De
héroes a falsos guerreros: opositores denuncian abusos de "La
Resistencia"
M.V.
Durante la jornada del 1° de agosto circuló un
comunicado en las redes sociales en el que una agrupación llamada
"Trinidad Activa" informó a los vecinos del municipio Baruta del
estado Miranda respecto a denuncias recibidas sobre "falsos guerreros",
se trata de grupos de encapuchados que se dedican a pedir peaje en distintos
lugares de la zona.
Estas células se corresponden con los
"trancazos", esos métodos de protesta escogidos por la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) que consisten en impedir el tránsito de la
ciudadanía y de insumos básicos como alimentos y medicinas. Este formato de
sabotaje (popularmente conocido en Venezuela como "guarimba") ha
sido respaldado por sus seguidores, como lo muestran distintos operadores de
propaganda antichavista.
A partir de una metamorfosis o agotamiento del
método, el antichavismo pareciera desmarcarse de dichas acciones de
desestabilización porque han puesto en jaque a la población de los municipios
en los que gobiernan y son mayoría. Los grupos llamados "resistencia"
han ejecutado al pie de la letra un plan violento que incluye agresiones
contra transeúntes, vecinos que no comparten esta agenda (denominados
"colectivos") y cuerpos de seguridad. Acciones que son aupadas por
la misma población antichavista, han sido protegidas por organizaciones de la
"sociedad civil" y defendidos por ONGs financiadas por el
Departamento de Estado como Foro Penal y Provea.
En entrevista con la periodista Maripili
Hernández, el diputado Freddy Guevara defendió este método de protesta vinculando
el malestar que generan a la permanencia del chavismo en el poder. "Si
esa sensación de secuestro la siente el régimen, me parece muy bueno porque
ellos son culpables de todo lo que ha pasado, ellos tienen a todo un país
así", afirmó.
Ahora las expresiones de malestar provienen del
mismo antichavismo que ha visto alteradas su cotidianidad y seguridad al ser
interceptado por grupos de "resistencia" que le cobra peaje para
poder transitar las vías tomadas a riesgo de que vehículos sean atacados
hasta con bombas molotovs o despojados de sus pertenencias.
Junto a la agrupación "Trinidad
Activa", otras organizaciones civiles piden colaboración a las
autoridades municipales para atrapar a los grupos de activistas fuera de
control y retirar los escombros de la zona, poniéndose a disposición para
colaborar con ellos. Cabe destacar que, en días pasados, el Tribunal Supremo
de Justicia (TSJ) ordenó la captura de Alfredo Ramos, alcalde del municipio
Iribarren (Barquisimeto) del estado Lara, por desacato respecto a una
sentencia de la Sala Constitucional que exige garantizar el libre tránsito,
entre otros derechos, a los pobladores de la zona.
Asimismo Gustavo Marcano, alcalde del municipio
Lecherías del estado Anzoátegui, sigue prófugo de la justicia mientras otros
alcaldes como Ramón Muchacho de Chacao, estado Miranda, y José Barreras, de
Palavecino, estado Lara, cursan juicios por la presunción del mismo delito.
Estas comunicaciones públicas parecieran indicar
una retirada de cierto sector del antichavismo luego del mensaje emitido por
la población que votó el pasado 30 de julio para la conformación de la
Asamblea Nacional Constituyente.
Se hace evidente el agotamiento del foquismo y el
autoencierro como métodos de violencia política que se ha planteado la MUD,
por lo que la "sensación de secuestro" aludida por Freddy Guevara
la está comenzando a superar su propia población seguidora y cautiva
acudiendo a las instituciones y exigiéndoles cumplir su rol en cuanto a orden
público se refiere.
http://misionverdad.com/LA-GUERRA-EN-VENEZUELA/de-heroes-a-falsos-guerreros-la-clase-media-reporta-abusos-de-la-resistencia
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Poder
global y paraestado en Venezuela (y el mundo)
Diego Sequera
Porque lo que acostumbramos a ver con mayor
evidencia suele ser ya lo que luego de un tiempo en desarrollo alcanza el
inevitable grado de evidencia, como producto de acciones acumuladas y
precedentes, aunque mucho menos visibles.
1. Imperio e imperialismo en nuestros días:
definición exprés
Lo mismo podemos decir en cuanto a cuáles son
precisamente los objetivos estratégicos por los cuales actúa a lo largo del
planeta. Son los mismos de siempre, sin duda. Pero no por eso no necesiten un
repaso en cómo actúan y se despliegan hoy en día.
Primera premisa: si tomamos en cuenta aquella
afirmación de Ludovico Silva, el capitalismo industrial, en esencia, no ha
cambiado desde su etapa de industrialización en 1848, salvo por los avances tecnológicos,
ahí donde hoy en día podemos hablar de uno post-industrial y que abarca
espacios como el consumo superfluo y el simbólico, toda vez que el resto de
su mecánica, ese "nacer con sangre chorreando por todos los poros"
de Marx, permanece intacto.
Mercantilización del trabajo, fetiche de la
mercancía, máximo uso de la fuerza de trabajo para acumulación del mayor
grado de ganancia, esclavización vía el salario y el plusvalor, etc. De igual
forma, segunda premisa, la lógica ulterior del imperialismo, sus modos de
funcionar, no han cambiado desde su versión británica de los siglos XVIII y
XIX.
Fuera del evidente centro de poder, la
metrópolis, trátese de Londres de esos momentos o el Washington de estos
días, la composición del mismo requiere de vastas redes de operaciones e
influencias que aborden y, a su manera, sean capaces de "gestionar"
e influir sobre la actividad de un territorio específico, más allá del empleo
del recurso de la fuerza (el ejército, la diplomacia de los cañones), que
siempre estará a disposición de ser necesario para ejercer presión directa o
destruir.
No obstante, esto requiere de una inversión y de
un cálculo de consecuencias que tampoco escapa esa lógica. En tal sentido, la
construcción de estas redes y un aparente distanciamiento de ese centro ha
comprobado ser un modelo eficaz, exitoso y que ha permanecido en el tiempo.
"Como las ONGs de hoy en día, las redes
administrativas del imperio británico fueron en muchos casos completamente
dependientes de subvenciones de Londres, puesto que las contribuciones
locales casi nunca eran adecuadas", apunta Tony Cartalucci.
Y en ese sentido, alude al vasto ejército civil
que se encarga de esas tareas en un territorio periférico determinado. Esos
elementos o activos que hoy en día también podemos llamar actores
no-estatales, es decir, que en principio no dependen del Estado-nación que
los aloje (sino, encubiertamente o no, de otros).
El otro dato esencial consiste en preservar
precisamente la dinámica que al día de hoy tampoco ha variado sobre todo
desde el siglo XIX: la lógica del mercantilismo: el aparato circulatorio que
se encarga de extraer la materia prima de territorios de la perifieria, que
luego son manufacturados o procesados en el centro, para finalmente inundar e
imponer esos mismos mercados de donde extraen la base material para colocar
los productos e instalar el esquema de ganancias para la minoría que lo
opera, bien sea sobre el plano financiero o industrial.
Como es sabido, los problemas vienen cuando ese
territorio decide asumir algún grado de independencia de esta mecánica, y en
consecuencia será objeto de agresiones en todas sus variables posibles.
Si en el siglo XIX los agentes británicos
mantuvieron un esquema de extorsión, compra o influencia en las nacientes
naciones americanas vía la intriga, la conspiración o el soborno, lo que hoy
atestiguamos es su actualización postmoderna a partir de otra serie de
activos en apariencia autónomos e "independientes" como los medios,
las ONGs de "derechos humanos" o las "compañías privadas de
seguridad".
Pero como también señala Cartalucci, "el
imperio británico mantenía un cuidadoso acto de equilibrio que asegurara que
sus redes recibieran suficientes recursos para cumplir su propósito, pero
nunca como para volverse independientes".
Hoy en día, lo sabemos, tales tareas corren por
cuenta de ese corretaje que en su fin último, trátese del International
Crisis Group (ICG), Human Rights Watch, Reuters o expresiones locales y
subordinadas, entrenadas por Freedom House, como el Foro Penal Venezolano
aquí en Venezuela.
Todo este complejo esquema y entramado tiene, tal
como lo resume lúcidamente el subtítulo del ensayo citado de Cartalucci, como
operadores de un sostenido proceso en el cual "se destruyen naciones
soberanas para sustituirlas por administradores del sistema global".
2. Definiendo el instrumental del Imperio en
tiempos de globalización neoliberal
Thomas Barnett, estratega militar norteamericano,
amén del ejemplo de Irak, en una conferencia de 2008 describe más o menos de
qué va la distribución esquemática por el cual, a la luz del desastre iraquí,
señala formas estratégicas no sólo para ganar la guerra, sino para
"ganar la paz". Aquí el video, tiene subtítulos en español pero
eventualmente pierde sincro:
Plantea Barnett que las acciones militares, en
una variación postmoderna del garrote y la zanahoria, se deben componer de
dos fuerzas específicas: 1) las "fuerzas habilitadas del Leviatán
norteamericano", todo lo correspondiente al uso y empleo de la fuerza
militar, y 2) los "administradores civiles", quienes se encargarían
de gestionar propiamente el territorio en todos los aspectos que comprometen
todas las esferas de la actividad social de ese territorio.
"En naciones donde las alternativas
militares (...) no son una opción y pudiera ser difícil si no imposible
siquiera justificarlas (...), todo el peso del apoyo de Londres y Wall Street
se arroja sobre el sistema de administradores y los movimientos de oposición
adecuados que serían los agentes adecuados si se apunta contra las redes
soberanas para ser destruidas", detalla, de nuevo, Cartalucci.
Son estas las redes operativas, precisamente, que
se encargan de ejecutar las acciones de socavamiento desde los distintos
frentes procedentes para los actos de desestabilización política, económica,
contra el socavamiento de confianza del liderazgo político o el cerco
diplomático consecuencia de la narrativa que establezcan los medios de
comunicación y/o las redes de "periodismo ciudadano". Los brazos
operativos y en apariencia descentralizados de la política exterior de los
centros de poder.
Sobre las acciones de estas redes es que luego
pudieran sustentarse los mecanismos formales como las sanciones contra
funcionarios, o la justificación de algún tipo de casus belli bien sea
empleando a naciones subordinadas o cuerpos armados irregulares y
privatizados. Puesto que vivimos en un mundo privatizado y la guerra también
pasa por el mismo redil.
Y una de esas vías pasaría por vertebrar
estructuras de poder paralelas insufladas de aire y sentido por la vía de los
mismos corretajes financieros y promocionales emitidos desde el centro del
poder. Una estructura privada, y manejada con el mismo nivel de arbitrariedad
y hermetismo.
3. Perder la fe y la confianza: poder global
contra política local
Otra perspectiva para abordar analíticamente la
lógica geopolítica detrás de estos esquemas de preservación de la circulación
desde y hacia el Imperio la ofrece el mismo Thomas Barnett mencionado más
arriba, puesto que él distingue la distribución en el mundo entre
"territorios globalizados y no globalizados".
Puesto en contexto, recordemos que la conferencia
toma al Irak post-invasión 2003 por referencia, podemos entender esa relación
de cuándo un país se puede entender "globalizado" según ese
dictamen, y cuándo no.
Y aquí, una vez más, la Libia post-Gadaffi brilla
en todo su esplendor: fue "globalizada" luego de la guerra por
delegación y con asistencia de la OTAN. Hoy en día, con tres capitales y tres
seudogobiernos distintos, la nueva normalidad, luego de ser asimilada
globalmente, se sintetiza en los mercados de subasta de esclavos en plena
plaza pública.
Y todo empezó cuando desde el extranjero, luego
del salto que de "revolución de colores" pasó a insurgencia armada,
simultáneamente se congelaban las reservas soberanas del país mientras se
creaba un "gobierno en el exilio", con una figura de las
corporaciones petroleras, que finalmente asumiría, por un corto período, el
"mandato" nacional. Sobre un país que dejó de existir como tal.
Hay una lección profunda dentro de todo esto. El
poder -propiamente- se globalizó, mientras que la política permanece siendo
local. Y si seguimos por ese camino, la imposiblidad política, el fracaso de
resolver problemas globalizantes que impactan en lo local al obstruir
soluciones concretas, se socava la confianza política de los liderazgos.
Esto último siempre y cuando no se instale, luego
de la desestabilización por la vía que fuera, una clase
"gobernante" globalizada que gestione la entrada y salida de
recursos, donde un Michel Temer o un Mauricio Macri brillan con todo.
Esa seguridad o capacidad de respuesta integral
contra el fenómeno globalizador terminó de quebrarse al momento de esa
prótesis política que llaman la MUD alcanzó una franja de poder en la
Asamblea Nacional a finales de 2015, abriendo el boquete.
4. Los Estados-nación como fachada del poder
líquido
Entendámonos con otro elemento: podemos hablar
todo lo que queramos de Estados Unidos, Inglaterra como naciones, o de la
Unión Europea presuntamente como una instancia que reúne a un cúmulo de
países, pero en el fondo opera el sistema profundo del poder de las
corporaciones. Transnacional, desterritorializado, con alcance global y con
un solo proyecto.
El reflejo "estatal" de ese sistema se
manifiesta en los llamados Estados profundos, en esa continuidad del poder
esté quien esté "gobernando", pero en el fondo, el mismo esquema
esclavizador, precarizador y opresivo actúa contra su propia ciudadanía,
vista igualmente como mercancía. O como la misma biomasa homologada como mano
de obra, preferiblemente barata.
Las líneas maestras de la política doméstica, la
exterior y de los esquemas de asesoramiento respecto a otros países y
territorios se siguen diseñando desde la puerta giratoria de las
corporaciones, ahí donde los mismos funcionarios pueden ocupar cargos de
gobierno, puestos corporativos o lugares dirigenciales en alguna ONG de
calado mundial.
El dinero que alimenta a toda la maquinaria
proviene del mismo entramado, ese complejo que no sólo es militar e
industrial, sino que también involucra a los grandes medios de comunicación
occidental, los think-tanks, el aparato de propaganda que es
Hollywood/industria del entretenimiento y las "redes ciudadanas"
que tienen en George Soros su financista más expresivo, el común denominador
son los servicios de inteligencia que permean todo el corretaje.
Volviendo una última vez a Cartalucci y al
trabajo de marras, es de notar cómo en el período que va de 2008 a 2011, se
han levantado ejércitos literales de ONGs y redes de comunicación que
finalmente se han venido poniendo en práctica ahí donde sea necesario. Bien
sea Siria, Filipinas, Ucrania o Venezuela.
El objetivo sigue siendo el mismo, y están a la
ofensiva. Demente, a veces torpe, a veces fallida, pero no menos a la
ofensiva por eso. Por lo tanto, no menos peligrosa.
Al contrario.
5. La red en ejecución
Un contundente ejemplo de ese poder global, su
capacidad de acción y su voluntad destructiva lo encontramos en la
investigación realizada por la periodista búlgara Dilyana Gaytanzhieva para
el medio búlgaro Trud.
En él, la periodista detalla cómo, desde 2014, existe
una red de tráfico de armamento que tiene como punto de partida la misma
Bulgaria, cuya ejecución distributiva la lleva a cabo la línea aérea Silk Way
Airlines, radicada en Azerbayán, teniendo como destino final Siria, Irak,
Pakistán y el Congo. Y es financiada, principalmente, por Estados Unidos.
Armamento de fabricación serbia, búlgara, croata
o estadounidense, que luego aparece en manos de Al-Qaeda en el este de Alepo
(Siria), el Estado Islámico en Mosul (Irak) o en fuerzas alzadas en armas
contra el gobierno de la República Democrática del Congo.
Pero el detalle más expresivo radica en que estos
vuelos atraviesan diversos espacios aéreos con cobertura diplomática,
teniendo países cómplices en toda Europa. ¿Cuánto puede diferenciarse esto
del complejo de cárceles secretas de la CIA en todo el planeta? ¿O de las
redes del narcotráfico en América Latina? ¿O de los corredores humanos que
desde Turquía pasan armas y personal al lado sirio intensificando la guerra?
¿Qué impide que lo ejecuten del mismo modo en
otras latitudes?
5. Estupidez ciudadana y suicidio nacional
Y entonces llegamos, de lleno, al caso
venezolano. Aquí donde la transparencia en cuanto a objetivos y subordinación
de la "clase política" que compone a eso que llaman
"oposición" (con sus nuevos fichajes) y que se sigue confundiendo
en materia de clases con una "burguesía" cuando no pasa, siquiera,
de un grupo de gestores de la renta y su circulación obediencial al
extranjero.
"Un sector desnacionalizado y
definitivamente antidemocrático" lo caracterizó acertadamente José
Vicente Rangel. Un sector que se nutre de otro relativamente más numeroso que
no logró impedir su declive desde el corralito bancario del 93-94, cuyo pacto
convivencial sigue el miedo entremezclado con el nuevo esquema fantasmagórico
de "oferta" en lo global y que en la realidad, ya lo vienen siendo,
mano de obra de la nación maquila en otras latitudes.
Hizo falta un descomunal vacío cultural que
facilitara el levantamiento de una economía sumergida, un sistema de
corrupción (público y privado) que atrofiara y facilitara el desarrollo de
una financiarización paralela y, por sobre todas las cosas, una descomunal
ignorancia sustentada en la ilusión de superioridad y la agitación superflua
del entretenimiento como mecanismo de producción simbólica es todo lo que
necesitó CNN y compañía para fabricar contexto y consenso, y proyectar lo
necesario.
Lo demás fueron y han sido los pasos políticos
foráneos frente a una mezcla fatal de ausencia de cuestión nacional, realidad
global (la verdadera demanda contra la ilusoria oferta del ascenso: los espejitos
de siempre), que se sintetizan en la generación de políticos más mediocres de
la historia del continente, porque, precisamente, es una cuestión regional.
"Desde el plebiscito, la oposición
venezolana ha dado pasos hacia el establecimiento de un gobierno paralelo.
Esto pudiera permanecer como una iniciativa simbólica. Pero si la oposición
continúa por este camino, pronto estará buscando reconocimiento internacional
y financiamiento, y podría, al menos implícitamente, reafirmar el reclamo del
uso legítimo del monopolio de la fuerza. Después de eso buscará lo que cada
gobierno desea: armas para defenderse. Si lo logra, Venezuela pudiera caer en
una guerra civil que llevará el actual conflicto a una pelea de
secundaria", escribe David Smilde para The New York Times el pasado 26
de julio, encubriéndolo como una manifestación de preocupación que debe
evitarse.
Pero es imposible, dado el registro del NYT,
tomar tales palabras como una lectura que va en una sola dirección. Personal
administrativo de esa red, tal como Phil Gunson, relator "senior"
del International Crisis Group afirma lo mismo, "alertando" de un
peligro por el cual su propia ONG diagnostica el problema a sabiendas de qué
elementos han venido provocando dicha "situación". Una amenaza
latente, y practicada en otros lugares, que bien reconoce el gobierno ruso
alertando sobre tal peligro.
Para quien quiera creer que la nueva ronda de
sanciones fue producto del "gobierno" estadounidense, bien podría
revisar el informe del Brookings Institution sobre Venezuela de finales de
abril cuando exactamente lo que sugiere son sanciones contra figuras del
Gobierno, el Presidente y la industria petrolera. Es el poder global
moldeando la "política" estadounidense.
Brookings Institution, el International Crisis
Group, etc., reciben financiamiento precisamente del llamado Big Oil (Exxon,
Chevron) y de las corporaciones de armamento (Raytheon, Northop Grunman,
etc.). No son decisiones "soberanas", son corporativas.
Los presuntos "cascos blancos" como
sustituto de Protección Civil, el Foro Penal Venezolano como portavoz en
materia de detenciones, Provea como vocero autorizado en materia de derechos
humanos o el Instituto Prensa y Libertad como el ente competente sobre la
"libertad de expresión" ya eran señales incipientes sobre esto.
Néstor Francia, con cierto escepticismo, se
pregunta en uno de sus análisis: "El monstruo de Frankenstein creado por
la derecha es un mamotreto que no puede ser llamado gobierno. ¿Gobierno sin
Fuerza Armada, sin Pdvsa, sin presupuesto nacional, sin control mayoritario
del Estado (solo controlan la Asamblea Nacional y ahora la Fiscalía General
de la República, ambas instituciones en situación de desacato)?".
Lo descrito hasta ahora certifica, precisamente,
que no necesita nada de eso para ser y existir. En las "cuatro
propuestas hacia la transición" de María Corina Machado, como siempre,
queda completamente evidenciada la metódica.
Intentar fabricar un movimiento de "amplia
base", eso que llaman astroturfing, no es más que otro paso necesario.
Visto así, ¿se entiende mejor el papel de Luisa Ortega Díaz, el
"chavismo crítico" y demás infelices variaciones políticas,
incluyendo la MUD y la "resistencia" en la vía abierta hacia el
nacionalicidio?
¿Se entiende mejor cómo todo apunta a que funcione
mejor el punto 1 de esta nota?
http://misionverdad.com/trama-global/poder-global-y-paraestado-en-venezuela-y-el-mundo
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