viernes, 24 de marzo de 2017

OPINIONES 24/03/2017

Adiós, socialismo; adiós, Europa - Santiago Roncagliolo
Así no es, pues - Luis Davelouis
Desbalance político - Marco Sifuentes
El agua embotellada y los nuevos sacaojos - Juan de la Puente
KENjI, REY DEL SELFIE - Mirko Lauer
Emergencias: acabar con la repetición de la historia - Santiago Pedraglio
La ceca de Denver - Iván Alonso
Prevención es el remedio - César Lévano
Para "La Nación", todo es igual, nada es mejor - Juan Carlos Martínez
Reconstruir en serio - Agustín Haya de la Torre
¡Ya basta! - Editorial La Jornada
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Adiós, socialismo; adiós, Europa

Santiago Roncagliolo


Fue solo un susto. Pero uno grande. Las elecciones holandesas de la semana pasada parecían en manos del partido ultraderechista PVV, de Geert Wilders, que llegó a liderar varias encuestas. Wilders, un nacionalista tan intenso como su melena rubia, es hostil a todo lo que no sea folclóricamente holandés. No solo le disgustan los árabes. Tampoco le hacen gracia los demás europeos. Propone cerrar las mezquitas, prohibir el Corán y abandonar la Unión Europea (UE). Después del ‘brexit’ y de la elección de Donald Trump, su victoria habría sellado la deriva populista de Occidente.

Al final, el PVV “solo” alcanzó el segundo lugar. Pero no puede quejarse: mucho peor le fue a la centroizquierda. Los socialistas radicales perdieron 28 escaños, así como su posición de alternativa de gobierno.

En realidad, Wilders no ha perdido: ha ganado el liderazgo de la oposición, sobre el cadáver del socialismo.

A un mes de sus propias elecciones, Francia promete más de lo mismo: la Wilders gala es Marine Le Pen, una purasangre de la ultra, antiinmigración y antieuro, cuyo padre considera el holocausto judío como un simple “detalle” de la Segunda Guerra Mundial. Durante la campaña, los guardaespaldas de Le Pen han llegado a golpear a un periodista por hacer una pregunta incómoda, lo cual da una idea de sus instintos. Sin embargo, la candidata lidera muchas encuestas.

Mientras tanto, los socialistas... Bueno, ni siquiera está claro quiénes son exactamente.

En teoría, es socialista el candidato del Partido Socialista, Benoit Hamon. Pero una parte de sus compañeros lo encuentra demasiado izquierdista y su candidatura ha sufrido la deserción de figuras históricas. Era socialista también Jean-Luc Mélenchon, pero abandonó ese partido y ahora lidera el movimiento radical Francia Insumisa. Incluso fue ministro socialista Emmanuel Macron, hoy candidato independiente con programa de centro. Si todos ellos se mantuvieran juntos, tendrían las elecciones aseguradas. Pero, ¿es que podrían estar de acuerdo?

La dislexia de la centroizquierda se extiende por toda Europa. En un país como España, sin la amenaza de la ultraderecha, al Partido Socialista le va igual de mal. El año pasado, tras una serie de catastróficos resultados electorales, una sublevación interna defenestró al secretario general. Para evitar unas nuevas elecciones, que habrían sido suicidas, sus diputados hicieron de tripas corazón y apoyaron el gobierno... de la derecha. Bueno, casi todos sus diputados, porque el partido ni siquiera fue capaz de ponerse de acuerdo en eso.

Mañana, 25 de marzo, la UE cumple sesenta años. En ella, a diferencia de la Europa del Este, el socialismo renunció al marxismo y abrazó el libre mercado. La idea funcionó mientras se expandía la economía, porque el crecimiento permitía financiar los costosos servicios sociales. Y durante décadas, la UE fue el mayor ejemplo mundial de libertad, prosperidad y bienestar. Hasta que la última crisis financiera dejó a las clases trabajadoras sin trabajo. Y cuando esas clases voltearon a buscar a sus partidos socialistas, no encontraron nada diferente de la derecha.

Hoy, el socialismo europeo vive un conflicto de identidad entre su origen de clase y su último medio siglo de historia. Y la izquierda más extrema tiende a disgregarse en un cúmulo de causas legítimas –ecología, LGTBI, maltrato animal–, pero lejanas de las preocupaciones cotidianas de los trabajadores. Alguien debe capitalizar el descontento. Y ahí están Wilders o Le Pen.

La ultraderecha europea llena el abismo que deja el derrumbe de una socialdemocracia confusa y asustada. Y amenaza con tumbar en pleno el sistema político. Si el socialismo europeo no consigue redefinirse, el de mañana será uno de los últimos aniversarios de Europa.


http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/adios-socialismo-adios-europa-santiago-roncagliolo-noticia-1978456

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Así no es, pues

Luis Davelouis


Voy a insistir con esto: rentabilizar la desgracia ajena está mal, es sucio.
No se trata de ocultar los logos que llevan por defecto las botellas de agua de una determinada empresa. Tampoco de que quien produce lácteos esconda su nombre para poder anunciar que quien necesite leche puede pasar por ella gratuitamente a sus establos. Tampoco de que un funcionario del gobierno evite mencionar el nombre de una empresa minera gracias a la cual se pudo recuperar la transitabilidad de una importante vía de comunicación.

No. Todo eso está muy bien, hay que reconocerlo, aplaudirlo e incentivarlo. ¿Pero hay que incentivar la conversión de la caridad en negocio? ¿Hay que impulsar la idea de que ser solidario es bueno solo si es rentable?
Por eso, el cuento de que “es buen ejemplo e inspira a otros a ayudar” no funciona. Además de que obedece a una lógica e inmediatez suicidas. Tampoco funciona “lo importante es el gesto y no tanto la motivación”. Ese pragmatismo nos ha hecho mucho daño y ayudó a destruir nuestras instituciones.

Y es que eso es más o menos lo que debe haber pensado Lelio Balarezo (hoy prófugo de la justicia), ex vicepresidente de Confiep, cuando decidió estafar a la Sunat y a todos los peruanos. Cuando me miran, cuando hay cámaras, me porto bien, soy un ciudadano y una empresa modelo, soy bueno y honrado. Cuando nadie está mirando, estafo al Estado, coimeo, evado impuestos, me reúno con Montesinos y le sugiero que cambie la Constitución para que el sátrapa se quede un término más, falsifico documentos, compro favores, pongo ministros, cometo perjurio y facilito la salida de un delincuente del país.

Pero eso sí, mandé muchas frazadas a Pisco en el 2007 y ahí está mi nota de prensa para probarlo.

http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-asi-no-pues-2275182


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Desbalance político

Marco Sifuentes


Cuando la tragedia aún no termina, puede parecer inoportuno, e incluso insensible, ensayar un balance político de estos días. También es arriesgado: no hay balance posible si todavía no hay cómo recuperar el equilibrio. Pero es un ejercicio útil: quizás sirva para que los que están haciendo mal las cosas se corrijan, y para que los que las están haciendo bien no se desvíen del camino.

Hay una ventaja. En este tipo de situaciones, hacer bien el trabajo y hacer política bien se parecen mucho. Las autoridades son elegidas, precisamente, para momentos como estos. La gente espera una respuesta a la altura. Y si la obtiene, lo recuerda.

Al revés también se aplica. Que lo digan si no los apristas, que aún cargan con el lastre de Pisco y su “reconstrucción”, que al final fue una excusa más para faenones (Forsur, BTR, etc.). Diez años después, cualquier opinión suya en estos momentos solo recibe una avalancha de menciones al posterremoto.

Esta es una advertencia para el Gobierno Central que, hasta el momento, parece estar teniendo una respuesta eficiente y, además, sabe capitalizarla. El audio de la ministra Marisol Pérez Tello que viene circulando en WhatsApp puede ser muy sincero y, a la vez, un gran vehículo de propaganda dirigida. Para un régimen con la popularidad en picada, este Niño ha venido con un pan bajo el brazo. Le pasó a Fujimori, que tuvo un 1997 con todo en contra (marchas por el Tribunal Constitucional, Leonor La Rosa, Ivcher) y que remontó gracias a El Niño de 1998.

Diecinueve años después, las reacciones de sus hijos ante este desastre son reveladoras. Una intenta capitalizar en redes sus actos bajo la etiqueta #EstamosKontigo; el otro se toma una foto con la primera dama y usa el oficial #UnaSolaFuerza. Una aprovecha para lamentar en público que no haya podido reeditar las acciones de su padre; el otro va y se toma una foto idéntica a la de Fujimori en el 98. El Kenji de El Niño es mucho más político que la Keiko de Harvard (aunque ambos sean solo personajes). Una se lamenta y confronta, el otro actúa y tiende puentes.

Y vaya que se necesitan puentes. En lo que va del año, en nuestro país se han “desplomado” 183 puentes, según el Indeci. Pero uno destacó sobre todos, por tres razones: porque había video, porque era amarillo y porque se llamaba como el partido del alcalde de Lima. De hecho, solo en la capital, en menos de tres meses, se han caído 55 puentes (30% del total). ¿La respuesta de Castañeda? Refugiarse con periodistas sobones o programas de espectáculos. Una lástima.

Al margen de preferencias o antipatías, nos conviene que a las autoridades les vaya bien, porque eso significa que están sabiendo responder a la altura de su cargo. Esta es una situación en la que hay poco espacio para enmascarar fracasos o ‘caletear’ mezquindades. Y si intentan hacerlo, bueno, ya vemos lo que les está pasando.

http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/desbalance-politico-marco-sifuentes-noticia-1978530


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El agua embotellada y los nuevos sacaojos

Juan de la Puente


En seis días, entre el lunes 13 y el sábado 18 de marzo, los peruanos sufrieron el impacto concertado de los desastres todavía llamados naturales y la exposición inédita de símbolos que elevaron la emergencia a nivel de drama nacional. Antes de esos fatídicos días, miles de compatriotas ya habían sufrido los desastres y lo siguen sufriendo en estos momentos, solo que sin un detalle que hace de este episodio una gigantesca recreación trágica: la falta de agua, especialmente en Lima.

La escasez de agua potable en la capital cambió el código de las inundaciones, desbordes, apagones y falta de agua en otras zonas del país y en varios distritos de Lima, lo que en otro contexto habrían sido “otros” desastres –o los desastres de los “otros”– con menos exposición, como los de enero de este año. Este hecho desnudó al mismo tiempo visiones y opciones complejas y contradictorias en una ciudad de casi 10 millones de habitantes, construida bajo rígidos principios centralistas, clasistas y egoístas.

La mayoría de ciudadanos asistía a un drama en el que se ubicaban a sí mismos y a su carencia. En cambio, un pequeño y estridente segmento asistía en solitario a su falta de agua negándose a aceptarlo con el drama del resto del país. En su visión era imposible que la falta de agua potable –una realidad que afecta todos los días a por lo menos 8 millones de peruanos– les sucediese a ellos, precisamente a ellos.

La demanda de agua eclipsó en algunos momentos el reclamo de una reacción rápida del Estado a los desastres, y parecía que la desgracia solo residía en la falta de agua en los distritos mesocráticos de Lima y no en la decena de distritos de la misma Lima, en donde miles de personas habían perdido sus casas y sus medios de vida, o en el norte del país que vivía día a día tormentas eléctricas. Que la emergencia nos haya igualado es falso; a algunos los ha igualado más que a otros.

El hecho que puso luz sobre esta desnudez fue el acaparamiento del agua embotellada luego de algunos mensajes alarmistas e inescrupulosos. Los supermercados fueron escenario de disputas por agua industrializada para satisfacer una necesidad debatible, tan debatible que decenas de miles de casas limeñas tienen ahora en promedio el stock de agua embotellada más grande del mundo. Ahora recuerdo cuando desde “estos” distritos se burlaban de los peruanos de los “otros” distritos que creían en los sicosociales de los sacaojos y pishtacos.

Esto no ha terminado y no terminará con las últimas lluvias de abril. A pesar de que los días sin agua en la capital fueron también de un masivo aprendizaje sobre la necesidad de cuidar este valioso elemento de nuestras vidas, un grupo de peruanos cree todavía que lo sucedido es injusto. Para ellos no hay cambio climático, resiliencia o mitigación sino la vieja narrativa de la “furia” de la naturaleza contra el humano indefenso, el desastre como un evento inesperado, el combate contra lo desconocido y la pugna agónica para que todo vuelva a ser como antes. Son compatriotas a quienes se les ha agrietado una forma de vida y se resisten a aceptarlo.

Por suerte, la mayoría adopta una actitud distinta. Acepta su condición de víctima de un fenómeno que si bien no ha escogido le pertenece y debe encararlo. Las redes sociales y la vida cotidiana han mostrado estos días una impresionante actitud realista de los peruanos que no debe confundirse con resignación. Es una muestra de adaptación patente sobre todo en los jóvenes, un aspecto que los medios han hecho bien en difundirlo.

Es reconfortante que este germen de la adaptación al cambio climático venga acompañado de una convicción solidaria expresada en el surgimiento de redes de ayuda con gran presencia de jóvenes y el rechazo a hacer de este episodio doloroso un ajuste de cuentas con las autoridades. Es cierto que la idea de la unidad nacional será corta y que en breve retornaremos al encono comedido y desmedido. Es cierto eso, pero pocas veces habíamos aprendido tanto en tan pocos días.



http://larepublica.pe/impresa/opinion/858801-el-agua-embotellada-y-los-nuevos-sacaojos



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KENjI, REY DEL SELFIE


Mirko Lauer


La foto que no se tomaron Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori frente a Palacio se la han tomado Nancy Lange y Kenji Fujimori. El instante captado es sencillo: entregar un donativo para los damnificados. Pero la imagen está cargada de sugerencias políticas, sobre todo la del joven congresista buscando un espacio propio, y encontrándolo.

Sin duda son muchos los fujimoristas que vienen participando en los esfuerzos de salvataje y contención. Keiko Fujimori viene repartiendo ayuda por diversas ciudades. Pero solo Kenji Fujimori encontró la fórmula política y publicitariamente eficaz: dejarse ver trabajando con una retroexcavadora sobre una zona afectada en Lambayeque.

La máquina inevitablemente evoca el tractor de Alberto Fujimori en la campaña electoral de 1990, y coloca al hijo un paso más allá de los donativos, y de lleno en un terreno de manos a la obra que parecía exclusividad del Ejecutivo. La foto con Lange y la retroexcavadora definen un estilo, y no son los primeros golpes de efecto del congresista.

Al lado de esto están las críticas sobre aprovechamiento electoral, las cuales no solo eran previsibles, sino además son ciertas. Todo gesto de un candidato puede ser a un tiempo personal y electoral. Lo fue su cri du coeur sobre la necesidad de investigar el caso Sodalicio en el Congreso. Lo fue su pedido de ser despojado de la inmunidad parlamentaria.

¿Pero en qué campaña está el congresista? Pareciera que el objetivo en esta etapa es sobre todo convertir un alto perfil en un perfil propio. Algo así como construirle al fujimorismo una imagen alternativa a la de Keiko Fujimori, modernizando la perdida imagen albertista del partido. Podría haber allí algo de revancha filial.

Por lo pronto Kenji Fujimori ha logrado tomar considerable distancia del pelotón de mototaxistas que hoy hace la política de Fuerza Popular en el Congreso. Pero a la vez no parece interesado en construir una sub-bancada alternativa dentro del propio partido. El propósito parece ser llegar a reemplazar a su hermana en los años que vienen.

En esa medida es un juego del 2021. En la medida que toda crisis del gobierno va a ser también una crisis de los demás partidos del Congreso, si eso se da Kenji Fujimori va a seguir la suerte de FP, no importa cuán ingeniosas sean sus iniciativas.

http://larepublica.pe/impresa/opinion/858797-kenji-rey-del-selfie


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Emergencias: acabar con la repetición de la historia

Santiago Pedraglio



A menudo, en el Perú, el fin de una emergencia –como la inundación de territorios habitados y el desabastecimiento de agua– trae consigo, también, el fin de la voluntad de cambio. ¿Es posible ponerle término a ese reiterado volver a la modorra después de una tragedia?

Para ser un gobernante nacional o regional previsor, y para trabajar honestamente, no hay que ser de izquierda ni de derecha. Tales conductas no están, ni de lejos, regidas por ideologías.

Los chilenos, golpeados en el año 2014 por el tsunami de los días finales del primer gobierno de Michelle Bachelet, reajustaron durante el gobierno de Sebastián Piñera sus sistemas de alerta, con efectos francamente positivos.
La naturaleza no es culpable de las desgracias. Desde octubre, en Quito hubo 118 emergencias y 121 deslizamientos, y la ciudad aguanta bien. La razón: “tiene cubierto el 93% de su territorio en alcantarillado” y “unos 6000 km de redes y colectores” (El Comercio, 18.3.17). Los desbordes del río Zarumilla –frontera entre el Perú y Ecuador– han golpeado fieramente a Tumbes, en especial su agricultura, pero en Ecuador no. La causa: allá se prepararon construyendo un muro de contención de 15 kilómetros que resiste hasta hoy.

El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski tiene la oportunidad de movilizar al Estado para reconstruir, sobre bases seguras, todo lo mal hecho en las últimas décadas; para acometer las tareas pendientes; y para castigar en caliente todo viso de corrupción.

Debe hacerlo. Da lo mismo que los gobernantes sean neoliberales o de cualquier tendencia. Lo importante es que tengan visión, voluntad política y sentido nacional.

Seguir dejando que las personas vivan en peligro es condenarnos, como país, a una especie de suicidio permanente.


http://peru21.pe/opinion/santiago-pedraglio-emergencias-acabar-repeticion-historia-2275181


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La ceca de Denver

Iván Alonso



No hay mucho que ver en Denver, Colorado, a menos que uno sea aficionado al béisbol o al fútbol americano. Pero es una de las dos ciudades –la otra es Filadelfia– donde se puede visitar las instalaciones de la U.S. Mint, una dependencia del Departamento del Tesoro que fabrica las monedas que se usan en ese país. Los billetes los fabrica el Bureau of Engraving and Printing, otra dependencia del Tesoro, que tiene operaciones en Washington, D.C., y en Fort Worth, Texas.

La ceca de Denver nació como una empresa privada en 1860, durante la fiebre del oro de Colorado. Al principio, los mineros tenían que enviar el oro en polvo a la costa este, donde estaban los compradores, un viaje largo y peligroso, como ha quedado graficado con el asalto a la diligencia en infinidad de películas. Para ahorrar costos de transporte y seguros, el banco Clark, Gruber & Co. comenzó a acuñar monedas de 10 dólares de entonces, equivalentes en poder adquisitivo a 800 dólares de hoy. En 1863, el gobierno de Abraham Lincoln estatizó el negocio de acuñación de Clark Gruber, cuyas operaciones bancarias se convirtieron con el tiempo en parte de lo que es actualmente el Wells Fargo Bank.

En Denver se fabrican diariamente 40 millones de “pennies”, las monedas de un centavo que salen como hormigas de los bolsillos del turista que regresa a casa. Esta suerte de exportación involuntaria es una de las razones por las cuales se requiere una constante reposición. Otra es la cantidad de “pennies” que salen de circulación para guardarse en alguna alcancía. A veces el flujo se revierte, como en el año 2009, cuando la crisis hizo que muchos americanos sacaran, literalmente, hasta el último centavo. Ese año la producción se redujo drásticamente.

Se supone que la U.S. Mint debe operar comercialmente y entregar utilidades al Tesoro. Pero no olvidemos que se trata de una empresa estatal. El costo de producción de un “penny” es actualmente de un centavo y medio, o sea, 50% más de lo que vale. Peor es el caso del “nickel”, la moneda de 5 centavos, cuyo costo de producción es de 10 centavos, o sea, 100% más de lo que vale. Se podría cambiar el contenido metálico de estas monedas para abaratar su producción, pero eso requeriría una ley del Congreso. Sólo en un caso extremo ha ocurrido: cuando en 1943, durante la guerra, el precio del cobre se fue a las nubes, se fabricaron “pennies” de zinc.

Las pérdidas que sufre la U.S. Mint en la fabricación de estas monedas se cubren con las ganancias que dejan los “quarters” y los “dimes”. El margen de utilidad de estas dos monedas es del 70%: producir un “dime”, la moneda de 10 centavos, le cuesta solamente 3; y un “quarter”, de 25 centavos, le cuesta 8. Pero con lo que realmente hace plata son las colecciones especiales, que han comenzado a multiplicarse como los libros de gerencia –y con similar valor ornamental, se diría–: una serie de “quarters” con los símbolos de cada estado, otra con la flor de cada estado y quién sabe qué más.

Durante muchos años, la ceca de Denver fue también un importante proveedor de monedas a nivel internacional. Más de 40 países alrededor del mundo, comenzando por Venezuela, mandaron a fabricar las suyas allí. El Perú fue un cliente recurrente entre 1916 y 1977. La producción para el exterior, sin embargo, fue descontinuada en 1990 por razones que desconocemos.

http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/ceca-denver-ivan-alonso-noticia-1978411


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Prevención es el remedio

César Lévano

Los médicos más sabios dicen que prevenir es mejor que curar. Eso vale para la tuberculosis y el cáncer; vale para todo. En la etapa en que la naturaleza castiga nuestro país, surge en un país vecino, Ecuador, una lección que confirma la idea.

Nuestro país resulta indefenso no solo por la fuerza de la naturaleza, sino también por la irresponsabilidad, la improvisación y el robo. Los puentes no se caen solos. La mano ciega de nuestra sociedad los empuja. Hay, además, un factor al que el presidente Pedro Pablo Kuczynski ha aludido: la falta de organización.

Por culpa del neoliberalismo salvaje, el tejido social es débil en el Perú. En emergencias terribles en Cuba hemos visto cuán importante es la organización del pueblo: sindicatos, partidos, instituciones de base de todo tipo.

En una entrevista con la televisora estadounidense CNN, PPK relacionó la tragedia del Perú con el calentamiento global. Exhortó a que todos los países trabajen en ese tema. “Si esto sigue”, expuso, “lo del Perú será un preludio de lo que pasará en Miami, Nueva York, en Asia con los océanos que suben, tifones y huracanes”. El primer mandatario sabe, sin duda, que los grandes fautores del calentamiento, las grandes empresas de los Estados Unidos y China persisten en sus actividades contaminantes.

El miércoles último, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, visitó la zona de El Triunfo en la provincia de Guayas. Ahí supervisó el proyecto de control de inundaciones del río Bulubulu. En en esa ocasión, Correa comparó los efectos de El Niño costero en el Perú y en Ecuador, y expresó:

“Tenemos el mismo temporal que Perú. Hay varias publicaciones de la prensa peruana preguntándose por qué Tumbes sufre tanto y Ecuador no. Los campesinos le responden: Aquí el presidente vino hace años, vio que se había inundado tras el desborde del río, dijo que se construiría un muro, y se construyó en 2 meses”.

Correa explicó que con ese proyecto se ha logrado controlar la inundación de la zona. A través de un sistema de compuertas, se ha logrado desviar agua del río a un canal de más de 30 kilómetros que finaliza en el Golfo de Guayaquil.

“Fíjense cuánto está impactando en Perú el mismo temporal que estamos sufriendo nosotros. Aquí no se trata de suerte, se trata de planificación, trabajo duro, buena inversión que es el mejor ahorro. Esto nos está ahorrando centenas de millones de dólares, comentó.”


http://diariouno.pe/columna/prevencion-es-el-remedio/


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Para "La Nación", todo es igual, nada es mejor


Juan Carlos Martínez

La “tribuna de doctrina” sigue exhibiendo total coherencia al referirse al terrorismo de Estado y la dictadura que lo implementó. Los defiende con los mismos sofismas y el léxico de cuatro décadas atrás. El rescate de un episodio poco conocido de su redacción de hace treinta años, en épocas de plena impunidad.


Si hay algo que el diario La Nación conserva, es su coherencia ideológica. Sus editoriales de hoy siguen la misma línea que los que escribían sus periodistas en tiempos de la dictadura.

La democracia no les cambió esa visión brutal de colocar a la víctima y al victimario en un mismo plano de igualdad.

Llamar guerra al genocidio, centros de recuperación a los campos de concentración, excesos a las torturas, detenciones a los secuestros, enfrentamientos a los asesinatos o adopciones al robo de bebés son, entre otros, los falaces argumentos empleados para justificar el plan criminal aplicado por los militares, tal como lo definió el fallo del histórico juicio a las juntas de comandantes.

Todo es igual, nada es mejor, diría Discépolo.

Además de una cuestión ideológica, la misma que tenía Mitre, su fundador, el centenario matutino comparte con su colega Clarín un delito considerado de lesa humanidad como fue la apropiación de Papel Prensa que la dictadura consumó en 1978 bajo la aplicación de torturas y amenazas de muerte a sus legítimos propietarios.

La fotografía que ilustra esta nota, en la que aparece el genocida Videla brindando por la nueva conquista junto a Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, es un testimonio irrefutable de la complicidad cívico-militar y que tuvo en la Iglesia Católica la tercera pata.

En 1988, hace casi treinta años, dos docentes de la Universidad estadounidense de Stanford visitaron varios medios de comunicación argentinos, entre ellos el diario La Nación.

Sonia y Carol Ebel (1) tenían interés en conocer de primera mano lo que había ocurrido con los niños arrebatados a sus padres biológicos y con los periodistas desaparecidos. Lo que sigue son las respuestas obtenidas en La Nación.

“Casi todos eran huérfanos, abandonados por sus padres guerrilleros. Las personas que se quedaron con ellos, hicieron una buena cosa”.

“De este diario no hubo ningún periodista desaparecido, de lo cual nos sentimos orgullosos”.

Decir que los centenares de niños apropiados fueron abandonados por sus padres es negar uno de los mayores crímenes cometidos por el estado terrorista.

Como bien se dijo en el libro Nunca Más, “despojados de su identidad y arrebatados a sus familiares, los niños desaparecidos constituyen y constituirán por largo tiempo una profunda herida abierta en nuestra sociedad. En ellos se ha golpeado a lo indefenso, a lo vulnerable, lo inocente y se ha dado forma a una nueva modalidad de tormento”.

En cuanto al orgullo de La Nación por no tener periodistas desaparecidos es una forma de estigmatizar a los ciento treinta periodistas y escritores asesinados por la dictadura y darle permanente vigencia al perverso razonamiento de que “por algo será”.

Por algo será también que están alentando a Macri a terminar con lo que el desquiciado presidente ha llamado el curro de los derechos humanos, que no es otra cosa que negar la verdad histórica y echar un manto de olvido sobre tantas atrocidades para olvidar culpas.

Las propias y las ajenas.


http://www.agenciapacourondo.com.ar/ddhh/para-la-nacion-todo-es-igual-nada-es-mejor



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Reconstruir en serio

Agustín Haya de la Torre


El Niño de 1983 puso en la agenda pública la necesidad de reconstruir sus efectos devastadores; que llevaron a un decrecimiento de la economía de -11%. La crisis de la deuda externa, a la que se sumó el enorme daño del terrorismo senderista, impidieron algo más que paliativos.

En 1998 se repitió el evento, cuando la propaganda oficial señalaba que el país se modernizaba. Poco se hizo, pues al rato quedó al descubierto el vil saqueo de la dictadura fujimorista.

Como el calentamiento de las aguas de nuestras costas es un evento que se repite durante milenios, el nuevo siglo trajo una preocupación mayor. Sin embargo, la destrucción generada por el actual “Niño Costero”, demuestra la precariedad de la infraestructura y la caótica ocupación del territorio.

Centenares de miles de personas viven en ríos, quebradas y cerros. Las ciudades de la costa carecen de drenaje pluvial. Lima tiene una reserva hídrica que apenas dura cinco horas.

El Niño saca a luz todas las miserias del desarrollo irregular, desigual e improvisado de los últimos años. Mostramos los peores sistemas de agua y saneamiento de la región, promoviendo constitucionalmente una crisis habitacional.

Desde la Carta de 1993, la vivienda dejó de ser un derecho fundamental. Incluso el Estado está prohibido de construirlas, bajó el supuesto absurdo de que no debe competir con los privados. Como estos solo buscan el lucro, la gente no encuentra dónde vivir, por lo que ocupa ríos y cerros. Encima, la demagogia política los titula.

El gobierno enfrenta el reto de reconstruir en serio. Debe de asumir una política de ordenamiento territorial como parte del plan estratégico de desarrollo nacional, que tome en cuenta el mapa de riesgos. Urge recuperar el Estado social.

Lima y las ciudades necesitan reservorios, acueductos, plantas desalinizadoras, drenajes. Para evitar que la gente viva en medio de los cauces, el Estado debe volver a construir viviendas con planes coherentes de urbanización.

Los ríos deben ser dragados, encauzados, las quebradas controladas, los cerros reforestados.

Ecuador que pasa por lo mismo, aunque con un Niño eterno, no sufre lo que nosotros, gracias a políticas inteligentes y de largo plazo.

http://diariouno.pe/columna/reconstruir-en-serio/


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¡Ya basta!

Editorial La Jornada


Este jueves 23 de marzo, nuestra corresponsal en la capital del estado de Chihuahua, Miroslava Breach Velducea, fue arteramente asesinada por un hombre armado. El criminal le disparó ocho balas con una pistola calibre 9 mm, cuando la periodista salía de su casa.

Miroslava tenía más de 20 años de trabajar en La Jornada. Antes había colaborado con el Diario de Chihuahua y el Norte de Ciudad Juárez. A lo largo de todo este tiempo, sus notas y reportajes documentaron fehacientemente la violación a los derechos humanos y la imparable influencia del narcotráfico en la entidad.

En los pasado comicios locales, Miroslava informó sobre la imposición de ediles por parte del crimen organizado en las listas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), en municipios serranos y en corredores de trasiego de drogas. En agosto de 2016 desmenuzó la bestialidad con la que el narco desterró a centenares de familias en la sierra de Chihuahua.

El homicida dejó una cartulina en el lugar de los hechos diciendo que la habían ultimado por “lengüona”. Inmediatamente después de su escrito sobre las expulsiones en la sierra recibió una amenaza anónima, a la que las autoridades no prestaron la debida importancia.

El asesinato de Breach Velduce se efectuó en el marco de dos hechos relevantes. La violenta escalada criminal en Chihuahua, en la que fue asesinado el dirigente rarámuri Isidro Baldenegro López, incansable defensor de los bosques y el territorio de su pueblo. Y la incesante agresión en contra de los periodistas en casi todo el país, que tiene como saldo trágico tres profesionales asesinados en menos de un mes: Ricardo Monluí Cabrera en Veracruz, Cecilio Pineda en Guerrero y Miroslava en Chihuahua.

La violencia en el estado de Chihuahua tiene tras de sí una larga historia, recrudecida a partir de la absurda guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón. No en balde, Ciudad Juárez fue bautizada como el epicentro del dolor. Termómetro de esta descomposición es un letrero colocado en una librería de la capital: Si la letra con sangre entra, México estará leyendo mucho.

Sin embargo, con la llegada a la gubernatura de la entidad de Javier Corral, la disputa de los cárteles por el territorio, las rutas y los mercados de la droga (ahora también por el crystal) ha rebrotado. No es un asunto de percepción sino de hecho. La imagen del gobernador jugando golf en Mazatlán mientras su estado se desangra, y de la ausencia de policías federales cuidando las calles ante verdaderas batallas (con vehículos artillados incluidos) entre bandas del crimen organizado, es una pésima señal a la ciudadanía.

El asesinato de Miroslava Breach muestra a un gremio periodístico cada vez más desprotegido ante los criminales. La impunidad que rodea las agresiones en su contra es un aliciente para que sus perpetradores sigan cometiéndolas. La violencia que sufren provoca que no se pueda informar de lo que verdaderamente está pasando en este país. Prácticamente no hay entidad que escape a ella. Cada vez es más peligroso decir la verdad.

Desafortunadamente, el peligro que se cierne sobre los periodistas no es exclusivo de los profesionales del ramo. Vivimos en un país en el que la inseguridad es la nota de todos los días para la inmensa mayoría de los ciudadanos, sobre todo de aquellos que no disponen de recursos para contratar seguridad privada o que no disponen de escoltas facilitadas por la administración pública.

Desde aquí, expresamos nuestra solidaridad con la familia de Miroslava Breach y con un gremio golpeado sin piedad por las mafias del crimen organizado. ¡Ya Basta! Queremos un país donde sus ciudadanos podamos vivir sin la amenaza de ser víctimas de la delincuencia, y en el que la prensa pueda informar con veracidad sobre lo que sucede.

Demandamos una investigación conforme a la ley, rápida, exhaustiva y certera. Queremos que se encuentre a los asesinos y no que se inventen chivos expiatorios. Exigimos verdad y justicia ¡Ya!


http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2017/03/23/ya-basta




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