A quién le importa - Luis Davelouis
Bloqueo Neoliberal y Sistema de Partidos Ciudadanos. - Manuel Dammert Ego Aguirre
Desbaratando cárteles - Jesús Espinoza
¿Keiko perdió la razón - Augusto Álvarez Rodrich
La lección de Chilca - Mirko Lauer
Londres y el terrorismo de “baja te - Paul Keller
Pecado sin perdón - Enzo Defilippi
Pensamiento y democracia - Gonzalo Portocarrero
¿Y si anexamos el Callao a Lima? - Fernando Vivas
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A quién le importa
Luis Davelouis
Hace algunos años,
en el centro financiero de San Isidro, ayudé a un hombre de unos 65 años al
que acababan de robarle casi en la puerta de una entidad financiera, frente a
dos policías paraditos a 20 metros y delante de cientos de transeúntes. Entre
dos hombres lo sujetaron, lo golpearon y le robaron su maletín con el dinero
que llevaba para pagar su hipoteca.
La inseguridad en
nuestra ciudad ya era grande y no me sorprendió la temeridad de los ladrones;
me dejó helado que nadie moviera un dedo para ayudarlo. Ni a defenderse ni a
levantarse. Cuando esto ocurrió, solo algunos teléfonos tenían cámara, así
que no había muchas maneras de mostrar empatía si no era ayudando de verdad.
Entre ayer y antes
de ayer se hicieron virales dos videos en las redes sociales. En uno, la
seguridad de United Airlines saca a la fuerza –y arbitrariamente– a un
pasajero que escogieron de manera aleatoria para que en su lugar vaya otro.
Como suele suceder, la empresa había sobrevendido el vuelo y, mientras los
matones de UA asaltaban al elegido –quien quedó sangrando–, los demás
pasajeros hicieron las tomas que vimos después y que –ojalá– le costarán una
millonada a la aerolínea. La empatía solo les alcanzó para filmar. “Mejor a
él que a mí”.
El otro video es
asqueroso. Un individuo es filmado en una discoteca mientras viola a una
mujer que se encuentra inconsciente, seguramente bajo los efectos del
alcohol. Las personas alrededor, incluyendo a la seguridad del
establecimiento, solo atinan a filmar o a pedirle que mejor se la lleve a
otro lado. Sí, a seguir violándola.
Lo verdaderamente
aterrador es que, para demasiada gente, el hombre mayor no debía cargar tanto
efectivo; el médico no debió resistirse y la mujer no debió tomar tanto.
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-quien-le-importa-2277574
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Bloqueo Neoliberal y Sistema de Partidos Ciudadanos.
Manuel Dammert Ego Aguirre
En estos días se
está debatiendo el proyecto de Ley sobre la Reforma Electoral, el que marcará
la República hacia el Bicentenario, en el cercano 2021. Se plantean varios
aspectos importantes, pero no se tratan los temas ejes estratégicos del
clamor democrático nacional. Planteó 3 Ejes de esta necesaria Reforma
Política, desde su perspectiva constituyente.
Primero: República
Lobista enfrentada por la naciente República de Ciudadanos. Nuestra crisis
política actual se condensa en la forma de Gobernar la República:
funcionarios políticos lobistas y empresas voraces, que se imponen contra el
pueblo empobrecido. El pueblo está activo, se moviliza como pueblo-patria en
la vida y el trabajo, para participar protagónicamente en la política
nacional y afirmar la república democrática de ciudadanos. La Plutocracia
Financiera (4 grandes bancos y sus nexos) es la que dirige y a través de sus
funcionarios maneja y administra el Estado y el actual Co-Gobierno
Neo-liberal, cuando el país ha entrado en una Crisis de Régimen, como señalo
en mi reciente libro publicado.
Segundo: Pretenden
mantener la exclusión a las fuerzas del pueblo-patria. Exigen 734,000 firmas
y 2 millones de dólares para que la ONPE acredite las firmas. El Movimiento
Nuevo Perú ha asumido este reto ciudadano. Pero algunos quieren perennizar el
actual sistema corrupto sustentado por “partidos de firmas”, con innumerables
fantasmas de firmas archivadas, partidos de firmas que no tienen vida
política real en la sociedad. Como avanzan el MNP y otras fuerzas, la derecha
lobista reclama que deberán estar inscritos… ¡tres años antes de las
elecciones del 2021! Planteamos que los partidos deben tener a sus militantes
como sus dueños, desde 30 mil inscritos, y funcionar realmente en la mitad de
regiones del país.
Tercero: Tratan
que la Plutocracia Lobista (a través del dinero y de los grandes medios) sea
quien domine el sistema político. Planteamos el financiamiento público de los
partidos, de acuerdo a sus votos. La selección de sus candidatos para cargos
públicos (municipales, regionales y congresales), a través de primarias,
abiertas y simultáneas en una misma fecha nacional, para todas las fuerzas
participantes, donde el ciudadano elija a los candidatos de su partido.
También la aplicación de franjas gratuitas, financiadas por el Estado, de
propaganda electoral en TV y Radio, públicas y privadas, con participación de
los diversos partidos y sus candidatos.
http://diariouno.pe/columna/bloqueo-neoliberal-y-sistema-de-partidos-ciudadanos/
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Desbaratando cárteles
Jesús Espinoza
Seguramente usted
ha escuchado de los casos de colusión de las farmacias, los seguros
vehiculares, el oxígeno medicinal y el más reciente “cártel del papel
higiénico”. Podrán parecerle lejanos y que no lo afectan, sin embargo, ¿se ha
puesto a pensar que usted pudo ser víctima de ellos?
En una economía de
mercado, las empresas compiten para atraer consumidores. La competencia las
obliga a reducir precios, mejorar la calidad de sus productos y preocuparse
constantemente por innovar. No obstante, todos esos beneficios se pierden
cuando las empresas deciden no competir y, para ello, llegan a acuerdos
secretos, también conocidos como colusión o cárteles.
Los cárteles se
apropian indebidamente del dinero de los consumidores, les imponen sobreprecios.
Las empresas que integran un cártel se ponen de acuerdo para que los
productos se vuelvan más caros y, en algunos casos, inaccesibles para las
personas de menos recursos. En el caso del papel higiénico, por ejemplo, las
empresas coludidas llegaron a imponer alzas de precios de más del 20%.
Para la autoridad
no es sencillo detectar los cárteles. No solo porque los que forman parte del
cártel eliminan cualquier evidencia incriminadora, sino porque los recursos
para fiscalizar son escasos, sobre todo en países en vías de desarrollo.
Frente a ello, las agencias como el Indecopi deben aprovechar las
herramientas legales a su alcance.
La experiencia
demuestra que no basta con vigilar los mercados para detectar comportamientos
sospechosos, ni realizar visitas de inspección sorpresa en la búsqueda de
pruebas. Para combatir estratégicamente a los cárteles es necesario un
programa de colaboración eficaz, también llamado Programa de Clemencia.
La lógica es
sencilla: dar incentivos a quienes integran un cártel para que se
“autodenuncien” y den pruebas que permitan desarticular el cártel y sancionar
a sus participantes. A cambio de su denuncia, el primer colaborador es
exonerado de la multa. Si el programa es administrado adecuadamente, se
evitará que continúen otros cárteles o que se formen nuevos, pues sabrán que
es posible que uno de sus integrantes los traicione y decida acogerse al
programa.
Debido a su
efectividad, la OCDE y el Banco Mundial recomiendan tener programas de
clemencia. Una herramienta que funciona en Estados Unidos y la Unión Europea,
y que países como Chile, Colombia, Brasil y México la vienen aplicando.
El reciente caso
del papel higiénico es el primero en el que la autoridad peruana ha aplicado
el Programa de Clemencia. Ello ha permitido desbaratar el cártel de mayor
duración hasta ahora registrado (10 años), evitando que los consumidores
sigan pagando las alzas de precios que acordaban las empresas cartelizadas y
que podían significar varios millones de soles. Incluso, descontando los
beneficios otorgados por la clemencia, también se trata de la multa más alta
en la historia del Indecopi.
Pese a que el
otorgamiento de beneficios (descuentos o exoneración) sobre la sanción no
libera a las empresas de la imposición de medidas de conducta que eviten la
reincidencia, ni tampoco de pagar judicialmente las indemnizaciones por los
daños y perjuicios ocasionados, los beneficios no suelen ser populares y
pueden generar resistencia. Por su gravedad, todos quisiéramos que los
cárteles puedan ser desbaratados y sancionados sin clemencia.
En los últimos
años, el Indecopi ha perfeccionado su trabajo a fin de detectar más casos de
colusión. Sin embargo, prescindir del Programa de Clemencia es un lujo que no
pueden darse ni siquiera las agencias de competencia de países desarrollados.
Por ello, si queremos liberarnos de los cárteles, no debemos olvidar que el
Programa de Clemencia permite desarticular estos acuerdos ilícitos que de
otro modo se hubiesen mantenido activos, secretos e impunes, perjudicando a
los consumidores.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/desbaratando-carteles-jesus-espinoza-noticia-1983281
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¿Keiko perdió la razón
Augusto Álvarez Rodrich
Como si un día
Granma criticara a Fidel, Fox News a Trump, El Peruano a PPK, o Condorito a
Pepo, el diario La Razón puso el viernes una portada inusual que parecía la
ruptura de su antigua, sólida y cálida relación con el fujimorismo.
Era una foto de
Keiko con el título ‘¡Perdió la brújula!’ y dos bajadas: ‘Keiko defiende
blindaje a presunto violador del Sodalicio’ y ‘Apoya ley mordaza contra la
libertad de prensa’.
Es cierto que el
desempeño del partido Fuerza Popular (FP) comandado por Keiko Fujimori está
produciendo una desilusión creciente entre políticos y periodistas amigos o
allegados a esta agrupación.
Además de los dos
temas destacados en la portada de La Razón –blindaje al Sodalicio y ley
mordaza–, están la desprotección de la comunidad LGTBI, una norma sobre
vacancia presidencial, o volver la ayuda a los damnificados por los huaicos
en actos escandalosamente proselitistas.
Así, el titular de
que Keiko ‘perdió la brújula’ coincide con lo que hoy piensan varios
fujimoristas y chinistas que creen que la conducción política de Fuerza
Popular está desenfocada y puede conducirla a su tercer fracaso consecutivo
en 2021.
Esto confluye con
otra reflexión que da vueltas en varios sectores naranjas, anaranjados y
afines: que, tras dos fracasos, Keiko ha perdido atractivo electoral y que,
por tanto, ya es momento de diversificar el riesgo mediante la búsqueda de
rostros alternativos que representen a este sector con más posibilidad de
éxito.
Eso, junto con la
disputa interna que Kenji le plantea a su hermana Keiko; el ocaso político de
Alan García; y la inviabilidad de una candidatura de Luis Castañeda, ha
llevado al sector conservador del país –con el cardenal Juan Luis Cipriani
como uno de sus líderes– a querer construir una candidatura que encaje con
las tendencias que ocurren en otros sitios. Algunos rumores hablan de una
suerte de Donald Trump local criollo y especulan que Phillip Butters sería un
opción ‘interesante’.
El esfuerzo
vendría acompañado de una plataforma de medios de televisión abierta y cable,
radios y diarios, que contribuya al intento de ganar, por fin, una elección
presidencial desde hace bastante tiempo.
Así, no debiera
descartarse que la ley antimedios que Fuerza Popular ha preparado poniendo
las caras de Úrsula Letona y Alejandra Aramayo no solo haya sido pensada
contra José Graña de El Comercio sino, también, contra los accionistas del
diario que el viernes señaló que Keiko ‘perdió la brújula’, ahora que ella
parece haber perdido no la razón sino La Razón.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/864433-keiko-perdio-la-razon
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La lección de Chilca
Mirko Lauer
El tweet de Juan
de la Puente es elocuente: “Caso Chilca; es la 1ª vez que una mafia ya
operativa busca el poder político, capta a su candidato y gana elecciones”.
Hay cierto optimismo en eso de una primera vez, pero el texto se entiende:
nunca se había visto tan clara esta modalidad de relación entre negocios
delictivos y política.
El fondo del
asunto es que nuestra política, que ya ha perdido al partido político
propiamente dicho como institución, ha pasado a perder su preeminencia como
organizadora de la vida en sociedad. Incluso hasta aquí teníamos entendido
que el jefe político siempre era el mafioso Nº 1, usando su poder político
para organizar, mandar, obtener beneficios.
Se sabe que el
poder del dinero siempre ha podido influir en la política. Pero nunca
habíamos visto políticos con un papel tan visiblemente subalterno como el del
alcalde Richard Ramos. La mafia de traficantes de tierras casi de seguro lo
designó para que se quemara una vez que todos los certificados truchos
estuvieran firmados.
Es obvio que este
modelo de negocios chilcano opera entre nosotros desde hace ya cierto tiempo.
Es probable que haya habido autoridades más proclives que otras a delinquir
por su propia iniciativa. Pero cuando las mafias no pueden arriesgar que
llegue al poder alguien dispuesto a enfrentarlas, empiezan a pensar en
elecciones.
Pero quizás esto
no es hoy exclusivo de las mafias. Son conocidos los casos de grupos
empresariales perfectamente legítimos que se organizaron para reclutar
candidatos al Congreso afines a sus ideas. Todo esto perfectamente legal y a
rostro descubierto. Promover un candidato es una práctica de la democracia
representativa.
El problema está
en la representación misma. No es igual representar a un partido político
serio que representar intereses particulares, legales o mafiosos. Al no haber
partidos fuertes, sino meros membretes, la cosa se complica. Entonces Chilca
puede ser vista como un caso extremo y criminal de un fenómeno cotidiano en
la política electoral.
Sin duda casos
como el de Chilca son tareas policiales (muy exitosa en este caso), pero
sobre todo son tareas urgentes para la tan reclamada y postergada reforma
política del Perú. Antes de que las propias mafias se pongan también a
reformar por su cuenta.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/864430-la-leccion-de-chilca
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Londres y el terrorismo de “baja te
Paul Keller
El ataque de hace
un par de semanas en Londres falló en su intento de golpear el corazón del
parlamento británico, pero logró levantar serios cuestionamientos sobre la
habilidad de una capital europea de defenderse frente a la nueva ola de
terrorismo de “pequeña escala” o “baja tecnología”.
Khalid Masood, el
atacante de 52 años, atropelló con su auto a varios peatones en el puente
Westminster, asesinando a tres personas e hiriendo a muchas más. Luego corrió
hacia el parlamento y, para tratar de entrar por la fuerza, apuñaló y mató a
un policía que estaba desarmado, pero momentos después fue abatido por los
disparos de otro oficial. El acto fue a la vez chocante y altamente
simbólico: un ataque contra el centro de la democracia y el poder británico,
en una de las instituciones mejor defendidas y en medio de una jornada de
trabajo. Aún se investiga qué motivó a Masood y si trabajó solo o con
cómplices.
Significativamente,
se trata del primer asesinato en el Palacio de Westminster desde el del
político Airey Neave en 1979, durante el conflicto con Irlanda del Norte. La
más reciente operación terrorista había sido el llamado ataque
"7/7" en 2005. Pero incluso luego del reciente ataque, el nivel de
amenaza de terrorismo en el Reino Unido se mantuvo en “severo”, lo que
significa que las autoridades estimaron que nuevos ataques eran altamente
probables. Según la Policía Metropolitana de Londres, en los últimos cuatro
años han sido destapadas trece conspiraciones terroristas. Pero las
autoridades admiten que los ataques de “baja tecnología” por un solo
atacante, como Masood, son extremadamente difíciles de prevenir, por lo que
solo era cuestión de tiempo antes de que se produjera algo así.
Masood, un
converso musulmán, era conocido por los servicios secretos, pero no era un
sospechoso de alto perfil. El Estado Islámico (EI) se proclamó responsable
del ataque, pero las fuentes de seguridad británicas dudan de sus
afirmaciones, pues el EI no pudo nombrar a Masood antes de que la policía
revelara su identidad. Sin embargo, el ataque es similar a los llevados a
cabo en Niza y Berlín el año pasado –ambos atribuidos al EI–, en donde
también atacantes condujeron vehículos hacia multitudes de personas. Aun así,
hasta ahora, no hay evidencia que vincule a Masood con el EI o con otro grupo
islámico radical.
Emily
Winterbotham, una académica experta en contraterrorismo, escribió hace unos
días en “The Guardian” que esta nueva ola de ataques de “baja tecnología” no
es exclusiva del EI o de otros grupos radicales, sino que representa un
enfoque adoptado por todos aquellos que están dispuestos a infligir terror,
incluyendo a grupos de extrema derecha o neonazis. Se trata de un problema
que plantea serias cuestiones de seguridad a las autoridades europeas, cuyas
estrategias de lucha contra el terrorismo en el pasado se concentraban en
prevenir ataques de mayor escala, como los vistos en París hace dos años.
El verdadero temor
para las fuerzas de seguridad en Europa es que a medida que el EI es más
rechazado en Siria e Iraq, la organización ha aumentado sus llamamientos para
que sus partidarios occidentales lleven a cabo ataques en casa, en lugar de
unirse a la lucha en el Medio Oriente. También hay preocupaciones de que
ataques como el de Londres se vuelvan más frecuentes a medida que
combatientes extranjeros derrotados del EI regresen a casa.
Ante estos
ataques, es vital que las autoridades no reaccionen exageradamente, pues una
reacción agresiva es vista como uno de los factores que conducen a más gente
a realizar actos terroristas. Hasta ahora, la respuesta del Reino Unido ha
sido mesurada, pero algunos críticos han atacado lo que consideraron una
exagerada cobertura mediática del evento, llamándola una "respuesta
explotadora" que jugó a favor de grupos de extrema derecha. El temor es
que estos grupos ahora utilicen el ataque como una forma de despertar el odio
hacia los musulmanes y para impulsar el apoyo a sus políticas
anti-inmigración. La esperanza debe ser que Londres –como París, Bruselas y
Berlín– se mantenga firme y se niegue a ceder ante el miedo o la intolerancia.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/londres-y-terrorismo-baja-tecnologia-p-keller-noticia-1983309
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Pecado sin perdón
Enzo Defilippi
Siempre digo que
la ignorancia más profunda es la de quien ignora que ignora. Y si bien la
ignorancia no es pecado (a fin de cuentas, todos somos ignorantes de muchos
temas), sí lo es la irresponsabilidad. Más aún cuando perjudica a quienes ya
han sido castigados por la naturaleza.
Esto viene a
colación de la ley aprobada la semana pasada en el Congreso, la cual sanciona
con cárcel el acaparamiento y la especulación en zonas declaradas en
emergencia. Como sabemos, el acaparamiento y la especulación son fenómenos
eminentemente económicos (ya que están asociados a una expectativa de aumento
de precios). Pero como podemos leer en su exposición de motivos, los
fundamentos de esta ley son únicamente jurídicos. Cero de economía y, como
veremos, cero en economía.
Intentar regular
fenómenos económicos prescindiendo de la disciplina que los estudia es tan
absurdo como pretender construir un avión ignorando la física. Y que la ley
haya sido aprobada por unanimidad (y que algunos congresistas se hayan
retirado del hemiciclo para no votar en contra) revela que están más
preocupados por su popularidad que por el bienestar de los peruanos.
Motivación similar revela el comportamiento del defensor del Pueblo, terco
promotor de este despropósito.
Al prescindir de
la economía, esta ley deja de lado no solo lo que sabemos sobre las causas de
la escasez, sino también la contundente evidencia de que los controles de
precios no funcionan. Insistir en ellos es como pretender, en pleno siglo
XXI, curar la locura con un exorcismo.
Los economistas
sabemos que cuando el Estado fija el precio de un bien por debajo del valor
que tiene para la gente, se produce escasez. Y para que se produzca no son
necesarios los especuladores. Por ejemplo, quienes causaron que el agua
embotellada prácticamente desapareciese de los comercios de las zonas
afectadas por los huaicos e inundaciones no fueron especuladores, sino
personas comunes y corrientes que corrieron a comprarla antes de que se
acabe. ¿Hubiese sido diferente la situación de haber estado vigente esta ley?
Obviamente no.
También sabemos
que cuando el Estado obliga a los comercios a vender al precio de ayer un
bien que hoy vale más, lo único que consigue es que se acabe más rápido. Es
decir, que se agudice la escasez. Esto, cuando hablamos de damnificados y
bienes de primera necesidad, no significa otra cosa que echar sal sobre una
herida abierta.
Peor aún, al
amenazar con cárcel a quien venda a precios superiores a los habituales
(¿cuáles son esos?) o sugeridos (como si fuesen los mismos para todo el
país), aumenta los riesgos, y por lo tanto, los costos, de reabastecer las
zonas de desastre. Es decir, desincentiva el abastecimiento justo cuando es
más necesario y, lo que es peor, promueve la especulación al hacerla más
rentable.
Así es. Aunque
seguro no lo saben, los congresistas que votaron a favor de esta ley lo
hicieron a favor, no en contra, del acaparamiento y la especulación.
Y si bien la
ignorancia no es pecado, sí lo es la irresponsabilidad de no informarse antes
de votar. Más aún cuando su voto empeorará el infierno de quienes han perdido
todo. Eso sí que no tiene perdón.
http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/pecado-sin-perdon-enzo-defilippi-noticia-1983288
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Pensamiento y democracia
Gonzalo Portocarrero
“A los 40 años no
pensamos o no estudiamos como estudiábamos a los 20 años y a los 60 años […]
Existe una enfermedad que se llama síndrome de Alzheimer. El síndrome de
Alzheimer se da en aquellas personas que estudiaron mucho y que leyeron
mucho, y uno de ellos son los profesores”. Estas declaraciones del
congresista Bienvenido Ramírez pueden ser leídas como un exabrupto
intrascendente, una tontería sin consecuencias.
También pueden
leerse a la manera en que se recibió el juramento del congresista Gerardo
Saavedra (en ese entonces en las filas de Perú Posible) cuando,
sorpresivamente, invocó a “Dios y la plata” como los fundamentos de su nuevo
compromiso como parlamentario. En esa ocasión, se hizo obvio que Saavedra se
había sincerado, sin querer, de manera que sus deseos más profundos
irrumpieron en su discurso produciendo un lapsus que revela la actitud cínica
que domina el comportamiento de muchos políticos.
Si leemos de la
misma manera las declaraciones de Ramírez advertimos que en su discurso se
enuncia una advertencia y amenaza que apunta a quienes piensan. Mejor sería
no pensar, pues así nos protegeríamos de enfermedades a la larga mortales,
como el Alzheimer.
¿Cómo solemos
llamar a las personas que no piensan? ¿Ignorantes? ¿Fanáticos? ¿Sin criterio?
En todo caso, si no pensamos nos quedamos sin la posibilidad de elaborar
juicios propios. ¿Quiénes desean que la gente no piense? ¿Cómo hacer para
impedir que piensen? O, dicho en otras palabras, ¿quiénes tienen que ganar de
la falta de criterio de la ciudadanía? La respuesta es los déspotas, los
decididos a imponer su voluntad, paralizando la capacidad crítica de sus
semejantes.
Se entiende
entonces que la amenaza se dirija hacia quienes aspiran a un pensamiento
propio y, además, que su contenido sea que mucho pensar lleva a una muerte
segura. Pensar representaría una costumbre peligrosa, algo que debería evitarse
para no arriesgar la salud. De otra manera, leer y pensar llevan a la muerte
del cerebro.
En contra de las
opiniones de nuestro congresista, desde el siglo XVIII el conocimiento y la
razón han sido apreciados respectivamente como un registro de información, y
una capacidad para procesarla de forma creativa. O sea, una autonomía que
permite a los individuos anticipar las consecuencias de sus acciones de modo
que puedan escoger los comportamientos más congruentes con sus deseos,
afectos e intereses. El pensamiento nos libera de estereotipos sin
fundamento, nos hace más dueños de nosotros mismos, más libres y tolerantes.
Pero no todas las
promesas de la ilustración resultaron ciertas. La idea de que pensar nos trae
la felicidad tiene que contrastarse con la realidad contundente del
sufrimiento humano, sobre todo aquel que es innecesario y, de otro lado, con
las tendencias autodestructivas que se infiltran constantemente en nuestras
acciones.
Es claro entonces
que el pensamiento no es toda la respuesta que la infelicidad requiere. El
afecto, el juego, el humor son ingredientes necesarios de cualquier propuesta
liberadora. Pero, en todo caso, denigrar el pensamiento como un laberinto sin
salida impulsa a desechar cualquier asomo de reflexión, autonomía y
solidaridad.
Tras el llamado a
no pensar del congresista Ramírez se oculta una visión autoritaria y
personalista del poder y el liderazgo, la pretensión de tener la última
palabra y de ser necesariamente obedecido. Lo serio del caso es que se trata
de una manera de pensar que, como el racismo y la homofobia, no se enuncia en
los espacios públicos pero que tiene una amplia vigencia en los espacios
privados como entre los amigos cercanos y, sobre todo, en la propia
conciencia.
Hace pocos días, a
manera de enmienda, el congresista Ramírez dijo: “Considero oportuno
rectificar lo siguiente: ‘leer o estudiar’ no es ninguna causal para contraer
Alzheimer, enfermedad que afecta a más de 75 mil peruanos y que año tras año
se va incrementando”. No obstante, es difícil pensar que esta autoimpugnación
pueda ser sincera y contundente, pues la rectificación y el ofrecimiento de
disculpas de Ramírez se da solo dos días después de que, en una entrevista
con el canal del Congreso, insistiera en su posición. Para ello, citó un
libro español para decir, entre otras cosas, que “entre las causas [de la
enfermedad] tenemos factores exponenciales referidos a profesionales con muy
alto nivel educativo”.
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/pensamiento-y-democracia-gonzalo-portocarrero-noticia-1983292
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¿Y si anexamos el Callao a Lima?
Fernando Vivas
No estoy
bromeando. La autonomía chalaca ha dado malos resultados para el Callao, para
Lima y para el Perú. Con su condición de provincia constitucional (o sea,
provincia con rango de región); ha tenido menos controles para infestarse de
mafias que manejan el paso de la droga y cobran cupos a su relativa bonanza
económica. Sus principales políticos, desde el entronamiento de Chim Pum
Callao dos décadas atrás, decidieron aliarse a los malos y eso le ha dado al
puerto orden y eficiencia en la corrupción.
A Lima le ha
crecido una amenaza extorsiva para su progreso y formalidad. Miren nomás el
caso de la reforma del transporte. ¿Rfecuerdan cuando la vecina provincia de
Huarochiri daba licencias de rutas que caotizaban Lima? Bueno, Luis
Castañeda, en su incipiente reforma del transporte, logró que el Poder
Judicial librara a la capital de esa lacra; pero una vez que Susana Villarán
quiso dar un paso adelante en la reforma instaurando corredores, la oposición
al cambio se ha articulado desde el Callao. ¡Y el hoy reo Alex Kouri quiso ser
alcalde de Lima, qué miedo!
Vamos, la lógica
política de muchas mafias que quieren atacar la principal plaza del país, que
es Lima, ha sido cooptar, con aliados políticos formales, regiones adyacentes
desde donde asaltar a la capital y al país. El plan de convertir a San Juan
de Lurigancho en provincia, que ya contaba con la venia de Alan García,
entrañaba ese peligro. ¿Y el vecino Áncash de César Álvarez, abriendo sus
brazos a zamarros tan disímiles como Rodolfo Orellana o Martín Belaunde
Lossio, acaso no fue una bocanada de esa ambición maligna?
El Callao, aunque
su autonomía se debió a peculiares intereses de Ramón Castilla al develar una
rebelión en 1857, degeneró en las últimas décadas en perversa autorregulación
y convivencia de política y crimen. En el puerto no solo se ha erizado la
inseguridad, pues las mafias y sus ajustes de cuentas han desbordado a sus
aliados políticos –al punto que la región se declaró en emergencia entre el
2015 y el 2016–, sino que se han establecido pautas infecciosas, malas
señales para el país. En el Callao, por ejemplo, hay extrañas colaboraciones
entre las autoridades locales y las fuerzas del orden que, en lugar de servir
a la lucha contra la inseguridad, podría comprometerla.
Por todo esto,
algunos políticos están sugiriendo que el Gobierno Central intervenga la
región; lo que podría ser una medida coyuntural de polémica aplicación.
Propongo debatir una medida de mayor aliento y más legítima que esa, pues
tendría que pasar necesariamente por la autodeterminación de chalacos y
limeños en un referéndum: fusionar Lima y Callao en una sola región
metropolitana.
-http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/y-si-anexamos-callao-lima-fernando-vivas-noticia-1983273
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miércoles, 12 de abril de 2017
OPINIONES 12/04/2017
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