¿Se reajusta la política macroeconómica? - Alan Fairlie
“Semos muy hombres” en Chiclayo - Eduardo González Viaña
El trabajo como factor de riesgo - Enrique Fernández-Maldonado Mujica
Reconstrucción con trueque y silencio administrativo positivo - Félix Jiménez
Cronista del dolor - Jorge Millones
Un metro llamado dispendio - Juan Mendoza
¿Futuro líquido? - Richard Webb
Elecciones al susto - Mirko Lauer
Las páginas por voltear - A.Alvarez R.
Entre el error y la corrupción - Víctor Andrés García Belaunde
La historia no voltea sus páginas - Rosa María Palacios
Periodismo y preparación - Claudia Cisneros
Repensar la descentralización (2) - Martín Tanaka
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¿Se reajusta la política macroeconómica?
Alan Fairlie
Si no se relajaba
la meta fiscal, debía hacerse un nuevo ajuste de gastos que tanto daño hizo
el último trimestre del años pasado, o aumentar impuestos.
El ministro
Thorne, en declaraciones públicas y seminario internacional organizado por la
Cámara de Comercio, ha hecho diferentes anuncios de política que reafirman
algunas cosas, pero deja abiertas otras.
Mantiene
expectativas de tasas de crecimiento para la economía alrededor del 3%, que
desde diferentes análisis se considera muy optimista. Bruno Seminario, por
ejemplo, calcula que por los desastres y corrupción, podríamos estar cercanos
a cero. El ministro cree que luego de un mes negativo adicional, habrá un
rebote que se mantendrá gracias a la inversión pública que se destinará a la
reconstrucción.
Un cambio ha sido
que se ha levantado la rigidez inicial de la meta de déficit fiscal, ahora se
plantea que puede aumentar y que hay los recursos para invertir. Esto es
positivo. También el anunciar que en principio no habrá endeudamiento externo
y no se subirán los impuestos.
Si no se relajaba
la meta fiscal, debía hacerse un nuevo ajuste de gastos que tanto daño hizo
el último trimestre del año pasado, o aumentar impuestos. La recaudación ha
caído y las metas no se han cumplido. Solo se recuperará si hay un
crecimiento similar al proyectado por el ministro, pero como se ha señalado,
parece poco probable de alcanzar.
En efecto, no solo
hay una caída de la inversión privada desde antes del escándalo de corrupción
y el desastre que nos afectaron. Ahora, las expectativas empresariales según
las encuestas disponibles, no han cambiado y no se espera aumento de la
inversión privada. Más aún si hay capacidad instalada ociosa en la industria.
No habría incentivo para invertir en un contexto de desaceleración de la
economía y cifras negativas en varios sectores, donde se ha tenido
simultáneamente un shock de oferta y demanda.
Solo queda la
inversión pública, porque no tenemos nuevos proyectos de inversión extranjera
adicionales a los mineros que se conocen. Se ha tenido que revisar también
las metas y plazos de ProInversión, en metas de concesiones, asociaciones
público-privadas y obras por impuestos. El problema es que con los escándalos
que se conocen de corrupción, no hay suficiente credibilidad.
El ministro ha
señalado ahora, que tenemos los recursos fiscales suficientes que sumados
pueden llegar al 8% del PBI. No se usarán todos, pero efectivamente hay
recursos que se necesitan invertir ahora, como en el caso de las reservas
fiscales. Pero, no necesariamente será inversión pública, se está mencionando
la modalidad de obras por impuestos. Aquí hay que tener mucho cuidado tomando
todas las previsiones en los casos que se implemente, dados los antecedentes
de corrupción que aún no se terminan de conocer, no solo en el gobierno
nacional, sino en los regionales y locales. Superado ese problema todavía
queda el de la gestión y hay imitaciones para hacerlo de forma
descentralizada. El MEF está convocando especialistas de proyectos, lo que no
está mal, pero es insuficiente. CEPLAN tendría que jugar un rol protagónico.
El tema de las
modalidades de gasto pasa a ser crucial. Por ejemplo, llevar ayuda a las
zonas afectadas, no sería tan eficiente como hacer transferencias directas a
los damnificados, dicen los expertos. Debería priorizarse la inversión
pública directa y solo muy complementariamente las otras modalidades. El tema
del ordenamiento territorial o construir planificadamente, tomando
previsiones para nuevos fenómenos deber ser considerados.
Se están juntado
mecanismos de corto plazo con largo plazo, que deben combinarse bien. Ojalá
se consiga.
El BCR debe ayudar
bajando las tasas de interés. El aumento de la inflación probablemente se
revierta dado que la emergencia está pasando, y tampoco se prevén grandes
fluctuaciones cambiarias, aun con alzas de la tasa de interés internacional.
Debería priorizarse la reactivación, acompañando el esfuerzo de inversión
pública. También facilitar crédito especialmente a los productores afectados
y las pymes.
El anuncio de
Cofide de canalizar los 700 millones de soles de crédito es positivo, también
los cambios anunciados en Mivivienda que permita mayor impulso financiero y
de inversión.
Sobre el mediano
plazo hay señales contradictorias . Se anuncia política de clústers para
pymes, lo cual está muy bien porque dinamiza sectores productivos no solo
primarios. Pero se critica la diversificación productiva, y funcionamiento de
los CITES, sin poner en ejecución una alternativa inmediata. Ojalá no se
abandonen objetivos de diversificación productiva y de cadenas productivas y
de valor que nos ayuden a cambiar la inserción internacional del país, así
como de la matriz productiva.
Solo en la medida
que se aplique correctamente el shock de inversión pública que reactive la
economía, creará un crowding -in, reanimando la inversión privada, para
retomar una senda de crecimiento. Pero no debería ser en la misma senda ya
transitada, sino con nuevos horizontes, tomando esta crisis como una
oportunidad de desarrollo sostenible que el país requiere.
http://diariouno.pe/columna/se-reajusta-la-politica-macroeconomica/
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“Semos muy hombres” en Chiclayo
Eduardo González Viaña
nsólito Norte. No
ya sólido, sino insólito Norte que le dio la independencia al Perú en
diciembre de 1820 y la defendió cuando los españoles reconquistaron Lima.
“Semos mujeres
pero también semos muy hombres.”- le dijo al coronel José Balta, doña Manonga
Nevao quien iba a la cabeza de otras tres damas de color.
Querían unirse a
la insurrección de Chiclayo que se había levantado contra el gobierno central
en 1867. La revolución estaba comandada por Balta quien recibió a doña
Manonga en un ambiente de la antigua Iglesia matriz donde había establecido
su cuartel general.
“Venimos donde su
merced a presentarnos de soldaus. Semos mujeres pero semos muy hombres. No
queremos cocinar, ni lavar, ni hacer nada de lo que hacen las flojas.
Queremos echar bala y meter cuchillo. Su merced mándenos donde quiera pero a
pelear”- fueron exactamente sus frases.
Balta, quien había
llegado con solo 156 soldados, aceptó encantado la oferta. Pocas horas más
tarde tenía un contingente adicional de 600 hombres, 100 mujeres y 100
muchachos muy jóvenes. Todo Chiclayo se le había unido en su levantamiento
contra el presidente Mariano Ignacio Prado.
Sabían que el
ejército avanzaba contra ellos desde Lima, pero no temían. Eran chiclayanos,
y por alguna buena razón a su urbe se la conocía desde antes como “la ciudad
heroica”. En vez de cañones, tenían coraje y, según algunos, luchaban al
ritmo de la conga.
Por fin, nada pudo
contra ellos todo el ejército de la República. Los chiclayanos vencieron.
De esa historia,
cuenta Ricardo Palma, por entonces secretario de Balta, que el caudillo
observaba y dirigía los combates desde la torre de la iglesia. A sus pies y
guarecido de los balazos, el escritor le preguntó cómo iban las acciones y
quién iba ganando.
“Recuerde usted
que son chiclayanos.-repuso el coronel. ¿Escucha usted la conga? ¡Mientras el
pueblo cante, la victoria nos sonreirá siempre!”
Hace exactamente
150 años de aquello. Lo leí en las “Tradiciones” y en algún texto de Nicanor
de la Fuente, Nixa, y hoy lo recuerdo de memoria porque tiene que ver con la
actitud valiente de los chiclayanos frente a la catástrofe. En semanas
anteriores he escrito artículos similares acerca de los porfiados trujillanos
y de los exageradisísimos piuranos.
Insólito Norte. No
ya sólido, sino insólito Norte que le dio la independencia al Perú en
diciembre de 1820 y la defendió cuando los españoles reconquistaron Lima (por
eso, el bicentenario debería celebrarse en 2020). Aquí todo es posible.
Los ríos han
salido de sus cauces. Las calles se han convertido en acequias. Los vecinos
han salido nadando de sus casas. Las carreteras están cortadas y los pueblos,
aislados. Y sin embargo, nadie va a rendirse aquí. Los norteños sabemos que
quien no ha perdido todo, no ha perdido nada. Y ese es el ánimo que se
advierte también en el resto del Perú.
Lamentablemente,
los males que estamos sufriendo no corresponden solamente a la ira de la
naturaleza.
El huracán
Odebrecht que sopla desde Brasil está despojando de sus máscaras a los
desalmados que hicieron cutra en los millones de la inversión pública y al
mismo tiempo permitieron que las empresas corruptoras construyeran puentes
que, cada día, se desploman y obras que sirvieron tan solo para ser inauguradas.
El lodo, las
piedras y el agua pasan cada mañana por encima de las supuestas “obras de
prevención” y revelan que, durante estas últimas décadas, Fujimori, García,
Toledo y Humala nos han construido un país de utilería.
Hay un
expresidente condenado a cadena perpetua por haberse sumado a los criminales
de Argentina, Chile y Uruguay. Tenemos uno en la cárcel, el otro se esconde
en Estados Unidos y los otros dos no saben qué responderán a los fiscales.
En Chiclayo hace
150 años, el pueblo siguió a Balta porque vio en él a un hombre y no a una
pandilla de miserables. Y lo que ocurre hoy es demasiado. Se puede desafiar
la calamidad. Lo que no se puede soportar es la vergüenza.
El insólito Norte
y el Perú eterno le hacen frente al desastre con altivez, pero el cataclismo
moral es más difícil de asumir. Hay que hacer algo y pronto. Aquí está
faltando doña Manonga Nevao, la chiclayana.
http://diariouno.pe/columna/semos-muy-hombres-en-chiclayo/
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El trabajo como factor de riesgo
Enrique Fernández-Maldonado Mujica
Pocos saben que en
el Perú se registra en promedio un accidente de trabajo fatal cada dos días.
O que se reportan hasta 57 incidentes de riesgo laboral diarios y cuando
menos uno de enfermedades ocupacionales. Todas las semanas somos testigos de
algún caso en los medios de comunicación.
Por eso, la
conmemoración del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo,
este 28 de abril, debe llevarnos a reflexionar sobre esta problemática
particular que merece la atención prioritaria del Estado y la sociedad.
Las probabilidades
de experimentar un accidente de trabajo no son iguales para todos. En estas
operan variables como la categoría ocupacional, el sexo y/o actividad
económica. La clase social resulta un factor “discriminador” de la
siniestralidad e inseguridad laboral.
Durante el 2015 el
grueso de los accidentes de trabajo se dio en la industria manufacturera, en
la construcción y el sector inmobiliario. Los más expuestos son los
“operarios” (4,854 casos), cuya incidencia es casi el triple que la de
obreros (1,765) y empleados (1,673). Lejos de aminorar, el número de
accidentes laborales creció en los últimos años, al pasar de 4,732
notificaciones el 2012, a 20,941 el 2015.
En este contexto,
cabe destacar la aprobación del segundo Plan Nacional de Seguridad y Salud en
el Trabajo 2017-2021. Este representa un avance cualitativo respecto del
anterior (2014-2017), al incorporar indicadores, metas y procedimientos para
su ejecución.
Sin embargo, su
aplicación deberá enfrentar varias limitantes. Comenzando por la precariedad
presupuestal, que incide en la falta de personal capacitado y en cantidad
suficiente. A esto se suma la debilidad, desarticulación y falta de voluntad
política de las instancias encargadas (además del MTPE, el MINSA y las
direcciones regionales de salud y trabajo) que soslayan sus
responsabilidades.
Otro tanto le
compete a las empresas, más preocupadas en reducir las penas por negligencia
(modificando la Ley SyST N° 29873), que en adecuar y fortalecer sus sistemas
de gestión de prevención de riesgos laborales. En TrabajoDigno.pe publicamos
un informe al respecto.
http://diariouno.pe/columna/el-trabajo-como-factor-de-riesgo/
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Reconstrucción con trueque y silencio administrativo
positivo
Félix Jiménez
El gobierno acaba
de presentar al Congreso de la República el Proyecto de Ley Reconstrucción
que será sustentado el próximo lunes 24.Según su exposición de motivos este
proyecto ley permitirá: 1) Atender en forma rápida a la población; 2)
Recuperar prontamente las condiciones de vida y de producción de las zonas
afectadas; 3)Planificar las intervenciones generando economías de escala en
las contrataciones de bienes y servicios; 4) Planificar integralmente de tal
forma de identificar sinergias en los servicios y mejoras en el diseño de la
infraestructura; y, 5) Reubicar a la población que habitaba en zonas de
riesgo alto y muy alto. Para el logro de estos objetivos se crea una
Autoridad a cargo de un Director Ejecutivo con rango de Ministro. Esta
Autoridad será entonces responsable de la denominada «Reconstrucción con
Cambios».
LAS AUSENCIAS EN
EL PROYECTO
No se entiende
cómo se puede diseñar una organización, con un director (con rango de
ministro), encargada de reparar los daños causados por los recientes desastres
naturales, si no se tiene, aunque sea solo aproximadamente, el costo total de
la reconstrucción. El acápite de costos y beneficios solo tiene un listado de
dichos daños en la población y sus medios de vida, pero no hay una taxonomía
del tipo de intervenciones del Estado de acuerdo a si se trata de una obra
nueva o de solo una reparación. No era difícil convocar a los técnicos de los
distintos ministerios involucrados, para aproximarse al costo total de la
reconstrucción.
Contar con
información del tipo de obras y de intervenciones del Estado, habría ayudado
incluso a definir tipos de responsabilidades burocráticas: no es lo mismo
gestionar la reparación de algo que ya existe que gestionar la construcción
de obras nuevas. Por ejemplo, los propios ministerios, con participación de
los respectivos gobiernos regionales o locales, se podrían encargar de las
reparaciones de colegios, centros salud, carreteras y canales de riego
afectados, con una adecuada ampliación presupuestal y con plazos prefijados. De
otro lado, la gestión de la construcción de obras nuevas se pudo haber
encargado al CEPLAN con un comité técnico integrado por representantes de los
respectivos ministerios.
En el proyecto de
ley no se define claramente qué es reconstrucción con «cambios». ¿Dónde
identificar los «cambios»? ¿Habrá «cambio» en el control técnico de la
calidad de las obras y en la determinación de su vida útil? ¿Quién lo hará?
¿Habrá control previo, control durante la ejecución yel control posterior de
los proyectos de obras? ¿El «cambio» estará en la justificación rigurosa, si
se opta por una APP, de por qué el proyecto de obra se destina al sector
privado y no al sector público? ¿Habrá un modelo de vivienda y de
urbanización con todos los servicios que se ofrecerá a los damnificados,
reubicados y no reubicados? ¿Habrán veedores neutrales provenientes de los
colegios de ingenieros y de arquitectos? No sabe dónde identificar los
cambios simplemente porque en el proyecto no se explicitan.
El gobierno
argumentará que los cambios están definidos en los objetivos del proyecto.
Uno de ellos dice que se planificarán las obras de tal manera que se logren
economías de escala en las contrataciones. Pero esto es lo que toda
organización eficiente y que planifica, debe hacer. También se dice que se
evitará la «urbanización» en zonas de riesgo y se buscará crear sinergias en
los servicios públicos y mejoras en la infraestructura. Pero no se dice cómo.
No hay criterios orientadores para los que se encarguen de la planificación
de la reconstrucción. Por lo demás, el proyecto de Ley prescinde del CEPLAN
que se supone que es un organismo especializado en planificación.
SILENCIO
ADMINISTRATIVO POSITIVO Y OBRAS POR TERRENOS
El «cambio» parece
estar en el artículo 8 del proyecto de ley sobre Competencias y facilidades
administrativas extraordinarias y temporales. Para atender a la población
afectada y reparar sus condiciones de vida en forma rápida, el proyecto apela
a procedimientos administrativos simplificados «con un plazo máximo hasta 7 días
hábiles» y sujetos a silencio administrativo positivo.¿Estos «procedimientos
administrativos necesarios» (permisos, autorizaciones, registros,
inscripciones, etc.), serán anunciados públicamente para que sean
fiscalizados por la ciudadanía y los organismos de control? En el citado
artículo se dice, además, que «los distintos niveles de gobierno deben poner
sus predios a disposición a solo requerimiento de la autoridad», para
ejecutar los proyectos de acuerdo al Plan. ¿Estos proyectos serán evaluados
financiera y técnicamente antes de ejecutar el «requerimiento de la
autoridad»?.
El otro «cambio»
podría estar en la novena disposición complementaria que dice: «Dispóngase
que la inversión privada en el encausamiento y escalonamiento de los ríos que
genere tierras aprovechables, puede ser reconocida de acuerdo a las
condiciones y modalidades de retribución o compensación para el
inversionista, conforme se determine mediante Decreto Supremo. Las
modalidades de compensaciónincluyen la suscripción de contratos de cesión en
uso, arrendamiento, usufructo, superficie u otras modalidades permitidas por
la Ley». Esto estrueque de obras por terrenos. Pero, tampoco hay criterios
orientadores para encausar este trueque de manera transparente. ¿No es acaso
indispensable definir la participación de los gobiernos regionales o locales
en la formulación de los proyectos que impliquen la cesión de sus predios?
A MODO DE
CONCLUSIÓN
La creación de un
director ejecutivo de la reconstrucción, existiendo CEPLAN, no parece ser lo
más adecuado. Se puede aprovechar esta coyuntura para fortalecer técnicamente
a esta institución que, por cierto, «debe trabajar de la mano con la
Presidencia de Consejo de Ministros».
http://diariouno.pe/columna/reconstruccion-con-trueque-y-silencio-administrativo-positivo/
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Cronista del dolor
Jorge Millones
“La violencia, el
narcotráfico y la desestabilización política y social son la nueva estrategia
de re-colonización del neoliberalismo”.
Por fin pude
sentarme a escribir sobre Sergio González Rodríguez, el entrañable
periodista, escritor, docente, cronista e investigador mexicano que nos dejó
el tres de abril. Una gran pérdida para el mundo académico y nos quedamos un
poco solos en el esfuerzo por develar y comprender la brutalidad con la que
se expresa hoy el neoliberalismo, ya sea en su forma legal o ilegal, aunque
cada vez más se ve cómo se borra la frontera entre esas dos dimensiones. Nos
ha dejado un maestro en develar las nuevas complejidades del sistema, del
poder y la violencia.
Llegué a conocer
su obra gracias a un ensayo que me impactó por la crudeza de los casos que
analizaba y las conclusiones a las que llega, “Campo de guerra” (Anagrama,
2014). En esta investigación González Rodríguez describe el proceso de
constitución de los carteles mexicanos hasta formar un narco-Estado, de cómo
entran a reprimir los militares (cartel de los Zetas) y cómo terminan siendo
absorbidos y asimilados fácilmente por la dinámica del narco hasta convertirse
en un nuevo y poderoso cartel. Establece los vínculos entre los
narco-militares (comandos mexicanos formados por militares norteamericanos en
la Escuela de las Américas, Panamá) y las diversas instancias del Estado
(Ejecutivo, Legislativo, gobernaciones) y también el control (violento o
corrupto) de la prensa.
Analizando los
métodos brutales de los carteles en la lucha por el control del circuito de
la droga, logra encontrar similitudes entre el proceso del narcotráfico en
México y los grupos fundamentalistas islámicos (sobre todo, el sanguinario
ISIS) en Oriente Medio. Sostiene que ambos procesos de violencia extrema son
estrategias de los Estados Unidos para desestabilizar económica, política y
socialmente ciertos países en los que tendría intereses geopolíticos y
económicos; y en este ajedrez geopolítico, los países latinoamericanos
vinculados directamente al narcotráfico jugarían un rol central en la
recolonización norteamericana del continente mediante guerras focalizadas en
un territorio pequeño o mediano, pero con mucha violencia intensiva.
Este sería para
este investigador el modus operandi de las nuevas políticas de Estados Unidos
desde que se firmaron los primeros TLC: usar al narcotráfico para desarrollar
intensas guerras posmodernas focales para desestabilizar y controlar
territorios de interés.
http://diariouno.pe/columna/cronista-del-dolor/
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Un metro llamado dispendio
Juan Mendoza
La línea 2 del
metro es un monumento al dispendio. El sobrecosto del proyecto, de más del
100%, superaría los US$3 mil millones.
El sobrecosto en
la línea 2 salta a la vista. El proyecto, de 35 kilómetros, está valorizado
en US$6,620 millones con IGV. Las líneas 3 y 6 del metro de Santiago, de 37
kilómetros, cuestan US$2,760 millones. Los 27 kilómetros del metro de Bogotá
costarán US$3,000 millones. Los 22 kilómetros del metro de Quito, adjudicado
a Odebrecht, tienen un presupuesto de US$2,000 millones.
El costo promedio
por kilómetro de los metros de Santiago, Quito y Bogotá es US$92 millones. El
costo por kilómetro de la línea 2 es US$190 millones, es decir 105% más que
en los países vecinos. Si construyéramos la línea 2 con el costo promedio de
Ecuador, Colombia y Chile, el proyecto no debería costar más de US$3,300
millones.
Cada habitante de
Santiago y Bogotá pagará US$14 por cada kilómetro de metro, pero cada limeño
pagará más de US$22 dólares. Mientras que el Perú destinará 3.3% de su PBI a
37 kilómetros de metro, Chile asigna 1% de su PBI a 35 kilómetros.
Una razón por la
que la línea 2 es tan cara es porque, a diferencia de la línea 1, estará bajo
tierra. El costo por kilómetro de la línea 2 es más del doble que el de la
línea 1. Peor aún, como es público, se ha señalado que la línea 2 no
soportaría un terremoto de grado 9 mientras que la línea 1 sí lo haría. ¿No
es increíble que la línea 1, en que Odebrecht ha confesado haber repartido
coimas como caramelo y en que la Contraloría ha detectado más de US$100
millones de perjuicio para el país, tenga un diseño más eficiente y barato
que la línea 2?
inRead invented by
Teads
En el colmo de la
improvisación, la línea 2 se adjudicó antes de que el Estado hubiera liberado
los terrenos. Es como si alguien contratara la construcción de una casa sin
tener listo el lote. Por ello, el proyecto tiene un atraso de más de 15
meses, lo que ha llevado al concesionario a interponer una demanda
internacional contra el Estado peruano por US$260 millones.
La Contraloría ha
detectado 5 irregularidades en la línea 2, por lo que ha denunciado a 23
funcionarios de Proinversión. Una de ellas es que, sin sustento técnico, se
adelantó la construcción del tramo 1A, lo que habría causado un sobrecosto de
US$156 millones. Según Daniel Abugattás, el adelanto fue un capricho de
Ollanta Humala. Juan de Dios Olaechea estima que, debido a errores de diseño
y partidas no anticipadas, el costo final del proyecto superaría los US$9 mil
millones.
La línea 2 es una
perla más de la ineficiencia y el dispendio de uno de los peores gobiernos
republicanos.
http://peru21.pe/opinion/juan-mendoza-metro-llamado-dispendio-2278726
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¿Futuro líquido?
Richard Webb
Celebramos el Día
de la Tierra invadidos por el agua. Además de las lluvias recientes, se
derriten los glaciares y los icebergs y National Geographic predice la
desaparición bajo el mar de Miami, Londres, Holanda y Bélgica. El mar
Atlántico, dice, invadirá la Amazonía y llegará hasta nuestra frontera en
Loreto. Pero antes de esos cambios terrenales, estamos viviendo ya una
licuefacción de la vida social.
Nuestro modelo de
vida social se dibuja pensando en las sólidas estructuras de la Tierra. El
valor supremo es la firmeza de la institucionalidad, trátese de la vida
social, de la economía o de la política. Nos castigamos a diario cuando
transgredimos alguna regla de esa institucionalidad. No hay insulto más
frecuente que la acusación de informalidad, que se entiende como una
violación de las instituciones. Lo que no se toma en cuenta en esa crítica es
que los cimientos de la institucionalidad están siendo erosionados por
cambios sociales. La causa es la misma que la que ilustra National Geographic
–la licuefacción– pero aplicada no al mundo físico de la Tierra sino a la
sociedad que mora en ella.
La diferencia
esencial entre el sólido y el liquido es la libertad de movimiento. El sólido
se atasca ante una barrera y ese muro es precisamente la razón de ser de una
institución. El liquido, más bien, encuentra un camino de salida, que es otra
forma de decir que se libera.
La nueva
liberación individual procede en gran parte de la tecnología que ha permitido
un salto en la intensidad de la interacción social, por la moderna
accesibilidad y abaratamiento de los viajes, y especialmente de la
comunicación. Camino diez cuadras a mi trabajo y me cruzo con una mayoría de
personas ocupadas en una comunicación casi continua, incluyendo caminantes,
policías, vigilantes e incluso choferes. Se suma el acceso continuo a la
radio y televisión en autos, hogares y oficinas. Ese cúmulo de expandida
interacción social informa, facilita y aceita la iniciativa y la innovación
en todos los ámbitos del comportamiento social, trátese de soluciones de
negocio, de salud, de esparcimiento, o de estrategia amorosa. No sorprende
que muchas veces se descubran caminos que no encajan con la institucionalidad
existente.
La moderna fluidez
de la población empieza a confundir los registros tradicionales de la
estadística. Aumenta el número de viviendas desocupadas, fenómeno que refleja
la diversificación de las ocupaciones, la mayor importancia de la educación
en los planes de vida y la mayor facilidad de movimiento entre los distintos
domicilios usados para cada fin. Más que migración, se dice, el movimiento
entre residencias es una “oscilación”. En el distrito de Huayllay Grande de
Huancavelica, por ejemplo, el número de campesinos que migran para trabajar
temporalmente en otro distrito se ha elevado de 20% a 90% en dos décadas. Un
dato que ha generado preocupación es la aparente inactividad de los jóvenes,
cuando las encuestas registran que ni estudian ni trabajan. Sin embargo, los
llamados “ni ni” son más bien “y y” porque estudian y trabajan en forma
parcial e irregular, pero no bajo la formalidad que tradicionalmente define
esas actividades. Y, como se transluce de los debates acerca del género,
incluso esas categorías humanas empiezan a escapar los muros de las
categorías tradicionales.
http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/futuro-liquido-richard-webb-noticia-1986063
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Elecciones al susto
Mirko Lauer
Al opinar que el
atentado en París tendrá un gran efecto sobre las elecciones francesas,
Donald Trump está diciendo que puede favorecer a la derechista Marine Le Pen.
Pero también está transmitiendo su convicción de que hoy los electorados se
mueven por acontecimientos de impacto. Es decir, que son volubles y
manipulables.
No está
descubriendo nada nuevo. La reacción a un atentado atribuido a ETA definió
las elecciones españolas del 2008. Una frase infeliz atribuida al secretario
general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, definió las elecciones peruanas
del 2016. Hay, en efecto, hechos donde lo instantáneo puede costar a través
de largas campañas electorales.
No se sabe si
Trump tiene razón, pero no es el único que piensa así. Uno supondría que el
sofisticado electorado francés, que se mueve a través de partidos bien
organizados, no se va a dejar mover por lo circunstancial. Pero con márgenes
tan estrechos entre los cuatro candidatos, un grupo reducido de asustadizos
puede funcionar como gran elector.
La cuestión es que
los electorados se han vuelto impredecibles, y las encuestas muy poco
confiables. Casos destacados son las votaciones del Brexit y del acuerdo de
paz en Colombia. El primero ha redibujado el mapa mundial, el segundo casi
derriba decenios de esfuerzos políticos. Un triunfo de Le Pen podría
inaugurar una nueva era de reaccionarismo europeo.
Pero a la vez se
trata de una impredictibilidad a medias. Las ciudadanías de las democracias
occidentales están virando hacia la derecha desde hace ya cierto tiempo,
señal de un creciente descontento frente a la modernidad liberal aquejada por
serias crisis económicas y problemas de convivencia con inmigrantes del mundo
entero. Un escenario que hoy parece indetenible.
Una pregunta de
The New York Times toca un punto sensible: “¿Por qué los franceses temen a un
triunfo de Le Pen y a la vez piensan que es posible?”. Detrás de la frase
está la idea de que las mayorías enemigas de la extrema derecha no se
consideran con capacidad para cerrarle el paso. También es un reconocimiento
de que todos los triunfos se han vuelto aleatorios.
Si un atentado o
un escándalo oportunamente producidos pueden decidir una elección, entonces
los veremos en casi todas las elecciones. Es obvio que Trump ha saludado el
atentado de París, una bravata oportunista que lo pinta de cuerpo entero.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868277-elecciones-al-susto
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Las páginas por voltear
A.Alvarez R.
Los veinte años
del rescate de los rehenes del MRTA fueron –salvo para algunos perdidos en el
espacio de la izquierda– pretexto de unidad nacional que aprovecharon el
gobierno y el fujimorismo para lanzar declaraciones que insinúan un
acercamiento que, si se basa en principios, sería positivo.
La conmemoración
le sirvió al presidente Pedro Pablo Kuczynski para “saludar a la hija de don
Alberto Fujimori” y proponer que “tenemos que voltear la página”. El ex
presidente Alberto Fujimori expresó su coincidencia (“¡Tiene razón! Los
peruanos debemos construir una agenda común con apoyo de todos”); su hijo
Kenji tuiteó que “está en lo correcto PPK” y su hija Keiko saludó el homenaje
del gobierno a los comandos.
Algún tipo de
acuerdo sería una buena noticia para la perspectiva política peruana, pues un
factor crítico de riesgo de este lustro es que el conflicto entre el gobierno
y el fujimorismo lleve al país al despeñadero.
Es un arreglo que
necesitan, en este contexto, ambas fuerzas políticas. El gobierno requiere el
respaldo del congreso para que Fuerza Popular no obstaculice sus iniciativas.
Y el fujimorismo
tiene el problema de que su forma de hacer oposición no lo ayuda a tener una
buena imagen en la ciudadanía. Atacar a la libertad de expresión mediante una
parlamentaria que hizo de la extorsión desde un medio un modus vivendi, o los
exabruptos de esta semana del congresista Luis Galarreta, son solo dos
expresiones de una oposición con más fuerza que inteligencia.
Algún acuerdo
aunque sea mínimo de convivencia política sería beneficioso para el país y
para ambos, pero debería sustentarse en principios y no en componendas como
que el gobierno se haga de la vista gorda sobre determinados asuntos
democráticos fundamentales.
Por ello, esta
columna quisiera precisar lo señalado por mi amigo Fernando Rospigliosi ayer
en El Comercio sobre que este periodista no aprecie estos gestos de
acercamiento entre el gobierno y el fujimorismo, como los del ministro Jorge
Nieto, quien “ha hecho, ya desde hace tiempo, todo lo posible por mostrarse
como apaciguador con el fujimorismo”.
Al contrario.
Claro que se aprecian estos gestos y, para ello, el cuidado de las formas y
el fondo es crucial. Pero sería inaceptable que un acuerdo implique pasar por
agua tibia asuntos tan graves como la mella de la libertad de expresión que
promueve el fujimorismo en el Congreso, y que el ministro Nieto diga,
seguramente para congraciarse con Fuerza Popular, más de un mes después de
iniciado el debate, que no está al tanto del mismo.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868281-las-paginas-por-voltear
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Entre el error y la corrupción
Víctor Andrés García Belaunde
Hace poco, se
publicó un artículo de un historiador pradista, en el que plantea no seguir
abriendo heridas en un caso emblemático. Es evidente que hace alusión a mi
libro El Expediente Prado, con información inédita del dos veces presidente,
general Prado, tergiversada por la historia oficial, como el dudoso origen de
su fortuna, que en mi opinión explica su deserción del mando supremo en plena
Guerra del Pacífico. Todo esto al margen del esfuerzo de sus descendientes
por “limpiar” su imagen mediante “historiadores” contratados que crearon
documentos falsos e incluso una forzada declaración como prócer en 1944;
promovida por su hijo el presidente Manuel Prado, desconociendo al verdadero
héroe de la jornada del 2 de Mayo de 1866, José Gálvez.
Sin embargo,
afirmar que Prado es inocente porque se encontraba fuera de Lima cuando su
ministro de Guerra, Mariano Pio Cornejo, contrató la compra de los buques
Manco Cápac y Atahualpa sobrevalorados en un 300% y comprados a un
intermediario que no era dueño de nada (A. Swift), resulta, por decir menos,
pueril. No existe documento alguno de Relaciones Exteriores o la Marina de
Guerra que avale la compra de dichos buques, llamados “ataúdes de acero”.
Se pretende
ignorar la evidencia documental que he mostrado. Cómo negar que Prado hacía
negocios en Chile, mientras el Perú era invadido y saqueado por esas tropas,
de acuerdo a las escrituras públicas chilenas del 30/04/1879 o la del
27/12/1881.
Aseveraciones,
como las del cónsul británico en Lima, Sir Spencer St. John, entre otras
varias, son verdaderas evidencias de que no se trataba de un error: “el
pueblo estuvo asombrado de enterarse que el general Prado se había embarcado
a bordo del vapor inglés [propiedad de Wheelwright, cónsul chileno en
Liverpool] y zarpó a los Estados Unidos. (…) pero en general su partida es
vista como una huida desgraciada.”
Y, en la misma
línea, el cónsul hace una reflexión sobre la trayectoria del entonces
presidente del Perú y concluye: “Siempre he pensado que el general Prado ha
sido totalmente desmerecedor de su posición: en cada gran ocasión ha mostrado
una lamentable falta de coraje personal y es remarcable que el hombre que en
el Perú se presenta bajo el nombre del “Héroe del Dos de Mayo” sea visto en
general, como un completo cobarde (…) La reputación financiera del general
Prado está a la par con la de su coraje”.
Tal como se
pretende interpretar una acción así, cualquier hecho de corrupción puede ser
justificado. Son los documentos, no las interpretaciones, los que nos dan luz
clara sobre la historia. Las heridas sólo se cierran con la verdad y no con
interpretaciones inducidas por una familia.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868283-entre-el-error-y-la-corrupcion
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La historia no voltea sus páginas
Rosa María Palacios
La semana política
empezó con una acusación falsa y una declaración golpista. Luis Galarreta,
congresista y hoy vocero del fujimorismo, acusó a Fernando Zavala de ser un
Montesinos. El insultó –porque lo es– fue rechazado por el Presidente del
Consejo de Ministros, pero el objetivo se cumplió. Invadir la ciudad con
mensajes de whatsapp que mezclan elementos ciertos (nombres de personas que
tienen funciones oficiales, contrataciones de agencias de publicidad) con
otros paranoides y absolutamente falsos. El fujimorismo, acusaba al gobierno
de hacer lo que ellos han hecho por años. Tener un ejército de cuentas
manejadas por unos cuantos insultadores anónimos, algunos de los cuales ya
han sido puestos en evidencia durante la campaña. El gobierno no tiene un
“troll center”. ¿El fujimorismo? Podemos revisar las cuentas de twitter de
sus más conspicuos anónimos difamadores y podrá notarse la calidad de estos
miserables.
Como si no fuera
poco, esto no es lo más grave de lo dicho por Galarreta. El congresista
sostiene que Keiko Fujimori no perdió las elecciones presidenciales. Esta es
una manifiesta infracción a la Constitución, castigada con suspensión,
destitución o inhabilitación, porque el congresista desconoce las
resoluciones de un poder del Estado. El JNE proclamó ganador a Kuczynski le
guste o no. El rechazo a esa resolución es una grave infracción a sus deberes
de congresista. Pero, sabemos que no habrá castigo alguno. Sin embargo, no se
trata solo de infringir la Constitución. La declaración es golpista porque
adelanta el camino a la vacancia. Convencer al público que PPK es un
“Presidente ilegítimo” –cosa que Fujimori cree– es necesario para obtener
apoyo social y así sacar al Presidente Kuczuynski del poder.
Pasadas las
lluvias y salvado Martín Vizcarra –como Moisés, de las aguas– el “Plan
Vacancia” vuelve a su cauce. Así se entienden mejor las declaraciones de
Galarreta. Los actos dicen más que cualquier teoría de la conspiración, así
que basta con enumerarlos. Primero, censurar ministros. Lo lograron con
Saavedra, hoy jefe planetario para educación del Banco Mundial (una cachetada
en la cara a los que lo persiguieron) y casi lo hacen con Vizcarra.
Continuarán, no lo duden. Segundo, derogar decretos legislativos. Todo lo que
sea reconocer derechos a minorías, se va. Pero eso no es todo lo que van a
derogar. Tercero, crear teorías falsas de asociación a hechos corruptos y
desperdigarlas, como esta tontería de un “troll center”, para encontrar una
incapacidad moral como excusa. Cuarto, atacar a la prensa, en especial a la
prensa escrita, con un paquete de normas que hubiera ruborizado a los
militares socialistas del velasquismo. ¿Son estos actos aislados y no
responden a un plan? Eso no se lo cree nadie.
Frente a ese
escenario, se utiliza el vigésimo aniversario del exitoso rescate de rehenes
de la Embajada de Japón para montar una maniobra política. Como dijo alguien
cuyas iniciales aparecen en las agendas de Marcelo Odebrecht, “en política no
se puede ser ingenuo”. Los comandos de la operación Chavín de Huántar han
sido usados (otra vez más) en un sacamanteca entre Keiko Fujimori y el
Presidente. Por un lado, el fujimorismo sacó provecho al atribuirse hoy lo
que se hizo hace 20 años y del otro, el oficialismo tendiendo su enésima rama
de olivo, su puente de plata, su volteada de página. Todo es tan falso, tan
convenido, que el supuesto reconocimiento a los comandos queda como un
decorado de fondo para otros fines menos heroicos. Una pena, la verdad. No merecen
esto.
En ambos lados hay
cosas que anotar. En el fujimorismo, ¿el fin de la etapa “negacionista” de
los noventas? ¿El intento público de conciliación de Keiko con Alberto, vía
twitter, es un guiño a Kenji y a los albertistas? Puede ser. Más falso, no
puede ser el gesto, pero es un hecho que Keiko Fujimori lo considera útil.
Del lado del gobierno, una patinada más o, tal vez, ya han decidido que el
rol de víctima perpetua de un fujimorismo, percibido como abusivo en su
mayoría parlamentaria, los fortalece. Entonces, y solo así, puede entenderse
la vocación de alfombra que muestra el Presidente.
¿Voltear la
página? Eso puede hacerse en la esfera privada para obtener una tregua o un
perdón definitivo. Pero la historia no voltea sus páginas. Puede reescribirlas
pero jamás olvidarlas. La política hace historia día a día. Galarreta miente
al decir “que ellos han volteado la página hace tiempo” porque lo que pide el
Presidente suena bien, pero es un imposible histórico. Las páginas no se
voltean a simple voluntad porque la historia no se construye negándola ni
olvidándola.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868280-la-historia-no-voltea-sus-paginas
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Periodismo y preparación
Claudia Cisneros
Durante la campaña
presidencial 2011, trabajando en el noticiero matutino de Frecuencia Latina,
sucedió algo que pocos comprendieron: abandoné el set al inicio de una
entrevista que compartía con mi coconductor, sigilosamente, cuando la cámara
no me ponchaba. Ya estando casi fuera, por mala suerte el director ponchó y
se llegó a ver una partecita mía saliendo. Pese a la campaña de una
difamadora exrea, era obvio que si yo hubiera querido hacer escándalo hubiera
usado las cámaras en vivo. Pero no era el caso y las razones tenían más que
ver con la responsabilidad de un periodista de prepararse para una entrevista
y con un rechazo a malas prácticas de algunos periodistas de servir al patrón
en vez de al público.
En un noticiero
nacional en el que a diario se entrevista a muchas personas, los productores
coordinan con los entrevistados al menos un día antes para que los
conductores puedan prepararse. La decisión final la suele tener el
director/a. Si trabaja en equipo y priorizando el periodismo, se decide en
consenso. Pero esto pasa cada vez menos porque los medios masivos suelen
manejar sus intereses a través de indicaciones a sus obedientes directores
que subordinan lo periodístico a su estabilidad laboral.
Algunos pocos
periodistas aún dan la lucha, pero cada vez son menos porque se les rotula de
inmediato de conflictivos. Como consecuencia, muchas cosas se manejan al
margen del interés público/periodístico y más por cumplir con poderes
políticos o económicos.
Volviendo al 2011,
estando en el set en vivo, por el auricular (mediante el cual el director se
comunica con los conductores para indicar pausas, nota a presentar,
microondas, etc.) nos informaron que acababa de llegar el candidato Kuczynski
para una entrevista y que en cinco minutos subiría al set (en un piso
distinto a la sala de control del director). El problema fue que hasta ese
minuto nadie me había avisado de esa entrevista.
Para mí era una
irresponsabilidad “regalar” una entrevista así, sin prepararla, a un
candidato con controversias en su pasado político sobre las cuales ahondar.
Claro que podría haber improvisado, pero me parecía poco profesional ofrecer
algo así al público, además de despertarme suspicacia porque la directora una
vez había proclamado entre nosotros su preferencia por ese candidato. Además,
en el contexto político, PPK venía creciendo, era bien solicitado e imposible
que se aparezca de pronto en un set. Yo objeté la entrevista sin recibir
respuesta de la directora y como mi compañero optó por quedarse, y cuando
sentaron al entrevistado mientras estábamos en un despacho en vivo, decidí
bajar a hablar con ella. Sintomáticamente rehusó atenderme.
Cuento esto
porque, a la luz de incidentes recientes, es cada vez más notoria la falta de
preparación de algunos periodistas en temas puntuales, sea porque no son de
su interés o porque no hicieron su tarea. Olvidan que participar de una
plataforma desde la que se desarrollan informaciones para la ciudadanía
conlleva la obligación de estar enterado o prepararse lo más puntillosamente
posible en todo tema y poder hacer buenas preguntas y repreguntas y conocer
previamente los argumentos del entrevistado y sus respuestas usuales para
poder escarbar más y mejor. Y pese a tener hoy todo a mano en internet.
La mayor carga de
trabajo de un entrevistador es el tiempo que toma prepararse en muchos y muy
diversos temas y sus detalles (fechas, citas, montos, nombres, argumentos
etc.). Al periodista no se le paga solo por sentarse esa hora o dos frente a cámaras
o micros, sino por cómo se prepara las horas restantes de su día. Y hoy toca
saber de muchos temas en los que, por ejemplo, la ciencia, la historia, la
biología, la exploración espacial, tecnología, etc. están implicadas. Por eso
es indispensable que el periodista que no es un erudito, lea más, se entere
bien, se informe al detalle para llegar preparado a una entrevista. No
hacerlo es una negligencia, un despropósito para con los ciudadanos y una
banalización del periodismo, que es en primer lugar un servicio a la
comunidad.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868284-periodismo-y-preparacion
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Repensar la descentralización (2)
Martín Tanaka
Decía la semana
pasada que los escándalos de corrupción recientes y los retos de la
reconstrucción después de los desastres “naturales” nos obligaban a repensar
la descentralización. A estas alturas resulta claro que el gran supuesto de
este, que desde lo local o regional la gestión pública resultaría más
eficiente que desde el gobierno central, y que la representación política se
legitimaría, no siempre funciona. Muchas veces los gobiernos locales y
regionales no tienen las capacidades necesarias, en el mejor de los casos, o
no tienen interés en asumir sus responsabilidades. Además, la fragmentación
extrema de la autoridad pública en regiones, provincias y distritos dificulta
la coordinación y exacerba el localismo. Peor aún, estos espacios pueden ser
capturados por grupos de poder particularistas o intereses mafiosos. En los
últimos años el aumento de los presupuestos públicos ha hecho más “atractiva”
la política local y regional para todo tipo de intereses, al mismo tiempo que
el crecimiento de actividades informales e ilegales ha hecho que, para
mantenerse y expandirse, se requiera el control de la autoridad política.
Habría que atacar
el problema desde varios ángulos; fortalecer los organismos de control, por
supuesto. Luego, mejorar los controles políticos: los regidores y consejeros
regionales deberían ejercer funciones de fiscalización, pero la legislación
actual no ayuda. La mayoría automática con que cuentan los alcaldes y la
elección del consejo regional en circunscripciones provinciales favorece la
cooptación de la oposición y la arbitrariedad de los gobernantes. Tercero,
una reforma política que incluya más transparencia en el financiamiento de
las campañas, prevención de conflictos de interés y más exigencia en la
selección e inscripción de candidatos ayudaría. Respecto a esto último,
lamentablemente, parece que el Congreso dejará escapar la oportunidad de mejorar
las reglas aplicables a las elecciones municipales y regionales de 2018.
De otro lado, en
cuanto a la reconstrucción post desastres, el gobierno parece ser consciente
de la experiencia fallida de Pisco e Ica después del terremoto de 2007. Alan
García pareció seguir los consejos de Álvaro Uribe y creó Forsur, ente
especial dirigido por el empresario Julio Favre, buscando mayor rapidez y
eficacia. En Colombia, el Forec, creado después del terremoto de 1999,
aparecía como modelo, con una institucionalidad especial, autónoma, con
participación privada y de la sociedad civil. Sin embargo, la ley de creación
de Forsur redujo a este a un papel coordinador, y colocó a ministerios,
regiones y municipios como ejecutores. Careció de los recursos necesarios y
cayó presa en la maraña burocrática. No contó con el apoyo del ejecutivo, ni
con el de las regiones y gobiernos locales, ni tuvo capacidades propias.
Rápidamente entró en conflicto con el gobierno regional de Ica y el municipio
provincial de Pisco, que impidieron una acción coordinada, y luego en el uso
de los recursos asignados proliferaron los problemas de corrupción (en los
tres niveles de gobierno, ciertamente).
Afortunadamente,
el Perú de hoy no es el de 2007. El gobierno central parece más consciente de
la magnitud del desafío que tiene por delante, y el regional de Piura, por
ejemplo, parece un muy buen socio. El Estado cuenta con mejores instrumentos
para empadronar damnificados y diseñar políticas. Y en cuanto a la
descentralización parece claro que el criterio debe ser que ella debe avanzar
solo en la medida en que haya capacidad de sustituir y mejorar la acción del
Estado central.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/868279-repensar-la-descentralizacion-2
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