AFF: indulto, prisión domiciliaria o reclusión - Santiago Pedraglio
Del video al chuponeo - Luis Davelouis
Francia: la batalla por Occidente - Ignazio De Ferrari
Franco franco - Mirko Lauer
Fujimori y los derechos laborales - Mario Huamán Rivera
La pelea con la OEA - César Lévano
La reforma para mejorar la política - Augusto Álvarez Rodrich
OEA: organismo indefendible - La Jornada
¿Puede reabrirse el Caso Madre Mía - César Azabache Caracciolo
Reconstrucción sin cambios - Germán Alarco Tosoni
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Áncash, corrupción más corrupción (Final)
Juan de la Puente
Áncash tuvo cinco
gobernadores regionales en tres años, ahora tres de ellos en prisión,
autoridades asesinadas, vacadas y revocadas, y una ausencia de proyecto
regional. Entre los años 2007 y 2010, el 10% de alcaldes distritales fueron
vacados y en las elecciones del 2010 se anularon las elecciones en 11
distritos, un récord que no lo consiguieron los paros armados de Sendero
Luminoso en los años ochenta.
Áncash es el
laboratorio de un modelo donde lo que sigue a la corrupción es más
corrupción, una realidad parecida a varias regiones y municipios, y que si
nos descuidamos terminará siendo la forma natural e irreemplazable de la
política peruana.
Comparto la idea
de que la primera medida para impedir la corrupción de los políticos es
prevenirla. En tal sentido, en Áncash como en otras regiones han fracasado
las estrategias preventivas, incluidas las más recientes, como la Hoja de
Vida y la Ventanilla Única. Esta ausencia de prevención se condiciona con los
incentivos a la corrupción, a saber: 1) el incremento del costo de las
campañas, 2) la facilidad para la formación de la oferta electoral; 3) el
fácil retorno al poder de los políticos sancionados; y 4) la destrucción de
las capacidades de control social y público y de rendición de cuentas.
Como respuesta,
requerimos abordar seriamente las siguientes soluciones, ahora que empiezan a
debatirse las reformas electorales: 1) debe rebajarse el costo de las
campañas, con topes a los aportes y prohibiciones de reparto de dádivas
–incluidos alimentos– y el establecimiento de un piso mínimo de campaña,
prohibiendo al mismo tiempo la publicidad en TV y fijando techos financieros
a otras formas de publicidad; 2) la política debe retornar al poder y
reemplazar al negocio. De hecho, los políticos que aspiran a representarnos
tengan que ser eso, políticos, de modo que se exija un tiempo mínimo de
militancia en una organización para postular a un cargo de elección popular,
que se acabe el fichaje de independientes –la mayoría por su dinero– y que
los partidos y movimientos se formen por lo menos tres o cuatro años antes de
los procesos electorales; 3) las autoridades revocadas y vacadas no deberían
volver al poder, además de los sentenciados por determinados delitos; y 4)
innovar la rendición de cuentas y la transparencia para hacerla vinculante,
sancionable, y ágil, reformando y descentralizando la Autoridad Nacional de
Transparencia y Acceso a la Información Pública creada por el D. Leg. 1353,
que ha quedado claro que no sirve para luchar contra la corrupción. Al mismo
tiempo, si el Sistema de Control no es eso, un sistema, financiado y
respetado, no habremos avanzado mucho.
También comparto
la idea de que la mejor ofrenda a la corrupción es la impunidad, la misma que
asume varias dimensiones: 1) tramas corruptas “tocadas” pero no disueltas; 2)
investigaciones y enjuiciamientos largos; 3) resistencia a juzgar la
actividad criminal organizada, disolviendo los casos emblemáticos; y 4)
sanción a los corruptos pero no a los corruptores.
Como respuesta,
requerimos abordar las siguientes soluciones: 1) disolver las tramas
corruptas, prohibiendo a las empresas y personas implicadas contratar con el
Estado, directamente a través de fondos generados e impedir que el
funcionario sancionado retorne al Estado a través de otras modalidades
informales; 2) reducir los plazos de investigación fiscal, especialmente en
los casos de lavado de activos y crimen organizado; 3) impedir la subdivisión
de los casos que llevan al juzgamiento del crimen organizado; y 4) sanción a
los corruptores, lo que implica de plano cambiar las bases para la formación
de las hipótesis delictivas.
Finalmente, estoy
convencido en la utilidad de los pactos sociales. En Áncash, como en Cusco,
Loreto, Huánuco, Pasco o Tumbes, regiones castigadas severamente por la
corrupción, hubo movilización en favor de la integridad de sus políticos pero
no pacto, de modo que no se concretó una ruptura clara con el sistema
imperante. Nunca más movilización sin pacto.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/870070-ancash-corrupcion-mas-corrupcion-final
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AFF: indulto, prisión domiciliaria o reclusión
Santiago Pedraglio
En los últimos
días se ha levantado bastante polvareda a propósito de si Alberto Fujimori
debería ser indultado por el presidente de la República; pasar a un régimen
de prisión domiciliaria –proyecto del congresista Roberto Vieira (ex PPK,
profujimorista), firmado por congresistas de varias bancadas, como Salvador
Heresi (PPK), Sergio Dávila (PPK) y Edwin Donay-re (Alianza para el
Progreso), además de, curiosamente, Marco Miyashiro (Fuerza Popular)–; o
continuar en su condición actual: prisión penitenciaria.
Hablando en
términos estrictamente políticos –de correlación y corrientes de opinión
política nacionales–, la decisión del indulto recae estrictamente en el
presidente; sin embargo, al margen de lo que opine él sobre el punto, muy
difícilmente podrá tomarla, porque un amplio sector de los que se oponen son
los que votaron por él en la segunda vuelta. Más aún, no tiene garantía de
que tan arriesgada decisión le represente un acuerdo político duradero con el
fujimorismo. Si el fujimorismo liderado por Keiko Fujimori quiere ganar en el
2021, no puede acercarse tanto a PPK que parezca que están cogobernando.
En el caso de la
prisión domiciliaria, quien tiene la última palabra es el propio Alberto
Fujimori y no sus hijos. ¿Preferirá “del lobo un pelo” o apostará por
continuar la pelea por su libertad vía un indulto? Esto habrá que verlo en
los próximos días. No obstante, rechazar esta alternativa puede ser para el
fujimorismo un asunto de carácter principista y de probables réditos
electorales, al fortalecerse el relato del martirologio.
La otra opción –y
probablemente la que prevalezca– es que nada se mueva. Políticamente, cada
sector se quedaría en su respectiva trinchera. Nadie perdería, y quizá el
fujimorismo gane unos puntos victimizando aún más a su líder fundador.
Queda claro que,
hoy por hoy, el asunto de la liberación o no del ex presidente Alberto Fujimori
no solo es un tema legal o humanitario, sino sobre todo político.
http://peru21.pe/opinion/santiago-pedraglio-aff-indulto-prision-domiciliaria-reclusion-2279507
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Del video al chuponeo
Luis Davelouis
Ha “aparecido” una
centena de audios con conversaciones que incriminarían al ex presidente
Humala y lo señalarían como el Capitán Carlos. Quienes patrocinan tales
chuponeos aseguran que se realizaron bajo orden judicial, lo que los
convierte en pruebas legítimas.
Pero incluso si
las pruebas hubiesen sido obtenidas ilegalmente, su contenido no debería ser
desestimado por la relevancia que tienen para el país. No puede pasar lo que
sucedió con los petroaudios, cuyo contenido fue anulado por constituir prueba
ilícita favoreciendo la impunidad. Y esperemos que tampoco suceda con las
agendas aunque eso signifique que el Poder Judicial usa una vara distinta
para medir dependiendo del símbolo partidario que uno lleve en la camiseta.
Montesinos filmó a
todo el mundo y quienes lo sucedieron los chuponearon. Debe haber miles de
horas de grabación de personas que ni nos imaginamos. ¿Quién las tiene y bajo
qué criterio las hace públicas? Mi amigo y socio en Chicharrón de Prensa, Man
Ray, dice que el fin del mundo llegará el día en que absolutamente todos los
mensajes y llamadas secretas se hagan públicos. La proliferación del uso de
aplicaciones como Telegram o Signal o de servicios de encriptación de
llamadas sugiere que hemos normalizado tanto el que nos chuponeen que hasta
bromeamos con ello. Resulta, sí, muy interesante que los audios hayan
aparecido siete años tarde, cuando el caso Madre Mía ya estaba cerrado y
justo cuando las iniciales AG aparecen en documentos de uso interno de la
empresa Odebrecht. También es interesante que con “AG” reaparezcan rumores
sobre algunos ministros de PPK.
Felizmente, la
justicia y los medios nos podemos hacer cargo de más de un caso a la vez.
¿Cierto?
Algún Gordo, como
Abelardo Gutiérrez, debe estar asustado.
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-video-al-chuponeo-2279496
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Francia: la batalla por Occidente
Ignazio De Ferrari
El primer asalto
fue el ‘brexit’. El segundo, la elección de Donald Trump a la Presidencia de
Estados Unidos. Luego vinieron las elecciones generales en Holanda, que
significaron un respiro para el ‘establishment’ europeo. Por estos días se
lleva a cabo en suelo francés el cuarto asalto al sistema político y
económico liberal. Como los bárbaros tocando las puertas del Imperio Romano,
hoy son los populistas como Marine Le Pen los que amenazan desmembrar el
proyecto europeo.
La lucha entre los
populistas y los liberales gira en torno a dos grandes narrativas
sintetizadas en la idea de las sociedades abiertas versus las sociedades
cerradas. La primera es que, ante los desafíos de la globalización económica
–la deslocalización del empleo industrial, el advenimiento de una sociedad
basada en el conocimiento y el crecimiento de la desigualdad– la clase
política gobernante ha fracasado.
En contra del mito
de la igualdad francesa, la investigación más reciente de Thomas Piketty
muestra que la desigualdad ha aumentado claramente en las últimas tres
décadas, pese a que Francia destina alrededor del 32% del PBI al gasto
social, el más alto de la OCDE. A su vez, Francia no se ha atrevido a hacer
las grandes reformas que le devolvieran más dinamismo a la economía –el desempleo
se mantiene por encima del 10% y la economía presenta déficit fiscal desde
1975–. En resumen, una economía cada vez más desigual, atrapada en una
espiral de estancamiento, explica en gran medida por qué las dos grandes
familias que han gobernado el país en los últimos 60 años no han podido
asegurarse un lugar en la segunda vuelta. Ni los socialistas ni los
gaullistas tienen nada bueno que contar a sus electorados.
En realidad, hace
tiempo que la crisis ha desbordado el terreno económico para adentrarse en el
político. Es en este último donde se libra la madre de todas las batallas. Es
justamente la capacidad de los populistas de politizar el descontento con la
economía lo que ha puesto en jaque al sistema. En la forma de ver el mundo de
Marine Le Pen –la candidata del xenófobo Frente Nacional– la culpa del
deterioro económico la tienen los otros; es decir, la Unión Europea (de la
que se quiere salir) y los inmigrantes que se adueñan de los puestos de
trabajo de los franceses y generan una presión a la baja en los salarios. Es
gracias a esa politización del desempleo que a Le Pen le va mejor en las
zonas del país que están más en paro.
Pero el frente
económico no es el único en el que el populismo ha podido presentar un
discurso creíble. La identidad es esa segunda gran narrativa en torno a la
cual políticos como Le Pen han construido la esencia de su retórica. Según
esta, la clase política dominante ha permitido que los valores tradicionales
se diluyan ante al fenómeno de la inmigración, tanto de otros países de la
Unión Europea como, sobre todo, de países de origen musulmán. Frente a eso,
Le Pen pregona el cierre de las fronteras y el retorno a una idealizada aldea
francesa exclusivamente para franceses.
Frente al ascenso
del populismo que ve el vaso casi vacío, se erige la figura de Emmanuel
Macron, el otro gran protagonista de la elección. El ex ministro de Economía
de François Hollande representa justamente la idea de la sociedad abierta.
Donde Le Pen ve una amenaza en la inmigración, Macron defiende un mundo
cosmopolita. Mientras Le Pen reniega de la globalización, Macron la defiende
a ultranza, pero con un componente más social. Mientras Le Pen ve a la Unión
Europea sometida a los designios de la canciller alemana Angela Merkel,
Macron aboga por colaborar estrechamente con sus vecinos alemanes.
La victoria de
Macron en segunda vuelta –bastante probable a estas alturas, pues los sondeos
le dan alrededor de 20 puntos de ventaja frente a Le Pen– es razón para cauto
optimismo. Sugeriría que el centro político europeo continúa su recuperación
tras las elecciones holandesas. Que tras el desborde populista de los últimos
12 meses, Francia termine eligiendo al presidente con el perfil más
reformista y proeuropeo que ha aparecido en décadas, no sería un hecho menor.
Sin embargo las incógnitas continuarían. ¿Con quién gobernaría un presidente
cuyo movimiento recién se fundó el año pasado y difícilmente obtendrá una
mayoría en las legislativas de junio? Como ha recordado en estos días “The
Economist”, en el pasado los franceses han votado por el cambio, pero siempre
han sido reacios a ejecutarlo.
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/francia-batalla-occidente-ignazio-ferrari-noticia-1987578
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Franco franco
Mirko Lauer
Vivimos en el Perú
una época de cacería de la verdad. Un problema con esto es que hay también
una intensa actividad paralela de difundir mentiras como si estas fueran
verdades. Esto es parte de una crisis de la verdad, en la cual las mentiras
se logran imponer en la conciencia del público en aspectos claves de la vida
social y política.
El problema es
antiguo. Ya el nazi Joseph Goebbels incitaba a sus correligionarios a mentir
con insistencia, pues algo de ese contenido se impondría. Desde entonces el
proceso de imponer la mentira sobre la verdad se ha sofisticado gracias al
avance de las técnicas publicitarias y a la intensificación de las
comunicaciones.
Un reciente
artículo de Tim Hartford intenta explicar por qué hoy los hechos ciertos no
bastan para ganar las discusiones. Es decir que la verdad ya no brilla con
luz propia, e incluso tiene problemas para convencer a las personas. Los
persuasores ocultos, señala el autor, lo logran en virtud de tres problemas
que tienen los hechos ciertos.
Uno es que una
falacia sencilla puede ser más convincente que un juego complejo de hechos
ciertos, “simplemente porque es más facil de comprender y de recordar”. Otro
es que las verdades pueden ser aburridas, mientras que el mundo está lleno de
cosas entretenidas que distraen de los hechos.
El tercer problema
es que a menudo la gente puede sentir que “la verdad es amenazante, y
amenazar a la gente tiende a ser contraproducente”. Estas tres armas,
sostiene, son perfectamente conocidas y hábilmente manipuladas por quienes
entran a los debates con el propósito de imponerle mentiras a la gente.
Los ejemplos
abundan. Hartford ha elegido la mentira según la cual los defensores del
Brexit sostuvieron que la Gran Bretaña pagaba 350 millones de libras a la
Unión Europea por semana. Muchos se compraron esa mentira, y no hubo manera
de que las pruebas concretas de que eso era falso pudieran modificar la
situación. La mentira ganó.
Así, en la era de
las posverdades, los hechos ciertos necesitan defensores, y antes de eso
necesitan voces públicas capaces de diferenciar los dos campos. Salir a
buscar la verdad no basta. Si no abrimos bien los ojos, nos podemos encontrar
con otra cosa.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/870066-franco-franco
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Fujimori y los derechos laborales
Mario Huamán Rivera
El Primero de Mayo
los trabajadores de todo el mundo conmemoran los años de lucha sindical que
han permitido obtener nuestros derechos laborales. No obstante, este Primero
de Mayo está marcado por el descarado intento de liberar a uno de los
presidentes que más pisoteó los derechos de los trabajadores: Alberto
Fujimori. Durante su gobierno, no solo implantó un régimen autoritario y
corrupto, sino que también aprovechó la poca capacidad de respuesta de la
sociedad civil organizada para debilitar al movimiento sindical y eliminar
derechos esenciales, como la estabilidad laboral.
Hay que recordar
que el 5 de abril de 1992, con la ruptura del orden democrático, inició la
imposición del proyecto neoliberal en el Perú. Cerrar el Congreso resultaba
imperativo para Fujimori y Montesinos dado que en el Parlamento se
representaba a todo tipo de fuerzas económicas y sociales que se oponían a la
privatización, el abuso y la concentración de poder en manos de unos cuantos
monopolios. Asimismo, en esta misma lógica de eliminar cualquier forma de
respuesta social, la dupla criminal que entonces nos gobernaba asesinó a un
excepcional dirigente sindical, Pedro Huilca Tecse. Con ello, abrieron el
camino para el gobierno del gran capital transnacional, que hasta ahora se
mantiene, bajo el amparo de una Constitución neoliberal.
Pero la historia
no se detiene. Tras una dura lucha democrática en calles y urnas, se logró
derribar a la dictadura. Con ello se pensó que el país podría seguir adelante
por la vía de la democracia y la institucionalidad. Sin embargo, el
fujimorismo demostró ser una máquina política muy fuerte, que pudo mantener
cautivos a muchos sectores populares a través del clientelismo, la corrupción
y sus oscuros vínculos con el narcotráfico y otros sectores criminales. Esta
fuerza la ha aprovechado para aliarse con los grandes intereses económicos y
bloquear todo proyecto progresista y transformador.
No es casualidad
que hoy que el Ministerio de Trabajo sigue el legado de Fujimori al querer
emprender una reforma laboral que precariza el empleo, el gobierno de PPK
evalúe apoyar alguna fórmula de indulto para el reo Fujimori. Ante esto, los
trabajadores debemos expresar nuestro más enérgico rechazo: el fujimorismo
político y el fujimorismo económico son dos caras de una misma moneda y los
trabajadores debemos oponernos a ambos.
http://diariouno.pe/columna/fujimori-y-los-derechos-laborales/
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La pelea con la OEA
César Lévano
Venezuela ha
anunciado su retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que
Fidel Castro llamó “el ministerio de Colonias de los Estados Unidos”. La
decisión responde a la resolución del Consejo Permanente de la OEA de
convocar una reunión de consulta de cancilleres sobre situación en Venezuela.
La medida ha dividido
a la organización. De 36 países miembros, 19 aprobaron el lunes la
convocación a los cancilleres, 10 votaron en contra y cuatro se abstuvieron.
Washington no
cuenta ya con la unanimidad menos uno de los días en que nuestro ilustre
historiador y canciller Raúl Porras Barrenechea se opuso, voz clamante y
solitaria, a la expulsión de Cuba –en revolución flamante– de esa
organización. Estos son tiempos en que es “igualmente difícil hablar que
callar”, expresó.
En aquella etapa
convulsa los jóvenes radicales rompimos el silencio de calles y plazas con
los gritos de: “Fidel, seguro, / a la OEA dale duro!”, “¡Con OEA o sin OEA /
ganaremos la pelea!”.
La situación en
Venezuela es grave. El bajón en el precio del petróleo que se exporta ha
provocado una crisis económica y social tempestuosa y que se traduce en
escasez de alimentos, productos básicos y medicinas. La oposición, encabezada
por agentes del pasado y del imperialismo, ha encontrado en eso terreno
fértil para sus planes de derrocamiento del régimen.
En el Perú,
abanderada de la OEA es, por supuesto, el Apra. No se debe olvidar que antes
de Hugo Chávez gobernaba en Venezuela el partido Acción Democrática –el Apra
venezolana–, que gozaba con la riqueza del petróleo y la pobreza del pueblo.
Su líder, Carlos Andrés Pérez, compadre de Alan García, fue expulsado del
poder cuando intentó imponer un programa del FMI y ordenó, él sí, la matanza
de cientos de venezolanos en las calles.
La ola de
protestas y violencia arreció cuando el Tribunal Supremo de Justicia,
controlado por el oficialismo, decidió asumir poderes que corresponden a la
Asamblea Nacional. En esta columna critiqué esa medida. El propio presidente
Nicolás Maduro anuló ese abuso.
Desde ese momento,
las protestas han provocado la muerte de 29 personas –nueve de ellas
electrocutadas durante el saqueo de un comercio–.
¿Y después de la
OEA, qué?
Lo necesario es un
diálogo entre las partes, sin injerencia extranjera. La oposición, sin
embargo, ha declarado concluido el diálogo. Su objetivo es el derrocamiento
de Maduro. Ese afán puede desembocar en la guerra civil.
http://diariouno.pe/columna/la-pelea-con-la-oea/
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La reforma para mejorar la política
Augusto Álvarez Rodrich
En medio del
despelote en que se desenvuelve la política peruana por las acusaciones de
corrupción a casi todo su elenco estable, surge la buena noticia de la viada
que está alcanzando el debate de la indispensable reforma electoral.
“Nunca hemos
estado tan cerca de una reforma electoral tan amplia. Esta oportunidad hay
que aprovecharla, pues difícilmente tendremos otra igual”, sostiene el
experto y ex jefe de la ONPE Fernando Tuesta.
Hay en el tapete
al menos cuatro planteamientos de reforma. Uno es el proyecto preparado por
la subcomisión presidida por la congresista fujimorista Patricia Donayre.
El otro es el
diseñado por el gobierno. Sus autores sostienen que este se ha nutrido de
otros dos: el de organismos electores y el de Transparencia.
Todos estos
aportes serán revisados en la comisión de constitución, en donde se espera
que continúe el debate de expertos, la academia y los propios partidos
políticos con el fin de que salga, finalmente, el dictamen que será evaluado
por el pleno.
Es una reforma
fundamental para el país por la posibilidad de que, si se hace bien, va a
revitalizar la hoy alicaída política peruana, con todo lo que esto implica.
Esto significa
lograr que los partidos políticos sean, realmente, protagonistas de la
política, mediante la aplicación de reformas que los modernicen, fortalezcan,
hagan más transparentes y tenga la capacidad real de representar a la
ciudadanía.
Los cambios
planteados en los proyectos que serán debatidos implican cambios profundos en
la institucionalidad peruana que debieran tener un impacto profundo en la
calidad de la política.
Lograrlo va a
necesitar un análisis inteligente y generoso en la comisión de constitución,
evitando que se hagan reformas pensadas exclusivamente para favorecer o
perjudicar a determinadas fuerzas políticas.
Asimismo, se va a
necesitar el desarrollo de una gran capacidad didáctica para explicarle a la
ciudadanía la motivación y justificación de algunas reformas controversiales
pero convenientes como, por ejemplo, el restablecimiento de la bicameralidad.
Ojalá que se pueda
avanzar con la velocidad para concluir un trabajo que ofrezca la posibilidad
de un análisis riguroso con la celeridad para tenerla lista para las
elecciones municipales y regionales del próximo año, pero sin excluir a
nuevos jugadores en el mercado electoral.
Sería, finalmente,
una estupenda manera de conseguir que el Congreso mejore su hoy baja
reputación.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/870068-la-reforma-para-mejorar-la-politica
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OEA: organismo indefendible
La Jornada
La salida de
Venezuela de la Organización de los Estados Americanos (OEA) deja a ese foro
internacional sin dos países que, por diversas razones, han tenido un gran
peso en la historia del continente. Hace 55 años el organismo expulsó a Cuba
de sus filas con el argumento revelador de que la adhesión de cualquier
miembro de la OEA al marxismo leninismo es incompatible con el Sistema
Interamericano. Se evidenciaba así, desde entonces, que ese sistema
interamericano era –y sigue siendo– un aparato decontrol político e
ideológico al servicio de Washington en su confrontación con el bloque del
Este y un instrumento para alinear a los gobiernos del hemisferio en el bando
occidental de la guerra fría.
Es inevitable
recordar que la OEA, que actúa en nombre de la democracia sólo cuando así
conviene a los intereses estadunidenses y de las oligarquías locales
latinoamericanas, no hizo nada significativo para, al menos, atenuar las
atrocidades de dictadores como Rafael Leónidas Trujillo (República
Dominicana) o Anastasio Somoza (Nicaragua), calló cuando un gobierno legítimo
y electo fue derribado en Guatemala mediante una maquinación de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA, 1954), no movió un dedo cuando diversas
democracias sudamericanas fueron demolidas en los años 70 del siglo pasado
por el surgimiento de sangrientas dictaduras militares (Uruguay, Bolivia,
Chile y Argentina) que, en no pocos casos, fueron impulsadas desde la Casa
Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono. En épocas más recientes, el
organismo panamericano fue incapaz de hacer algo para impedir un golpe de
Estado en Honduras o para denunciar las conspiraciones parlamentarias que
depusieron a los mandatarios Fernando Lugo, de Paraguay (2012) y Dilma
Rousseff, de Brasil (2016).
A este historial deplorable
se suma ahora la inopinada beligerancia del actual secretario general de la
OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien lejos de contribuir a una solución
pacífica a la crisis que vive Venezuela, ha atizado el conflicto, se ha
colocado sin pudor alguno como activo promotor de uno de los bandos en la
disputa política e institucional y ha convertido a la organización que
encabeza en un ariete diplomático en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Con esos
antecedentes y en tales circunstancias no es extraño que Caracas haya
decidido abandonar la organización y recurrir, en cambio, a la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un foro más equilibrado del que
están excluidos Estados Unidos y Canadá, y del que, por consiguiente, puede
esperarse una acción más constructiva y propicia en el espíritu de superar la
fractura venezolana por medio del diálogo y la coadyuvancia diplomática.
Con la expulsión
de Cuba en 1962, perdió la OEA. Eso quedó demostrado cuando años más tarde
(2009), el organismo invitó al país caribeño a reincorporarse y La Habana
rechazó el llamado. Ahora, la salida voluntaria de Venezuela acentúa el
deterioro y el descrédito de una instancia internacional que nunca supo estar
a la altura de lo que sus integrantes latinoamericanos habrían podido esperar
de ella y que, desde su fundación (1948) hasta la fecha, ha dado sobrado
fundamento a su descripción popular: el ministerio de colonias de Estados
Unidos.
http://www.jornada.unam.mx/2017/04/28/edito
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¿Puede reabrirse el Caso Madre Mía
César Azabache Caracciolo
Espero que para el
momento en que usted lea estas notas la fiscalía haya explicado por qué las
grabaciones difundidas esta semana permanecieron prácticamente ocultas por
seis largos años sin ser usadas. Aparentemente las grabaciones provienen del
caso de la señora Nancy Obregón, ex parlamentaria nacionalista detenida en
julio del 2013 por narcotráfico. Se trata entonces de hallazgos casuales, no
buscados por las autoridades. Se entiende fácilmente por qué las grabaciones
no fueron empleadas en el caso en el que se obtuvieron: no se referían a los
hechos por los que fueron registradas. Son parte del “material excedente”
obtenido en esas investigaciones. La regla aplicable en estos casos consiste
en entregar este tipo de grabaciones a quien esté encargado o deba encargarse
del asunto. La evidencia solo debe eliminarse cuando se refiere a cuestiones
como las enfermedades o vicios del investigado, que a nadie tienen por qué
interesar. Pero no puede descartarse nada que tenga relevancia legal. Y estas
grabaciones sin duda la tienen.
Lo debería haber
confirmado ya la fiscalía. Aparentemente las grabaciones quedaron en el
archivo porque el Caso Madre Mía y el caso original sobre los sobornos
pagados a los testigos de ese caso habían sido, ambos, desestimados antes por
el Poder Judicial. Las reglas aplicables a estos casos son muy claras: cuando
es la fiscalía la que desestima una investigación, el caso puede ser
reabierto en base a nuevas pruebas. Pero cuando los casos son desestimados
por el Poder Judicial, queda prohibido reabrirlos. Y esta prohibición es una
“regla dura”: no admite excepciones. En algún momento discutimos en el medio
la posibilidad de revisar absoluciones o autos de sobreseimiento (ambas son
las vías principales para desestimar un caso penal) cuando estas decisiones
se basen en fraudes de algún tipo. Pero la ley vigente no lo admite.
Entonces la
fiscalía no hizo nada con este material porque estimó que nada más podía
hacer. Esto es cierto conforme a las reglas del derecho interno. Pero estas
reglas no son las únicas que entran en discusión en estos casos.
Para comenzar,
creo que el estado actual de nuestras normas sobre cosa juzgada es
incorrecto. Hay un principio fundamental en el derecho y es que las personas
que violan la ley no pueden adquirir inmunidades, ventajas, ni derechos de
tipo alguno gracias a fraudes u obstrucciones a la justicia. Por eso, hace
años que los prófugos quedaron excluidos del alcance de la prescripción.
Pero, por la misma razón, quien esconde las evidencias de su propio crimen no
debería contar con protecciones legales si las evidencias que ocultó
aparecen. Comprar testigos es prácticamente lo mismo que haber escondido un
cadáver o las armas con que se cometió un homicidio. Las reglas de derecho no
pueden premiar a quienes eluden a la justicia mediante estratagemas de este
tipo. Nadie, en ningún caso, debe poder obtener ventajas de sus propias
infracciones a la ley.
Entonces, si
confirmamos que estas grabaciones son confiables (la fiscalía tiene en esto
la palabra), tiene que haber alguna solución legal que nos permita investigar
los hechos sin hacernos sentir a todos que el sistema legal es tonto o no
tiene sentido. Por supuesto, no podemos hacer algo tan grosero como modificar
ahora las reglas sobre revisión de absoluciones y aplicarlas al caso. En el
derecho interno podemos tener las manos atadas para resolver problemas como
este. Pero para eso existe el derecho internacional.
He sostenido en
estos días que el caso puede ser llevado a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos. Agrego ahora que también puede ser llevado directamente a
la Corte, si el Estado decide plantear una consulta sobre el alcance de la
cosa juzgada en casos como este. Y la Corte puede, sin duda, remover los
obstáculos que mantenemos y abrir la vía de una investigación imprescindible
con cierta prontitud.
Nos guste o no, en
casos como este, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha quebrado ya
los efectos de la amnistía, del indulto y de la prescripción. No veo razón
que le impida quebrar además los efectos perjudiciales de la cosa juzgada si
la regla está –y encuentro que entre nosotros está– mal concebida. De hecho,
la Corte ha insistido en que los deberes de un Estado frente a casos como
Madre Mía no pueden eludirse oponiendo a las investigaciones obstáculos
procesales que no resulten absolutamente justificados. Y los impedimentos que
ahora enfrentamos para llevar a proceso a alguien que aparentemente sobornó a
los testigos de cargo no pueden considerarse justificados.
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/puede-reabrirse-caso-madre-mia-contra-humala-c-azabache-noticia-1987403
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Reconstrucción sin cambios
Germán Alarco Tosoni
La ley parte mal
desde sus tres primeros artículos en que se minimiza la fase de planeamiento,
ya que esta se orienta exclusivamente a la implementación.
El Congreso de la
República acaba de aprobar la ley que crea una autoridad para la
reconstrucción con cambios y establece diversas disposiciones extraordinarias
para la intervención del gobierno nacional frente a desastres.
La discusión fue
de dos días aunque al final se impuso la mayoría a la par del reinicio de la
discusión informal sobre el indulto al reo Fujimori o la liberación de presos
mayores de 75 años. Se hicieron cambios a la propuesta original del Ejecutivo
pero se mantienen serios problemas en la misma.
La ley parte mal
desde sus tres primeros artículos en que se minimiza la fase de planeamiento,
ya que esta se orienta exclusivamente a la implementación. Se habla de contar
con un plan en solo 90 días. Debería haber planes integrales para cada cuenca
(comprendiendo sus partes alta, media y baja) donde interactúen las
diferentes aristas-disciplinas a considerar.
SIN PARTICIPACIÓN
Asimismo, en la
fase de elaboración no hay mención alguna a todas las organizaciones
sociales, universidades, gremios empresariales, colegios profesionales y
otros que deberían participar en el ámbito de cada región y localidades
específicas.
¿Dónde quedó el
planeamiento concertado? A partir de estos planes territoriales integrales
deberían desprenderse los planes sectoriales específicos para ser ejecutados
articuladamente por los diferentes niveles de gobierno.
En el plazo
establecido es probable que solo se cuente con una lista numerosa y
desordenada de proyectos tradicionales sin lógica alguna. ¿Podrán plantearse
proyectos innovadores?, ¿tendremos una reconstrucción con cambios?, ¿puede
pensarse que un plan de 90 días se mantenga más o menos fijo en el tiempo?
ABSURDOS
Por otra parte es
un gran absurdo crear un nuevo organismo cuando se tiene al Ceplan. Asimismo,
es el colmo que esta institución no participe en su directorio al igual que
el Ministerio del Ambiente que es responsable de prever los problemas que
originaron los desastres. ¿Pueden los gobiernos regionales y locales plantear
todas sus observaciones al Plan en 10 días?
La norma también
supone como automático y rápido el reporte de daños y afectados, cuando se
trata de un proceso complejo. La modalidad de obras a cargo de privados para
el encausamiento y escalonamiento de ríos por terrenos era innecesaria y abre
la puerta a conflictos.
Es un absurdo
plantear la posibilidad de crear otras autoridades futuras cuando surjan
nuevos desastres naturales (primera disposición complementaria final). La
cláusula anticorrupción incorporada es burda y elemental.
En fin, nada se
dice de la estructura organizacional de la nueva autoridad, incluida la
necesidad de contar con un consejo asesor técnico permanente para proponer y
evaluar las propuestas creativas que se requieren. ¿Más de lo mismo de
siempre?
Asimismo, es el
colmo que Ceplan no participe en su directorio al igual que el Ministerio del
Ambiente que es responsable de prever los problemas que originaron los
desastres.
http://diariouno.pe/columna/reconstruccion-sin-cambios/
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