra oscura en el Huallaga - Juan de la Puente
Vuelta a la pobreza - Mirko Lauer
Reglajes y ‘chuponeos’ - Andrés Gómez de la Torre
Perú: Una izquierda que no piensa en ser gobierno - Santiago Pedraglio
Todas las Madres Mías - Marco Sifuentes
Viaje a Europa con Agrobanco - Iván Alonso
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¿Delito de apología o libertad de expresión?
Romy Chang
El 1 de mayo,
miembros del Movadef salieron a las calles con pancartas y carteles con
inscripciones como “Solidaridad con nuestro pueblo, exigimos subvención
estatal para los damnificados”, “Abajo la farsa de nuevos juicios”, “¡Corte
de juicios!, ¡Basta de odio y venganza!, Abimael Guzmán Reinoso, 25 años
preso”, entre otras.Esto dio lugar a opiniones divididas, dentro de las que
se rescata lo afirmado por el ministro del Interior, para quien los hechos
califican como delito de apología al terrorismo, versus lo señalado por el
director general de la Policía Nacional, para quien estos actos no se
enmarcan en este delito.
El artículo 316
del Código Penal sanciona a quien públicamente hace apología del delito de
terrorismo o de una persona que haya sido condenada como autora de este,
estableciendo una sanción de hasta 12 años de cárcel. Con esto, lo que se
busca es proteger la tranquilidad o el orden público al interior del Estado,
evitándose la realización de conductas que supongan un elogio, una exaltación
o una incitación a actos de terrorismo o a personas condenadas por estos.
Para el Tribunal Constitucional, la sanción se justifica en el daño social
que puede generar el hecho de legitimar actos terroristas y, con ello,
acentuar las consecuencias negativas que dejaron para nuestra sociedad.
El problema se
genera debido a la delgada línea existente entre la alabanza de un acto
terrorista y la libre expresión de una opinión que un ciudadano pueda
realizar sobre el mismo. Como solución, el Tribunal Constitucional ha
señalado que cualquier expresión de opinión favorable sobre un acto
terrorista o su autor no podía constituir un delito de apología,
estableciendo como límites para determinar los actos que debían ser
sancionados penalmente los siguientes: a) que la exaltación se refiera a un
acto terrorista ya realizado, b) que cuando la apología se refiera a la
persona que cometió el delito, esta tenga la condición de condenada por
sentencia firme, c) que el medio utilizado por el apologista sea capaz de
lograr la publicidad exigida por el delito, y d) que la incitación afecte las
reglas democráticas de pluralidad, tolerancia y búsqueda de consenso.
Lamentablemente, a
pesar del establecimiento de estos límites, la delgada línea no desaparece,
por lo que persisten las dificultades a nivel judicial para determinar cuándo
se configura este delito. Tal vez esto sea lo que explique la casi nula
emisión de sentencias condenatorias por el delito de apología, así como las
diversas opiniones esgrimidas en torno a si la referida marcha puede o no dar
lugar a su configuración.
Recientemente se
viene discutiendo en el Congreso una modificación a este delito, la cual,
fundamentalmente, reemplazaría el término “apología” por el de “exaltación,
justificación o enaltecimiento”. Considero que esta modificación tampoco
resolvería el conflicto, pues la dificultad para determinar si se cometió o
no el delito persistiría, por lo que es prioritaria la utilización de otras
alternativas de solución. Por ejemplo, revisar la legalidad de la
constitución del Movadef como agrupación dentro de nuestro ordenamiento y sus
posibles vínculos con asociaciones delictivas.
Más allá de estas
consideraciones, jurídicamente, de lo difundido en la reciente marcha, no se
evidencia algún acto de alabanza o exaltación directa que pueda configurar
una apología. En las pancartas, si bien se exhiben fotografías de personas
condenadas, no se realiza un enaltecimiento directo de estas ni de los actos
terroristas en los que participaron; lo que hace difícil que se logre obtener
a futuro una sentencia condenatoria.
Nuevamente, el
conflicto entre libertad de expresión y garantía del orden público se pone a
debate. Esperemos que los esfuerzos por resolverlo no se limiten únicamente a
la aprobación del mencionado proyecto de ley que modifica el tipo penal;
sobre todo cuando la historia nos ha enseñado que los problemas sociales no
se resuelven incrementando penas ni recurriendo al uso del derecho penal.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/delito-apologia-libertad-expresion-romy-chang-noticia-1989275
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Gran teatro del mundo (Y del Perú)
Augusto Álvarez Rodrich
Si algo bueno
podría tener el debate entre Mauricio Mulder y Oswaldo Cattone es que le ha
dado notoriedad al gran esfuerzo de muchas personas por el teatro en el Perú.
El incidente se
originó por la indignación de Mulder al ir al Marsano a ver ‘Piaf’ y constatar
que debía pagar el costo regular de la entrada, pues el número de asientos
para la categoría ‘adulto mayor’ es limitado y, para la función que él y su
familia fueron, ya se habían acabado.
Los argumentos
fueron de ambos lados, pero lo cierto es que montar una obra cuesta y, contra
lo se suele creer, la actividad comercial del teatro aún no logra despegar,
no obstante la evidente mejora de las producciones y del número creciente de
asistentes.
“Es verdad que en
relación con los años noventa es maravilloso, pero de cada cartelera hay
máximo cuatro o cinco salas llenas, el resto está peleándose los
espectadores”, comentó Mariana de Althaus, que ayer estrenó en la PUCP Pájaro
en llamas sobre el duelo por accidentes aéreos.
Hacer teatro en el
Perú es complicado y no siempre se cuenta con los recursos para, por ejemplo,
realizar el enorme y valiosísimo esfuerzo de la PUCP con la reciente puesta
del auto sacramental El Gran Teatro del Mundo de Pedro Calderón de la Barca,
en el convento de San Francisco.
A pesar de ello,
el esfuerzo se realiza. Por ello me permito recomendar que vayan al teatro,
empezando por este fin de semana. Además de Piaf y Pájaro en llamas,
recomiendo no perderse Luz de gas en el Británico sobre la manipulación
psicológica –apúrense, solo quedan dos semanas–; Matrimonio en juego en el
Teatro de Lucía; un modernísimo Macbeth en la Universidad del Pacífico; Zoo
de Cristal en el Icpna; El curioso incidente del perro a medianoche en La
Plaza de Larcomar; Un día muy particular en El Olivar; ¿Qué tiene Miguel? en
Ricardo Palma de Miraflores; Las lolas y Los sospechosos Mata en Barranco; y
Seis historias para el otoño en Casa Pausa de Miraflores.
Vale la pena, el
teatro producido en el Perú está cada vez mejor gracias al esfuerzo valioso
de autores, directores, productores, artistas y toda la gente que trabaja en
esta actividad. Y compre su entrada con anticipación para que no le pase lo
de Mulder.
Pero la gente del
teatro también debe organizarse mejor para trabajar en conjunto, con el fin de
construir el hábito de los peruanos por ir al teatro, con ideas como venta de
abonos para todas la obra del año a precios reducidos o, mínimo, una web bien
hecha donde se reúna toda la cartelera para verla con facilidad.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/872379-gran-teatro-del-mundo-y-del-peru
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Impunidad
Luis Davelouis
“De lo que se
trata es de no dejar muñeco con cabeza”, me decía una amiga la semana pasada.
Y tiene razón. Ayer cuatro sujetos armados entraron a un restaurante en el
que se encontraba mi amigo, el economista Pablo Secada, armados con pistolas
y se llevaron todas las billeteras, los teléfonos y los relojes. La policía y
el serenazgo llegaron demasiado tarde, como siempre.
Ayer también, un
grupo de delincuentes pudo robar con engaños (modalidad de estafa) algunas
cosas de la vivienda de la congresista Marisa Glave.
Esta es la
delincuencia que se ve, la que ahora vemos cada vez con mayor frecuencia en
los lugares que frecuenta “la gentita”. Pero esto pasaba hace tiempo por
muchos otros distritos menos “chic” de la capital. No olvidemos que una de
las localidades con mayor número de homicidios es Barranca, en Lima.
Como bien señalaba
Pablo –contando su experiencia con los ladrones y sus armas automáticas–, no
nos damos cuenta de la dimensión de un problema hasta que nos toca a
nosotros. Como Tarata. Como María Elena Moyano. Como Andrés Tello de 17 años,
asesinado de un balazo en la puerta de la casa de sus abuelos el día de su
cumpleaños para robarle el celular. Como A.G.L.Ch. de 14 años, apuñalado en
el pecho mientras hablaba por teléfono en la puerta de su casa. Todo esto
tiene conexiones con el crimen organizado. Todo.
Cuando alguien
dice que A debe ser investigado, alguien pregunta con la ceja levantada “¿y
por qué no señala a B?”. ¿Saben? No interesa. El hampa nos desborda, que se
vayan presos todos los que tengan que ir presos y que asuman sus
responsabilidades todos los alcahuetes y apañadores. Todos. TODOS. La
impunidad reproduce el delito y el hampa se combate arriba o es como darle
Panadol a un tísico. No más impunidad, para nadie.
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-impunidad-2280389
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Madre Mía, La guerra oscura en el Huallaga
Juan de la Puente
La probable
reapertura del caso Madre Mía para juzgar el papel desempeñado por el
entonces capitán del EP Ollanta Humala en los primeros años de la década de
los 90 implica también la posibilidad de juzgar las violaciones a los DDHH en
el Alto Huallaga y la Provincia de Padre Abad, los territorios menos
estudiados respecto de la violencia terrorista, y donde hubo mayor impunidad.
Razones para
reabrir el caso las hay, así como la convicción de que se trata de un período
oscuro sobre el que hay que poner luz. La Comisión de la Verdad y
Reconciliación (CVR) reconoció en su momento el déficit de procesos
judiciales, testimonios e indagaciones de la violencia en los territorios
amazónicos. Aun así, pudo dar cuenta de que en su base de datos consta que en
la provincia de Leoncio Prado (solo una parte del Alto Huallaga), entre los
años 1989 y 1994, murieron 232 personas y que 198 fueron desaparecidas.
Una de las
célebres matanzas fue la de Venenillo, al sur de Aucayacu, en junio de 1989.
De acuerdo con el testimonio de un ex miembro del Ejército ante la CVR, en
respuesta al ataque donde murieron un capitán y seis soldados, el mando militar
ordenó “limpiar” la zona con el resultado de 300 personas asesinadas. El
testimonio N° 100168 es escalofriante: “quemaron los cuerpos o los arrojaron
al río, más o menos un promedio de 200, 300, entre hombres, niños y mujeres;
nosotros comenzamos a matar y a tirar los cadáveres al río y los de la DEA
llamaron a Tingo María diciendo que de río arriba venían cadáveres. Nosotros
hemos bajado a recogerlos. Eran los mismos que tirábamos. Regresamos y los
comenzaron a quemar”.
Para un libro que
espera su publicación he recuperado y procesado información sobre la
actividad de Sendero Luminoso en la zona y el desempeño de las FFAA. La
información oficial senderista señala que arribaron al Huallaga en 1981.
Hacia 1987 se habían extendido por todo el valle y sus columnas se adentraron
hacia los pueblitos cocaleros que nacían a las orillas de los afluentes del
río Huallaga, alcanzando al norte el ramal de Aspuzana, cerca al límite entre
Huánuco y San Martín. De allí llegaron a Madre Mía, Sión y Paraíso, pueblos a
la derecha e izquierda del Huallaga, fundados por iglesias protestantes.
En diciembre de
1985 se levantó el Estado de Emergencia en la zona y se desactivó el Comando
Político-Militar. Al finalizar 1987, los 57 caseríos de Aucayacu tenían
delegados nombrados por las columnas terroristas. Así se explica que en pocas
semanas, con el apoyo activo de la población, cubrieran de zanjas cada 50
metros de la carretera Tingo María-Aucayacu.
La guerra en el
Alto Huallaga fue extremadamente violenta. A diferencia de Ayacucho, SL tuvo
en esa zona control de territorios por mucho tiempo y llevó a cabo
operaciones de envergadura como la sangrienta toma de Uchiza, el 27 de marzo
de 1989, como respuesta a la fumigación de la hoja de coca. Sobre este
episodio, El Diario, el órgano de información terrorista, informó que el
comandante del puesto policial de Uchiza fue aniquilado en la Plaza de Armas
por un “niño combatiente” de solo nueve años de edad que le descargó un
balazo en la cabeza. El punto más alto de su ofensiva fue, precisamente, el
ataque a Madre Mía el 27 de julio de ese año, para el que SL movilizó cerca
de mil personas.
En 1991, Sendero
Luminoso proclamó el equilibrio estratégico por lo que se hacía inevitable
que los comités populares clandestinos en el Huallaga pasen a ser abiertos.
Poco después se demostraría que el “equilibrio” era una táctica que buscaba
esconder el callejón sin salida en que se hallaba la guerra para Abimael
Guzmán.
Los siguientes
fueron los años de la victoria de las FFAA y del terrorismo errante. Tres
operativos memorables por el despliegue de las FFAA se realizaron
precisamente en los primeros años de la década de los 90, período en el que
Humala estuvo destacado en la zona; fueron los operativos “Cuchara”, Paraíso”
y “Aries”, este último investigado por el Congreso y documentado por la
Coordinadora Nacional de DDHH.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/872381-madre-mia-la-guerra-oscura-en-el-huallaga
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Vuelta a la pobreza
Mirko Lauer
A pesar de la
desaceleración de la economía, la reducción de la pobreza ha seguido
avanzando, si bien a un menor ritmo. Ahora un menor crecimiento económico
también en el 2017 puede cambiar las cosas. La parte socialmente más filuda
de eso es el retorno a la pobreza que significará para muchos. El número de
pobres empezará a crecer otra vez.
Es sabido que en
todos los países las crisis producen nuevos pobres. Los casos más comentados
son los de quienes caen de un buen pasar a la pobreza, la miseria incluso,
por primera vez en sus vidas. Por algún motivo esta situación suele
considerarse más dramática que la de quienes simplemente han vivido en la
pobreza todas sus vidas, por generaciones.
Ese es el caso de
los nuevos pobres peruanos que asoman en el horizonte. Serían personas que
lograron dejar la penosa condición, pero no instalarse lo suficiente como
para resistir un cambio en las condiciones económicas. Podría decirse que por
un tiempo dejaron de vivir como pobres, pero que no salieron realmente de la
pobreza.
Sin duda
resistirán la resaca económica quienes pudieron acumular algo, como estudios o
una propiedad, y son llamados, algo exageradamente, la nueva clase media.
Allí el retroceso es más manejable, pero la angustia probablemente parecida.
Pero una clase media reempobrecida siempre estará mejor ubicada que los
pobres en la cola de la recuperación.
Para los pobres
que no lograron dar un verdadero, si bien pequeño, salto social, sino
meramente mejorar sus ingresos por un tiempo, la decepción es doble, pues se
frustra una esperanza. Es obvio que el retorno a la pobreza viene acompañado
de una pérdida del empleo, con la consiguiente baja del nivel de consumo, y
quizás el acoso de algunas obligaciones pendientes.
Todo esto tiene
que ver, evidentemente, con los millones de personas que simplemente no han
podido salir de la pobreza en estos dos decenios de bonanza económica. Los
retornados a la pobreza no serán sino un capítulo en una historia más larga y
más amplia. En el 2015 una quinta parte de la población ganaba menos que el
costo de la canasta básica de consumo.
Datos INEI de la
llamada pobreza monetaria: dos tercios del total están en la sierra; los que
hablan una lengua nativa duplican a los que hablan castellano; un tercio del
total son nativos.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/872377-vuelta-la-pobreza
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Reglajes y ‘chuponeos’
Andrés Gómez de la Torre
En los últimos
años, la degradación en las actividades de inteligencia se ha hecho más que
evidente en nuestro país, aunque ello no escapa, ciertamente, a la realidad
de la región andina.
Las actividades de
‘reglaje’ –argot de las organizaciones terroristas peruanas– supuestamente
realizadas en contra de diversos funcionarios de muy alto nivel del
Ministerio de Defensa (Mindef) habrían consistido en su observación,
vigilancia y seguimiento. Se trata de procedimientos muy elementales de
inteligencia, que se habrían dado en un aparente contexto de pugnas internas
por empoderarse en esa cartera ministerial, ceses abruptos de personal,
decisiones políticas e institucionales que afectan la influencia de ciertos
sectores militares (que se resisten a las reformas), o proyecciones políticas
por parte de autoridades que hoy están en el ministerio.
Desde luego que
también existe una cuota de ingenuidad y falta de conciencia de seguridad en
ciertos funcionarios –particularmente quienes tienen acceso a información
clasificada–. Por simple torpeza o negligencia, al no tomar medidas mínimas
de seguridad personal en sus rutinas y desplazamientos públicos, estas
personas son presas fáciles de seguimientos que pueden ser mucho menos
elaborados de lo que aparentan. El efecto mediático genera complicados
problemas al gobierno, particularmente si los casos son relacionados con la
triste y célebre historia del SIN, el efímero Consejo Nacional de
Inteligencia y la propia Dirección Nacional de Inteligencia.
Luego de una laxa
legislación en la década de 1990 para el SIN, los gobiernos de Valentín Paniagua
y Alejandro Toledo promulgaron leyes de inteligencia con énfasis en el
control y fiscalización. Por ejemplo, desde el Congreso vía la Comisión
Ordinaria de Inteligencia y en el Poder Judicial fueron autorizadas
“operaciones especiales” que suspendieron temporalmente derechos
fundamentales a la inviolabilidad de las comunicaciones a diversas personas
debido a amenazas concretas contra la seguridad nacional. Esto último, sin
embargo, no parece ser el caso de los funcionarios del Mindef que habrían sufrido
los seguimientos. Más aun cuando existe un sistema de inteligencia (que
incluye a militares y a policías) institucionalmente maniatado por su pasado
y temeroso por las graves consecuencias que podrían derivarse de una
ejecución de acciones intrusivas de alto calibre (como seguir a funcionarios
sin una fundamentación razonable).
En la década de
1990 el Estado mantuvo el monopolio de la inteligencia, pero a principios del
presente siglo se produjo una tercerización (contrariando el carácter
excepcional y herramienta estatal que es la actividad de inteligencia). No es
casual, entonces, la proliferación de empresas privadas que bajo cubiertas de
fachada ofrecen servicios de obtención de información para diversos fines y
clientes. Es la inteligencia paralela que acude al reclutamiento de personal
de inteligencia cesado y reciclado del Estado, con conocimientos pertinentes.
Esta inteligencia
frisa la delgada línea entre la legalidad e ilegalidad en la búsqueda de
información (relevante o no). Pese a ello, el Decreto Legislativo 1141 del
2012 señala procedimientos especiales de búsqueda de información, los que
requieren de autorización del Poder Judicial, vía jueces superiores ad hoc
designados por la Corte Suprema. Asimismo, la Ley 30535, de enero del 2017, otorga
un rol “estratégico” sobre lo operativo a la DINI, pero no es necesariamente
una solución frente a la privatización de la inteligencia (que podría estar
tras los seguimientos recientes en el sector Defensa).
Lo que sigue en
cuanto a investigar lo acusado por el ministro de Defensa está en manos de la
Comisión de Inteligencia del Congreso, que deberá determinar y desbrozar
responsabilidades, límites y la legalidad de esta compleja trama.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/reglajes-y-chuponeos-andres-gomez-torre-noticia-1989271
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Perú: Una izquierda que no piensa en ser gobierno
Santiago Pedraglio
No es novedad lo
que sucede en el Frente Amplio: el afán de la izquierda por dividirse parece
estar en su ADN. Pero ¿por qué preocuparse tanto por una unidad a rajatabla?
¿Es que la izquierda no puede ir separada a las elecciones, como lo hace la
derecha? Puede y quizá sea favorable para este sector político potencialmente
muy importante. En fin, juntos o separados, lo importante son dos “detalles”:
uno, el FA se convirtió en la tercera fuerza electoral (18%) en las últimas
presidenciales, algo que no ha pasado a menudo en casi un siglo de vida de la
izquierda en el Perú, lo que significa que puede convertirse en una
alternativa de gobierno; y dos, en gran medida, las diversas fracciones de la
derecha manejan el poder en el país: el económico, el político, el mediático
y el tecnocrático, por mencionar cuatro ámbitos. Es decir que, a diferencia
de lo que parecen pensar muchos en la izquierda, el poder no se reduce, ni de
lejos, al Ejecutivo y al Congreso. Ganar una elección, incluso la
presidencial, solo otorga una porción del poder, ni siquiera la mayor.
Si se acepta que
la “era” de la revolución ha concluido –y debería aceptarse ya–, hay que
admitir que gobernar en democracia obliga a asumir con firmeza y consistencia
la propuesta que se plantee como izquierda –que implica inevitables
diferencias con muy sólidos poderes– y, simultáneamente, desarrollar una gran
capacidad de diálogo y negociación. Gobernar en democracia es eso; algo muy
complicado, pero no hay otro modo de hacerlo. ¿Podrá con esto la nueva
generación? Ojalá que sí. De lo contrario, mejor que se declare como “grupo de
presión permanente”, pero no como movimiento, frente o partido que se prepara
para gobernar.
http://peru21.pe/opinion/santiago-pedraglio-peru-izquierda-que-no-piensa-gobierno-2280394
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Todas las Madres Mías
Marco Sifuentes
“Tú no lo has
vivido, pero estar en la zona de emergencia fue espantoso. Era necesario,
pues, era necesario para combatir el terrorismo. Era necesario el terrorismo
de Estado”. Esta fue una frase del abogado de Ollanta Humala mientras se llevaba
a cabo el juicio de Madre Mía. Se la espetó ‘off the record’ a la periodista
Heidi Grossmann, que acudió en calidad de testigo. Grossmann fue una de las
primeras reporteras en entrevistar a las víctimas del ‘Capitán Carlos’ que ya
para entonces estaban cambiando de versión. Casi de inmediato, la periodista
dejó constancia del incidente en su blog. Esto ocurrió y fue publicado en
octubre del 2007, hace diez años.
Hace diez años ya
se conocía el testimonio de Norvil Estela, cuyo hijo Hermes fue desaparecido
por una patrulla de la base de Madre Mía. Buscándolo, solo encontró charcos
de sangre, jamás su cuerpo.
Hace diez años
Zonia Luis Cristóbal ya había contado cómo su casa fue asaltada en medio de
la noche por los comandos del ‘Capitán Carlos’, sus hijos sujetados, su
esposo encañonado, mientras a ella la rapaban. ¿Su crimen? Haber intentado
cobrarle una deuda a ‘Carlos’.
Hace diez años que
Jorge Ávila ya había contado cómo se salvó del ‘Capitán Carlos’ aventándose
al Huallaga. Su hermana y su cuñado, que habían sido secuestrados junto a él,
no tuvieron tanta suerte. Antes de saltar, Ávila vio cómo eran llevados hasta
la margen del río y cómo, uno por uno, los soldados les disparaban un tiro en
la cabeza.
Hace diez años ya
se tenían los nombres de todas las víctimas del ‘Capitán Carlos’. Hace diez
años ya se sabía que los testigos habían cambiado súbitamente de opinión.
Hace diez años era evidente que ‘Carlos’ era Humala.
Y, aun así, la
izquierda se trepó en el coche humalista en el 2011. Sí, claro, en el 2006
todos lo denunciaron e incluso Susana Villarán peregrinó hasta Madre Mía.
Pero, como ha recordado Fernando Rospigliosi, es que entonces la izquierda
tenía tres candidatos (Villarán, Diez Canseco y Moreno) que compitieron
contra Humala. En cambio, para las elecciones siguientes se escudaron en el
formalismo del archivamiento del caso para ir de la mano de un violador de
derechos humanos (y estoy hablando de la primera vuelta, no de la segunda, en
la que tuvieron la coartada del antifujimorismo).
Ojo que en el 2011
el caso de la compra de testigos aún no estaba archivado. Cualquiera que
hubiera seguido el tema mínimamente se habría convencido de la
responsabilidad de Humala. En casos de derechos humanos que son más endebles
que este, nuestra izquierda suele ser –con toda justicia– implacable. Aquella
vez demostró que su interés real no son las víctimas.
La vereda del
frente está igual. Es francamente alucinante que este sea el único caso de
víctimas de violencia del Estado al que nuestra derecha le ha prestado
atención no en diez, sino en 17 años. Y no menos descarado resulta cómo
evitan mencionar que todo esto ocurrió en el mismísimo 1992, luego del golpe,
cuando Alberto Fujimori tenía control completo de las fuerzas armadas y en
plena vigencia del ME 38-23, el famoso Manual de Equipos Básicos en
Inteligencia Militar, aprobado por su gobierno, que daba carta libre para la
guerra sucia.
Sin mencionar que
ahora se escandalizan de las reuniones de César San Martín con Humala, pero
no se les movió un pelo cuando aparecieron los audios de ese mismo
magistrado, junto a ministros de Humala, almorzando con la jueza que veía el
Caso Chavín de Huántar.
En el Perú aún
tenemos quince mil desaparecidos de la época violenta. Quince mil peruanos
cuyos destinos aún no se resuelven. Si un caso que tiene todos los
reflectores encima desde hace diez años aún sigue impune, ¿qué pueden esperar
los otros miles caídos en las otras Madres Mías? Al parecer, solo seguir
sirviendo de excusa para minucias políticas.
http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/todas-madres-mias-marco-sifuentes-noticia-1989321
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Viaje a Europa con Agrobanco
Iván Alonso
Un agricultor se
despide temprano de su esposa y le pregunta, antes de salir, qué quiere por
el día de la madre. “Hace tiempo que no vamos a Europa”, le contesta ella.
“Ni hablar –se exaspera él–. Estoy con mil gastos en la chacra. Tengo que
reparar el canal, comprar otro tractor, sembrar arándanos. No estoy para ir a
Europa. Lo siento.” Y se va. Un poco fastidiado, ciertamente.
Esa misma tarde,
sin embargo, regresa a su casa exultante. Encuentra a su esposa en la sala y
le dice:
–¿A que no sabes
lo que tengo acá? ¡Dos pasajes a Europa!
–Ay, gordo, no
tenías que hacer eso. Si estás con tantos gastos… Podíamos haber ido a Europa
en otro momento.
–No pasa nada,
Vikicita. He leído esta mañana en el periódico que Agrobanco va a dar
créditos al 1%. ¿Te puedes imaginar? ¡Uno por ciento! Con eso, el canal, el
tractor y los plantones me salen regalados. ¡Comienza a hacer tus maletas!
Esta historia es
una adaptación de otra que contaba nuestro difunto amigo Ernesto Fontaine,
hace casi treinta años, en una de sus columnas semanales en El Mercurio de
Chile. La columna de Fontaine terminaba con una pregunta que quisiéramos
trasladarle ahora al ministro de agricultura José Manuel Hernández: ¿qué
inversión cree usted que está financiando con el “programa de crédito a tasa
1” que ha anunciado la semana pasada?
La respuesta para
los economistas del MEF que están analizando su propuesta debería ser obvia.
No importa que el crédito se otorgue específicamente para las inversiones que
haya que hacer en la chacra. El dinero, como se dice, es fungible. El
préstamo de Agrobanco será utilizado para gastos que, de otra manera, no se
habrían hecho.
Nuestro agricultor
pensaba usar sus propios fondos para invertir en su chacra; ni hablar de ir a
Europa. Pero gracias a los recursos adicionales que el banco pone a su
disposición, a una tasa de interés inferior a la tasa de mercado, decide
cambiar el destino de sus propios fondos y, de paso, el de sus vacaciones. La
política de préstamos preferenciales los hace más felices a él y a su esposa,
pero no hace más próspero al país.
El elemento
caricaturesco del ejemplo no le quita validez general. Cualquier otro
agricultor de más modesta condición utilizará el préstamo para reemplazar los
fondos propios que pensaba invertir en su tierra, y liberará estos últimos
para dedicarlos a gastos personales. Inclusive si no tenía fondos propios,
podemos colegir que no tenía tampoco inversiones que hacer que fueran
suficientemente rentables como para tomar un préstamo a tasas de interés como
las que el propio Agrobanco ofrece a otros clientes. Dicho de otra manera,
las inversiones que podría hacer agregan menos valor a la producción nacional
que el que podrían agregar las inversiones de otros clientes de este u otro
banco –pymes, por ejemplo– que sí estarían dispuestos a pagar tasas de
mercado.
Es incomprensible
que, habiendo aumentado este gobierno el capital de Agrobanco en 150 millones
de soles a fines del año pasado, lo obligue tan rápido a perderlo. Porque eso
es precisamente lo que ocurre cuando un banco presta plata a una tasa de
interés irrisoria, que no cubre su costo de fondeo. El ministro Hernández
justifica este subsidio encubierto como una ayuda para los agricultores
afectados por El Niño costero. Pero ¿acaso no se les ha dado ya un bono de mil
soles por hectárea?
http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/viaje-europa-agrobanco-ivan-alonso-noticia-1989306
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