domingo, 20 de agosto de 2017

OPINIONES 20708/2017

UN PPK DESFASADO ES EL PROBLEMA PARA LA ECONOMÍA

Pedro Francke


Quien esto escribe es economista de profesión (ya lo habrán notado). PPK también. Una de las razones por la que PPK ganó las elecciones fue precisamente esa: el pueblo creyó que como él es economista y ha sido ministro del ramo, arreglaría la economía peruana. Como es evidente no lo ha hecho; la economía urbana en vez de repuntar se ha caído más. La pregunta es por qué le ha ido tan mal al empleo, la inversión pública, los ingresos tributarios y la industria en este último año.
Ya en artículos anteriores hemos desechado las versiones de que fue por pura mala suerte (Lava Jato y El Niño) o porque su política económica fue saboteada por el congreso fujimorista: ninguna de ambas explicaciones se sostiene. La verdadera causa del frenazo económico es una errada política. Una equivocada política económica trae malos resultados. Simple y directo.
Sigue entonces otra pregunta: ¿Cómo PPK ha fallado tanto? ¿Escogió mal a su ministro y todo es culpa de Thorne? Su reciente entrevista en Caretas muestra que es el propio PPK quien decidió en base a propuestas macroeconómicas desfasadas y ajustó el gasto y la inversión pública.
Veamos esto por partes y cucharadas. Primero, sobre el resultado obtenido: la economía peruana está parada. El gobierno saca todos los meses de la manga un dato positivo para “insuflar optimismo” y afirmar que las cosas ya están mejorando, pero lo cierto es que ha habido un bajón impresionante y los recientes datos del segundo trimestre 2017 muestran que la industria, la construcción y el agro, y con ellos el empleo, siguen en rojo.
¿Por qué esta caída? Como dijo Fernando Zavala: “El MEF hizo un ajuste fiscal que no se debió hacer”, diagnóstico que compartimos. Se trajo abajo la inversión pública con recortes de 12%, 10% y 8% en los tres trimestres pasados (2016-IV, 2017-I y 2017-II), lo que para tirios y troyanos fue un craso error. Desde estas líneas, alteramos sobre el ajustón fiscal y sus consecuencias en agosto del 2016, cuando el gobierno recién empezaba. Para los neoliberales del IPE – Instituto Peruano de Economía, el ajuste fiscal del último trimestre del 2016 afectó más de 1 punto de crecimiento económico (http://bit.ly/2vHkp5r).
PPK EN DESACUERDO
En reciente entrevista, sin embargo, PPK ha dicho que “Thorne apretó después de chequear conmigo y con el premier”. Es decir, el ajustón fiscal fue orden de PPK. Con estas palabras el presidente le enmendó la plana a su premier, que le había echado la culpa del ajuste fiscal a Thorne. Dicho por el propio presidente que el ajustón fue su decisión directa, no hay nada más que discutir al respecto.
¿Por qué hicieron el ajustón fiscal? PPK da dos razones: 1) fue “causado por la recaudación en bajada...y un déficit fiscal que se fue casi al 4%”, y 2) “era lo que había que hacer para preservar el buen calificativo crediticio del Perú...porque si perdemos nuestro calificativo crediticio, suben las tasas de interés y eso tiene un costo”.
Veamos el primer argumento. Si la cuestión es que la recaudación estaba en bajada ¿por qué insistieron en bajar el IGV y reducir impuestos con el “régimen mype tributario” y el “IGV justo” pactados con el fujimorismo, en vez de revertir la reforma de Humala del 2014 y atacar la evasión y las exoneraciones? Pero el asunto más de fondo es: ¿si para aumentar el gasto y la inversión pública es necesario aumentar temporalmente el déficit a 4%, por qué no hacerlo? Inglaterra (Reino Unido) bajo gobierno de los conservadores ha tenido un déficit superior al 5% del PBI durante casi una década y México, también con gobiernos derechistas, un déficit superior al 3% todos los años desde el 2009. El déficit significa que los gastos del año son mayores a los ingresos del mismo año, pero se puede recurrir a lo ahorrado en años anteriores que en el Perú suman más de 100 mil millones de soles. Este es un buen momento para usar ese “chanchito fiscal” que está bien gordito.
En segundo lugar PPK se preocupa de nuestra “clasificación crediticia”, es decir, de lo que digan Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, porque de ellos depende que “suban las tasas de interés”. Dejemos de lado que esos ´expertos en riesgo´ consideraron como “hiper-seguros” a los bancos norteamericanos hasta el momento mismo de la crisis financiera del 2008, cuando se descubrió que esos bancos tenían trillones (literalmente) de malos créditos. Para que PPK tenga razón, dos cosas deben suceder: 1) que por tener un déficit temporal de 4% Moody´s nos baje la clasificación, y 2) que eso suba las tasas de interés. Lo primero es dudoso, considerando que tenemos un “chanchito” fiscal bien gordo y una deuda muy baja, la segunda más baja de toda Latinoamérica. Mientras en Perú la deuda pública es 26% del PBI, en Estados Unidos es 105%, en Japón 237%, en Reino Unido 89% y en Italia 132%. Con muy poca deuda y bastantes ahorros es obvio que tenemos una alta capacidad de pago.
Por otro lado, cuando habla de alza de tasas PPK se refiere a los intereses que nos cobran los financistas del exterior, pero las tasas de interés nacionales dependen de la política monetaria del BCR. El gobierno haría bien en facilitar el crédito sobre la base de los ahorros nacionales antes que los internacionales. Solo recordemos que, de la plata que tenemos los trabajadores en las AFPs 60 mil millones están depositados fuera cuando bien podrían invertirse en nuestro país. El gobierno ha debido actuar hace rato para bajar tasas de interés y aumentar el crédito para las micro y pequeñas empresas y no lo ha hecho. Mientras tanto, PPK se preocupa más por el financiamiento internacional, al cual solo acceden las trasnacionales y grandes empresas que le son tan cercanas.
En términos de ciencia económica, fue Keynes quien hace ya más de 80 años señaló que cuando la economía está paralizada un aumento del gasto público la reactiva, corrigiendo a los banqueros de entonces que preconizaban austeridad fiscal tal como hace PPK hoy. Sin embargo, hacia los años 70s un fenómeno llamado “estanflación” (inflación con recesión) puso en cuestión las políticas keynesianas que reconocían que el mercado falla en grande y que el estado tiene un rol central para estabilizar la economía capitalista, y los neoliberales aprovecharon para combatirlas por razones ideológicas. De esa reacción neoliberal de los 70s y 80s surgieron ideologías como la que ahora mantiene PPK, que dicen que un mayor gasto público tiene un efecto negativo sobre el crecimiento porque elevaría las tasas de interés y le quitaría crédito al sector privado, idea que entre los economistas se conoce como “crowding-out”.
El asunto es que en una economía con baja deuda e industria paralizada como la peruana, las investigaciones económicas acumuladas por décadas muestran claramente que un mayor gasto e inversión pública reactivan la economía y la inversión privada. La inversión pública no golpea a la inversión privada, la atrae; no hay “crowding-out” sino “crowding-in”. Incluso el neoliberal FMI, que hasta unos 15 años atrás igual que PPK rechazaba las políticas keynesianas, hoy las apoya a nivel mundial. Para el Perú, tanto el FMI (http://bit.ly/2vZ3NWq, pág 16) como el BCR (Reporte de Inflación diciembre 2012, página 82), dos instituciones muy ortodoxas, han establecido que efectivamente el gasto y la inversión pública tienen efectos positivos (e importantes) sobre el crecimiento económico. Por favor, urgente, que alguien le dé una charla a PPK sobre el asunto para ponerlo al día sobre la macroeconomía actual. Desde acá le insistimos en que no le haga tanto caso a Moody´s o Standard&Poor´s, cuya performance ha mostrado ser bastante mala, ni a las trasnacionales que están pensando en su negocio y no en el Perú.
LA RECETA TRAS EL DIAGNÓSTICO
Como es lógico, establecido el diagnóstico, sigue la receta. Según Zavala: “no volveremos a cometer el error del ajuste, sino que vamos a tener una política contracíclica, de impulso fiscal”. Un destacado vocero empresarial, Gianfranco Castagnola, de Apoyo, dice que “en el corto plazo el gasto público es la única herramienta disponible de política económica que puede revertir el estancamiento que sufre la actividad productiva”. Desde la izquierda, desde la campaña pasada propusimos reactivar la economía aumentando la inversión pública en 4 mil millones de dólares.
El problema es que, como hemos visto, PPK no está convencido de eso. Lo que dice Zavala no es lo que ha dicho PPK en Caretas. Peor aún: ya han aprobado una ley en el Congreso, en pacto con el fujimorismo, que limita el déficit público al 3% del PBI, sin ningún sustento de porqué ese tope. En las condiciones actuales de recaudación a la baja, este tope implica que no habrá aumento de la inversión pública este año. No habrá política fiscal contracíclica. Ante esa ausencia, solo nos quedaría confiar en que la reciente alza de precios del cobre sea sostenible y suficientemente fuerte como para empujar la economía peruana hacia adelante. Soñar no cuesta nada: quizás nos saquemos la tinka por segunda vez.

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