martes, 11 de abril de 2017

OPINIONES 11/04/2017



Cataratas de corrupción - Luis Davelouis
El despegue de Mélenchon podría cambiarlo todo en Francia - Rafael Poch
El síntoma Chilca - Rocío Silva Santisteban
Kenji recargado - Nelson Manrique
La guerra más peligrosa de Medio Oriente - Ian Vásquez
Reconstruir sin endeudarse - Pedro Francke
Todo depende - Augusto Álvarez Rodrich
Venezuela y el proyecto de izquierda en el Perú - Carlos Monge
¿Peligroso leer? - Mirko Lauer

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Cataratas de corrupción

Luis Davelouis

Hay, hace mucho, una cantidad importante de personajes públicos ligados a las mafias que estuvieron enquistadas en los diferentes espacios de poder del Perú y que hoy parecen empezar a caer.

La red de Orellana, por ejemplo, es tan grande que aún no ha sido desmontada por completo. Su organización conseguía fallos judiciales funcionales a sus estafas –por ejemplo– en un juzgado de Ucayali o Madre de Dios, sobre predios o propiedades ubicados en Lima o en Piura. Orellana se había infiltrado en la Corte Suprema y la Sunarp: los “casos” de Orellana no seguían el procedimiento regular de asignación aleatoria, sino que eran atendidos por sus cómplices.

El proceso que se le sigue a Félix Moreno y las pistas que dejó el juicio que llevó a Alex Kouri a la cárcel llevarán a la justicia hacia muchas personas que no son extrañas para la opinión pública. Algunas de ellas muy ligadas a Chim Pum Callao –algunas no tanto– pero que seguramente están repartidas en los distintos poderes del Estado y también en los medios de comunicación.

Si la justicia sigue su curso, es cuestión de tiempo para que caigan y la oportunidad para desbrozar a las mafias y redes de corrupción que nos sangran como ejército de sanguijuelas, así como para implementar una reforma electoral que ya urge.

PD. La semana pasada escribí que el Sr. Rafael López Aliaga había denunciado a Fritz Du Bois por difamación. Lo hice basándome en sus propias palabras consignadas en la edición del 11 de febrero de 2011 de este diario (https://goo.gl/ZFwOXg) y porque Fritz así me lo contó cuando me autorizó a utilizar ese contenido en un informe que publiqué en El Comercio en 2012. El Sr. López Aliaga, finalmente, no denunció a Fritz. Aclaramos este punto.




http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-cataratas-corrupcion-2277433


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Derogar y boicotear

César Bazán Seminario

La fujimorista Comisión de Constitución del Congreso ha propuesto al pleno la derogación del Decreto Legislativo 1268 que regula la disciplina policial. Este es un acto sumamente irresponsable y voy a explicar por qué.

Una de las primeras lecciones que nos enseñan en la facultad de Derecho es que la derogación de una norma no “revive” las normas anteriores. ¿Qué significa eso? Que una eventual derogatoria del Decreto Legislativo 1268 no “revivirá” el Decreto Legislativo 1193 del 2015 ni el 1150 del 2012 que fueron dictados por el Nacionalismo para regular la disciplina policial. En consecuencia, no habría ley y –esto es importante para esta subárea conocida como derecho disciplinario– sin ley es sumamente complicado, casi imposible, sancionar administrativamente algún acto de indisciplina de los oficiales y suboficiales en actividad.

Según un reporte de Inspectoría del Ministerio del Interior del año pasado, maltratar física o psicológicamente a sus parejas y parientes, ingerir alcohol portando el arma de reglamento y solicitar coimas fueron las faltas más frecuentes sancionadas entre agosto del 2015 y marzo del 2016. Por otra parte, la Defensoría del Pueblo consigna que entre el 2004 y el 2008 la mayor parte de las sanciones por faltas graves a oficiales se impusieron por fracasar en el cumplimiento de la misión por desidia, imprevisión o carencia de iniciativa y por contraer compromisos económicos que exceden su capacidad afectando al personal policial que actúa como garante.

Si llegase a triunfar la tesis fujimorista a favor de la derogatoria, la Policía Nacional del Perú (PNP) estará en graves problemas para sancionar actos como los descritos. Sin ley ni reglamento ¿cómo controlar la indisciplina policial? ¿Cómo revalorar la función policial si no se puede sancionar a los oficiales y suboficiales que mellan valores institucionales? A ese callejón sin salida estamos avanzando.

Si bien el Decreto Legislativo 1268 y su reglamento significan un sustantivo avance normativo en el diseño del sistema disciplinario policial, aún pueden debatirse temas como la relación entre el listado de conductas sancionables y los valores institucionales, la persistencia de amplias causales de sanción, la duplicidad de funciones de órganos disciplinarios, el papel que le corresponde a los civiles para controlar la corrupción policial, etc. Incluso podríamos ir más allá y debatir cómo construir una PNP con identidad propia, menos militarizada, y de qué manera darle un carácter más civil resguardando los valores institucionales y la disciplina. O podríamos hablar sobre cómo proteger mejor la independencia de los inspectores y funcionarios, muy permeable aún a las presiones de mandos civiles y policiales.

Sin embargo, todo apunta a que no habrá un real debate congresal. La consigna es derogar. Si el principal problema del actual régimen disciplinario policial fuera el trato diferenciado que se le da a la PNP con respecto a las Fuerzas Armadas (puesto que la primera no tiene doble instancia y las segundas sí), entonces el fujimorismo hubiera resuelto las cosas de otra manera: proponiendo incluir la doble instancia. Pero no fue así, se impuso el derogar.

Si tocase responder ese único argumento, cabría decir que estamos frente a la poco sana tradición de comparar a la PNP con las Fuerzas Armadas. Cada una de estas instituciones tiene naturaleza e identidad propia y no son equiparables.

La discusión no debe traducirse en: ¿los efectivos de la PNP tienen reglas iguales a la milicia? El centro del debate debería darse en torno a la pregunta: ¿se ha construido un sistema disciplinario que sirva para proteger los valores institucionales y juzgue efectivamente las infracciones a la par que respete los derechos de los policías? Ese es el punto central, el mismo que no es materia de atención, porque la consigna del fujimorismo parece ser otra, la que titula el artículo.





http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/derogar-y-boicotear-cesar-bazan-seminario-noticia-1982995

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El despegue de Mélenchon podría cambiarlo todo en Francia

Rafael Poch

La campaña electoral francesa ha dado un giro crucial: los favoritos para pasar la eliminatoria del 23 de abril ya no son dos, Macron y Le Pen, sino cuatro: Los ascensos del izquierdista Jean-Luc Mélenchon (+4 puntos en una semana) y del conservador François Fillon, lo han cambiado todo. Especialmente porque sigue habiendo más de un 30% de indecisos.

Fillon ha remontado un poco el desastre de los escándalos sobre los presuntos empleos ficticios de su mujer que en enero destrozaron su sólido liderazgo electoral. Eso es una sorpresa, pero la verdadera proeza es la de Mélenchon.

Nadie esperaba que este candidato gruñón, excelente orador y perdedor en 2012, fuera capaz de reinventarse y dar lugar a una campaña tan moderna e innovadora. Su criticada estrategia de romper con el esquema de las primarias de la supuesta izquierda, por no querer competir con políticos que considera de derechas, y con la lógica de partidos, se ha demostrado un éxito. La primaria socialista naufragó y él creó un movimiento original. La “Francia Insumisa”, tal es su nombre, apela al pueblo, no a la izquierda, esconde la bandera roja sin negarla en beneficio de la tricolor, canta la Marsellesa antes que la Internacional e invita a los franceses a “radicalizar la democracia”.

En los contenidos, una oferta de “planificación ecológica” para salir del paro y del neoliberalismo ambiente, independencia y soberanía nacional, fuera de la OTAN, de la lógica de la guerra en beneficio de la diplomacia, y fuera del paradigma Merkel en Europa: o se reforman los tratados que han desvirtuado el proyecto europeo desde hace 25 años, conviertiéndolo en una autopista neoliberal, o Francia se va, es el mensaje.

Mélenchon ha puesto en marcha una campaña en equipo, rodeado de jóvenes y expertos que han fabricado en consulta ciudadana, un ambicioso programa con el que pretende “refundar” la República. Profusión de recursos en la red (es, con diferencia, el más seguido en las redes sociales que en Francia están mucho menos desarrolladas que en España) y enormes mítines en los que se ha renunciado al tono arribista en beneficio de didácticas sesiones en las que más que aclamar a un líder, se habla de política: ¿cómo funcionan los paraísos fiscales? ¿Por qué la sanidad y la educación no pueden enfocarse con criterios financieros? Necesidad de una fiscalidad más justa, de combatir la desigualdad y recuperar el papel económico del Estado y la dignidad de una gran nación integradora e universalista.

Con un estilo que ha extraído enseñanzas de Bernie Sanders y de Podemos, enseñanzas que no han sido copiadas, sino traducidas y fundidas con la tradición republicana y social francesa, estos mensajes están calando.

Los mítines de la Francia Insumisa, que acaban con lectura de un poema, son los más concurridos -ayer 70.000 en el Puerto Viejo de Marsella- y también los más seguidos en las redes sociales: 300.000 seguidores en el mitin de Châteuroux, siempre con gente fuera de los lugares por falta de espacio. Enorme seguimiento también en televisión (los medios de comunicación no le están tratando mal, otra novedad): 733.000 telespectadores, el 5 de febrero, en su mitin de Lyon, con futurista holograma en tres dimensiones retransmitido a un palacio de deportes parisino, en la cadena de televisión BMFTV, 711.000 en Rennes... Son también los más interesantes. “Escuchando a Mélenchon, siempre se aprende algo”, se oye decir frecuentemente al público. Él habla de una “onda” en expansión.

Con el 19% de la intención de voto, empatado con Fillon y a cuatro puntos del dúo Macron/Le Pen, Mélenchon está robando votos a todos; desde luego al decaído socialista Benoît Hamon, pero también a Macron e incluso a Marine Le Pen, confirma el director del instituto de sondeos Ipsos, Brice Teinturier. En la izquierda, Mélenchon está concentrando el voto útil, del que en 2012 fue víctima en beneficio de François Hollande. Cinco años de hollandismo han cambiado las cosas. ¿Hasta adonde llegará?

Después de haber manejado tanto el espectro de una victoria de Marine Le Pen, ya no puede excluirse una sorpresa por la izquierda en Francia, que para Europa significaría un impacto mucho más serio que el Brexit.

Mélenchon dijo ayer en Marsella que una ola francesa tendrá efecto arrastre; “en Grecia, en España, en Portugal, en Italia y para los 12 millones de pobres de Alemania”. Sería, simplemente, el fin de la Europa tal como hoy la conocemos.

El despegue de Mélenchon no tiene nada que ver con el de aquel Front de Gauche de 2012. “La Francia Insumisa está definiendo una nueva frontera política que surge en un contexto de mutación de las categorías”, dice el politólogo Gaël Brustier. Estas elecciones podrían torcerse. Una victoria de la izquierda en Francia ya no es impensable, coinciden analistas del Deutsche Bank y el titular del sólido diario conservador Neue Zürcher Zeitung.




http://rebelion.org/noticia.php?id=225205

http://www.lavanguardia.com/edicion-impresa/20170410/421589799811/el-despegue-de-melenchon-podria-cambiarlo-todo-en-francia.html

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El síntoma Chilca

Rocío Silva Santisteban


La prisión preventiva de Félix Moreno nos confronta ante una situación que se vuelve en América Latina un enjambre de burocracia y corrupción. Políticos reciclados de distintos partidos serios —no olvidemos que Kouri y Moreno vienen del PPC— cuyos intereses políticos devienen en lo que el Grupo La Sarita ha calificado con inigualable expresividad: “y más poder/ y más poder/ aluciné que tenía poder”. En verdad no lo alucinaban, lo tenían: un poder que emanaba de alianzas abyectas y aliados serviles y un manejo dictatorial de la caja pública a beneficio de ellos mismos. Algo parecido sucedió con los dos ex presidentes del gobierno regional de Áncash, César Álvarez y Waldo Ríos; con el ex presidente del gobierno regional de Tumbes Gerardo Viñas Dioses; con el ex alcalde de Chiclayo César Torres; con el ex presidente regional de Ayacucho Wilfredo Oscorima; y con Kléver Meléndez, ex presidente del gobierno regional de Pasco.

Pero lo que ha sucedido con el Alcalde de Chilca, Richard Ramos, es algo diferente y más grave por peligroso. No se trata de un político que deviene en corrupto, al parecer una tendencia usual en nuestro sistema de partidos —algo que le debería poner los pelos de punta a la ONPE—, sino de un peón burocrático de todo un sistema delincuencial cooptando al Estado con el objetivo de usarlo al servicio de sus mafias, incluyendo policías, comisarios, burócratas locales, alcaldes y, por supuesto, fuerzas de choque que amedrentan a otros políticos rivales o extorsionan a campesinos y dueños legítimos de los terrenos que invaden. Ramos no era un político sino un operador: un delincuente puesto en ese lugar solo con el único objetivo de facilitar el delito.

En el primer caso, como sostiene la antropóloga Rita Segato para referirse a México: “nos encontramos ante una miríada de epifenómenos dispersos y fragmentarios de una estructura oculta”. Más de una vez los periodistas han insinuado que César Álvarez es solo un subalterno de alguien que no va a terminar preso como él. ¿Quién? Esa es la pregunta que debe hacerse la policía y los fiscales probos para indagar en el corazón de la putrefacción. Pero Richard Ramos es un síntoma: su captura, así como de casi toda la banda, nos está poniendo sobre aviso de algo mucho más elaborado que una organización ilícita para delinquir: nos advierte que es fácil utilizar los gobiernos municipales y locales como baja policía de señores poderosos, mafiosos o para-delincuenciales, que manejan desde la oscuridad un Estado alterno. ¿Acaso no es posible hacer lo propio en municipios y gobiernos regionales de Madre de Dios, Las Lomas (Piura), La Rinconada (Puno) y otros distritos manejados por la minería ilegal? Poner a un fantoche funcional al juego peligroso de los grandes señores cuyo interés es el control del territorio.

Como señala el filósofo Slavoj Zizek, siempre hay un mensaje a descifrar detrás del síntoma, pero la pregunta no es “qué es lo que la formación del síntoma oculta” sino “por qué esa formación adquirió esa forma determinada”, puesto que en esa forma reside su especificidad. ¿Entendieron señores de la ONPE?


http://larepublica.pe/impresa/opinion/864103-el-sintoma-chilca

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Kenji recargado

Nelson Manrique

Los cada vez más frecuentes choques entre Kenji Fujimori y los representantes de su hermana Keiko en el Parlamento han dejado de ser una anécdota para convertirse en la manifestación de fuerzas encontradas en el interior del fujimorismo.

Kenji está abiertamente embarcado en una estrategia de distanciamiento con las posiciones de Keiko. Ha condenado abiertamente el acuerdo de la bancada fujimorista de oponerse a la investigación de los crímenes sexuales del Sodalicio calificándolo de “nauseabundo”, lo que provocó una pequeña crisis en la bancada naranja, pues se atribuye a Keiko la decisión de encubrir a Luis Fernando Figari, debido a su cercanía con Pierre Figari, un personaje clave de su entorno.

La posición de Kenji fue lapidaria: “No hay forma de poder defender o cubrir legalmente a un pederasta, a un pedófilo”. En la reunión que se convocó para tratar el incidente su posición fue de abierto desafío, recordando los parlamentarios fujimoristas que estaban en el Congreso gracias a su padre y que se habían desentendido de él. El escándalo público que originó, obligó a una rectificación parcial: se encargó a la Defensoría del Pueblo hacer una investigación.

Vino luego su condena al proyecto de control de la prensa patrocinado por las congresistas Aramayo y Letona y a la propuesta, impulsada por esta última, de eliminar la protección legal a las minorías sexuales y a las víctimas de feminicidio. Keiko se vio obligada a intervenir: “Los corruptos en la prensa atentan contra nuestro derecho universal a tener una información veraz”.

Los parlamentarios fujimoristas, envalentonados por el apoyo de Keiko, han ido escalando el tono de sus respuestas, ya sea enrostrando al menor de los Fujimori que no trabaja con su bancada y que no asiste a las reuniones, o ninguneándolo, como ha hecho la congresista Letona: “Tengo un hijo adolescente, Kenji es un chico, está creciendo”. Kenji elevó la apuesta en el programa Cuarto Poder: “No es cierto que la política sea una cloaca donde solo se negocia intereses (…) la política no tiene que ser un basural despreciable”.

¿Piensa Kenji romper la bancada fujimorista? Aunque ese pudiera ser el resultado final de un descontrol del enfrentamiento, él se ha apresurado a descartar que ese sea su objetivo: “no tengo la intención de ser candidato a la presidencia de la República”. Para hacer más enfática su afirmación, ha negado ser autor de los mensajes que propaló durante la campaña anterior, anunciando su posible candidatura para el 2021: “Esos tuits nunca los lancé yo, yo delegaba esas funciones [...] Fue un tremendo error”. Atribuyó, además, su decisión de no ir a votar por su hermana a “picos de estrés”.

Si Kenji anuncia su acatamiento al liderazgo de su hermana, ¿qué sentido tiene su enfrentamiento público con sus posiciones? Conviene ampliar el panorama. Sus tomas de distancia son parte de una estrategia muy bien pensada, cuyo norte es lanzar un Kenji recargado, con iniciativas inteligentes como la de canalizar ayuda para los damnificados de las inundaciones a través de la esposa del Presidente de la República y autor de sesudos artículos publicados en la página editorial de El Comercio, cuidadosamente elaborados en el fondo y la forma, cuya autoría da materia a la controversia (el estilo apunta a Jorge Morelli). Por supuesto esta no es la posición real del fujimorismo histórico; recuérdese las esterilizaciones forzadas y la compra de los medios en la salita del SIN. Se rumorea que cuenta con un equipo asesor en manejo de imagen al que se han integrado viejas glorias del fujimorismo como Carlos Orellana (señalado como autor de los artículos que firmaba Alberto Fujimori), Carlos Raffo y el mencionado Morelli.

Kenji ha asumido la representación del fujimorismo histórico articulado en torno a su padre, Alberto. La creciente autonomización de Keiko como líder fue acompañada con el desembarco de los colaboradores cercanos de su padre y ahora estos presionan por una recomposición orgánica que les reconozca un espacio de poder.

Es ilustrativa la historia de la dirigencia del ultraderechista Frente Nacional francés: Jean-Marie Le Pen, el fundador, promocionó como líder a su hija Marine. Así que esta se consolidó como una figura nacional, se desembarazó de su padre, pasándolo al retiro, todo matizado en medio de escándalos de corrupción. Ahora disputa la presidencia de Francia. Si alguien cree que Keiko no da la talla recuerde cómo llegó a Primera Dama.

Kenji expresa pues a un sector del fujimorismo que no piensa aceptar pasar a retiro sin pelear. Eso apunta y resume su ideario: “Nuestro líder histórico es Alberto Fujimori. Nuestra lideresa actual, Keiko”.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/864102-kenji-recargado

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La guerra más peligrosa de Medio Oriente

Ian Vásquez


La reacción de muchos ante el bombardeo estadounidense a una base militar en Siria el viernes pasado fue de una satisfacción moral. Es entendible. Después de todo, la dictadura de Bashar al Assad había mostrado su brutalidad una vez más al librar aparentemente un ataque químico contra parte de la población civil –y Washington finalmente respondió–.

Pero en la guerra civil siria no hay soluciones buenas ni fáciles, y la decisión del presidente Trump es quizás la más deficiente de todas. Esto se debe a que los escenarios previsibles que seguirán a tal intervención traen altos costos y pocos o nulos beneficios, y las consecuencias no previsibles podrían ser aun peores.

El ataque químico que provocó la reacción de Trump acabó con la vida de unas setenta personas, entre ellas niños. Desde el 2011 hasta la fecha, sin embargo, el régimen sirio ha matado a casi 200.000 ciudadanos en ataques militares convencionales, entre los que también se encontraron menores de edad. Hasta hace poco, Trump criticó fuerte y repetidamente el intervencionismo en Siria, incluso cuando hubo otro ataque químico en el 2013.

El cambio de política de Trump es curioso. Las imágenes del sufrimiento y de los cadáveres de los niños víctimas del reciente ataque sin duda jugaron un papel en su decisión. Pero no cambia el hecho de que los bombardeos carecen de visión estratégica. Como dice Stephen Walt de la Universidad de Harvard, no “alteran la realidad en la Tierra, no hacen a los sirios significativamente más seguros y no nos acercan a una solución”.

De hecho, la respuesta de Al Assad fue la de bombardear a la misma población a la vez que el aliado más importante de Siria –Rusia– había quedado enfurecido con EE.UU. ¿Qué hará Trump ante la próxima agresión del régimen sirio? La tentación de una escalada militar es enorme, pues, como observa el experto Micah Zenko, de no reaccionar a una próxima provocación, Trump parecerá ineficaz o conforme con la política siria.

Solo una intervención militar masiva por parte de EE.UU. tendría un impacto más duradero dentro de Siria. Pero esa opción, así como la de los bombardeos, es extremadamente riesgosa. A diferencia de las otras guerras recientes de EE.UU. en la región –Iraq, Afganistán y Libia–, un conflicto militar en Siria involucraría directamente a Rusia, pues miles de tropas rusas se encuentran en el territorio sirio activamente apoyando al régimen. ¿Qué pasaría si EE.UU. y Rusia se atacaran en territorio sirio por accidente? Y si EE.UU. tratara de evitar tal eventualidad, estaría muy limitado en lo que podría lograr. La posibilidad de que el conflicto sirio se convierta en uno global ha aumentado notablemente.

Y no es que los opositores al régimen sirio se caractericen por ser demócratas liberales. Hay una diversidad compleja de enemigos del régimen, entre los más activos están los grupos armados que odian a EE.UU. y los principios de la sociedad abierta. No está claro a quién apoyar en esta guerra civil. El récord de EE.UU. en exportar la democracia a la fuerza es pobre, como lo comprobó la misma experiencia en Iraq.

Dada la complejidad de la guerra civil en Siria, podríamos esperar consecuencias negativas no previsibles de una renovada intervención militar, tal como fue el caso en Iraq. El colapso de gran parte de ese país y el auge del Estado Islámico fueron ejemplos de esto.

Ya Trump violó la Constitución y las leyes estadounidenses y el derecho internacional al bombardear Siria. Su decisión ha abierto las puertas a una guerra en Medio Oriente mucho más peligrosa de las que ha librado Washington allí en el pasado.


http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/guerra-mas-peligrosa-medio-oriente-ian-vasquez-noticia-1983000

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Reconstruir sin endeudarse

Pedro Francke

Hay un consenso sobre la necesidad de dar prioridad a la reconstrucción tras los desastres de los primeros meses del año, aceptando que para eso debe elevarse la meta del déficit fiscal. Veremos qué nos propone el ministro de Economía y Finanzas, ojalá que incluya un fuerte impulso a la inversión pública de al menos 1,5 a 2 puntos porcentuales del PBI este año y el próximo.

¿De dónde debe salir ese dinero? Hay dos posibilidades: o nos endeudamos o lo sacamos del “chanchito” fiscal, que son los ahorros que tiene el Tesoro Público y que no deben confundirse con las reservas Internacionales del BCR, que tienen otro propósito y otro dueño.

Vale la pena remarcar que en ambos casos hay un déficit, aunque no nos endeudemos. Si gastamos más de los ingresos que tenemos en el año, se considera que hay un déficit, aun cuando lo cubramos recurriendo a los ahorros que hicimos en años anteriores. Es necesario tener esto en cuenta, pues en ningún caso un déficit puede ampliarse continuamente: tarde o temprano hay que regresar al equilibrio. Hasta el chanchito más grande se acaba y nadie puede endeudarse sin límites.

Actualmente, el Perú puede escoger entre “chanchito” o deuda para financiar su déficit fiscal y eso es bueno; dos décadas atrás no había chanchito y estábamos obligados a convencer al FMI o a un banco internacional que nos presten plata. Hoy hay un Fondo de Estabilización Fiscal de más de 8 mil millones de dólares y el sector público tiene depósitos en la banca por unos 100 mil millones de soles.

Si tenemos todo ese dinero, ¿tendría sentido endeudarnos? Como sabe cualquiera, el crédito tiene un costo, que si sacamos bien la cuenta, no suele ser poco. Sumando intereses tras intereses, terminamos pagando mucho más de lo que nos prestaron. Cuando una familia o empresa no tiene el dinero, puede ser conveniente endeudarse con cautela e inteligencia. Siempre es bueno, además, tener un guardadito por ahí al cual recurrir en caso de emergencia.

El asunto es que el Perú tiene un guardadito bien grande y esta es, justamente, una emergencia. Tiempo de romper el chanchito, no de darles el gusto a los banqueros que siempre andan atrás de sus comisiones e intereses.


http://diariouno.pe/columna/reconstruir-sin-endeudarse/

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Todo depende

Augusto Álvarez Rodrich

El crecimiento de 28.5%, o de diez puntos porcentuales, de la aprobación del presidente Pedro Pablo Kuczynski entre marzo y abril es importante, pero la pregunta clave es qué pasará en la próxima medición de mayo, ante la cual solo se puede prever que ‘todo depende’.

Luego de caer de manera sostenida durante siete meses, desde setiembre 2016, cuando era de 65%, este indicador repuntó en abril al pasar de 35% a 45%, según Datum.

La explicación para este crecimiento es bastante sencilla: la apreciación positiva de la opinión pública respecto del desempeño del presidente Kuczynski y, en general, del gobierno, ante las desgracias derivadas de los huaicos y desbordes ocurridos en diversas partes del país.

Por regiones, PPK tuvo un crecimiento en todas las regiones con excepción de la zona central, en la que hubo una caída de solo un punto porcentual, algo que está dentro del margen de error de la encuesta.

En este sentido, su reacción –para muchos inesperada– frente a estos desastres funcionó como un salvavidas para un gobierno que hacía agua por todos lados, lo cual se expresaba, entre otras maneras, en la creciente desaprobación de la opinión pública.

Esto significa que, en un gobierno poco ‘ideologizado’ como el de PPK, la aprobación de la opinión pública puede moverse hacia arriba o hacia abajo en función de la percepción de lo que haga o deje de hacer, en concreto, frente a asuntos que la gente considere que son relevantes.

En marzo lo fue, sin duda, la atención de las emergencias por los huaicos y desbordes, pero en el mes siguiente la atención ciudadana empezará a regresar hacia la agenda nacional más estable: reactivación económica, seguridad y lucha anticorrupción, a la cual se agregará, a partir de ahora, la reconstrucción.

Qué pasará en el futuro es un asunto que las encuestas –‘la foto del momento’– no revelan y sobre lo cual solo cabe especular. La respuesta correcta es que todo dependerá de lo que haga el gobierno a partir de ahora.

Prueba de lo complicado que es proyectar el futuro es que, entrevistada ayer en dos medios distintos, las declaraciones de la directora de Datum, Urpi Torrado, son ‘levantadas’ de un modo diferente.

Mientras Gestión titula el comentario de Urpi Torrado como “¿Punto de inflexión?”, para Perú.21 lo medular de su declaración es “Aumento puede ser un hipo”.

En realidad, pueden ser ambas cosas, todo depende de lo que haga el gobierno ahora, algo que, la verdad, es difícil de prever en este momento.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/864104-todo-depende

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Venezuela y el proyecto de izquierda en el Perú

Carlos Monge

Es intenso el debate en las izquierdas sobre lo que viene sucediendo en Venezuela. ¿Golpe de Estado contra un poder legítimo? ¿Defensa del proceso de cambios frente a una oposición golpista? ¿Paso adelante en la revolución bolivariana contra la derecha nativa? ¿Dictadura, autoritarismo competitivo, régimen híbrido? ¿Le hacemos el juego a una derecha golpista? ¿Somos socios de un socialismo clientelista y militarizado?

Desde mi perspectiva, lo importante de este debate no es el mensaje que lanzamos hacia Venezuela por que, en verdad, no es muy grande el impacto que nuestras palabras puedan tener allá. Lo importante es el mensaje que lanzamos hacia la ciudadanía peruana respecto de cómo nos comportaríamos nosotros en una situación semejante.

Nuestro mensaje debe ser claro: en una situación de crisis política semejante, nosotros no buscaremos una salida autoritaria. Es decir, si siendo gobierno perdemos el Congreso Nacional en una elección limpia, nosotros no lo cerraremos ni lo sabotearemos. Y, si no hay acuerdo posible, buscaremos una salida democrática, como el adelanto de las elecciones para que la gente decida qué opción prefiere.

Creo además que –en relación con el proceso venezolano- debemos señalar algunas cosas a manera de mensaje al Perú.

Una, que –frente a una elite empresarial y política egoísta y corrupta como la de Venezuela antes de Chávez- nosotros también apostaríamos por un proceso de cambios estructurales, como lo hacemos hoy en el Perú.

La segunda, que no compartimos una estrategia económica basada en la total dependencia de la extracción y exportación de recursos naturales (97% de las exportaciones de Venezuela son petróleo). Apostamos por la diversificación productiva y de las fuentes de renta pública.

Tercera, nosotros no apostamos a construir un régimen político que dependa de líderes carismáticos y aparatos militares ni en conseguir legitimidad clientelista repartiendo la renta petrolera o minera. Apostamos por un régimen que se base en organizaciones políticas con liderazgos colectivos y cuya legitimidad se funde en ampliar el campo de ejercicio de los derechos de las personas.

Diversificar la economía y afirmar la democracia dándole poder de decisión a la gente. Esa es nuestra apuesta.


http://diariouno.pe/columna/venezuela-y-el-proyecto-de-izquierda-en-el-peru/

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¿Peligroso leer?

Mirko Lauer

El caso del congresista Bienvenido Ramírez quizás ha tenido como única ventaja arrojar luces sobre el tema clave de la lectura. Su declaración, rápidamente rectificada, de que leer causa Alzheimer es un despropósito. Pero la idea de que hay peligros en la lectura es antigua, aunque eso no parece haber desanimado a nadie en la historia.

Si bien la utilidad de la lectura es indiscutible hoy, todavía hay un cierto antiintelectualismo que la asocia con la ociosidad, como en la frase de Valery Larbaud sobre el vicio impune de leer. En realidad en Larbaud era una forma retorcida de elogio, pero hay quienes luego le dieron la vuelta, e interpretaron literalmente.

Miguel de Cervantes sin duda ironiza cuando dice que a Alonso Quijano (alías El Quijote) “del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro [sic] de manera, que vino a perder el juicio”. Podría discutirse si era la intensidad de la lectura o las novelas de caballería que este recorría, pero en cualquier caso Cervantes detecta un exceso.

El poeta T.S. Eliot consideraba leer, en el sentido de descifrar letras sobre una página y darles sentido, su actividad más intensa. Nada terrible le resultó de esa vehemente aproximación, al contrario, y nadie se atrevería a decir que leyó poco. Friedrich Nietzsche es de los pocos autores de quienes se ha dicho que no leía, o que lo hacía muy poco.

En Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, un régimen tiránico proscribe la lectura y se dedica a quemar libros. El libro es de 1953 y por tanto un comentario sobre la censura. La URSS empezaba a leer samizdats, obras copiadas a mano y circuladas clandestinamente. El mensaje: que la lectura se había vuelto otra vez peligrosa en partes del mundo. Lo sigue siendo.

En la opinión ya descartada por Ramírez, enseñarle a leer al niño podía equivaler a poner en riesgo al anciano. Aun si esto fuera así, el analfabetismo es una de las puertas más anchas hacia una vida de penurias. Enseñar a leer y luego promover la lectura es de las primeras cosas que hacen los gobiernos ilustrados. Pero a Ramírez quizás eso le parezca pura cortina de humo.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/864100-peligroso-leer-segun

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