Abogados ¿se evaporan? - Mirko Lauer
Censura - Luis Davelouis
Date cuenta - Patricia
del Río
¿Es correcto lo políticamente correcto? - Alberto
Adrianzén
¿Hacia el
tercer fujimorismo? - Agustín Haya de la Torre
La reinvención
del Estado - Sinesio López
Mundo Troll - Augusto
Álvarez Rodrich
Senderos de
Nadine que se bifurcan - César Lévano
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Abogados ¿se evaporan?
Mirko Lauer
Los titulares
acerca de abogados-cabecillas de una banda en Junín han llevado al
distinguido abogado César Nakazaki a discrepar de ese enfoque. La idea de
fondo es que quien delinque abdica de su profesión para convertirse en un
delincuente a secas. La parte moral del argumento es inobjetable, pero hay
allí un salto lógico que merece ser comentado.
Pues son
frecuentes los delitos que para ser cometidos requieren de un conocimiento
especializado de las leyes. El tráfico de bienes inmuebles es el más vistoso
de ellos, pero no el único. En esos casos los principios de la profesión en
efecto han sido traicionados, pero los conocimientos implícitos en ella han
sido indispensables.
De modo que si
bien el abogado que delinque se queda a solas con su delito, el mal uso de su
formación es un agravante. Debemos entender que el argumento de Nakazaki
apunta, sin decirlo, a que los cabecillas de la banda de Junín deberían ser
separados del cuerpo de la profesión. Algo para lo cual los colegios de
abogados no suelen ser muy ágiles.
Nakazaki menciona,
como un ejemplo paralelo, la situación del médico frente al juramento
hipocrático. En efecto la comparación calza. Pero acaso más ajustado sería el
caso de los luchadores profesionales, cuyas manos son consideradas armas, y cuyo
entrenamiento y habilidades son inseparables de su persona en la eventualidad
de que cometan un delito violento.
De otra parte, en
la lista de actividades más proclives a aparecer en las páginas policiales de
cuello y corbata, en los últimos tiempos ciertamente los abogados destacan.
También hay abundancia de empresarios, pero esa es una actividad difícil de
definir profesionalmente con precisión. Aunque quizás no hay que ser muy
lince para distinguir a un empresario de un delincuente.
Quizás lo que ha
movido a Nakazaki a hacer su deslinde es que los dos colegas hayan aparecido
liderando una banda, cuando en esos casos más bien solemos encontrarlos como
personal de apoyo. Algo que no se debe confundir con la legítima defensa
profesional de acusados. Aunque el líder operativo más destacado de la banda
más notoria en los años 90 fue un activo abogado, hoy en prisión (¿sigue
colegiado?).
http://larepublica.pe/impresa/opinion/867205-abogados-se-evaporan
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Censura
Luis Davelouis
Solo una vez en
ocho años me levantaron una nota. O sea, quien estaba a cargo del diario no
permitió que se publique. En esos mismos ocho años, quizás solo un puñado de
veces alguien en la última etapa de la edición (nunca había un solo
responsable puntual a quien señalar) decidió que había que “ajustar” alguna o
algunas cosas y el titular de la nota terminaba no diciendo lo que decía la
nota o la nota no decía lo que yo había querido decir.
Lo primero fue una
censura clásica. Esa entrevista que le hice al gerente general de la Bolsa de
Valores de Lima sobre buen gobierno corporativo nunca vio la luz porque lo
que allí decía no le convenía a alguien en el diario para el que trabajaba.
Quise renunciar, por supuesto, pero me convencí de que eso no ayudaba a nadie
y menos a los lectores. “¿Cuántas notas vas a poder sacar que digan lo mismo
sin que se den cuenta?”, me pregunté. Y así fue, en los días sucesivos
escribí cuatro notas que decían lo mismo que la entrevista y nadie se asustó.
A veces es solo cuestión del tamaño de las letras. Otras veces, no.
Esta semana nos
visitaron dos autores argentinos que sostienen, más o menos, que de alguna
manera Marx ganó la guerra ideológica y la perdieron los hombres
heterosexuales y los valores tradicionales judeocristianos. Lo diferente es
malo y hay que suprimirlo de la sociedad: en tu cuarto puedes hacer lo que te
da la gana, pero en público te comportas como se “debe”. A lo falangista, a
lo Franco y a lo Sodalicio, que auspician su venida.
¿Había que
escucharlos o reprimirlos? ¿Lo que tienen que decir es útil y aporta a la
formación de la opinión pública, aunque su discurso esconda un claro mensaje
misógino y homófobo? Yo creo que sí. ¿Usted?
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-censura-2278510
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Date cuenta
Patricia del Río
Ayer los
ensayistas argentinos, Agustín Laja y Nicolás Márquez discutieron con esta
servidora, sobre la ideología de género que, según estos autores, el
comunismo quiere imponer en nuestra sociedad. Laja y Márquez sugieren en su
“Libro negro de la nueva izquierda” que el mundo va camino a permitir la
normalización de la homosexualidad (que para ellos es un asunto de
anormales), la destrucción de la familia, la legalización del genocidio
infantil masivo mediante el aborto, la aceptación de la pedofilia y la
masificación de la zoofilia (sí, tal cual lo leen). Con los ya conocidos
argumentos sobre lo que es biológico y natural estos jóvenes desarrollan una
teoría medio paranoide, en la que mezclan comportamientos aberrantes y delictivos,
con legítimas luchas sobre libertades fundamentales y lo condenan todo junto.
Para esto, se escudan en ejemplos rarísimos y rebuscadísimos que reafirman
cada una de sus fobias. Así, mientras exponen un discurso falaz escudado en
“la ciencia”, justifican la estigmatización de la mujer, la discriminación de
los homosexuales, y la satanizan de cualquier comportamiento que, según
ellos, atente contra “las buenas costumbres” (que son siempre “sus buenas
costumbres”).
Durante todo este
tiempo, que se ha discutido sobre la supuesta ideología de género en el
currículo escolar, he tratado de comprender la preocupación de los padres
sobre la formación que recibirán sus hijos, y creo que el tema merece un
debate amplio e informado sobre cada aspecto que les preocupa. Sin embargo,
una cosa es acompañar a un padre o maestro con sus dudas y otra muy distinta
aceptar discursos que fomentan la discriminación. Está tan extendido el
machismo en el Perú, que todavía permitimos que se promueva abiertamente el
odio hacia la mujer, sin que nadie se espante demasiado. Está tan aceptada la
homofobia que nos tragamos, sin protestar, ridículos argumentos biológicos,
como los que usaban los racistas de hace siglo y medio para afirmar que los
negros eran seres inferiores.
Ayer mucha gente
criticó que no respondiera con “argumentos” la postura de Laja y Márquez. Que
no me quedara a escucharlos, que me atreviera a salir del set a tomar un
respiro. Y es que claro, resulta tan normal que nos agredan a las mujeres y a
las minorías LGTBI que encima debemos poner nuestra mejor sonrisa cuando nos
insultan y ensayar argumentos sesudos para rebatir el odio. Pues ya no. Nos
toca decir basta. Por eso yo me levanto y protesto. Por eso yo no me callo y
reclamo. Porque ya es hora que vayamos entendiendo que ese discurso es
inaceptable. Porque ya es hora que vayamos entendiendo que ese discurso
agrede, que ese discurso viola, que ese discurso mata. Porque ya es hora que
nos vayamos dando cuenta… punto.
http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/date-cuenta-patricia-rio-noticia-1985328
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¿Es correcto lo políticamente correcto?
Alberto Adrianzén
A partir del caso
de la tuitera española Cassandra Vera, condenada a un año de cárcel por
burlarse del asesinato a manos de la ETA en 1973 del almirante Carrero
Blanco, presidente de gobierno de la dictadura franquista, y de la propuesta,
aquí en el Perú hace unas semanas, de una congresista fujimorista para que se
prohíban las caricaturas de Carlín (Carlos Tovar) por hacer mofa de los
parlamentarios, me parece oportuno plantear una reflexión sobre lo que puede
significar para nuestra sociedad “lo políticamente correcto”.
Si bien ambos
casos son bastante diferentes, los dos expresan un rechazo a lo que podemos
llamar ironía y un cierto llamado de parte del Estado, de los políticos, de
los medios de comunicación y de algunos intelectuales para que se ponga por
delante la “corrección política”.
Estos casos que
son un extremo porque ponen en cuestión la libertad de expresión, pueden
verse también como parte de una tendencia creciente que se observa sobre todo
en los países desarrollados y en particular en EE.UU., de intolerancia frente
a cualquier expresión que afecte la sensibilidad de algunas personas o de
determinados grupos o sectores sociales Muy diferente, por ejemplo, de lo que
ocurrió en Francia con ocasión del atentado contra la revista Charlie Hebdo
en que la defendió su derecho de burlarse y hasta denigrar a musulmanes,
judíos, cristianos y demás religiones.
En el artículo de
Javier Benegas y Juan M. Blanco, “Y si Clint Eastwood tuviera razón”, se
presentan numerosos ejemplos al respecto, sobre todo en el ámbito
universitario que terminan afectando la carrera de algunos profesores. Y si
bien se puede poner como ejemplo las sanciones que existen en algunos países
de Europa para todos aquellos que nieguen el Holocausto y se mofen de las
víctimas, lo cierto es que todos estos casos remiten a dos temas: a) la
libertad de expresión, que no es lo mismo que la libertad de prensa, ya que
ésta se sustenta en la libertad de expresión, y b) los consensos que existen
en las sociedades respecto a determinados temas y hechos.
Benegas y Blanco
sostienen que la “corrección política” no es solo producto de un pensamiento
“que cree que el monstruo desaparecerá con solo cerrar los ojos”, sino
también que se erige en una autoridad para dictaminar “que es políticamente
correcto y lo que no” y que lo hace, por lo general “favor del establishment
y de los grupos de presión mejor organizados”. En ese sentido, “la corrección
política es una forma de censura, un intento de suprimir cualquier oposición
al sistema. Y es además ineficaz para afrontar las cuestiones que pretende
resolver: la injusticia, la discriminación, la maldad”.
En realidad no es
más que un recurso ante “la dificultad de abordar los problemas” y que frente
a la “fatiga que implica transformar el mundo, optan por cambiar simplemente
las palabras, por sustituir el cambio real por el lingüístico”. El resultado,
para estos autores es Donald Trump: “tarde o temprano el virulento efecto
péndulo invierte las magnitudes, la gente acaba hastiada de tanta censura, y
como reacción… vota a Donald Trump. Renunciar al libre discurso, al libre
pensamiento, para evitar herir la sensibilidad de algunos: es peligroso
“porque pone en cuestión los principios de la democracia”.
Sheldon Wolin
afirma que toda autoridad política es al mismo tiempo una autoridad
lingüística, lo que nos plantea un tema clave en política: si el nuevo
lenguaje de lo que llamamos “políticamente correcto” coincide o se aleja de
la vivencia cotidiana de la gente común. Wittgenstein afirma: “Los límites de
mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Por eso me temo que estamos no solo
frente al choque de dos lenguajes y de dos mundos, sino también frente a dos
o varias verdades porque “verdad y falsedad son atributos del lenguaje” (T.
Hobbes).
No es casual en
nuestro país, que los fujimoristas –que serían la expresión de lo
“políticamente incorrecto” - califiquen a sus opositores de “cívicos”,
“caviares” y hasta de “pitucos y terroristas” con la clara intención de
señalar su carácter “elitista” y distante del pueblo.
Lo que pretende el
fujimorismo es decir “nosotros somos del pueblo”, los opositores no. Lo
plebeyo estaría supuestamente “representado” por ellos. Este, acaso, es el
principal problema de los sectores progresistas que limita su crecimiento.
Por ello, si el sector progresista quiere crecer tendrá que disputarle las
bases populares al fujimorismo en el lenguaje y en los hechos y demostrar que
es una real alternativa de cambio del país.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/867209-es-correcto-lo-politicamente-correcto
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¿Hacia el tercer fujimorismo?
Agustín Haya de la Torre
La persistencia de
Kenji Fujimori en diferenciarse de la línea oficial de su bancada deja de ser
un tiro al aire. Los temas con los que marca distancia no son adjetivos,
tocan la esencia misma de la representación de la extrema derecha que Fuerza
Popular quiere encarnar.
Aunque los
califique como asuntos de conciencia, el favorito del padre y sus asesores
saben que apuntan a la línea de flotación que la primogénita ha venido
construyendo laboriosamente en los últimos diez años.
Aparecer envuelto
con la bandera gay en medio de una polémica desbordada por la pasión de los
fundamentalistas cristianos, no es cualquier cosa. Sobre todo si su movimiento
encuentra en las tendencias más reaccionarias de los grupos religiosos, buena
parte de su apoyo.
Los más exaltados
promotores de dichas sectas auspician sin tapujos al fujimorismo oficial. Su
punto de identidad es su discurso de odio contra la comunidad lgtbi y su
postura absoluta contra la igualdad de hombres y mujeres. Puntos en los que
coinciden, además de su abierta campaña a favor del embarazo obligatorio por
violación, con la derecha católica.
Al exigir la
formación de una comisión investigadora por los crímenes sexuales de la orden
católica del Sodalicio, pone el dedo en la llaga del descarado encubrimiento
de su bancada, que impide en todos los tonos que el escándalo de pederastia
sea tratado en el Congreso.
Su última postura
contra el proyecto de ley que pretende amordazar a la prensa, ratifica que no
nos encontramos ante un asunto de poca monta. La deriva de Fuerza Popular
hacia posiciones ultraconservadoras, rompe con la imagen de cierta actualización
que quiso vender durante la campaña electoral.
El rotundo
respaldo de Keiko Sofía al intento de cercenar la libertad de prensa,
encargado a dos de sus principales voceras, confirma que el distanciamiento
supera la anécdota. Pareciera apuntar a un viraje más serio al centro
derecha, teñido de cierto liberalismo ideológico, semejante al que practica
el gobierno.
No sabemos qué
tanto respaldo obtiene entre sus colegas de bancada, pero a cuatro años de
las elecciones, el calibre de las diferencias no se resolverá con retruécanos
De su andadura dependerá la suerte del ahora variopinto fujimorismo.
http://diariouno.pe/columna/hacia-el-tercer-fujimorismo/
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La reinvención del Estado
Sinesio López
En la etapa de
emergencia producida por los huaicos, el desborde de los ríos, el colapso de
los puentes y las lluvias torrenciales que aislaron a muchas poblaciones, las
FFAA y la Policía, los elementos más organizados del Estado, han jugado un
papel fundamental. Sin ellas y sin la solidaridad enorme de todos los
peruanos, el norte y Lima hubieran colapsado. Sospecho que su concurso sigue
siendo necesario para enfrentar las secuelas que han dejado los desastres
naturales, especialmente en el campo de la salud.
Esta es una tarea
que corresponde al MINSA, pero que, dada su debilidad más allá de la buena
voluntad de sus funcionarios, dicho ministerio no puede cumplir. Sus
capacidades han sido desbordadas. Los médicos no se abastecen, hay déficit de
vacunas y medicinas, los hospitales y los centros de salud han sido
rebasados, las condiciones de insalubridad en las ciudades y en los centros
poblados se mantienen y los zancudos atacan con fiereza. Se requiere una
fumigación masiva en las ciudades, pueblos y áreas rurales del norte. Ya se ganó
la batalla a los huaicos. Ahora hay que ganársela a los zancudos.
En la etapa de
“Reconstrucción con cambio” el papel central le toca al gobierno en todos sus
niveles (central, regionales y locales), a la tecnocracia y a la burocracia,
al Estado en breve. Sospecho que el Estado, tal como está y funciona ahora,
no tiene las capacidades necesarias para enfrentar este enorme desafío.
Habría que reinventarlo en el desarrollo mismo de las tareas de
reconstrucción.
¿Y cómo es el
Estado ahora?, ¿cuáles son sus características?, ¿cómo funciona?. En una
investigación sobre el Estado y la Democracia en el nivel subnacional, Manuel
Magallanes, Marylia Paola Cruz y el suscrito hemos logrado hacer un mapa del
Estado en el Perú. Hemos trabajado el tema en el nivel de las provincias
porque las regiones son muy heterogéneas. A medida que vayamos consiguiendo
datos más precisos, los mapas del Estado y de la Democracia irán mejorando.
Creo, sin embargo, que casi estamos ante mapas más o menos definitivos.
Luego de una larga
revisión bibliográfica de teorías e investigaciones sobre estos temas, hemos
definido ocho dimensiones del Estado y hemos establecido los indicadores
precisos para cada una de las dimensiones. Estas son las siguientes:
capacidad coercitiva, efectividad legal, efectividad burocrática, seguridad
ciudadana, provisión de bienes públicos (salud y educación), nivel de
penetración estatal en la población, nivel de penetración estatal en el
territorio, capacidad extractiva (o impositiva).
Hemos hecho un
mapa para cada dimensión del Estado y un mapa de síntesis de todas estas ocho
dimensiones en un solo mapa del Estado en el Perú. Es obvio que en la base de
cada dimensión hay varios indicadores que permiten hacer un análisis estatal
con mayor precisión.
En realidad, lo
que muestran estos mapas es la desigual distribución de las funciones y de
las capacidades del Estado en el territorio. Iré mostrando en futuros
artículos cada una de las dimensiones estatales. Lo que puedo adelantar ahora
es que en las regiones del norte, en las zonas de “reconstrucción con
cambio”, con notables excepciones de algunas provincias, el Estado es débil o
muy débil. Hic Rodhus, hic salta Presidente Kuczynski.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/867208-la-reinvencion-del-estado
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Mundo Troll
Augusto Álvarez Rodrich
Luis Galarreta
acusó al premier Fernando Zavala de ser un ‘Montesinito’ por manejar un
ejército de trolls desde la PCM, y le respondieron recordándole la poderosa
armada fujitroll.
“Zavala resultó
ser una especie de ‘Montesinito’ porque paga gente, con plata de los
peruanos, para mover las redes. Me lo ha dicho gente de adentro porque, para
su mala suerte, desde el gobierno de Humala al de Kuczynski, tenemos gente
adentro que nos informa todo”, dijo Galarreta revelando, de paso, métodos de
información parecidos a los del ‘Doc’.
“No tengo en la
PCM contratos con trolls, no conozco esos sistemas, no sé si él los
conocerá”, respondió Zavala, agregando que el gobierno no tiene prácticas
montesinistas.
Pero el troll
existe. Este periodista cuelga diariamente esta columna en las redes y puede
dar fe de la existencia de un grupo de fujitrolls que –cada uno con no más de
dos a tres seguidores, o sea, nada– insultan siguiendo un mismo guion que
cambia cada dos días y que, curiosamente, es repetido por los congresistas de
Fuerza Popular en sus declaraciones a la prensa y por un grupo regular y
conocido de cuatro a cinco personas que –más curioso aún– son seguidos en las
redes por casi todos los fujitrolls. Mi respuesta: el bloqueo en el acto.
Debo agregar, sin
embargo, que cuando la semana puse en Twitter una crítica a PPK por su
comentario de “colgar a los rateros”, recibí una ráfaga de trolls aunque más
breve y menos intensa que la de los fujitrolls.
Se puede especular
con que se trate de ‘hinchas’ de una agrupación que salen a defenderla con
entusiasmo y ad-honorem, pero en el caso particular de los fujimoristas se
advierte un número amplio con organización y consistencia entre sus
congresistas y líderes de opinión amigos. Algunos, incluso, trabajan en las
oficinas de los parlamentarios de Fuerza Popular.
El periodista
Marco Sifuentes, que conoce como pocos de la redes, escribió que, al igual
que Montesinos a fines de los noventa, “ya no necesitan diarios chicha, ahora
solo basta un puñado de ‘fujitrolls’ a sueldo que se dediquen todo el día a
insultar y calumniar, en redes sociales, a quienes osen cuestionarlos” y que,
incluso, ojo con esto, serían los mismos detrás de los psicosociales
recientes difundidos por el whatsapp.
El uso de estos
mecanismos por parte de partidos políticos es, sin duda, una práctica
antidemocrática.
Hasta hace unos
tres años, las redes eran espacios de discusión interesante. Pero, gracias a
los fujitrolls, se han vuelto chiqueros con debates tan alturados como los de
borrachos en cantina con aserrín.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/867210-mundo-troll
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Senderos de Nadine que se bifurcan
César Lévano
Jueces de la Sala
Penal Nacional han fallado en favor y en contra de la señora Nadine Heredia,
esposa del expresidente Ollanta Humala. Uno de los magistrados decide que
ella, así como su hermano Ilan y sus colaboradores Rocío Calderón y Julio
Torres, pueden viajar sin permiso previo. Otro juez rechazó el pedido de la
ex primera dama para anular el uso de las famosas agendas como pruebas en el
caso que se le sigue por lavado de activos.
En el proceso que
enfrentan los esposos Humala sostienen que el soborno de tres millones de
dólares que Odebrecht afirma haberles entregado fueron para la campaña
electoral de 2011.
Un detalle que
faltaba: ese aporte no fue declarado ante el Jurado Nacional de Elecciones.
Otro detalle que faltaba: ese dinero fue entregado cuando ya la campaña había
terminado. Ya antes he subrayado la importancia de las fechas.
Surge, a la luz
del almanaque, una pregunta: si el dinero pedido con urgencia por Nadine no
sirvió ya para la campaña, ¿para qué sirvió? Dicho en otros términos, ¿quién
recibió el aporte y en qué lo empleó?
Es indudable que
las agendas pueden arrojar luz sobre ambas preguntas. Cobra relieve, por eso,
la pretensión de Nadine y Ollanta de que se invalide el uso de las agendas en
la investigación debido a que fueron robadas. Olvidan los esposos que la
señora negó con ira y persistencia que esos apuntes le pertenecieran. Después
de largos meses reconoció su letra y su propiedad; pero adujo que le habían
sido robadas.
Ollanta ha incluso
insinuado que el empleo de agendas sustraídas puede invalidar todo el
proceso. Señal de que reconoce que los apuntes de su cónyuge, con sumas y
sumas de dinero, tiene grave peso. El juez Richard Concepción Carhuancho
apoyó su decisión en doctrina y jurisprudencia internacionales, en especial anglosajonas.
No es ilícito emplear un documento ilícitamente obtenido, si esto conduce a
la verdad. Por otro lado, no hay prueba de que las agendas fueran robadas.
Miedo a las
agendas equivaldría a miedo a la verdad.
Insisto en que se
precisen fechas en el itinerario de los tres millones de dólares. En esto me
guío por las enseñanzas que se desprenden de los textos de Rodolfo Walsh, el
genial periodista argentino asesinado el 25 de marzo de 1977, quien demostró
que la verdad deja pistas en las fechas, las horas, las grabaciones, las
agendas.
http://diariouno.pe/columna/senderos-de-nadine-que-se-bifurcan/
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