miércoles, 3 de mayo de 2017

OPINIONES 03/05/2017


El árbitro de la verdad - Augusto Álvarez Rodrich
Ideólogos que no la ven - César Lévano
Mal Menor II - Luis Davelouis
Partidos de puras firmas - Sigrid Bazán
Paquetazos y partidos políticos - Manuel Dammert Ego Aguirre
¿Tienes un dilema? Yo no - Fernando Vivas
Tres libros políticos - Mirko Lauer
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El árbitro de la verdad

Augusto Álvarez Rodrich


No es una oportunidad propicia para la celebración del día mundial de la libertad de prensa que se conmemora hoy, pues esta se viene deteriorando en muchos países, incluyendo el Perú por el pernicioso embate fujimorista que muchos han llamado obsesión.

El periodista danés Fleming Rose, quien es investigador del Cato Institute, anotó hace unas semanas en El País que Europa corre el riesgo de echar a perder el sistema que garantiza la libre expresión si, para combatir el odio o las noticias falsas, usa medidas propias de dictaduras.

Agrega que mientras se pensaba que la tecnología digital a disposición de los ciudadanos significaría una edad dorada de la libertad de expresión por el fin de la censura, lo que se constata es que esta herramienta al servicio de los gobiernos con vocación de autocracia puede mellar mucho a esta libertad.

Regímenes de vocación censora hay en todo sitio. De Venezuela a Ecuador, donde la presión llega al absurdo de sancionar a medios que no difundieron un reportaje publicado en un diario argentino sobre el candidato opositor al gobierno, hasta Europa.

Rose señala que Turquía tiene el récord mundial de periodistas encarcelados, más que en China, Corea del Norte y Cuba. Y en Rusia, el Kremlin dicta lo que deben decir los noticieros de TV con el argumento de que la armonía social es más importante que la libertad de expresión.

Agrega que los medios críticos del gobierno tienen hoy problemas en Polonia, Francia y el Reino Unido mediante la creación de dificultades económicas, y que en Alemania hay propuestas para combatir la difusión de noticias falsas y lenguaje de odio.

Rose adelanta el problema obvio: “No hace falta volver muy atrás para saber qué pasa cuando los gobiernos se erigen en árbitros de la verdad”.

Es lo que ha revelado el fujimorismo que pretende hacer con la libertad de expresión en el Perú mediante un embate consistente en proyectos de ley que pretenden subordinar al periodismo al poder político.

Desde el proyecto de ley que proponía una veeduría de medios y el impedimento de que acusados dirijan un medio de comunicación, su posterior replanteamiento por una iniciativa que apunta a lo mismo, hasta la propuesta de que los medios destinen el 2% de su facturación al fondo de seguridad social del canillita.

El fujimorismo confirma, lamentablemente, que tiene una obsesión fatal con la libertad de expresión y que es su peor amenaza en el Perú dentro de un proceso de deterioro que es global.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/871660-el-arbitro-de-la-verdad


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Ideólogos que no la ven

César Lévano


El mundo capitalista ha entrado, desde el 2008, en la crisis de la segunda globalización. A esa ruina responden los planes estadounidenses de superexplotación, guerras comerciales y armadas, Donald Trump. Con asombro he visto que en el Perú hay quienes creen que la culpa la tienen los robots y el cambio de modelo en el capitalismo, y la izquierda, que no la vio.

Tengo en mi mesa de trabajo dos textos sustantivos que sí explican la realidad. Uno es el ensayo Surveillance Capitalism (Capitalismo de la Supervigilancia). Los autores son Joln Belling Firtee, editor de Monthly Review y profesor de Sociología de la Universidad de Oregón, y Robert W. Chesney, profesor en el Departamento de Comunicación de la Universidad de Illinois.

El texto parte del hecho de que al final de la II Guerra Mundial los Estados Unidos se encontraron con una superproducción industrial y militar que necesitaba mercados y guerras. “El resultado”, señalan, “fue una universalización de la supervigilancia con sus áreas de (1) militarismo / imperialismo / seguridad; (2) mercadotecnia basada en corporaciones y el sistema mediático y (3) el mundo de las finanzas”.

El documentado estudio publicado en agosto del 2014 coincide con el valioso y reciente La esperanza como problema político del español Manolo Monereo. Escribe este que España vive un cambio de régimen, “cuyo resultado final parece claro”.

“Se trata de consolidar una democracia limitada y no soberana donde domine de forma clara y explícita una oligarquía financiero-empresarial-mediática con el objetivo de construir un modelo de sociedad basada en la desigualdad, la desaparición de los derechos sociales, la precariedad del modo de vida de las mayorías sociales y la definitiva desintegración del movimiento obrero como sujeto político-social. La política siempre va por delante, desde el Estado y con el Estado para cambiar un régimen y un modelo social”.

“Nada hay de arbitrario en la esperanza. Es construcción desde lo real y concreto. Se genera esperanza desde las luchas de cada día, desde los fracasos, desde las pequeñas victorias y desde el quehacer cotidiano. En el fondo, darle sentido a la vida y luchar para que esta lo tenga. Somos el único animal que debe encontrar sentido a vivir y luchar por él. Nuestra crisis es de civilización y el peligro acecha. El nudo que engarza crisis ecológica-social, decadencia económica y la guerra debe ser cortado. No podemos creer, como Hölderlin, que ‘donde hay peligro crece lo que nos salva’. No, solo nos redimirá una acción consciente, esperanzada que combine grandes verdades materiales que dignifiquen la vida de las personas con verdades espirituales… Pietro Barcellona nos lo dijo una y otra vez: el mayor defecto de los intelectuales es siempre el elitismo y el desprecio a la gente normal y corriente”


http://diariouno.pe/columna/ideologos-que-no-la-ven/


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Mal Menor II

Luis Davelouis


Que yo sepa, nadie le dice a Micky Torres que es un delincuente porque sea fujimorista. Uno puede no entender qué cosa hace allí, rodeado de Aramayo o Tubino o Lucio o Maritza García, pero fujimorista no es igual que felón. O, en todo caso, la relación no es automática.

Pero recordemos por qué se ve raro. Recordemos: i) que la vergüenza tras los ‘vladivideos’ fue tan grande que muchos congresistas renunciaron a la bancada fujimorista, lo mismo que su primer vicepresidente (Tudela); ii) el teatro de Fujimori persiguiendo a Montesinos a sabiendas de que este estaba fugándose por otro lado luego de la resolución en la que se agradece a Montesinos por los servicios prestados a la nación, su CTS de US$15 millones y a Martha Chávez diciendo que “Montesinos cometió un error gravísimo pero minúsculo con relación a servicios que brindó”; iv) 6 días antes de fugarse, Fujimori se robó varias maletas presuntamente con más ‘vladivideos’ de la casa de Montesinos. Y se los robó con fiscal falso y el sobrino de Giampietri pateando la puerta.

Y con todo eso, algunos creen que ese malo recontra conocido –o su hija, que lo reivindica y aplaude y que en las últimas elecciones tenía un lugarteniente investigado por la DEA por lavado de activos del Narco– era mejor que un desconocido Toledo o un –todavía más– desconocido Humala. ¿Y también era mejor que el Alan de Bagua, del discurso nefasto y ridículo del perro del hortelano, los narcoindultos y los petroaudios y el Cristo de Odebrecht? ¿No?

La razón por la que se vota en contra o a favor varía de persona a persona. Los fujimoristas deberían preguntarse cómo así es que tanta gente después de tanto tiempo (17 años) puede preferir a Humala, con agendas y Madre Mía incluidos, que a ellos. (Y tras preguntárselo, miren a Bienvenido y a Becerril).


http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-mal-menor-ii-2280088

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Partidos de puras firmas

Sigrid Bazán


Hay quienes creen que hace falta compromiso político para llegar a una reforma política y electoral. Creo que lo que hace falta es dejar los resentimientos y el frívolo cálculo electoral dirigidos a aquellos nuevos rostros que buscan dar una dura competencia a los partidos más tradicionales en las futuras elecciones.

Según las leyes actuales –que fujimoristas y apristas cambiaron y que ahora buscan perpetuar– para constituir un partido es necesario que, entre otras cosas, se junten casi dos millones de firmas y que se pague, para validarlas, casi dos millones de soles (un sol por firma aproximadamente)*. Es decir, en nuestro país, un partido puede ser limpio y democrático, pero si no tiene más de un millón de soles no puede inscribirse y, por ende, no puede participar de las elecciones. Claro, el partido fujimorista o el Apra no pagaron tal suma ni recolectaron tal cantidad de firmas, las condiciones eran distintas cuando estas fuerzas se inscribieron.

Normalmente la recolección de firmas es complicada. La gente se anota pero no pone sus datos reales, por ejemplo. La “otra opción” es comprar las firmas en el mercado negro y, claro, el resultado son muchas firmas falsas y mucho más dinero gastado.

Es por ello que un partido que quiere hacer las cosas bien, tiene esta meta como, al menos, un sueño muy lejano. Pero claro, algunos creen que este aspecto de la reforma electoral es importante para evitar que tengamos demasiados partidos inscritos. Discrepo.

Creo que fuera de la cantidad, el debate debería centrarse en la calidad: exigir que un partido tenga realmente democracia interna, elecciones obligatorias y supervisadas, entre otras medidas… Estos son requisitos que desalentarían a varios, en especial, conociendo la realidad de nuestros partidos actuales, a los que les encanta hacer todo al champazo, elegir candidatos a dedo, etc.

Juntar firmas puede hacerse al champazo, las firmas pueden comprarse, como ya hemos visto. Pero poner más exigencias a elecciones internas es importante porque no se organizan de un día para otro; elecciones que, en cualquier contexto, permiten que potenciales candidatos al interior de un partido afinen sus propuestas y den lo mejor de sí para ganar. Así, mejores candidatos serán siempre mejores ofertas para nosotros los electores.

Conclusión: todavía hay tiempo, aunque esta reforma es un pendiente que siempre se posterga. Lo importante es que parte del paquete que se apruebe no esté dirigido a impedir que señores como Julio Guzmán o Verónika Mendoza puedan inscribir sus fuerzas con liderazgos que seguro pondrían en aprietos a aquellos que ahora creen que las firmas o la cantidad de años que tenga un partido inscrito en el ROP pesan más que la transparencia, la honestidad, las buenas prácticas.

*El requisito es juntar la cantidad de firmas equivalente al 4% del padrón de electores inscritos (antes era el 1% y es a lo que el Ejecutivo plantea volver). Estamos hablando de aproximadamente 800 mil firmas. Una barbaridad considerando que, de cada tres firmas, solo una llega a validarse. Es por ello que hablamos de casi dos millones de firmas.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/871658-partidos-de-puras-firmas

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Paquetazos y partidos políticos

Manuel Dammert Ego Aguirre


El país tiene, a la fecha, 02-05-2017, fronteras internas en el curso de la creciente crisis de régimen. El co-gobierno neoliberal negocia fórmulas para continuar, y las fuerzas populares buscan movilizarse para conquistar alternativas de cambios en las relaciones de poder.

Existe una creciente pugna entre Proyecto Nacional Neoliberal versus el Proyecto de la Patria Democrática, Soberana, Sostenible. El KanjePPK/Fujis (5 mil millones US$ con legislación delegada a cambio de amnistía a Fuji y sucesión el 2021), lo sitúa como eje principal. El Estado y su administración, en medio de la más alta corrupción del siglo, ha sido privatizado y capturado por la plutocracia financiera. Su proyecto consiste en reprimarizar más la economía (minería, petróleo, gas, maderas, pesca, agua), con ganancias extraordinarias en sistemas de infraestructuras, y con subsidios del Estado y precarización general de la vida y el trabajo. Lo buscan garantizar desde un Estado privatizado, capturado y corrupto, disfrazado de “público-privado”.

El Neoliberalismo se enfrenta a la creciente lucha popular de una patria soberana, que exige soberanía sobre los recursos, poder de ciudadanía activa, y pleno empleo con derechos laborales y sociales. Su escenario principal es la calle y su medición de fuerzas: el paquetazo neoliberal respondido con un paro cívico nacional.

El actual sistema político está capturado por la corrupción, y depende de los dineros mafiosos y de la plutocracia. La estrategia neoliberal busca cerrar el sistema de representación a los actuales inscritos. Piden cerrar un régimen bi-partidista (PPK-FPK) con sistemas binominales de representación nacional, regional y local, destruyendo la representación proporcional plural. Han capturado los medios de comunicación (TV, radio, prensa escrita) casi en su totalidad. Buscan someter la vida política trabando se elijan los candidatos a cargos públicos por elecciones abiertas y simultáneas de los partidos.

Además, tienen partidos bamba registrados sin vida real. Al Movimiento Nuevo Perú se le exige 734 mil firmas reconocidas, para lo cual deben presentar 2 millones de firmas y pagar ese monto en soles para que el JNE las verifique. Más bien, todos los partidos deberían inscribirse con 30 mil firmas, y someterse al veredicto del voto popular ciudadano para seguir funcionando. Se acabaría así con el sistema de partidos bamba, corruptos y eternos.


http://diariouno.pe/columna/paquetazos-y-partidos-politicos/

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¿Tienes un dilema? Yo no

Fernando Vivas


La izquierda apoyó a Humala a sabiendas que tenía calaveras en el armario de los derechos humanos; y que muy probablemente por huir de ellos y no por un súbito celo patrio es que se lanzó al ‘locumbazo’, ese gratuito y tardío levantamiento militar sin ningún efecto en la caída de Fujimori. Mucho caviar votó por él (yo me abstuve), porque consideró que era mejor un cachaco socialista que la hija de quien cargaba con todo el stock de los delitos de corrupción. Las ironías sobraron: Humala no hizo una gestión socialista, y Fujimori no está condenado a 25 años por corrupción, sino por autoría mediata en crímenes de lesa humanidad (sí, de esos mismos que Ollanta, cuando capitán atribulado, habría cometido, inmediato, en Madre Mía).

He ahí el dilema y el doble estándar del otro lado, anunciado con bombo patriótico: tras declarar héroes a los comandos Chavín de Huántar (con lo que estoy de acuerdo), vino un ánimo de ‘voltear la página’ para los militares comprometidos en excesos de la lucha antisubversiva. Hasta hay una moción para declarar héroe a Luis Giampietri por su papel en la liberación de los rehenes y a pesar de estar involucrado en el Caso El Frontón.

No, lectores de bandos opuestos. Los dilemas no se resuelven con doble estándar, sino con posiciones firmes. O volteo la página para todos o castigo a todos. El grado de severidad o de perdón se decide tras un debate.

Otro caso de doble estándar o falso dilema lo plantea el reglaje abusivo, ese que no se basa en la lucha contra el crimen, sino en la intriga y la extorsión política. No hay que perdonar a los cogidos en falta ni tampoco a esos espías con fines subalternos. Me escandalizo al pensar que es posible que, en plena campaña electoral del 2011, se haya forzado al Ministerio Público y al Poder Judicial para autorizar, desde el Ministerio del Interior, el ‘chuponeo’ al entorno de un candidato presidencial. Ese abuso de recursos del Estado para interferir voluntades e intrigar tiene que ser prevenido y desmontado, si persiste.

Dicho esto, debemos pelear para que esos audios que comprometerían a Humala en un delito (compra de testigos) que taparía a otro de lesa humanidad sean tan prueba válida como las agendas de Nadine. No apañemos ni a chuponeados con rabo de paja ni a chuponeadores retorcidos.

Lo mismo digo del reglaje denunciado por el ministro Jorge Nieto a sí mismo y a su secretaria general María Ferruzo. Que aporte las pruebas de lo que no dudo que existe y que expectore del Ministerio de Defensa a quien ha generado –más allá de la inocente anécdota de si fue o no a la peluquería en horario y coche inadecuado, están los nombramientos a personajes ligados a ella– una crisis que salpica a todo el gobierno.


http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/tienes-dilema-yo-no-fernando-vivas-noticia-1988734

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Tres libros políticos

Mirko Lauer


Son tiempos de candidaturas y presidencias tembleques. Antes y después de las elecciones, los rivales elaboran perspectivas y estrategias para tumbar al enemigo. Los EEUU y Francia son hoy los casos más claros de confrontación más allá del conteo en una democracia electoral. Tres libros de éxito, básicamente instantáneos, lo vienen demostrando en estos meses.

The Case for Impeachment (Nueva York, Harper Collins, 2017) de Allan J. Lichtman argumenta que Donald Trump puede ser cesado en el cargo, y traza el camino político por el cual esto se podría materializar. Temprano en la campaña el profesor de historia Lichtman predijo que Trump sería el vencedor, y ello le valió una nota de felicitación del candidato.

Pero un Trump entusiasmado al parecer no leyó la predicción completa, que incluía el convencimiento de Lichtman de que el nuevo presidente sería cesado. Ahora en 290 páginas Lichtman recorre la historia de los ceses presidenciales en los EEUU y explica la manera en que Trump desde ahora pertenece a esa lista. Una de sus claves de fracaso es el manejo de sus relaciones con la prensa.

What We Do Now (Nueva York, Melville House, 2017), que reúne textos breves y puntiagudos de casi 30 celebridades de la política, como Elizabeth Warren, Bernie Sanders o Paul Krugman, es un manual político para no ser apabullado por la presidencia de Trump. Sus 210 páginas proponen una resistencia en base a la defensa de principios y valores liberales de estos tiempos.

El libro funciona como una combinación de breviario levantador del ánimo, en la línea de que no todo está perdido, y guía práctica para la acción, área por área. Los temas van desde la justicia racial hasta los medios, pasando por inmigración, cambio climático o derechos LGBTQ. El libro ha sido descrito como un apasionado manifiesto, y por partes lo es.

Le séisme. Marine Le Pen Présidente (Robert Lafont, París, 2016) del sociólogo Michel Wieviorka es un libro futurista al que se le está acabando una parte del futuro. Pero sus descripciones de un sismo político Le Pen son de una gran exactitud, y funciona mejor que la profecía de Michel Houellebecq en Submissión (Flammarion, París, 2015), sobre un hipotético presidente islámico.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/871656-tres-libros-politicos

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