lunes, 6 de febrero de 2017

OPINIONES 06/02/2017

Boquita de caramelo - Andrés Calderón
Chinchero y el cruce del Rubicón - Humberto Campodónico
Lava Jato: sabíamos casi todo y no hicimos nada - Fernando Vivas
Los picapiedras - Mirko Lauer
¿Seré yo, Señor? - Luis Davelouis
TC: Reposición laboral fomenta el desempleo - Arturo Rodríguez
Toledo y otros peces gordos - César Lévano
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Boquita de caramelo


Andrés Calderón


En una semana en la que un colaborador eficaz revela que un ex presidente recibió US$20 millones en coimas, un aeropuerto se empieza a construir, luego no, y luego otra vez sí, y los huaicos arrasan nuestras casas y nos dejan sin agua, las afrentas políticas transcurren inadvertidas. Pero más que pasar desapercibidas, pasan como siempre, como de costumbre. Lo extraño sería que un político no injurie a alguien.

Por un lado, tenemos al parlamentario de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde, quien critica la modificación del contrato del aeropuerto de Chinchero y pide la anulación de la concesión. Está en todo su derecho, a pesar de no dar ningún argumento de Derecho. Pero como criticar y desconocer contratos es muy básico, da un paso más. Ahora teoriza que la adenda tiene algo que ver con intereses familiares del primer ministro Fernando Zavala, o empresariales de este último y del presidente Kuczynski con el sector cervecero y, por si acaso, añade que “Martín Vizcarra desea entregarle el aeropuerto del Cusco al ex presidente de Chile Sebastián Piñera, que posee alrededor del 10% de AIH”. No cabe duda de que el segundo pasatiempo preferido del buen Vitocho es crear teorías de la conspiración.

Pero si de lanzar acusaciones sin aportar pruebas se trata, Mauricio Mulder –el viejo confiable– no tiene parangón. Si el Ministerio Público quiere cuidar la reserva de la investigación del Caso Odebrecht y evitar el seguro circo mediático en que se convertiría el interrogatorio parlamentario al fiscal Hamilton Castro, para el congresista aprista es porque “sabe Dios qué se está negociando”; y, con la delicadeza de un patinador soviético de hockey, desliza la idea de una acusación constitucional contra el fiscal de la Nación, como también deslizó la idea de una vacancia presidencial hace unas semanas. Escasean las pistas de hielo.

No nos olvidemos de los huaicos. Como los de barro y vituperios dignos de patio de primaria que suele deparar el alcalde Castañeda a quien lo critica. “Él [el alcalde de Huachipa] es un alcalde bueno, todos se ponen a llorar, a quejar[se], él no”, dijo en clara alusión por contraposición al alcalde de San Juan de Lurigancho (SJL), quien en la víspera había cuestionado la falta de apoyo del burgomaestre de Lima. “Qué ocioso […] que no sea vago” (Castañeda al alcalde de SJL) es el “pitucos metidos a zurdosos” de hace unas semanas y el “esa es una loca” de hace unos años.

Esta es nuestra política consuetudinaria, en la que las acusaciones solo se lanzan, no se demuestran. En la que la inmunidad para el insulto que algunos políticos (los congresistas) explotan contagia a otros que no la tienen (los alcaldes), pero actúan como si la ostentaran.

Y a la que también colaboramos los periodistas, dándoles en la yema del gusto. Pues cuando el político suelta la ofensa, no estamos pensando en la repregunta para pedirle el fundamento sino en el rico titular que nos ha regalado. Y mucho mejor si el agraviado de turno pica el anzuelo y le dedica una cuota de improperios a su victimario. Salivamos por el siguiente capítulo de la novela. Porque “Acusan de corrupto a Fulano” siempre será mejor noticia que “Mengano lanza injuria sin sustento”.

http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/boquita-caramelo-andres-calderon-noticia-1966089

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Chinchero y el cruce del Rubicón

Humberto Campodónico



El gobierno cruzó el Rubicón al firmar la adenda de la APP de Chinchero, causando un enorme perjuicio económico y financiero al Estado, a la vez que grandes ganancias al consorcio Kuntur Wasi. No solo eso. La deslegitimación de las APP, ya afectadas por la corrupción de Odebrecht y otras empresas, vuelve al primer plano porque este gobierno actuó de forma parecida –sino igual– a los anteriores.
Veamos lo que pasa cuando un postor hace una apuesta agresiva (se “tira al piso” y ofrece hacer el proyecto por un precio bajísimo) y después usa estratagemas –vía adendas– para obtener ganancias abultadas no previstas.

Primer acto. El año pasado, aún durante Humala, Kuntur Wasi (KW) presenta una propuesta sobre el repago de la inversión de US$ 265 millones en la construcción del aeropuerto. La propuesta eleva el repago hasta US$ 800 millones.

Segundo acto. En enero del 2016 el MTC le dice a KW que la forma de cálculo de los intereses se rige por el contrato y, también, por documentación de público conocimiento de los postores, como el Acuerdo # 1671-491 de enero del 2014 de Ositran (antes de la licitación), colgado en la página web de Proinversión y publicado en El Peruano el 7 de enero del 2014.

Tercer Acto. KW responde que “desconocen el contenido de documentación pública generada en el desarrollo del proceso licitatorio” y que “tienen una lectura distinta del Contrato sobre la determinación del pago (…) por lo cual alcanzan una propuesta de adenda” (Carta 195-2016 de Kuntur Wasi del 2 de diciembre). Aaaaasuuuuu.

Cuarto Acto. Durante todo el 2016, hasta antes del CADE 2016, tanto el gobierno de Humala como el actual rechazan la propuesta de KW. Sorpresivamente, en diciembre el gobierno comienza a hablar sobre el “ahorro” de US$ 590 millones en intereses si es que el gobierno, ya no KW, ponía los US$ 265 millones para la construcción del aeropuerto.

Quinto Acto. En enero el gobierno propone una Adenda para poner los US$ 265 millones. Ya “no va” la adenda de KW (qué “suerte” la de algunos). Por tanto, Chinchero se convierte en obra pública pues KW ya no adelanta los US$265 millones. El 20 de enero el Comité Directivo de Ositran aprueba, por dos a uno, la adenda del gobierno. El voto en contra es de su Presidenta, Patricia Benavente, que renuncia al cargo, así como cuatro gerentes de línea del regulador. Y el 3 de febrero se publica la Resolución Ministerial del MTC que autoriza la adenda.

Varias cosas. Una, hasta noviembre nunca se aceptó la adenda de KW. Por tanto, el ahorro de US$ 590 millones es humo puro. Dos, que si el gobierno se mantenía firme y no había “cierre financiero” (KW no acreditaba los US$ 265 millones en la forma establecida en el contrato), el contrato caducaría. Tres, que KW, con fuertes dificultades financieras, llevaba las de perder en un litigio que llegara al arbitraje pues la posición del gobierno (MTC, Ositran y también Proinversión) era sólida.

Pero eso no sucedió. Y ahora tenemos una adenda que desnaturaliza el contenido de lo que es una APP y demuestra que se pueden hacer los cambios que el privado quiere cuando se tienen amigos y amigas en el gobierno, o sea “lobbies”, porque ahí está la madre del cordero.

Justamente, hay un tema que solo se entiende porque hay “lobbies”. Si KW ya no pone la plata, ¿por qué prosigue con la operación y mantenimiento (OyM) de Chinchero durante 35 años? ¿Tan difícil era hacer un agregado para cambiar esta sinrazón? Recordemos que el contrato garantiza a KW un ingreso anual mínimo de US$ 35 millones. Ese monto no incluye los ingresos no regulados por hoteles, duty free, estacionamiento, alquiler de tiendas y restaurantes. En el Jorge Chávez éstos fueron US$ 73 millones en el 2015 (1). Y en Chinchero, ¿cuánto serán? ¡Qué bonito, y gratuito, negocio!

Chinchero debió ir, pero no así. Veremos qué pasa en los próximos meses.

Urge, por tanto, una amplia revisión de la legislación sobre las APP –como hemos visto tiene enormes vacíos y permite adendas a gusto del cliente–. Solo después de esta revisión –que incluye el DL 1276 hoy en el Congreso– se deberían licitar los proyectos de APP por US$ 4,077 millones que el gobierno planea para el 2017 (2) y que hay que mirar con microscopio. No debiera otorgarse una APP más sin la seguridad de que nuestros impuestos van a estar bien gastados.

No es que antes de este cruce del Rubicón estuviéramos frente a un gobierno de otra naturaleza. Pero lo que esta adenda demuestra es que no ha sido capaz de avanzar en la privatización de la inversión pública (lo que no avalamos) de manera honesta y transparente (¿puede existir tal cosa?), a tal punto que muchos liberales ya lo tildan de “mercantilista” para abajo.

Más allá: están en cuestión y en crisis 25 años de neoliberalismo. El crecimiento económico producto del superciclo de altos precios de las materias primas no se aprovechó para la diversificación productiva (ni la petroquímica ni los fertilizantes en Bayóvar que hoy se exportan como roca).

Pero la crisis viene, sobre todo, porque la soberbia de la tecnocracia (que desdeña la política desde su “cumbre de sabiduría”) no impulsó la institucionalidad (el “libre mercado” proveerá) y se perdió la transparencia. Y en ese campo creció la corrupción existente que estamos sufriendo ahora. No iban a durar mucho las promesas de PPK en la campaña electoral. Pero era difícil prever cuánto demoraría en incumplirlas. Ahora ya lo sabemos.



http://larepublica.pe/impresa/opinion/845877-chinchero-y-el-cruce-del-rubicon


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Lava Jato: sabíamos casi todo y no hicimos nada

Fernando Vivas



Antes del Lava Jato, la película pasó ante nuestra cara pelada. Pero no la vimos: en el 2005 Odebrecht (en consorcio con Graña y Montero y JJ Camet Ingenieros) ganó la licitación para hacer los tramos 2 y 3 de la Interoceánica Sur, mientras que Camargo Correa y Queiroz Galvao se hicieron del tramo 4. El proyecto se declaró de interés nacional y se lo eximió de controles fundamentales, hasta se dio una ley para derogar otra que impedía que empresas en litigio con el Estado, como Odebrecht, pudieran ser contratistas. Un monumento al destrabe nacional.

El proyecto ya era polémico al nacer. Las proyecciones de tránsito de productos y de viajeros, entre dos países que estábamos históricamente de espaldas, no justificaban a primera vista el costo de cerca de US$850 millones del proyecto. Peor aun, sucesivos incrementos habían llevado el costo, hacia el 2008, a US$1.350 millones (al final, llegó a los US$2 mil millones). Más de 60% de incremento que, ya no solo Toledo, sino el gobierno de García, tenían que cubrir y justificar.

Habría que ser muy ingenuo como para no sospechar que algo se pudría en la IIRSA. Por eso, la bancada nacionalista, la ‘antisistema’; la aprista, la oficialista que tenía ojeriza al predecesor Toledo; y la fujimorista, que lo alucinaba, lanzaron arengas de pesquisa. En el 2007 se formó una comisión para investigar actos de corrupción durante el toledismo. La presidió el humalista Fredy Serna y puso un hito: acusó irregularidades en contratos y adendas de la IIRSA Sur. El portal Convoca ha evocado esa comisión en un artículo sobre Lava Jato y Castillo de Arena (el escándalo que liga a Toledo con Camargo y Correa) y destaca, por ejemplo, que la comisión calculó que cada kilómetro en promedio estaba sobrevaluado en 79,11%, respecto a obras similares. Serna se batió por su informe –el entonces peruposibilista Carlos Bruce lo tildó de figuretti– y tuvo oposición en su propio grupo de trabajo.
Una página del informe de la comisión investigadora de la Interoceánica Sur. (Fuente: El Comercio)

Lo peor estaba por venir. El 17 de abril del 2008, se formó la Comisión Investigadora del Proyecto Corredor Interoceánico Perú-Brasil IIRSA Sur. ¿Para qué investigar mil obras del toledismo, si la serpiente kilométrica prometía tanto? El grupo lo presidió la humalista Margarita Sucari, el vicepresidente fue el entonces fujimorista Renzo Reggiardo, el secretario fue el aprista Luis Wilson, y los otros dos integrantes fueron el pepecista Juan Carlos Eguren y el también humalista Juvenal Silva. Si alguien esperaba que la comisión se abocara a la combativa judicialización de la política, se equivocó de plano. 

—¡No te metas!——
Al día siguiente de instalada, la comisión tuvo una primera alteración. El congresista Wilson fue reemplazado por Aurelio Pastor. Y empezaron, según me cuenta Renzo Reggiardo, las presiones y las dilaciones. Se hizo evidente que, si en un primer momento la bancada aprista había decidido investigar por puras ganas de mellar al toledismo, luego, como dice Reggiardo, “el gobierno de García había decidido expedir un certificado de buena conducta a Odebrecht”. Al leer el benévolo informe, queda clarísimo que los tres congresistas que lo firmaron hicieron suya la consigna oficial de seguir adelante con el contrato y sus adendas, costaran lo que sobrecostaran.

El difunto contralor Genaro Matute objetó el proyecto. Es conmovedor leer cómo los congresistas pasan por alto la posición de Matute de cancelar y volver a licitar, porque estiman que una paralización de la obra nos haría perder la carrera transoceánica: citan un artículo de “El Clarín” sobre un tren entre Argentina y Chile que no llegó a hacerse [ver documento adjunto].

La ministra de Transportes en ese momento, Verónica Zavala, invitada por la comisión, también mencionó la posibilidad de volver a licitar, pero prefería –era la consigna del régimen– seguir adelante. Según señala el informe, la hermana del actual primer ministro consideró que no había sobrevaluación indebida, sino que la cifra inicial, los US$850 millones, se basaba en un estudio de factibilidad, mientras que el precio ajustado tras adendas a US$1.350 millones se basaba en PID (proyectos de ingeniería de detalle), que encontraron distintos metrados, elevaciones de terreno, accidentes y huaicos. Por lo tanto, no era un sobrecosto injustificado, sino “un sinceramiento de precios reales”.

Cuando se acercaba el fin del breve plazo de 60 días para investigar, ocurrió algo extraordinario: un reportaje dominical reveló que Margarita Sucari le había descontado el sueldo a una asesora, y fue sancionada con 60 días de suspensión. La comisión se quedó sin cabeza.

El nuevo presidente del grupo, Reggiardo, cuenta que las postergaciones de sesiones le impedían seguir adelante: “Sentía como si mis colegas fueran abogados de Odebrecht –me dice– y preferí renunciar [ver carta adjunta] antes que avalar un informe entregado después de que la comisión había terminado su plazo”.

La carta de renuncia de Renzo Reggiardo a la comisión investigadora. (Fuente: El Comercio)

Llamé a Eguren y me dijo que “las supuestas irregularidades fueron explicadas por los invitados” y precisó: “Yo no podía votar contra un proyecto tan importante para mi región [Arequipa]”. Agregó, justificando su benévola firma, la existencia de un estudio de la Universidad del Pacífico, citado en el informe, que señala que el beneficio de la obra sería superior a eventuales encarecimientos.

También llamé a Pastor y fue más lacónico: “Soy abogado y si la ministra dice que no hay irregularidades, no hay razón para insistir en lo contrario”. Silva no es fácilmente ubicable, pues ha sido denunciado por el Minedu.

Ya lejos del fujimorismo, Reggiardo me cuenta que Odebrecht presionaba tanto que hasta un tío que trabajaba en una subcontratista de los brasileños lo buscó para hablarle de las bondades de la IIRSA. Y hace esta revelación: “En mi bancada me dijeron ‘no te metas, no investigues’”. La jefa de los 13 naranjas de aquel entonces era Keiko Fujimori. ¡Que levante la mano la bancada que no haya tenido trato con Odebrecht!

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Los picapiedras

Mirko Lauer


El candidato (2016,2021) Julio Guzmán acaba de declarar la caída de un primer dinosaurio. En otras circunstancias sería el comentario natural de un recién llegado a las competencias electorales. En este momento se trata más bien de una propuesta: el enorme meteoro brasileño va a iniciar una nueva era en la política peruana.

Hay mucho optimismo en esa idea. La hecatombe del fujimorismo al final de los años 90 no produjo cambios de importancia. El partido responsable de aquel autoritarismo y aquella corrupción simplemente se sumó al nuevo proceso democrático, y no dejó de prosperar desde entonces, hasta ocupar el poderoso segundo lugar de hoy.

Para una nueva era política se necesita un nuevo electorado y un nuevo sistema de gobierno, cosas mucho más difíciles de conseguir que un nuevo candidato. En esto las reformas son mucho más importantes que las personas. Pues hemos visto a los neosaurios convertirse en dinosaurios bajo presión de las necesidades del realismo.

Es posible, incluso probable, que quienes peor se chanquen los dedos con los escándalos actuales pierdan toda opción de volver a la presidencia o llegar a ella. Pero no es imposible, y ese es un dato clave: la gente maldice a los corruptos, pero bajo ciertas circunstancias está dispuesta a votar por ellos.
Nos parece que Guzmán está imaginando un 2021 donde los afectados por el mal brasileño y los que no padecieron el contagio podrán ser percibidos como dos contingentes, dos ofertas contrapuestas, dos eras de la política. Quizás está extrapolando su experiencia del 2016, y con ello hace un pronóstico riesgoso.

Es cierto que un rostro nuevo ha sido ventajoso en varias elecciones. Pero la novedad y el contagio de la corrupción no son sino dos factores entre muchos otros. Hay consideraciones racionales que a veces incorporan el rechazo a la corrupción, real o atribuida, a sus cálculos; pero otras veces no. Dinosaurio, corrupto o perdedor no siempre son sinónimos.

Imposible no recordar el célebre cuento cortísimo de Augusto Monterroso: “Y cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”. Mucho se ha analizado esta frase, para descubrir si quien despertó fue un personaje o el propio animal prehistórico. En cualquiera de los dos casos, lo realmente importante es la sorpresa.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/845874-los-picapiedras



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¿Seré yo, Señor?

Luis Davelouis



En el 2000, seguramente, la ansiedad tenía esta forma: “Yo me reuní con Montesinos, ¿me habrá grabado? ¿Saldré en la TV?”. Hoy quizás sea: “¿Yo recibí plata de XYZ, ¿estaré en alguna lista?”.

Igual que entonces, la justicia solo alcanzará a los más vulnerables. Quienes tienen los medios económicos y la influencia necesarios no serán sancionados por la justicia ni moralmente por la sociedad. Y tal vez hasta algún reconocimiento obtengan, algo como empresario del año.

Caerán primero quienes carezcan de aparato político que los sostenga o de padrinos con alguna cuota de poder vigente. Como un ex viceministro y ex funcionarios de mando medio y de confianza de un ex ministro aprista, hoy en desgracia dentro de su partido.

Siguió un ex presidente corrupto, con la reputación deshecha por él mismo, sin partido, sin amigos ni aliados en el poder. Quizás lo siga otro ex presidente que anda más solo que Darth Vader un jueves de patas. El mensaje implícito sería que, si de cinco presidentes están presos tres, aquí nadie se sale con la suya. Aunque sea mentira.

Fíjese. Cuando uno de los detenidos del caso Odebrecht era transportado al penal, un sujeto que se hizo pasar por periodista se le acercó y le dijo: “Tú no vas a decir nada, ¿ya? Porque ya sabes lo que pasa”. Hoy, ese detenido solo come lo que le llevan de su casa y renunció a ser colaborador eficaz.

¿Quién puede hacer que alguien elija comerse 10 años preso antes que abrir la boca para rebajar su pena? No es raro que alguien tema más a las posibles represalias de ese al que delató que al castigo de la justicia del Estado, pero no solemos pensar en esos términos.

Pablo Escobar tenía ese poder. Y también solía enterrar su plata.


http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-sere-yo-senor-2269938

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TC: Reposición laboral fomenta el desempleo

Arturo Rodríguez



Desde que el Tribunal Constitucional expidió aquellas históricas sentencias recaídas en los expedientes de fecha 11 de julio del 2002, caso Eusebio Llanos Huasco de fecha 13 de marzo del 2003, a través de las cuales, interpretando los artículos 23, 27 y 103 de la Constitución Política, se restableció en nuestro sistema legal laboral, el modelo restitutorio (reposición) en caso de despido arbitrario.

Antes de la dación de dichas sentencias, gracias a la reforma laboral impuesta por el fujimorismo en los 90, el empleador tenía la facultad de despedir a su mero arbitrio a sus trabajadores, para lo cual a lo más les abonaba un monto establecido por la ley en calidad de “indemnización por despido arbitrario”, demás está decir los miles de trabajadores que fueron despedidos sin causa alguna, así como la dramática disminución de la tasa de sindicalización y negociación colectiva que ello produjo.

Dicho reconocimiento a la estabilidad laboral, no ha estado exento de una andanada de cuestionamientos por parte del empresariado, que en todo momento la ha calificado como anacrónica, que desincentiva la inversión privada, cohíbe la generación de nuevos empleos, en pocas palabras el apocalipsis en la tierra.

Hace poco el Tribunal Constitucional ha expedido la sentencia recaída respecto a un proceso de reposición laboral, suscrito por los magistrados Ledezma Narváez, Espinoza Saldaña y Sardón Taboada, dicho pronunciamiento, contrariando su abundante jurisprudencia, pareciera retrotraernos a las peores épocas del fujimorismo respecto a los derechos laborales y en especial la estabilidad laboral.

En efecto, se cuestiona la posibilidad que el trabajador pueda solicitar la reposición laboral dado que, según dicha sentencia, ello no tendría asidero constitucional, tocando únicamente la posibilidad de reclamar la indemnización por despido arbitrario, así el fundamento 23 va a señalar: “todo lo dicho precedentemente, se contrapone al régimen de reposición laboral en el cual cada puesto de trabajo es monopolio de quien lo ocupa perjudicando a lasempresas existentes, desincentivando la creación de empresas nuevas, fomentando el desempleo y reduciendo el tamaño de los mercadoslaborales”.

El autor de dicho texto fue el magistrado Sardón de Taboada, propuesto por el fujimorismo para ocupar una plaza en el TC, los otros dos magistrados, Ledezma y Espinoza, han señalado en sus votos singulares que solo están de acuerdo con la parte resolutiva que declara improcedente la demanda, más no en la fundamentación por cuanto consideran que el derecho a la reposición laboral sí se encuentra reconocida por nuestra Constitución Política.

A pesar que dicha sentencia no tiene calidad de precedente vinculante, de seguro en los próximos días el empresariado, a través de sus medios de comunicación relanzarán con “renovados bríos” una campaña tendente a cuestionar el derecho a la estabilidad en el trabajo acogiéndose al novísimo pronunciamiento del TC, para lo cual, demás está decir, contarán con la venia de nuestro Ministro de Trabajo.


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Toledo y otros peces gordos

César Lévano



Con Alejandro Toledo parece haberse eclipsado la temporada de los peces chicos en prisión. Es el primer pez gordo que puede caer preso. Además, él y su esposa, Eliane Karp, se muestran dispuestos a desenmascarar a otros corruptos mayores, entre ellos el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski.

Pruebas se acumulan contra Toledo, desde tiempo atrás, cuando para explicar millonarias adquisiciones inmobiliarias adujo que el dinero provenía de indemnizaciones que su suegra había recibido por haber sido víctima del racismo nazi. Se demostró que eso era falso. El cuento parecía un tango de los años 30.

Jorge Barata, representante de Odebrecht en el Perú, ha confesado que el negociado sobre la Interoceánica se inició en Palacio de Gobierno de Lima, cuando se reunió ahí con el israelí Avraham Dan On, quien era jefe de seguridad de Palacio.

Después, ha explicado Barata, los tratos fueron con el propio Toledo. Ocurrieron en el Hotel Marriott de Río de Janeiro en noviembre de 2004. El escenario fue la Cumbre de Río. En la reunión estuvieron Toledo, su gran amigo Josef Maiman y dos amigos, Gideon Weinstein y Sabi Saylan. Estos pidieron a Barata una coima de 35 millones de dólares para otorgarle la buena pro en una licitación de la carretera Interoceánica.

Esa suma se redujo a 20 millones de dólares porque las bases de la licitación no se modificaron, como habían prometido los negociadores de la parte peruana. Los pagos se hicieron por fracciones entre el 2006 y el 2010.

Como es lógico, la revelación de los 20 millones ha acelerado el ritmo del proceso Odebrecht y alterado el cardiograma de los esposos Toledo. La señora Eliane ha amenazado con revelar vínculos ilícitos de PPK. En mensaje bilingüe ha dicho: “¡No me hagas hablar, because I know what you did last time! (porque yo sé lo que hiciste en la última etapa).

Esto último es apenas una amenaza. Sería bueno que los Toledo suelten la lengua, no solo por venganza. Podría ser una forma de mitigar la condena que les aguarda, y de la que no se podrán librar en ningún rincón del planeta.

Lo cierto es que con Toledo comienza la caída de las ligas mayores de la corrupción. Falta que salgan a luz las culpas –y las penas– de Alan García, Ollanta Humala. Una lista de funcionarios debería seguir. Por ejemplo, los de Proinversión, que parecían ignorar la aritmética elemental, salvo cuando se trataba de restar ingresos al Perú e incrementar las ganancias de los empresarios.


http://diariouno.pe/columna/toledo-y-otros-peces-gordos/


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