viernes, 5 de mayo de 2017

OPINIONES 05/05/2017


¿Delito de apología o libertad de expresión? - Romy Chang
Gran teatro del mundo (Y del Perú) - Augusto Álvarez Rodrich
Impunidad - Luis Davelouis
Madre Mía, La guerra oscura en el Huallaga - Juan de la Puente
Vuelta a la pobreza - Mirko Lauer
Reglajes y ‘chuponeos’ - Andrés Gómez de la Torre
Perú: Una izquierda que no piensa en ser gobierno - Santiago Pedraglio
Todas las Madres Mías - Marco Sifuentes
Viaje a Europa con Agrobanco - Iván Alonso
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¿Delito de apología o libertad de expresión?

Romy Chang


El 1 de mayo, miembros del Movadef salieron a las calles con pancartas y carteles con inscripciones como “Solidaridad con nuestro pueblo, exigimos subvención estatal para los damnificados”, “Abajo la farsa de nuevos juicios”, “¡Corte de juicios!, ¡Basta de odio y venganza!, Abimael Guzmán Reinoso, 25 años preso”, entre otras.Esto dio lugar a opiniones divididas, dentro de las que se rescata lo afirmado por el ministro del Interior, para quien los hechos califican como delito de apología al terrorismo, versus lo señalado por el director general de la Policía Nacional, para quien estos actos no se enmarcan en este delito.

El artículo 316 del Código Penal sanciona a quien públicamente hace apología del delito de terrorismo o de una persona que haya sido condenada como autora de este, estableciendo una sanción de hasta 12 años de cárcel. Con esto, lo que se busca es proteger la tranquilidad o el orden público al interior del Estado, evitándose la realización de conductas que supongan un elogio, una exaltación o una incitación a actos de terrorismo o a personas condenadas por estos. Para el Tribunal Constitucional, la sanción se justifica en el daño social que puede generar el hecho de legitimar actos terroristas y, con ello, acentuar las consecuencias negativas que dejaron para nuestra sociedad.

El problema se genera debido a la delgada línea existente entre la alabanza de un acto terrorista y la libre expresión de una opinión que un ciudadano pueda realizar sobre el mismo. Como solución, el Tribunal Constitucional ha señalado que cualquier expresión de opinión favorable sobre un acto terrorista o su autor no podía constituir un delito de apología, estableciendo como límites para determinar los actos que debían ser sancionados penalmente los siguientes: a) que la exaltación se refiera a un acto terrorista ya realizado, b) que cuando la apología se refiera a la persona que cometió el delito, esta tenga la condición de condenada por sentencia firme, c) que el medio utilizado por el apologista sea capaz de lograr la publicidad exigida por el delito, y d) que la incitación afecte las reglas democráticas de pluralidad, tolerancia y búsqueda de consenso. 

Lamentablemente, a pesar del establecimiento de estos límites, la delgada línea no desaparece, por lo que persisten las dificultades a nivel judicial para determinar cuándo se configura este delito. Tal vez esto sea lo que explique la casi nula emisión de sentencias condenatorias por el delito de apología, así como las diversas opiniones esgrimidas en torno a si la referida marcha puede o no dar lugar a su configuración.

Recientemente se viene discutiendo en el Congreso una modificación a este delito, la cual, fundamentalmente, reemplazaría el término “apología” por el de “exaltación, justificación o enaltecimiento”. Considero que esta modificación tampoco resolvería el conflicto, pues la dificultad para determinar si se cometió o no el delito persistiría, por lo que es prioritaria la utilización de otras alternativas de solución. Por ejemplo, revisar la legalidad de la constitución del Movadef como agrupación dentro de nuestro ordenamiento y sus posibles vínculos con asociaciones delictivas.

Más allá de estas consideraciones, jurídicamente, de lo difundido en la reciente marcha, no se evidencia algún acto de alabanza o exaltación directa que pueda configurar una apología. En las pancartas, si bien se exhiben fotografías de personas condenadas, no se realiza un enaltecimiento directo de estas ni de los actos terroristas en los que participaron; lo que hace difícil que se logre obtener a futuro una sentencia condenatoria.

Nuevamente, el conflicto entre libertad de expresión y garantía del orden público se pone a debate. Esperemos que los esfuerzos por resolverlo no se limiten únicamente a la aprobación del mencionado proyecto de ley que modifica el tipo penal; sobre todo cuando la historia nos ha enseñado que los problemas sociales no se resuelven incrementando penas ni recurriendo al uso del derecho penal.


http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/delito-apologia-libertad-expresion-romy-chang-noticia-1989275


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Gran teatro del mundo (Y del Perú)

Augusto Álvarez Rodrich


Si algo bueno podría tener el debate entre Mauricio Mulder y Oswaldo Cattone es que le ha dado notoriedad al gran esfuerzo de muchas personas por el teatro en el Perú.

El incidente se originó por la indignación de Mulder al ir al Marsano a ver ‘Piaf’ y constatar que debía pagar el costo regular de la entrada, pues el número de asientos para la categoría ‘adulto mayor’ es limitado y, para la función que él y su familia fueron, ya se habían acabado.

Los argumentos fueron de ambos lados, pero lo cierto es que montar una obra cuesta y, contra lo se suele creer, la actividad comercial del teatro aún no logra despegar, no obstante la evidente mejora de las producciones y del número creciente de asistentes.

“Es verdad que en relación con los años noventa es maravilloso, pero de cada cartelera hay máximo cuatro o cinco salas llenas, el resto está peleándose los espectadores”, comentó Mariana de Althaus, que ayer estrenó en la PUCP Pájaro en llamas sobre el duelo por accidentes aéreos.

Hacer teatro en el Perú es complicado y no siempre se cuenta con los recursos para, por ejemplo, realizar el enorme y valiosísimo esfuerzo de la PUCP con la reciente puesta del auto sacramental El Gran Teatro del Mundo de Pedro Calderón de la Barca, en el convento de San Francisco.

A pesar de ello, el esfuerzo se realiza. Por ello me permito recomendar que vayan al teatro, empezando por este fin de semana. Además de Piaf y Pájaro en llamas, recomiendo no perderse Luz de gas en el Británico sobre la manipulación psicológica –apúrense, solo quedan dos semanas–; Matrimonio en juego en el Teatro de Lucía; un modernísimo Macbeth en la Universidad del Pacífico; Zoo de Cristal en el Icpna; El curioso incidente del perro a medianoche en La Plaza de Larcomar; Un día muy particular en El Olivar; ¿Qué tiene Miguel? en Ricardo Palma de Miraflores; Las lolas y Los sospechosos Mata en Barranco; y Seis historias para el otoño en Casa Pausa de Miraflores.

Vale la pena, el teatro producido en el Perú está cada vez mejor gracias al esfuerzo valioso de autores, directores, productores, artistas y toda la gente que trabaja en esta actividad. Y compre su entrada con anticipación para que no le pase lo de Mulder.

Pero la gente del teatro también debe organizarse mejor para trabajar en conjunto, con el fin de construir el hábito de los peruanos por ir al teatro, con ideas como venta de abonos para todas la obra del año a precios reducidos o, mínimo, una web bien hecha donde se reúna toda la cartelera para verla con facilidad.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/872379-gran-teatro-del-mundo-y-del-peru

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Impunidad

Luis Davelouis

“De lo que se trata es de no dejar muñeco con cabeza”, me decía una amiga la semana pasada. Y tiene razón. Ayer cuatro sujetos armados entraron a un restaurante en el que se encontraba mi amigo, el economista Pablo Secada, armados con pistolas y se llevaron todas las billeteras, los teléfonos y los relojes. La policía y el serenazgo llegaron demasiado tarde, como siempre.

Ayer también, un grupo de delincuentes pudo robar con engaños (modalidad de estafa) algunas cosas de la vivienda de la congresista Marisa Glave.

Esta es la delincuencia que se ve, la que ahora vemos cada vez con mayor frecuencia en los lugares que frecuenta “la gentita”. Pero esto pasaba hace tiempo por muchos otros distritos menos “chic” de la capital. No olvidemos que una de las localidades con mayor número de homicidios es Barranca, en Lima.

Como bien señalaba Pablo –contando su experiencia con los ladrones y sus armas automáticas–, no nos damos cuenta de la dimensión de un problema hasta que nos toca a nosotros. Como Tarata. Como María Elena Moyano. Como Andrés Tello de 17 años, asesinado de un balazo en la puerta de la casa de sus abuelos el día de su cumpleaños para robarle el celular. Como A.G.L.Ch. de 14 años, apuñalado en el pecho mientras hablaba por teléfono en la puerta de su casa. Todo esto tiene conexiones con el crimen organizado. Todo.

Cuando alguien dice que A debe ser investigado, alguien pregunta con la ceja levantada “¿y por qué no señala a B?”. ¿Saben? No interesa. El hampa nos desborda, que se vayan presos todos los que tengan que ir presos y que asuman sus responsabilidades todos los alcahuetes y apañadores. Todos. TODOS. La impunidad reproduce el delito y el hampa se combate arriba o es como darle Panadol a un tísico. No más impunidad, para nadie.



http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-impunidad-2280389

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Madre Mía, La guerra oscura en el Huallaga

Juan de la Puente


La probable reapertura del caso Madre Mía para juzgar el papel desempeñado por el entonces capitán del EP Ollanta Humala en los primeros años de la década de los 90 implica también la posibilidad de juzgar las violaciones a los DDHH en el Alto Huallaga y la Provincia de Padre Abad, los territorios menos estudiados respecto de la violencia terrorista, y donde hubo mayor impunidad.

Razones para reabrir el caso las hay, así como la convicción de que se trata de un período oscuro sobre el que hay que poner luz. La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) reconoció en su momento el déficit de procesos judiciales, testimonios e indagaciones de la violencia en los territorios amazónicos. Aun así, pudo dar cuenta de que en su base de datos consta que en la provincia de Leoncio Prado (solo una parte del Alto Huallaga), entre los años 1989 y 1994, murieron 232 personas y que 198 fueron desaparecidas.

Una de las célebres matanzas fue la de Venenillo, al sur de Aucayacu, en junio de 1989. De acuerdo con el testimonio de un ex miembro del Ejército ante la CVR, en respuesta al ataque donde murieron un capitán y seis soldados, el mando militar ordenó “limpiar” la zona con el resultado de 300 personas asesinadas. El testimonio N° 100168 es escalofriante: “quemaron los cuerpos o los arrojaron al río, más o menos un promedio de 200, 300, entre hombres, niños y mujeres; nosotros comenzamos a matar y a tirar los cadáveres al río y los de la DEA llamaron a Tingo María diciendo que de río arriba venían cadáveres. Nosotros hemos bajado a recogerlos. Eran los mismos que tirábamos. Regresamos y los comenzaron a quemar”.

Para un libro que espera su publicación he recuperado y procesado información sobre la actividad de Sendero Luminoso en la zona y el desempeño de las FFAA. La información oficial senderista señala que arribaron al Huallaga en 1981. Hacia 1987 se habían extendido por todo el valle y sus columnas se adentraron hacia los pueblitos cocaleros que nacían a las orillas de los afluentes del río Huallaga, alcanzando al norte el ramal de Aspuzana, cerca al límite entre Huánuco y San Martín. De allí llegaron a Madre Mía, Sión y Paraíso, pueblos a la derecha e izquierda del Huallaga, fundados por iglesias protestantes.

En diciembre de 1985 se levantó el Estado de Emergencia en la zona y se desactivó el Comando Político-Militar. Al finalizar 1987, los 57 caseríos de Aucayacu tenían delegados nombrados por las columnas terroristas. Así se explica que en pocas semanas, con el apoyo activo de la población, cubrieran de zanjas cada 50 metros de la carretera Tingo María-Aucayacu.

La guerra en el Alto Huallaga fue extremadamente violenta. A diferencia de Ayacucho, SL tuvo en esa zona control de territorios por mucho tiempo y llevó a cabo operaciones de envergadura como la sangrienta toma de Uchiza, el 27 de marzo de 1989, como respuesta a la fumigación de la hoja de coca. Sobre este episodio, El Diario, el órgano de información terrorista, informó que el comandante del puesto policial de Uchiza fue aniquilado en la Plaza de Armas por un “niño combatiente” de solo nueve años de edad que le descargó un balazo en la cabeza. El punto más alto de su ofensiva fue, precisamente, el ataque a Madre Mía el 27 de julio de ese año, para el que SL movilizó cerca de mil personas.

En 1991, Sendero Luminoso proclamó el equilibrio estratégico por lo que se hacía inevitable que los comités populares clandestinos en el Huallaga pasen a ser abiertos. Poco después se demostraría que el “equilibrio” era una táctica que buscaba esconder el callejón sin salida en que se hallaba la guerra para Abimael Guzmán.

Los siguientes fueron los años de la victoria de las FFAA y del terrorismo errante. Tres operativos memorables por el despliegue de las FFAA se realizaron precisamente en los primeros años de la década de los 90, período en el que Humala estuvo destacado en la zona; fueron los operativos “Cuchara”, Paraíso” y “Aries”, este último investigado por el Congreso y documentado por la Coordinadora Nacional de DDHH.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/872381-madre-mia-la-guerra-oscura-en-el-huallaga

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Vuelta a la pobreza

Mirko Lauer



A pesar de la desaceleración de la economía, la reducción de la pobreza ha seguido avanzando, si bien a un menor ritmo. Ahora un menor crecimiento económico también en el 2017 puede cambiar las cosas. La parte socialmente más filuda de eso es el retorno a la pobreza que significará para muchos. El número de pobres empezará a crecer otra vez.

Es sabido que en todos los países las crisis producen nuevos pobres. Los casos más comentados son los de quienes caen de un buen pasar a la pobreza, la miseria incluso, por primera vez en sus vidas. Por algún motivo esta situación suele considerarse más dramática que la de quienes simplemente han vivido en la pobreza todas sus vidas, por generaciones.

Ese es el caso de los nuevos pobres peruanos que asoman en el horizonte. Serían personas que lograron dejar la penosa condición, pero no instalarse lo suficiente como para resistir un cambio en las condiciones económicas. Podría decirse que por un tiempo dejaron de vivir como pobres, pero que no salieron realmente de la pobreza.

Sin duda resistirán la resaca económica quienes pudieron acumular algo, como estudios o una propiedad, y son llamados, algo exageradamente, la nueva clase media. Allí el retroceso es más manejable, pero la angustia probablemente parecida. Pero una clase media reempobrecida siempre estará mejor ubicada que los pobres en la cola de la recuperación.

Para los pobres que no lograron dar un verdadero, si bien pequeño, salto social, sino meramente mejorar sus ingresos por un tiempo, la decepción es doble, pues se frustra una esperanza. Es obvio que el retorno a la pobreza viene acompañado de una pérdida del empleo, con la consiguiente baja del nivel de consumo, y quizás el acoso de algunas obligaciones pendientes.

Todo esto tiene que ver, evidentemente, con los millones de personas que simplemente no han podido salir de la pobreza en estos dos decenios de bonanza económica. Los retornados a la pobreza no serán sino un capítulo en una historia más larga y más amplia. En el 2015 una quinta parte de la población ganaba menos que el costo de la canasta básica de consumo.

Datos INEI de la llamada pobreza monetaria: dos tercios del total están en la sierra; los que hablan una lengua nativa duplican a los que hablan castellano; un tercio del total son nativos.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/872377-vuelta-la-pobreza

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Reglajes y ‘chuponeos’

Andrés Gómez de la Torre


En los últimos años, la degradación en las actividades de inteligencia se ha hecho más que evidente en nuestro país, aunque ello no escapa, ciertamente, a la realidad de la región andina.

Las actividades de ‘reglaje’ –argot de las organizaciones terroristas peruanas– supuestamente realizadas en contra de diversos funcionarios de muy alto nivel del Ministerio de Defensa (Mindef) habrían consistido en su observación, vigilancia y seguimiento. Se trata de procedimientos muy elementales de inteligencia, que se habrían dado en un aparente contexto de pugnas internas por empoderarse en esa cartera ministerial, ceses abruptos de personal, decisiones políticas e institucionales que afectan la influencia de ciertos sectores militares (que se resisten a las reformas), o proyecciones políticas por parte de autoridades que hoy están en el ministerio.


Desde luego que también existe una cuota de ingenuidad y falta de conciencia de seguridad en ciertos funcionarios –particularmente quienes tienen acceso a información clasificada–. Por simple torpeza o negligencia, al no tomar medidas mínimas de seguridad personal en sus rutinas y desplazamientos públicos, estas personas son presas fáciles de seguimientos que pueden ser mucho menos elaborados de lo que aparentan. El efecto mediático genera complicados problemas al gobierno, particularmente si los casos son relacionados con la triste y célebre historia del SIN, el efímero Consejo Nacional de Inteligencia y la propia Dirección Nacional de Inteligencia.

Luego de una laxa legislación en la década de 1990 para el SIN, los gobiernos de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo promulgaron leyes de inteligencia con énfasis en el control y fiscalización. Por ejemplo, desde el Congreso vía la Comisión Ordinaria de Inteligencia y en el Poder Judicial fueron autorizadas “operaciones especiales” que suspendieron temporalmente derechos fundamentales a la inviolabilidad de las comunicaciones a diversas personas debido a amenazas concretas contra la seguridad nacional. Esto último, sin embargo, no parece ser el caso de los funcionarios del Mindef que habrían sufrido los seguimientos. Más aun cuando existe un sistema de inteligencia (que incluye a militares y a policías) institucionalmente maniatado por su pasado y temeroso por las graves consecuencias que podrían derivarse de una ejecución de acciones intrusivas de alto calibre (como seguir a funcionarios sin una fundamentación razonable).

En la década de 1990 el Estado mantuvo el monopolio de la inteligencia, pero a principios del presente siglo se produjo una tercerización (contrariando el carácter excepcional y herramienta estatal que es la actividad de inteligencia). No es casual, entonces, la proliferación de empresas privadas que bajo cubiertas de fachada ofrecen servicios de obtención de información para diversos fines y clientes. Es la inteligencia paralela que acude al reclutamiento de personal de inteligencia cesado y reciclado del Estado, con conocimientos pertinentes.

Esta inteligencia frisa la delgada línea entre la legalidad e ilegalidad en la búsqueda de información (relevante o no). Pese a ello, el Decreto Legislativo 1141 del 2012 señala procedimientos especiales de búsqueda de información, los que requieren de autorización del Poder Judicial, vía jueces superiores ad hoc designados por la Corte Suprema. Asimismo, la Ley 30535, de enero del 2017, otorga un rol “estratégico” sobre lo operativo a la DINI, pero no es necesariamente una solución frente a la privatización de la inteligencia (que podría estar tras los seguimientos recientes en el sector Defensa).

Lo que sigue en cuanto a investigar lo acusado por el ministro de Defensa está en manos de la Comisión de Inteligencia del Congreso, que deberá determinar y desbrozar responsabilidades, límites y la legalidad de esta compleja trama.


http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/reglajes-y-chuponeos-andres-gomez-torre-noticia-1989271



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Perú: Una izquierda que no piensa en ser gobierno

Santiago Pedraglio


No es novedad lo que sucede en el Frente Amplio: el afán de la izquierda por dividirse parece estar en su ADN. Pero ¿por qué preocuparse tanto por una unidad a rajatabla? ¿Es que la izquierda no puede ir separada a las elecciones, como lo hace la derecha? Puede y quizá sea favorable para este sector político potencialmente muy importante. En fin, juntos o separados, lo importante son dos “detalles”: uno, el FA se convirtió en la tercera fuerza electoral (18%) en las últimas presidenciales, algo que no ha pasado a menudo en casi un siglo de vida de la izquierda en el Perú, lo que significa que puede convertirse en una alternativa de gobierno; y dos, en gran medida, las diversas fracciones de la derecha manejan el poder en el país: el económico, el político, el mediático y el tecnocrático, por mencionar cuatro ámbitos. Es decir que, a diferencia de lo que parecen pensar muchos en la izquierda, el poder no se reduce, ni de lejos, al Ejecutivo y al Congreso. Ganar una elección, incluso la presidencial, solo otorga una porción del poder, ni siquiera la mayor.

Si se acepta que la “era” de la revolución ha concluido –y debería aceptarse ya–, hay que admitir que gobernar en democracia obliga a asumir con firmeza y consistencia la propuesta que se plantee como izquierda –que implica inevitables diferencias con muy sólidos poderes– y, simultáneamente, desarrollar una gran capacidad de diálogo y negociación. Gobernar en democracia es eso; algo muy complicado, pero no hay otro modo de hacerlo. ¿Podrá con esto la nueva generación? Ojalá que sí. De lo contrario, mejor que se declare como “grupo de presión permanente”, pero no como movimiento, frente o partido que se prepara para gobernar.




http://peru21.pe/opinion/santiago-pedraglio-peru-izquierda-que-no-piensa-gobierno-2280394

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Todas las Madres Mías

Marco Sifuentes


“Tú no lo has vivido, pero estar en la zona de emergencia fue espantoso. Era necesario, pues, era necesario para combatir el terrorismo. Era necesario el terrorismo de Estado”. Esta fue una frase del abogado de Ollanta Humala mientras se llevaba a cabo el juicio de Madre Mía. Se la espetó ‘off the record’ a la periodista Heidi Grossmann, que acudió en calidad de testigo. Grossmann fue una de las primeras reporteras en entrevistar a las víctimas del ‘Capitán Carlos’ que ya para entonces estaban cambiando de versión. Casi de inmediato, la periodista dejó constancia del incidente en su blog. Esto ocurrió y fue publicado en octubre del 2007, hace diez años.

Hace diez años ya se conocía el testimonio de Norvil Estela, cuyo hijo Hermes fue desaparecido por una patrulla de la base de Madre Mía. Buscándolo, solo encontró charcos de sangre, jamás su cuerpo.

Hace diez años Zonia Luis Cristóbal ya había contado cómo su casa fue asaltada en medio de la noche por los comandos del ‘Capitán Carlos’, sus hijos sujetados, su esposo encañonado, mientras a ella la rapaban. ¿Su crimen? Haber intentado cobrarle una deuda a ‘Carlos’. 

Hace diez años que Jorge Ávila ya había contado cómo se salvó del ‘Capitán Carlos’ aventándose al Huallaga. Su hermana y su cuñado, que habían sido secuestrados junto a él, no tuvieron tanta suerte. Antes de saltar, Ávila vio cómo eran llevados hasta la margen del río y cómo, uno por uno, los soldados les disparaban un tiro en la cabeza.

Hace diez años ya se tenían los nombres de todas las víctimas del ‘Capitán Carlos’. Hace diez años ya se sabía que los testigos habían cambiado súbitamente de opinión. Hace diez años era evidente que ‘Carlos’ era Humala.

Y, aun así, la izquierda se trepó en el coche humalista en el 2011. Sí, claro, en el 2006 todos lo denunciaron e incluso Susana Villarán peregrinó hasta Madre Mía. Pero, como ha recordado Fernando Rospigliosi, es que entonces la izquierda tenía tres candidatos (Villarán, Diez Canseco y Moreno) que compitieron contra Humala. En cambio, para las elecciones siguientes se escudaron en el formalismo del archivamiento del caso para ir de la mano de un violador de derechos humanos (y estoy hablando de la primera vuelta, no de la segunda, en la que tuvieron la coartada del antifujimorismo).

Ojo que en el 2011 el caso de la compra de testigos aún no estaba archivado. Cualquiera que hubiera seguido el tema mínimamente se habría convencido de la responsabilidad de Humala. En casos de derechos humanos que son más endebles que este, nuestra izquierda suele ser –con toda justicia– implacable. Aquella vez demostró que su interés real no son las víctimas.

La vereda del frente está igual. Es francamente alucinante que este sea el único caso de víctimas de violencia del Estado al que nuestra derecha le ha prestado atención no en diez, sino en 17 años. Y no menos descarado resulta cómo evitan mencionar que todo esto ocurrió en el mismísimo 1992, luego del golpe, cuando Alberto Fujimori tenía control completo de las fuerzas armadas y en plena vigencia del ME 38-23, el famoso Manual de Equipos Básicos en Inteligencia Militar, aprobado por su gobierno, que daba carta libre para la guerra sucia.

Sin mencionar que ahora se escandalizan de las reuniones de César San Martín con Humala, pero no se les movió un pelo cuando aparecieron los audios de ese mismo magistrado, junto a ministros de Humala, almorzando con la jueza que veía el Caso Chavín de Huántar.

En el Perú aún tenemos quince mil desaparecidos de la época violenta. Quince mil peruanos cuyos destinos aún no se resuelven. Si un caso que tiene todos los reflectores encima desde hace diez años aún sigue impune, ¿qué pueden esperar los otros miles caídos en las otras Madres Mías? Al parecer, solo seguir sirviendo de excusa para minucias políticas.





http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/todas-madres-mias-marco-sifuentes-noticia-1989321


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Viaje a Europa con Agrobanco

Iván Alonso

Un agricultor se despide temprano de su esposa y le pregunta, antes de salir, qué quiere por el día de la madre. “Hace tiempo que no vamos a Europa”, le contesta ella. “Ni hablar –se exaspera él–. Estoy con mil gastos en la chacra. Tengo que reparar el canal, comprar otro tractor, sembrar arándanos. No estoy para ir a Europa. Lo siento.” Y se va. Un poco fastidiado, ciertamente.

Esa misma tarde, sin embargo, regresa a su casa exultante. Encuentra a su esposa en la sala y le dice:

–¿A que no sabes lo que tengo acá? ¡Dos pasajes a Europa!
–Ay, gordo, no tenías que hacer eso. Si estás con tantos gastos… Podíamos haber ido a Europa en otro momento.
–No pasa nada, Vikicita. He leído esta mañana en el periódico que Agrobanco va a dar créditos al 1%. ¿Te puedes imaginar? ¡Uno por ciento! Con eso, el canal, el tractor y los plantones me salen regalados. ¡Comienza a hacer tus maletas!

Esta historia es una adaptación de otra que contaba nuestro difunto amigo Ernesto Fontaine, hace casi treinta años, en una de sus columnas semanales en El Mercurio de Chile. La columna de Fontaine terminaba con una pregunta que quisiéramos trasladarle ahora al ministro de agricultura José Manuel Hernández: ¿qué inversión cree usted que está financiando con el “programa de crédito a tasa 1” que ha anunciado la semana pasada?

La respuesta para los economistas del MEF que están analizando su propuesta debería ser obvia. No importa que el crédito se otorgue específicamente para las inversiones que haya que hacer en la chacra. El dinero, como se dice, es fungible. El préstamo de Agrobanco será utilizado para gastos que, de otra manera, no se habrían hecho.

Nuestro agricultor pensaba usar sus propios fondos para invertir en su chacra; ni hablar de ir a Europa. Pero gracias a los recursos adicionales que el banco pone a su disposición, a una tasa de interés inferior a la tasa de mercado, decide cambiar el destino de sus propios fondos y, de paso, el de sus vacaciones. La política de préstamos preferenciales los hace más felices a él y a su esposa, pero no hace más próspero al país.

El elemento caricaturesco del ejemplo no le quita validez general. Cualquier otro agricultor de más modesta condición utilizará el préstamo para reemplazar los fondos propios que pensaba invertir en su tierra, y liberará estos últimos para dedicarlos a gastos personales. Inclusive si no tenía fondos propios, podemos colegir que no tenía tampoco inversiones que hacer que fueran suficientemente rentables como para tomar un préstamo a tasas de interés como las que el propio Agrobanco ofrece a otros clientes. Dicho de otra manera, las inversiones que podría hacer agregan menos valor a la producción nacional que el que podrían agregar las inversiones de otros clientes de este u otro banco –pymes, por ejemplo– que sí estarían dispuestos a pagar tasas de mercado.

Es incomprensible que, habiendo aumentado este gobierno el capital de Agrobanco en 150 millones de soles a fines del año pasado, lo obligue tan rápido a perderlo. Porque eso es precisamente lo que ocurre cuando un banco presta plata a una tasa de interés irrisoria, que no cubre su costo de fondeo. El ministro Hernández justifica este subsidio encubierto como una ayuda para los agricultores afectados por El Niño costero. Pero ¿acaso no se les ha dado ya un bono de mil soles por hectárea?



http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/viaje-europa-agrobanco-ivan-alonso-noticia-1989306


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