Calentamiento global - Mirko Lauer
Cusco burbuja - Luis Davelouis
La gimnasia y la magnesia - Enzo Defilippi
Riesgos globales 2017 - Germán Alarco Tosoni
Trump contra la historia - césar Lévano
¡Tu proyecto se pudrió, tecnócrata! - Fernando Vivas
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Calentamiento global
Mirko Lauer
La resistencia a Donald Trump está creciendo. Comenzó con pancartas en las calles y ahora incluye, entre otros, a las Naciones Unidas, la protesta de grandes empresas, la rebeldía de altos funcionarios públicos, y un contingente bipartidario de políticos. El salto se produjo con el cierre de fronteras a ciudadanos de siete países musulmanes.
En cierto modo Trump ha empezado a probar de su propia medicina. Pues la protesta en los EEUU está superando los cauces convencionales de la política, y de paso revelando que los estadounidenses de origen inmigrante o solidarios con ese origen son una fuerza considerable en esa sociedad. Trump les acaba de proporcionar una causa justa, razonable, y común.
Gracias a medidas como el bloqueo a los musulmanes, las más importantes corporaciones de los EEUU ya han empezado a perder valor accionarial, y muchas de ellas específicamente ya están temiendo por su buena imagen y espacio comercial en el mundo. Starbucks, por ejemplo, ya ha anunciado que está contratando a 10,000 refugiados por todo el mundo.
La primera reacción de Trump ha sido dar algunas pálidas explicaciones, como que a la fecha solo se les ha impedido el ingreso a 190 personas. Pero no tiene la menor disposición a retroceder, y más bien está despidiendo a los funcionarios discrepantes. En cierto modo parodia de su antiguo programa sobre despidos en la TV.
En parecido ánimo, quienes han comenzado a protestar han empezado a organizarse para el largo plazo. Todavía no como un bloque unitario, sino a partir de las áreas afectadas por las declaraciones, y en algunos casos ya primeras medidas concretas, del nuevo gobierno. Es obvio que esto desembocará en un pulseo de fuerzas que vienen de la anterior elección.
En el resto del mundo crece una tormenta. En los países musulmanes ya no se diga. Pero incluso en Gran Bretaña, tan sintonizada con los EEUU, un millón de personas ha marchado para impedir la visita de Trump. El boicot a empresas de los EEUU parece inevitable, a pesar de la buena voluntad de algunas de ellas en esta hora.
Se va acercando el momento de los partidos que controlan el Congreso de los EE.UU.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/844598-calentamiento-global
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Cusco burbuja
Luis Davelouis
Cuando se anunció la licitación del proyecto del aeropuerto de Chinchero, el precio del metro cuadrado de tierra en la zona se triplicó. Lo curioso es que ya había empezado a subir antes de que la aprobación del proyecto se hiciera pública.
Este fenómeno le daría la razón a quienes sostienen que el mercado siempre se adelanta y descuenta los sucesos y los incorpora en los precios incluso antes de que los hechos ocurran o siquiera se anuncien. Absurdo como es, (nadie fue, pero alguien tiene que haber sido) lo cierto es que los precios de todo han subido sostenidamente particularmente en los últimos cuatro o tres años desde que se anunció que ya se tenía un inversionista socio del Estado que desarrollaría el proyecto.
Este fenómeno especulativo no se restringe solamente al precio de la tierra, sino también a todos los servicios que se puede –desde la perspectiva de cada quien– ofrecer para, primero, la construcción de un aeropuerto y, después, su entrada en operación. Desde restaurantes y vendedores de materiales de construcción, hasta hoteles y maquinaria pesada, muchas personas que recibieron un justiprecio por su tierra expropiada o tenían algún excedente, los han invertido en lo que se les ocurre que les procurará algún ingreso cuando el proyecto del aeropuerto se concrete.
Algo de este tamaño y que ha generado semejante nivel de expectativa (se dice que a lo largo de más de 30 años y algunos sostienen que son 40 en total) no queda fuera del radar de traficantes de tierras, políticos, políticos oportunistas y oportunistas a secas que, como en una reedición de CLAE, le venden a la gente un sueño futuro a cambio de un pago que parece razonable pero que hay que hacer hoy mismo o se pierde la oportunidad. ¿Alguien se está ocupando de esa burbuja?
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-cusco-burbuja-2269449
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La gimnasia y la magnesia
Enzo Defilippi
Conozco a Alfredo Bullard desde hace mucho tiempo y no tengo dudas en afirmar que es uno de los mejores abogados de la ciudad. Ello, por supuesto, no lo previene de cometer errores, o, como el último sábado, escribir una columna entera basada en ellos.
La semana pasada escribí sobre cómo la Municipalidad de Lima no ha sabido distinguir entre los beneficios de construir infraestructura nueva y los perjuicios de restringir el acceso a la infraestructura existente. Puse como ejemplo las avenidas Javier Prado y Primavera, donde se ha autorizado a empresas privadas a cobrar por el uso de los ‘by-pass’ y vías rápidas ya construidas (con nuestra plata). Expliqué cómo cobrar por usar la infraestructura que hoy usamos libremente generará más tráfico en las calles adyacentes.
Alfredo, en su columna del sábado, dice que estoy equivocado (“atrapado en paradojas”). Argumenta que sí puede ser razonable cobrar por usar infraestructura ya construida, y pone como ejemplo el cargo por congestión cobrado a los automovilistas por entrar al centro de Londres.
Lamentablemente para él, estamos hablando de dos políticas públicas completamente diferentes. El objetivo de los cargos de congestión es racionalizar el uso de infraestructura escasa. El de los peajes, financiar la construcción de nueva infraestructura. Creer que son lo mismo es como confundir la gimnasia con la magnesia: suenan parecido, pero no tienen ninguna relación.
La fuente de su error es el desconocimiento de uno de los principios elementales de las políticas públicas: que las herramientas (como los peajes y los cargos) no son buenos o malos per se, sino que su bondad depende de si permiten o no alcanzar los objetivos de una política específica. Entonces, ¿tiene sentido afirmar que si es razonable cobrar cargos para reducir la congestión también lo es cobrar peajes por infraestructura que ya pagamos? ¿Aun si genera más congestión? No, ¿no?
Hagamos como Alfredo y contemos una historia para ilustrar el punto. Suponga que después de años de esfuerzos y sacrificios, usted compra la casa en la que vive. ¿Qué le parece si un tiempo después, con la excusa de hacerle algunas mejoras, le proponen volver a pagar alquiler por los siguientes 30 años? ¿Aceptaría? ¡Ni hablar! Bueno, la municipalidad ya aceptó. Esa es la situación que yo critico y que a Alfredo le parece razonable bajo el falaz argumento de que podría ser conveniente si los peajes fuesen cargos por congestión.
¿Podrían serlo? No, y eso es lo más penoso. Los cargos por congestión se cobran por ingresar a áreas urbanas (como el centro de Londres), no por usar una avenida. Y la recaudación se destina a financiar obras o servicios públicos, no a engrosar utilidades de empresas privadas. Su discusión no tiene nada que ver con el tema de mi columna.
Entonces, ¿cuáles podrían ser esas “paradojas” en las que, según Alfredo, estoy atrapado? ¿Es que estas concesiones no van a usar los ‘by-pass’ y vías rápidas que ya pagamos o que ello no va a causar congestión? La única paradoja (hecho contrario a la lógica) que yo veo aquí es creer que se está dando clases de gimnasia mientras se repite, una vez más, la fórmula de la magnesia.
http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/gimnasia-y-magnesia-enzo-defilippi-noticia-1964913
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Riesgos globales 2017
Germán Alarco Tosoni
Hace dos semanas fue la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos-Suiza. Se resaltó la presencia de Xi Jinping, presidente de China, que enfatizó la importancia de promover el comercio internacional y en asumir el liderazgo global en el tema, como una respuesta implícita a la visión de Trump.
También fueron interesantes los comentarios de Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en un panel sobre cómo resolver la crisis de la clase media y la presentación del informe sobre Riesgos globales 2017.
Desafortunadamente, los comentarios de Lagarde no fueron destacados por la prensa, ni por los analistas y políticos locales. Ella reclamó una mayor distribución de la riqueza para responder a los avances populistas en el mundo entero. Asimismo, agregó que las desigualdades excesivas son un freno para el crecimiento sustentable.
Para enfrentar esta elevada desigualdad hay que aplicar reformas fiscales (por ejemplo, tasas progresivas del impuesto a la renta) y estructurales (por ejemplo, elevar la tasa de sindicalización), tal como viene planteando el FMI desde hace pocos años atrás.
Antes, desde la perspectiva de los economistas estándar, hacer redistribución del ingreso a favor de los estratos de menores ingresos era hacer populismo; ahora es la forma de evitarlo. Ojalá se pueda entender esto en el Perú.
Los comentarios de Lagarde estaban perfectamente alineados con el informe de Riesgos globales 2017 que involucró las opiniones de 745 expertos a nivel internacional a fines de 2016. En el documento de 78 páginas se anotan tanto los riesgos como las tendencias principales que impactarían al mundo en la próxima década.
La primera tendencia es la elevación de las disparidades de ingresos y riquezas; la segunda el cambio climático. La creciente polarización de las sociedades es la tercera. La cuarta se refiere a un aspecto tecnológico que es la cyber dependencia y la quinta es el envejecimiento poblacional.
La lista de riesgos más importantes fueron la profunda inestabilidad social, el desempleo y subempleo. En segundo lugar las grandes migraciones involuntarias y la crisis de los Estados. El tercer conjunto son las crisis hídricas y las fallas en las acciones de adaptación o mitigación ante el cambio climático.
Otros riesgos fueron las fallas en la gobernanza de los Estados (eficacia, calidad y orientación de los gobiernos que proporciona legitimidad) y los conflictos entre países con consecuencias regionales.
Es hora que nuestros empresarios y políticos estén atentos, ya que a estos retos globales se suman los internos como los conflictos regionales y la corrupción que, como planteó Julio Cotler, puede ensanchar las bases sociales y políticas de movimientos radicales que desplacen a los partidos y tendencias intermedias.
http://diariouno.pe/columna/riesgos-globales-2017/
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Trump contra la historia
César Lévano
Donald Trump es un desenfrenado. Su última hazaña, el decreto ley que suspende durante 120 días el ingreso a los Estados Unidos de todos los refugiados y durante 90 días la concesión de visados a personas de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán, hasta que se instalen nuevos mecanismos de vigilancia más estrictos.
Los países mencionados tienen, en efecto, mayoría musulmana, pero esta no es proclive al terrorismo. Algo más, en casi todos los casos, el terrorismo fue organizado, financiado y armado por Washington. El caso más visible es el de Siria. El expresidente Barack Obama y sus aliados armaron allí una guerra civil con sicarios que se convirtieron en terroristas.
El decreto de Trump ha enconado la opinión interna que enfrenta el presidente. En el ámbito mundial, el rechazo ha sido igualmente enérgico. La canciller alemana Angela Merkel ha dicho a Trump, en llamada telefónica, que su orden podría violar compromisos internacionales. Steffen Seibert, portavoz de la señora Merkel, ha aclarado que “la Convención de Ginebra sobre refugiados requiere que la comunidad internacional acepte refugiados de guerra por razones humanitarias”.
El auditorio Trump no tiene consenso en su país. Hace una horas destituyó a la fiscal general de los Estados Unidos, Sally Yates, luego de que ella cuestionara la prohibición establecida en su decreto.
Diversos jueces federales han favorecido medidas cautelares, por considerar que la orden viola el derecho al debido proceso y a la igual protección garantizados por la Constitución.
La historia indica que en un tiempo los Estados Unidos fueron tierra acogedora para millones de desesperados. El poeta judío francés Georges Perec lo recuerda en su ensayo Ellis Island:
“Abierto en 1892, el centro de recepción de Ellis Island marca el fin de una emigración casi salvaje y la llegada de una emigración oficializada, institucionalizada y, por decirlo de alguna manera, industrial. Entre 1892 y 1924, unos dieciséis millones de personas pasaron por Ellis Island, a razón de cinco a diez mil por día. La mayor parte se quedaría apenas unas cuantas horas; sólo un dos o un tres por ciento sería rechazado. En suma, Ellis Island se transformaría en una fábrica de americanos, una fábrica que cambiaba emigrantes por inmigrantes, una usina a la americana, tan rápida y eficaz como una fiambrería de Chicago: en un extremo de la cadena ponemos a un irlandés, a un judío de Ucrania o a un italiano, y del otro extremo –después de la inspección de los ojos y de los bolsillos, vacunación y desinfección sale un Americano”.
http://diariouno.pe/columna/trump-contra-la-historia/
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¡Tu proyecto se pudrió, tecnócrata!
Fernando Vivas
Las ciencias sociales tardan en explicar lo que nos pasa. Pero ya hay sólidos apuntes: la debilidad de partidos e instituciones ha sido, en los últimos años, el festín de los tecnócratas. En el 2015, Julio Cotler me lo dijo así en una entrevista: “Un Estado débil va asociado a actores sociales débiles. Cuando tienes esa situación, es fácil que aparezca un núcleo que captura el Estado para sus intereses particulares y ahí tienes a los tecnócratas. Durante 25 años el aparato del Estado ha funcionado en base a ellos. Yo siempre digo que los tecnócratas se parecen a los estalinistas. La estructura económica es la que manda y la superestructura es una derivación que automáticamente se adecúa a los hechos”.
Con humor negro, Cotler fustigaba la apuesta del tecnócrata por imponer la economía sobre la política representativa. O sea, para el tecnócrata el peruano es un consumidor individualista antes que un ciudadano partidarizado. Con lo que nos acercamos a la gran pregunta, ¿cuál es el proyecto nacional de nuestros tecnócratas? A ver, mi respuesta tentativa: un país despolitizado donde la ‘accountability’ la asumen los gobernantes de turno, puertas giratorias entre sector público y privado, promoción de las APP y obras por impuestos, transferencia de riesgos privados al Estado (miren si no a Chinchero). Y también programas sociales y regulación en educación y salud; que necesitamos un Perú sostenible y sin caldo de cultivo para los antisistema, faltaba más.
A diferencia de Brasil, donde compartieron más de 15 años el poder con el PT, aquí los tecnócratas reinan con holgura. Con Toledo se afianzaron y perfeccionaron instituciones perversas (adendas, proyectos de ‘interés especial’, brazos abiertos a los lobbies de megaobras, arbitrajes ad hoc); con García aprendieron otras formas de negociar con los políticos de turno; con Humala fue fácil imponer sus recetas porque este poco entendía de economía y ya estaba condicionado por los brasileños.
Con PPK, han tomado directamente el poder sin intermediación de un partido (¿acaso Peruanos por el Kambio lo es en serio?). Pero, gran ironía, justo les estalla su proyecto en la cara. Divorciado de la política representativa, era fácil que todo se pudriera. Sé que hago una abusiva generalización y me disculpo si ofendo a técnicos honestos con vocación democrática, ¡pero estamos indignados al ver su obra!
La solución es que el proyecto nacional lo vuelvan a asumir y agitar los políticos. Que el desarrollo, con sus megaobras, sea planificado desde la legitimidad que surge de las urnas y del equilibrio de poderes; no de una componenda público-privada. Ya se lo dijimos a PPK y al Gabinete en su estreno; ahora hay que gritarlo: ¡hagan política!
http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/tu-proyecto-se-pudrio-tecnocrata-fernando-vivas-noticia-1964924
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