martes, 12 de febrero de 2019

Imperio Enfoca

Imperio Enfoca (Febrero 2019)

Detrás de Frecuencia Latina está un fondo de inversión caracterizado por su vertiginoso éxito y su tenaz opacidad

¿Qué tienen en común el canal de televisión Latina, la red de clínicas Auna, la pesquera Diamante, el instituto Toulouse Lautrec y el operador logístico Talma? Que las cinco compañías son propiedad de Enfoca, el fondo de inversión privado más importante del país que opera desde paraísos fiscales y cuyos inversionistas desconocemos. Un monstruo insaciable alimentado desde paraísos fiscales y capitaneado por un virtualmente espectral Jesús Zamora León.

Ingeniero Industrial de profesión, Jesús Zamora León es el presidente de Enfoca y el encargado de administrar los US$ 950 millones que actualmente tiene el fondo. Zamora es conocido en el mundo de las inversiones como “Zuzo” y, a pesar de estar detrás de las decisiones que se toman en uno de los canales de televisión más importantes del país, huye de los reflectores. Hasta hace poco, en una de las paredes de la entrada de la oficina de Enfoca, en San Isidro, colgaba un letrero de decía: “Guardamos absoluta confidencialidad y reserva”. El cartel ha desaparecido pero el eslogan de la empresa se mantiene.

El equipo que trabaja a las órdenes de Zamora lo componen 24 personas. Actualmente la firma controla más compañías que Nexus, el fondo de Carlos Rodríguez Pastor, dueño de Interbank y considerado el hombre más rico del Perú. Según registros públicos, son 53 las empresas nacionales en las que Enfoca ha inyectado dinero y tiene participación accionaria.

La historia de este fondo de inversiones comenzó en diciembre del 2006, cuando Zamora y su socio, Jorge Basadre Brazzini, crearon Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (SAFI), una iniciativa empresarial poco conocida en el Perú en ese entonces. Las SAFI se dedican a captar dinero de inversionistas nacionales o extranjeros para inyectarlo en negocios que, en principio, generan una rentabilidad mayor a la que puedan ofrecer los bancos o las bolsas de valores.

“Enfoca nació con una idea de trabajo bien definida e innovadora en el 2006: dedicarse al Private Equity, un modelo de negocios que consiste en recolectar dinero –usualmente de gente que puede esperar diez años para obtener rentabilidad- y comprar un paquete de acciones de una compañía que le permita controlarla. Luego, repotencia la empresa y finalmente la terminan vendiendo a un mayor precio”, explica Carlos Rojas, fundador de Capia, una firma especializada en banca de inversión.

Cuando funda Enfoca, Zamora no era nuevo en el negocio de las grandes inversiones. Entre 1994 y 1999 había sido director de la línea corporativa del Banco de Crédito y luego, por un tiempo, se dedicó al asesoramiento empresarial.

Tras recibir el visto bueno de la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV), entidad encargada de supervisar a las SAFI, Zamora estableció las sedes de Enfoca en dos paraísos fiscales: Islas Caimán e Isals Vírgenes Británicas. La finalidad era facilitar la captación de dinero de inversionistas extranjeros o de connacionales con dinero fuera del país que, por alguna razón, no quisieran tenerlo en la banca local. La ubicación offshore de las sedes del fondo también ayuda a “aligerar” la carga tributaria de los inversores.

Las primeras sumas importantes que logró captar Zamora pertenecían a empresarios locales y de la región a los que les había ido bien en la minería, la agricultura y los negocios inmobiliarios. Sus nombres son desconocidos hasta hoy y lo único que se sabe es la identidad de sus apoderados, todos ellos abogados de conocidos bufetes: Thessa Navarro Grau, Agustín de Aliaga Fernandini y Manuel Tudela Gubbins.

Zamora también tocó las puertas de las AFP y las convenció para que invirtieran los ahorros de sus afiliados. Después “Zuzo” cruzó el charco y consiguió que un fondo pensionario de Alemania y otro de Holanda apostaron por su proyecto y le dieran liquidez. Con estas cuatro carteras de clientes aseguradas, Zamora lanzó en agosto del 2007 su primer fondo de US$ 60 millones al que bautizó “Descubridor”.

Con el dinero del fondo, Enfoca compró accionariados minoritarios –entre 10 y 20%- en cuatro empresas líderes en sus rubros: el operador logístico Talma, tiendas Maestro, cerámicos Celima y la red de clínicas Auna. Las notas de prensa de los medios especializados aplaudieron la nueva veta de negocio que acababa de inaugurar Zamora.

Con el auspicio de los gurús de la prensa económica, se generó expectativa en el mercado inversionista local. Al año siguiente el fondo “Descubridor” había triplicado su cartera de clientes y el dinero administrado. Zamora se lanzó a la creación de otro fondo, “Discovery 1”. Con el tiempo le siguieron otros, aunque siempre más pequeños.

Con este nuevo capital, Enfoca compró más acciones de Talma –alcanzando el 46%- y se hizo del control absoluto de Maestro. “Maestro fue la palanca de Enfoca y un claro ejemplo de un exitoso Private Equity. Zamora le inyectó dinero, incremento las tiendas de 6 a 30 y triplicó sus ventas. Luego de ello, la vendió a US$ 490 millones a Saga Falabella. La operación de compraventa supuso más del doble de lo que había invertido. Fue un gran negocio”, afirma Carlos Rojas.

Este éxito disparó la cartera de clientes y llevó a Zamora hasta la Gran Manzana. En el 2009, sólo dos años después, abrió una oficina en el número 280 de Park Avenue, en Nueva York, para salir a la caza de inversionistas.

El 2012 Enfoca compró por US$ 200 millones Latina Televisión y reemplazó en el sillón al exbroadcaster Baruch Ivcher. El portal Ojo Público investigó la transacción en su momento y calificó el hecho como “histórico”, debido a que “nunca antes un fondo de inversión, con millones de intereses en diferentes ámbitos empresariales del país, controló una televisora”.

Otras adquisiciones que hizo Enfoca por esos años fueron el Instituto Certus –especializado en educación bancaria-, Aeropuertos del Perú –concesionaria de 12 terminales aéreos-, tienda Cassinelli, Pesquera Diamante, La Gloria Propiedades. Pero la operación con mayor repercusión en el mercado local fue la inyección de capital a Auna con el objetivo de ampliar su marca Oncosalud y construir la clínica Delgado, la más exclusiva del país.

A finales del 2017 Enfoca produjo la más grande transacción registrada hasta ahora por una SAFI peruana. El periodo de caducidad de los dos fondos más importantes que habían creado, “Descubridor” y “Discovery 1”, estaba por terminar, pero antes de que venciera el plazo Zamora consiguió que dos inversionistas de talla mundial inyectaran liquidez y extendieran su vida. Uno fue Canada Pension Plan Investment Board y el otro Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más importantes.

Lo que recaudó Zamora de estas compañías y de tres Afp (Integra, Prima, ProFuturo) –que decidieron renovar su confianza en los negocios de Zamora- ascendió a US$ 950 millones. Esta transacción acaparó la atención de los medios especializados, como el Wall Street Journal. Con este dinero Zamora cumplió con pagar los compromisos que había adquirido con sus clientes y con lo que le sobró hizo dos nuevas compras: la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (Ucal) y el instituto Toulouse Lautrec, transacciones que se concretaron en enero del 2018.

Según expertos en la materia, Enfoca todavía tendría un capital de US$ 300 millones para seguir haciendo compras en el mercado peruano y, según los expertos, tendría la mira puesta en “el negocio” de los medios de comunicación.

El ojo de Zamora apuntaría a América Televisión, propiedad del Grupo El Comercio. Esta eventual operación le daría el control de los dos canales más importantes del país. Zamora, según un integrante del directorio de El Comercio, lanzó hace unos meses una oferta y la respuesta que habría recibido fue: “América no se vende sola”.

“Hildebrandt en sus trece” solicitó a Zamora una entrevista y, fiel a su estilo, se excusó de dar declaraciones. “Tenemos una política de no dar entrevistas, tampoco de comentar nuestras inversiones, las que tenemos, las que hacemos y las que no hacemos” respondió Zamora por correo electrónico.

Eloy Marchán
Hildebrandt en sus Trece

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