jueves, 20 de abril de 2017

OPINIONES 20/04/2017



Abogados ¿se evaporan? - Mirko Lauer
Censura - Luis Davelouis
 Date cuenta - Patricia del Río
¿Es correcto lo políticamente correcto? - Alberto Adrianzén
 ¿Hacia el tercer fujimorismo? - Agustín Haya de la Torre
 La reinvención del Estado - Sinesio López
 Mundo Troll - Augusto Álvarez Rodrich
 Senderos de Nadine que se bifurcan - César Lévano
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Abogados ¿se evaporan?

Mirko Lauer



Los titulares acerca de abogados-cabecillas de una banda en Junín han llevado al distinguido abogado César Nakazaki a discrepar de ese enfoque. La idea de fondo es que quien delinque abdica de su profesión para convertirse en un delincuente a secas. La parte moral del argumento es inobjetable, pero hay allí un salto lógico que merece ser comentado.

Pues son frecuentes los delitos que para ser cometidos requieren de un conocimiento especializado de las leyes. El tráfico de bienes inmuebles es el más vistoso de ellos, pero no el único. En esos casos los principios de la profesión en efecto han sido traicionados, pero los conocimientos implícitos en ella han sido indispensables.

De modo que si bien el abogado que delinque se queda a solas con su delito, el mal uso de su formación es un agravante. Debemos entender que el argumento de Nakazaki apunta, sin decirlo, a que los cabecillas de la banda de Junín deberían ser separados del cuerpo de la profesión. Algo para lo cual los colegios de abogados no suelen ser muy ágiles.

Nakazaki menciona, como un ejemplo paralelo, la situación del médico frente al juramento hipocrático. En efecto la comparación calza. Pero acaso más ajustado sería el caso de los luchadores profesionales, cuyas manos son consideradas armas, y cuyo entrenamiento y habilidades son inseparables de su persona en la eventualidad de que cometan un delito violento.

De otra parte, en la lista de actividades más proclives a aparecer en las páginas policiales de cuello y corbata, en los últimos tiempos ciertamente los abogados destacan. También hay abundancia de empresarios, pero esa es una actividad difícil de definir profesionalmente con precisión. Aunque quizás no hay que ser muy lince para distinguir a un empresario de un delincuente.

Quizás lo que ha movido a Nakazaki a hacer su deslinde es que los dos colegas hayan aparecido liderando una banda, cuando en esos casos más bien solemos encontrarlos como personal de apoyo. Algo que no se debe confundir con la legítima defensa profesional de acusados. Aunque el líder operativo más destacado de la banda más notoria en los años 90 fue un activo abogado, hoy en prisión (¿sigue colegiado?).



http://larepublica.pe/impresa/opinion/867205-abogados-se-evaporan

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Censura

Luis Davelouis

Solo una vez en ocho años me levantaron una nota. O sea, quien estaba a cargo del diario no permitió que se publique. En esos mismos ocho años, quizás solo un puñado de veces alguien en la última etapa de la edición (nunca había un solo responsable puntual a quien señalar) decidió que había que “ajustar” alguna o algunas cosas y el titular de la nota terminaba no diciendo lo que decía la nota o la nota no decía lo que yo había querido decir.

Lo primero fue una censura clásica. Esa entrevista que le hice al gerente general de la Bolsa de Valores de Lima sobre buen gobierno corporativo nunca vio la luz porque lo que allí decía no le convenía a alguien en el diario para el que trabajaba. Quise renunciar, por supuesto, pero me convencí de que eso no ayudaba a nadie y menos a los lectores. “¿Cuántas notas vas a poder sacar que digan lo mismo sin que se den cuenta?”, me pregunté. Y así fue, en los días sucesivos escribí cuatro notas que decían lo mismo que la entrevista y nadie se asustó. A veces es solo cuestión del tamaño de las letras. Otras veces, no.

Esta semana nos visitaron dos autores argentinos que sostienen, más o menos, que de alguna manera Marx ganó la guerra ideológica y la perdieron los hombres heterosexuales y los valores tradicionales judeocristianos. Lo diferente es malo y hay que suprimirlo de la sociedad: en tu cuarto puedes hacer lo que te da la gana, pero en público te comportas como se “debe”. A lo falangista, a lo Franco y a lo Sodalicio, que auspician su venida.

¿Había que escucharlos o reprimirlos? ¿Lo que tienen que decir es útil y aporta a la formación de la opinión pública, aunque su discurso esconda un claro mensaje misógino y homófobo? Yo creo que sí. ¿Usted?




http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-censura-2278510



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Date cuenta

Patricia del Río


Ayer los ensayistas argentinos, Agustín Laja y Nicolás Márquez discutieron con esta servidora, sobre la ideología de género que, según estos autores, el comunismo quiere imponer en nuestra sociedad. Laja y Márquez sugieren en su “Libro negro de la nueva izquierda” que el mundo va camino a permitir la normalización de la homosexualidad (que para ellos es un asunto de anormales), la destrucción de la familia, la legalización del genocidio infantil masivo mediante el aborto, la aceptación de la pedofilia y la masificación de la zoofilia (sí, tal cual lo leen). Con los ya conocidos argumentos sobre lo que es biológico y natural estos jóvenes desarrollan una teoría medio paranoide, en la que mezclan comportamientos aberrantes y delictivos, con legítimas luchas sobre libertades fundamentales y lo condenan todo junto. Para esto, se escudan en ejemplos rarísimos y rebuscadísimos que reafirman cada una de sus fobias. Así, mientras exponen un discurso falaz escudado en “la ciencia”, justifican la estigmatización de la mujer, la discriminación de los homosexuales, y la satanizan de cualquier comportamiento que, según ellos, atente contra “las buenas costumbres” (que son siempre “sus buenas costumbres”).

Durante todo este tiempo, que se ha discutido sobre la supuesta ideología de género en el currículo escolar, he tratado de comprender la preocupación de los padres sobre la formación que recibirán sus hijos, y creo que el tema merece un debate amplio e informado sobre cada aspecto que les preocupa. Sin embargo, una cosa es acompañar a un padre o maestro con sus dudas y otra muy distinta aceptar discursos que fomentan la discriminación. Está tan extendido el machismo en el Perú, que todavía permitimos que se promueva abiertamente el odio hacia la mujer, sin que nadie se espante demasiado. Está tan aceptada la homofobia que nos tragamos, sin protestar, ridículos argumentos biológicos, como los que usaban los racistas de hace siglo y medio para afirmar que los negros eran seres inferiores.

Ayer mucha gente criticó que no respondiera con “argumentos” la postura de Laja y Márquez. Que no me quedara a escucharlos, que me atreviera a salir del set a tomar un respiro. Y es que claro, resulta tan normal que nos agredan a las mujeres y a las minorías LGTBI que encima debemos poner nuestra mejor sonrisa cuando nos insultan y ensayar argumentos sesudos para rebatir el odio. Pues ya no. Nos toca decir basta. Por eso yo me levanto y protesto. Por eso yo no me callo y reclamo. Porque ya es hora que vayamos entendiendo que ese discurso es inaceptable. Porque ya es hora que vayamos entendiendo que ese discurso agrede, que ese discurso viola, que ese discurso mata. Porque ya es hora que nos vayamos dando cuenta… punto.




http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/date-cuenta-patricia-rio-noticia-1985328



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¿Es correcto lo políticamente correcto?

Alberto Adrianzén

A partir del caso de la tuitera española Cassandra Vera, condenada a un año de cárcel por burlarse del asesinato a manos de la ETA en 1973 del almirante Carrero Blanco, presidente de gobierno de la dictadura franquista, y de la propuesta, aquí en el Perú hace unas semanas, de una congresista fujimorista para que se prohíban las caricaturas de Carlín (Carlos Tovar) por hacer mofa de los parlamentarios, me parece oportuno plantear una reflexión sobre lo que puede significar para nuestra sociedad “lo políticamente correcto”.

Si bien ambos casos son bastante diferentes, los dos expresan un rechazo a lo que podemos llamar ironía y un cierto llamado de parte del Estado, de los políticos, de los medios de comunicación y de algunos intelectuales para que se ponga por delante la “corrección política”.

Estos casos que son un extremo porque ponen en cuestión la libertad de expresión, pueden verse también como parte de una tendencia creciente que se observa sobre todo en los países desarrollados y en particular en EE.UU., de intolerancia frente a cualquier expresión que afecte la sensibilidad de algunas personas o de determinados grupos o sectores sociales Muy diferente, por ejemplo, de lo que ocurrió en Francia con ocasión del atentado contra la revista Charlie Hebdo en que la defendió su derecho de burlarse y hasta denigrar a musulmanes, judíos, cristianos y demás religiones.

En el artículo de Javier Benegas y Juan M. Blanco, “Y si Clint Eastwood tuviera razón”, se presentan numerosos ejemplos al respecto, sobre todo en el ámbito universitario que terminan afectando la carrera de algunos profesores. Y si bien se puede poner como ejemplo las sanciones que existen en algunos países de Europa para todos aquellos que nieguen el Holocausto y se mofen de las víctimas, lo cierto es que todos estos casos remiten a dos temas: a) la libertad de expresión, que no es lo mismo que la libertad de prensa, ya que ésta se sustenta en la libertad de expresión, y b) los consensos que existen en las sociedades respecto a determinados temas y hechos.

Benegas y Blanco sostienen que la “corrección política” no es solo producto de un pensamiento “que cree que el monstruo desaparecerá con solo cerrar los ojos”, sino también que se erige en una autoridad para dictaminar “que es políticamente correcto y lo que no” y que lo hace, por lo general “favor del establishment y de los grupos de presión mejor organizados”. En ese sentido, “la corrección política es una forma de censura, un intento de suprimir cualquier oposición al sistema. Y es además ineficaz para afrontar las cuestiones que pretende resolver: la injusticia, la discriminación, la maldad”.

En realidad no es más que un recurso ante “la dificultad de abordar los problemas” y que frente a la “fatiga que implica transformar el mundo, optan por cambiar simplemente las palabras, por sustituir el cambio real por el lingüístico”. El resultado, para estos autores es Donald Trump: “tarde o temprano el virulento efecto péndulo invierte las magnitudes, la gente acaba hastiada de tanta censura, y como reacción… vota a Donald Trump. Renunciar al libre discurso, al libre pensamiento, para evitar herir la sensibilidad de algunos: es peligroso “porque pone en cuestión los principios de la democracia”.

Sheldon Wolin afirma que toda autoridad política es al mismo tiempo una autoridad lingüística, lo que nos plantea un tema clave en política: si el nuevo lenguaje de lo que llamamos “políticamente correcto” coincide o se aleja de la vivencia cotidiana de la gente común. Wittgenstein afirma: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Por eso me temo que estamos no solo frente al choque de dos lenguajes y de dos mundos, sino también frente a dos o varias verdades porque “verdad y falsedad son atributos del lenguaje” (T. Hobbes).

No es casual en nuestro país, que los fujimoristas –que serían la expresión de lo “políticamente incorrecto” - califiquen a sus opositores de “cívicos”, “caviares” y hasta de “pitucos y terroristas” con la clara intención de señalar su carácter “elitista” y distante del pueblo.

Lo que pretende el fujimorismo es decir “nosotros somos del pueblo”, los opositores no. Lo plebeyo estaría supuestamente “representado” por ellos. Este, acaso, es el principal problema de los sectores progresistas que limita su crecimiento. Por ello, si el sector progresista quiere crecer tendrá que disputarle las bases populares al fujimorismo en el lenguaje y en los hechos y demostrar que es una real alternativa de cambio del país.





http://larepublica.pe/impresa/opinion/867209-es-correcto-lo-politicamente-correcto




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¿Hacia el tercer fujimorismo?

Agustín Haya de la Torre


La persistencia de Kenji Fujimori en diferenciarse de la línea oficial de su bancada deja de ser un tiro al aire. Los temas con los que marca distancia no son adjetivos, tocan la esencia misma de la representación de la extrema derecha que Fuerza Popular quiere encarnar.

Aunque los califique como asuntos de conciencia, el favorito del padre y sus asesores saben que apuntan a la línea de flotación que la primogénita ha venido construyendo laboriosamente en los últimos diez años.

Aparecer envuelto con la bandera gay en medio de una polémica desbordada por la pasión de los fundamentalistas cristianos, no es cualquier cosa. Sobre todo si su movimiento encuentra en las tendencias más reaccionarias de los grupos religiosos, buena parte de su apoyo.

Los más exaltados promotores de dichas sectas auspician sin tapujos al fujimorismo oficial. Su punto de identidad es su discurso de odio contra la comunidad lgtbi y su postura absoluta contra la igualdad de hombres y mujeres. Puntos en los que coinciden, además de su abierta campaña a favor del embarazo obligatorio por violación, con la derecha católica.

Al exigir la formación de una comisión investigadora por los crímenes sexuales de la orden católica del Sodalicio, pone el dedo en la llaga del descarado encubrimiento de su bancada, que impide en todos los tonos que el escándalo de pederastia sea tratado en el Congreso.

Su última postura contra el proyecto de ley que pretende amordazar a la prensa, ratifica que no nos encontramos ante un asunto de poca monta. La deriva de Fuerza Popular hacia posiciones ultraconservadoras, rompe con la imagen de cierta actualización que quiso vender durante la campaña electoral.

El rotundo respaldo de Keiko Sofía al intento de cercenar la libertad de prensa, encargado a dos de sus principales voceras, confirma que el distanciamiento supera la anécdota. Pareciera apuntar a un viraje más serio al centro derecha, teñido de cierto liberalismo ideológico, semejante al que practica el gobierno.

No sabemos qué tanto respaldo obtiene entre sus colegas de bancada, pero a cuatro años de las elecciones, el calibre de las diferencias no se resolverá con retruécanos De su andadura dependerá la suerte del ahora variopinto fujimorismo.




http://diariouno.pe/columna/hacia-el-tercer-fujimorismo/




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La reinvención del Estado

Sinesio López


En la etapa de emergencia producida por los huaicos, el desborde de los ríos, el colapso de los puentes y las lluvias torrenciales que aislaron a muchas poblaciones, las FFAA y la Policía, los elementos más organizados del Estado, han jugado un papel fundamental. Sin ellas y sin la solidaridad enorme de todos los peruanos, el norte y Lima hubieran colapsado. Sospecho que su concurso sigue siendo necesario para enfrentar las secuelas que han dejado los desastres naturales, especialmente en el campo de la salud.

Esta es una tarea que corresponde al MINSA, pero que, dada su debilidad más allá de la buena voluntad de sus funcionarios, dicho ministerio no puede cumplir. Sus capacidades han sido desbordadas. Los médicos no se abastecen, hay déficit de vacunas y medicinas, los hospitales y los centros de salud han sido rebasados, las condiciones de insalubridad en las ciudades y en los centros poblados se mantienen y los zancudos atacan con fiereza. Se requiere una fumigación masiva en las ciudades, pueblos y áreas rurales del norte. Ya se ganó la batalla a los huaicos. Ahora hay que ganársela a los zancudos.

En la etapa de “Reconstrucción con cambio” el papel central le toca al gobierno en todos sus niveles (central, regionales y locales), a la tecnocracia y a la burocracia, al Estado en breve. Sospecho que el Estado, tal como está y funciona ahora, no tiene las capacidades necesarias para enfrentar este enorme desafío. Habría que reinventarlo en el desarrollo mismo de las tareas de reconstrucción.

¿Y cómo es el Estado ahora?, ¿cuáles son sus características?, ¿cómo funciona?. En una investigación sobre el Estado y la Democracia en el nivel subnacional, Manuel Magallanes, Marylia Paola Cruz y el suscrito hemos logrado hacer un mapa del Estado en el Perú. Hemos trabajado el tema en el nivel de las provincias porque las regiones son muy heterogéneas. A medida que vayamos consiguiendo datos más precisos, los mapas del Estado y de la Democracia irán mejorando. Creo, sin embargo, que casi estamos ante mapas más o menos definitivos.

Luego de una larga revisión bibliográfica de teorías e investigaciones sobre estos temas, hemos definido ocho dimensiones del Estado y hemos establecido los indicadores precisos para cada una de las dimensiones. Estas son las siguientes: capacidad coercitiva, efectividad legal, efectividad burocrática, seguridad ciudadana, provisión de bienes públicos (salud y educación), nivel de penetración estatal en la población, nivel de penetración estatal en el territorio, capacidad extractiva (o impositiva).

Hemos hecho un mapa para cada dimensión del Estado y un mapa de síntesis de todas estas ocho dimensiones en un solo mapa del Estado en el Perú. Es obvio que en la base de cada dimensión hay varios indicadores que permiten hacer un análisis estatal con mayor precisión.

En realidad, lo que muestran estos mapas es la desigual distribución de las funciones y de las capacidades del Estado en el territorio. Iré mostrando en futuros artículos cada una de las dimensiones estatales. Lo que puedo adelantar ahora es que en las regiones del norte, en las zonas de “reconstrucción con cambio”, con notables excepciones de algunas provincias, el Estado es débil o muy débil. Hic Rodhus, hic salta Presidente Kuczynski.




http://larepublica.pe/impresa/opinion/867208-la-reinvencion-del-estado




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Mundo Troll

Augusto Álvarez Rodrich


Luis Galarreta acusó al premier Fernando Zavala de ser un ‘Montesinito’ por manejar un ejército de trolls desde la PCM, y le respondieron recordándole la poderosa armada fujitroll.

“Zavala resultó ser una especie de ‘Montesinito’ porque paga gente, con plata de los peruanos, para mover las redes. Me lo ha dicho gente de adentro porque, para su mala suerte, desde el gobierno de Humala al de Kuczynski, tenemos gente adentro que nos informa todo”, dijo Galarreta revelando, de paso, métodos de información parecidos a los del ‘Doc’.

“No tengo en la PCM contratos con trolls, no conozco esos sistemas, no sé si él los conocerá”, respondió Zavala, agregando que el gobierno no tiene prácticas montesinistas.

Pero el troll existe. Este periodista cuelga diariamente esta columna en las redes y puede dar fe de la existencia de un grupo de fujitrolls que –cada uno con no más de dos a tres seguidores, o sea, nada– insultan siguiendo un mismo guion que cambia cada dos días y que, curiosamente, es repetido por los congresistas de Fuerza Popular en sus declaraciones a la prensa y por un grupo regular y conocido de cuatro a cinco personas que –más curioso aún– son seguidos en las redes por casi todos los fujitrolls. Mi respuesta: el bloqueo en el acto.

Debo agregar, sin embargo, que cuando la semana puse en Twitter una crítica a PPK por su comentario de “colgar a los rateros”, recibí una ráfaga de trolls aunque más breve y menos intensa que la de los fujitrolls.

Se puede especular con que se trate de ‘hinchas’ de una agrupación que salen a defenderla con entusiasmo y ad-honorem, pero en el caso particular de los fujimoristas se advierte un número amplio con organización y consistencia entre sus congresistas y líderes de opinión amigos. Algunos, incluso, trabajan en las oficinas de los parlamentarios de Fuerza Popular.

El periodista Marco Sifuentes, que conoce como pocos de la redes, escribió que, al igual que Montesinos a fines de los noventa, “ya no necesitan diarios chicha, ahora solo basta un puñado de ‘fujitrolls’ a sueldo que se dediquen todo el día a insultar y calumniar, en redes sociales, a quienes osen cuestionarlos” y que, incluso, ojo con esto, serían los mismos detrás de los psicosociales recientes difundidos por el whatsapp.

El uso de estos mecanismos por parte de partidos políticos es, sin duda, una práctica antidemocrática.

Hasta hace unos tres años, las redes eran espacios de discusión interesante. Pero, gracias a los fujitrolls, se han vuelto chiqueros con debates tan alturados como los de borrachos en cantina con aserrín.




http://larepublica.pe/impresa/opinion/867210-mundo-troll




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Senderos de Nadine que se bifurcan

César Lévano


Jueces de la Sala Penal Nacional han fallado en favor y en contra de la señora Nadine Heredia, esposa del expresidente Ollanta Humala. Uno de los magistrados decide que ella, así como su hermano Ilan y sus colaboradores Rocío Calderón y Julio Torres, pueden viajar sin permiso previo. Otro juez rechazó el pedido de la ex primera dama para anular el uso de las famosas agendas como pruebas en el caso que se le sigue por lavado de activos.

En el proceso que enfrentan los esposos Humala sostienen que el soborno de tres millones de dólares que Odebrecht afirma haberles entregado fueron para la campaña electoral de 2011.

Un detalle que faltaba: ese aporte no fue declarado ante el Jurado Nacional de Elecciones. Otro detalle que faltaba: ese dinero fue entregado cuando ya la campaña había terminado. Ya antes he subrayado la importancia de las fechas.

Surge, a la luz del almanaque, una pregunta: si el dinero pedido con urgencia por Nadine no sirvió ya para la campaña, ¿para qué sirvió? Dicho en otros términos, ¿quién recibió el aporte y en qué lo empleó?

Es indudable que las agendas pueden arrojar luz sobre ambas preguntas. Cobra relieve, por eso, la pretensión de Nadine y Ollanta de que se invalide el uso de las agendas en la investigación debido a que fueron robadas. Olvidan los esposos que la señora negó con ira y persistencia que esos apuntes le pertenecieran. Después de largos meses reconoció su letra y su propiedad; pero adujo que le habían sido robadas.

Ollanta ha incluso insinuado que el empleo de agendas sustraídas puede invalidar todo el proceso. Señal de que reconoce que los apuntes de su cónyuge, con sumas y sumas de dinero, tiene grave peso. El juez Richard Concepción Carhuancho apoyó su decisión en doctrina y jurisprudencia internacionales, en especial anglosajonas. No es ilícito emplear un documento ilícitamente obtenido, si esto conduce a la verdad. Por otro lado, no hay prueba de que las agendas fueran robadas.

Miedo a las agendas equivaldría a miedo a la verdad.

Insisto en que se precisen fechas en el itinerario de los tres millones de dólares. En esto me guío por las enseñanzas que se desprenden de los textos de Rodolfo Walsh, el genial periodista argentino asesinado el 25 de marzo de 1977, quien demostró que la verdad deja pistas en las fechas, las horas, las grabaciones, las agendas.



http://diariouno.pe/columna/senderos-de-nadine-que-se-bifurcan/




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