Impulso MEF y la “santa meta” - Humberto Campodónico
La verdad de las mentiras - Jorge Manco Zaconetti
Los fondos de Keiko y hermanos - César Lévano
Ni aquí ni allá - Luis Davelouis
Para salir del laberinto - Enrique Bernales
¿Quién boicoteó a Phillip Butters? - Andrés Calderón
Una mala idea, por donde se la mire - Carlos Monge
Una fuerte opinión regional - Mirko Lauer
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El respeto y las buenas formas
Fabián Novak
En los últimos
años, y más específicamente, desde que Hugo Chávez asumió el poder en
Venezuela, lamentablemente hemos sido víctimas de un cierto acostumbramiento
a que este personaje ya fallecido, quien lo sucediera en el poder y otros del
círculo ALBA insulten y vejen a otros jefes de Estado de la región o fuera de
ella. Si bien es cierto la historia está llena de altercados entre
autoridades estatales donde hubo más de un desagradable calificativo, el
insulto jamás se impuso como estilo de gobierno.
El último episodio
ocurrido con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, insultado por su par de
Venezuela, Nicolás Maduro, y su complaciente ministra de Relaciones
Exteriores, se suma a la larga lista de maltratos de los que han sido objeto
otros ex presidentes peruanos.
El punto es que
con esta mala práctica, no solo se lastima la dignidad de la figura
presidencial y se denigran la política y las formas democráticas de ejercer
el poder, sino también se infringen obligaciones establecidas por el derecho
internacional general desde su creación, como es el deber al respeto mutuo.
En efecto, como nos lo recuerda uno de los fundadores de la prestigiosa
escuela vienesa del derecho internacional, Alfred Verdross: “Ningún Estado
puede lícitamente tolerar que sus órganos traten a un jefe de Estado,
gobierno o a un pueblo extranjero de una manera despreciativa o despectiva.
Según el derecho internacional, el Estado responsable de semejante acción
debe satisfacción al que fuere víctima de ello. Los Estados no solo tienen la
obligación de abstenerse de ofender a otros Estados y pueblos, sino que
además han de considerar como delito, y castigar a instancia del gobierno
ofendido, los ataques desconsiderados a Estados y gobiernos extranjeros”. En
el mismo sentido se pronuncia la mayoría de publicistas europeos y
latinoamericanos, quienes consideran que, conforme al derecho internacional
actual, todo Estado debe respetar las instituciones y dignidades de otro
país, sus autoridades y dignatarios, símbolos nacionales, emblemas, etc.
En el presente
caso, la señalada obligación internacional ha sido claramente infringida por
el propio jefe de Estado venezolano y su canciller, sin que exista ningún
atenuante. Por lo expuesto, creemos que la cancillería peruana ha actuado
correctamente al entregar una nota de protesta y llamar al embajador del Perú
en Venezuela en consulta, fijando con ello una posición nacional, en el
sentido de que el Perú no tolera insolencias y menos aun dirigidas hacia
quien representa a la nación. Lo más importante, sin embargo, es mantener
esta posición hasta que se reciban las satisfacciones del caso. Maduro y
otros gobernantes de la región deben comprender definitivamente que Estados
como el Perú no están dispuestos a soportar tratos denigrantes.
En todo caso, más
allá del hecho específico materia de este análisis, este tipo de situaciones
nos invitan también a reflexionar más allá del derecho y de la política. La
educación y las buenas maneras no son algo que se adquiera de un día para el
otro, requieren una formación dedicada, paciente y constante, pero además un
espíritu tolerante y democrático, todo lo cual está muy distante de los
autores de esta crisis diplomática.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/respeto-y-buenas-formas-fabian-novak-noticia-1975500
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Impulso MEF y la “santa meta”
Humberto Campodónico
e l Plan de
Impulso Económico del MEF está en la dirección correcta. Cuando el
crecimiento económico está estancado, debido al retroceso de la inversión
privada, la inversión pública y el consumo público hay que aplicar una
política que vaya contra la corriente (anticíciclica), tanto fiscal como
monetaria.
El MEF ha dicho
que la inversión pública (1) tendrá un aumento de S/ 5,500 millones, a los
que se añaden S/ 1,100 millones para crédito a las MYPES. Estos S/ 6,600
millones (0.8% del PBI) van a contribuir al crecimiento económico, llevándolo
a 4% para el 2017 (dice el MEF).
Hay un “pero”, sin
embargo. Este 0.8% adicional de inversión pública eleva el déficit fiscal de
2.5 a 3.3% del PBI. Pero el MEF dice que no va a modificar su meta de 2.5%.
¿Por qué? Porque confía que la recaudación tributaria aumente, lo que
financiará su flamante Plan.
Dicho de otro
modo, la primacía la tiene la meta del 2.5%, que se cumplirá sí o sí. Si los
ingresos fiscales no alcanzan, piña pues: el MEF recortará la inversión
pública (como el año pasado) para cumplir la “santa meta”. Esto no es serio:
podría revertirse el impulso que hoy se anuncia.
Y no hay razones
para hacerlo pues el “chanchito” de ahorros fiscales (el Fondo de
Estabilización Fiscal) de la época de las “vacas gordas” tiene US$ 8,000
millones (el 4% del PBI) y el Perú tiene la deuda pública más baja de América
Latina, después de Chile. Por tanto, no hay problema en tener un déficit
fiscal mayor mientras se reactiva la economía, previendo siempre el retorno
al equilibrio fiscal.
Corolario: el
gobierno abre paso a las especulaciones sobre el aumento de la recaudación.
Comencemos con la repatriación de capitales del DL 1264. En Chile, país cuyo
PBI es 50% más grande, se reportaron US$ 19,000 millones en el 2015, pagaron
una tasa del 8% e ingresaron US$ 1,502 millones (2). ¿Cuánto será acá?
Bastante menos, sobre todo porque el clima de corrupción generalizada hará
desconfiar de la correcta aplicación de la norma. Si se recaudan US$ 500
millones, eso equivale al 0.25% del PBI.
La reversión de la
rebaja de impuesto a la renta a las empresas del ministro Segura para
llevarla del 28 al 29.5% podría aumentar los ingresos fiscales de S/ 19,700 a
S/ 20,700 millones del 2016 al 2017. Esos S/ 1,000 millones son el 0.15% del
PBI.
Los problemas
comienzan con la devolución del IGV. El MEF calculó devolver S/ 13,360
millones este año, pero la SUNAT dice que serán S/ 16,862 millones (ojo),
casi igual al 2016. Buena parte de estas devoluciones son a las empresas
mineras por recuperación anticipada del IGV.
Dice también el
gobierno que se promoverán US$ 18,000 millones de proyectos mineros. Las
mayores exportaciones por la entrada en producción de nuevos proyectos ya se
dieron en el 2016. Y los grandes que pueden venir, como la Ampliación de
Toquepala y Shougang iniciarán producción en el 2018, mientras que en
Quellaveco y Pampas del Pongo la decisión para saber “si van” se tomará en el
2018. Sí podría ayudar la reciente y moderada alza de precios del cobre, si
se mantiene.
El segundo eje
brilla por su ausencia. Se trata de la política monetaria, que debiera bajar
la tasa de interés de referencia (no basta con reducir los encajes) para que
que la banca reduzca las tasas a los inversionistas y consumidores. Eso
ayudaría a las MYPES pues los 1,100 millones tendrían intereses mas bajos.
Hay mucho que
discutir sobre la política monetaria a seguir (alta deuda privada en dólares,
externa e interna, que supera el 30% del PBI; meta de inflación del 3%, que
por ser muy baja se incumple desde hace años). Pero lo central es que el BCR
no debería estar en la tribuna mirando el partido sino jugando en la cancha.
No se puede tener un pie en el acelerador y el otro en el freno.
Resumiendo: el
Plan de Impulso significa un cambio positivo del MEF, que se da cuenta que el
“destrabe” (y sus problemas) no pueden reemplazar a las políticas económicas,
menos aún cuando la corrupción se añade al estancamiento global. El impulso
de S/ 6,600 millones es, sin embargo, insuficiente, pues hay ahorros fiscales
para financiar un impulso mayor. Lo negativo es que podría ser revertido si
no hay los ingresos adicionales pues la “santa meta” del 2.5% se cumple “sí o
sí”. Esto no es serio. Y no está en la cancha el BCR.
Y no hemos hablado
acá del hecho que no solo importa crecer, sino cómo se crece. ¿Nos estamos
alejando de la dependencia en materias primas para acercarnos a una economía
con mayor diversificación o valor agregado? ¿O estamos reactivando lo mismo
que ya conocemos? Es una gran diferencia.
(1) “Nuestro
análisis econométrico muestra que los multiplicadores de la inversión pública
tienen un impacto mayor en el crecimiento, tanto en el corto como en el
mediano plazo, que el aumento del gasto corriente o que los estímulos basados
en la reducción de impuestos”. Ver “FMI: Fiscal Multipliers and Institutions
in Peru: Getting the Largest Bang for the Sol”. Svetlana Vtyurina y Zulima
Leal, Julio 2016, www.imf.org
(2)
https://goo.gl/PLmQuh
http://larepublica.pe/impresa/opinion/855921-impulso-mef-y-la-santa-meta
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La verdad de las mentiras
Jorge Manco Zaconetti
¿Segundo productor
mundial de cobre? Este dato tiene que ser explicado mejor.
Con la producción
de cobre extraída en el 2016 se han superado los 2.3 millones de toneladas
métricas expresadas en su equivalente fino (TMF), pero que básicamente están
constituidas por concentrados de cobre que se castigan en el mercado mundial,
pues el precio del concentrado en promedio es el 55% del precio en relación
al cobre fino.
Casi setenta años
seguimos exportando concentrados de cobre como en la rumbera década de los
años 50 del siglo pasado, que con la excepción de la Southern Perú Copper
Corporation (SPCC), que gracias a la Refinería de Ilo construida por el
Estado durante el gobierno militar, transforma los concentrados de cobre de
las unidades de Cuajone y Toquepala en cátodos y alambrón de cobre al 99.9
por ciento de pureza.
Por tanto, la
producción de las empresas mineras transnacionales Cerro Verde, Antamina, Las
Bambas, Tintaya/Antapaccay, Chinalco, Hudbay, se exporta como concentrados de
cobre, con un contenido de una serie de subproductos que son extraídos en el
proceso de fundición y refino que se realiza en terceros países. Dicho sea de
paso, estos subproductos metálicos no son valorizados ni por el BCR ni la
SUNAT, lo cual significa una pérdida millonaria para el país.
En una nota de un
diario local se destaca el segundo lugar alcanzado por el Perú en la
producción cuprífera mundial desplazando a la China Popular. Sin embargo,
esta información debe ser analizada con sentido crítico, pues estamos
persistiendo en un modelo de explotación que genera un alto grado de
conflictividad social, con una pobre participación fiscal, sobreexplotación
de la fuerza de trabajo expresada en los bajos salarios, y una escasa
articulación con la transformación industrial.
El Perú en el 2016
con una producción equivalente de 2.3 millones de toneladas habría desplazado
a la China Popular con una producción cuprífera de 1.7 millones de TM del
segundo lugar en la producción mundial del metal rojo. Sin embargo, ello debe
ser observado, en razón que la producción de Las Bambas (329,368 TM) y de
Chinalco (168,376 TM) en el proyecto Toromocho son propiedad del Estado
chino.
En tal sentido, a
nivel mundial con la producción globalizada, es decir con la producción de
cobre en China y en Perú, el gigante asiático sigue conservando el segundo
lugar con una producción superior a los 2.2 millones de TM, y nuestro país
sigue en el tercer lugar.
EL COBRE ESTATAL
Igualmente a
contracorriente del discurso liberal debiera llamar la participación de las
empresas estatales cupríferas, pues casi el 45 por ciento de la producción
chilena corresponde a la Corporación Chilena de Cobre S.A., es decir de los
5.5 millones de TM un poco menos de la mitad es responsabilidad de la empresa
estatal.
Ello constituye
una diferencia central entre nuestro país y el vecino del sur, pues en el
Perú en razón de un radical proceso de privatización del sector minero
aplicado en la década de los noventa del siglo pasado se privatizaron
absolutamente todas las empresas estatales mineras a precio de “huevo roto”.
En cambio en Chile
la presencia del Estado en la producción cuprífera y su participación en la
renta minera sobre todo en el ciclo de bonanza de precios le permitió acceder
a millonarios ingresos fiscales sobre todo cuando la libra de cobre bordeaba
los 4 dólares y los costos de producción no superaban el dólar en el peor de
los casos.
En Chile sea por
concepto de la recaudación del impuesto a la renta, royalties, la ley
reservada del cobre para las fuerzas armadas y las utilidades propias de
Codelco, la participación estatal en la minería tiene un protagonismo central
en el ahorro y acumulación de capital a diferencia de nuestro país que
obtiene franciscanos ingresos fiscales por la actividad minera.
A pesar del
discurso de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía que promueve
sin un sentido autocrítico los proyectos mineros, se debiera evaluar la
sostenibilidad económica, ambiental y social del modelo primario exportador
en el largo plazo.
Los ingresos de
exportación obtenidos y registrados por el BCR para dicho año han superado
los US $ 21,652 millones de dólares, por tanto de dicha riqueza minera el
Estado solamente ha captado provisionalmente US $ 579.8 millones.
Ello significa que
el Estado peruano ha obtenido del sector más importante y competitivo de la
economía apenas el 2.67 por ciento (US$ 579.8 entre US$ 21,652 millones) de
los ingresos de exportación. Es decir, de cada 100 dólares de ingresos de
exportación el estado ha obtenido solamente 2.67 dólares gracias a un modelo
regresivo y empobrecedor en términos sociales y ambientales.
http://diariouno.pe/columna/la-verdad-de-las-mentiras/
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Los fondos de Keiko y hermanos
César Lévano
Ha surgido en
estos días la hipótesis de que Keiko Fujimori y su hermano Kenji están
distanciados debido a que este rechazó la actitud de la bancada de su partido
en el caso Sodalicio. “¡Nauseabundo!”, increpó Kenji. “No se debe blindar a
un presunto abusador sexual. ¿Quién encubre a Figari?”.
Existe sin duda
una discrepancia áspera sobre este punto. Pero más allá de esa brecha se ha
exhibido la pobreza política, jurídica y hasta idiomática de los líderes del
fujimorismo en el Congreso.
Lo que no existe
es una contradicción política, ideológica y ética entre los dos hermanos. A
Kenji se le podría preguntar: ¿Quién defiende al reo Alberto Fujimori?
El pasado condena
a los dos hermanos, y a los otros dos vástagos de la familia. Recordemos que
hacia el final de la dictadura de su padre, el exasesor del papá, Vladimiro
Montesinos, declaró ante la justicia que los costosos estudios de los cuatro
hermanos –Keiko, Kenji, Hiro y Sachi– en universidades privadas de los
Estados Unidos habían sido pagados con desfalcos en las arcas fiscales. El
Poder Judicial encontró, mediante peritaje, que los estudios habían sido
financiados con fondos no declarados del Estado.
Cabe la presunción
de que ese dinero provenía del soborno que los narcos pagaban a Montesinos y
a altos mandos militares coludidos con ellos.
Se debe anotar
también que, a raíz del divorcio de sus padres, Keiko se convirtió en Primera
Dama de la Nación, a los 19 años de edad. Desempeño ese papel de abril de
1994 a noviembre de 2000. Después de esa etapa retornó a los Estados Unidos
para reanudar sus estudios en administración de empresas.
En agosto de 2010,
cuando la Fiscalía de la Nación empezó una investigación para ubicar el
origen del dinero pagado a universidades estadounidenses, la Fiscal, Gladys
Echaiz, denunció presiones e interferencias del gobierno aprista. Declaró:
“Yo denuncio que
existe una total interferencia política, tratando de coaccionar a la Fiscal
de la Nación, para que no lleve a cabo siquiera una investigación preliminar.
No pueden entrar esos actores políticos a interferir. Allí está el Partido
Aprista, el premier (Javier) Velásquez, quien es el vocero del Ejecutivo, que
salió a decir que era inadecuado, exagerado y que era inoportuna una
investigación (a Keiko Fujimori).”
Sin comentarios.
Lo que existió era una alianza entre el Apra y el fujimorato, los dos grupos
políticos más corruptos de nuestra historia. Su pasado los une, los condena y
los obliga a defender delincuentes.
http://diariouno.pe/columna/los-fondos-de-keiko-y-hermanos/
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Ni aquí ni allá
Luis Davelouis
¿Cómo granjearse
la buena voluntad de las personas? ¿Cómo conseguir que extiendan su buena
voluntad hacia uno y sus propuestas? ¿Qué es lo que activa a las personas,
qué hace que se levanten de sus sillas, dejen lo que están haciendo o aplacen
lo que deberían hacer para movilizarse en uno u otro sentido? ¿Qué es lo que
determina que algo “valga la pena” (o el esfuerzo) de hacer algo respecto a
algo, de hacerse cargo, aunque sea para delegar la responsabilidad en alguien
más?
El ausentismo hizo
que ganara el Brexit, el NO en Colombia y puso su cuota para el triunfo de
Trump. Ganaron porque demasiadas personas pensaron que no valía la pena ir a
votar.
Pocos creen en los
políticos. El “hacer política” y el ser un “político” se vienen redefiniendo
desde hace rato. Aquí pensamos que quien hace política o pretende hacerla
solo puede tener espíritu de felón; así que, entre cinco felones, uno escoge
al que aún no le ha robado o al que aquella vez que le robó no lo mató de
hambre o le dejó algo útil.
Quizá las maneras
en las que nos aproximamos a la realidad para interpretarla han alcanzado su
límite. Los criterios que podían explicar algunas cosas hace 100 o 50 años
son cada vez menos útiles en una realidad que se reconfigura como si fuera un
líquido y, por eso mismo, tratar de cortarla en pedacitos para estudiar cada
uno por separado, para emitir luego una opinión sobre el todo, hoy carece de
sentido. ¿Qué hace que una persona se compre un pleito? Me temo que la
respuesta no le va a gustar a la izquierda y, aunque esto refleje un triunfo
claro de la derecha más merca y rancia, tampoco van a querer el crédito.
Quizás si PPK hubiera sido elegido en 1995, lo que está haciendo hoy su
gobierno tendría sentido. Quizás.
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-ni-aqui-ni-alla-2273766
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Para salir del laberinto
Enrique Bernales
Hace pocos meses
el país celebró la instalación del cuarto gobierno consecutivo elegido
popularmente. Dieciséis años de democracia son pocos cuando existe una larga
tradición de libertades políticas que generan estabilidad económica y
progreso. En nuestro Perú, afectado históricamente por el golpismo y el
desprecio a la legalidad, 16 años de continuidad democrática son como el
anuncio celestial de un tiempo nuevo, donde la “promesa de la vida peruana”
inicia por fin su andadura.
Pero de repente el
bello sueño parece convertirse en una pesadilla; en un laberinto de aquellos
en los que es fácil entrar, pero difícil y aterrador salir. ¿Qué es lo que
está pasando? Pues más o menos lo mismo que cuando uno es saqueado y, lo que
es peor, lanzado a la calle por quienes hasta ayer gozaban de nuestra
confianza y amistad.
Y no es que sea la
democracia la culpable de este fraude. Es más bien gracias a ella que día a
día vamos conociendo cuán victimas del engaño hemos sido. ¡Cómo no
indignarnos cuando descubrimos que tras la fachada de la democracia, la
corrupción se instaló como sistema! Cuando las necesarias obras públicas se
convirtieron en pretexto para el sobreprecio, el soborno y la coima. Cuando
ex funcionarios son investigados por presunción de delitos como la colusión o
el enriquecimiento ilícito y quienes tenían la obligación de investigar y
sancionar conductas delictivas parecieron preferir el silencio contemplativo
o la vergüenza de mirar para otro lado.
En verdad, si no
existiera en el país libertad de prensa, instituciones de la sociedad civil
que incomodan porque han sabido mantener una conducta ética y personalidades
–intelectuales y políticos– que ejercen con dignidad su independencia
crítica, seguiríamos en el engaño de creer que echando tierra a lo que
apesta, el mal olor desaparece. Pero basta ver cómo van apareciendo
informaciones (como las que llegan de Brasil) para darnos cuenta de que la
trama del robo recién la estamos conociendo y que nuestras peores sospechas
pueden convertirse en dolorosas verdades.
¿Cómo salir de
este laberinto? Desandar lo andado no es solución y correr a la desesperada
es peor. Pero si aplico la lógica, reconoceré que afuera nos están buscando,
que debo entonces encontrar aquellas señales que facilitan la salida.
Debo pues
dirigirme al presidente Pedro Pablo Kuczynski porque su gobierno es el más
afectado por el laberinto, no porque sea responsable de habernos metido en
él, sino porque está al frente de la conducción del país.
Por eso,
permítame, presidente, en lenguaje coloquial y con cordialidad y respeto
decirle: solo no puede. Usted, por lo precario del resultado electoral,
carece de apoyo orgánico. Un nuevo escándalo puede desatarse en cualquier
momento y sus efectos redundarán, hasta el punto de generar una crisis
política donde los ingredientes podrían ser la pérdida de credibilidad, la
desconfianza, el incremento de microclimas de confrontación; en suma, un
preocupante descenso de la gobernabilidad.
Nadie quiere un
escenario como ese. Usted, que es persona inteligente, con habilidad y
experiencia en el manejo de situaciones difíciles tiene la capacidad y la
autoridad para convocar. Por favor, hágalo. Sin un acuerdo político donde la
base sea la concordia entre Ejecutivo y Parlamento será difícil encontrar la
salida. Exhorte como jefe de Estado para que, sin perjuicio de sus
respectivas atribuciones y competencias, el Poder Judicial, el Ministerio
Público, la Contraloría General de la República y la procuraduría sean
capaces de establecer mecanismos básicos de coordinación.
Convoque, señor
presidente, reuniones de trabajo con los partidos políticos, las
asociaciones, las instituciones y los gremios representativos. Es el momento
de hacer alianzas para liquidar la corrupción. En fin, recupere para el
diálogo las universidades. Las hay que son muy buenas, ellas son depositarias
del conocimiento, del pensamiento crítico y de las investigaciones más
valiosas sobre la realidad nacional. Usted, que se ha formado en las mejores
universidades del mundo, sabe que esa capacidad instalada alberga más de una
de las propuestas necesarias para evitar que la crisis se agrave.
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/salir-laberinto-enrique-bernales-noticia-1975496
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¿Quién boicoteó a Phillip Butters?
Andrés Calderón
¡Qué rico es el
Perú! Hasta en su coyuntura. De un suceso bastante normal como el despido de
un periodista que perdió el respaldo de sus auspiciadores por una conducta
pública inapropiada (por decir lo menos) se pueden extraer muchas lecciones
valiosas desde el derecho y el periodismo.
Phillip Butters ha
culpado a varias empresas privadas y al gobierno de boicotearlo, por
retirarle la pauta publicitaria que hacía rentable su programa radial. Aquí
hay un primer error: son los consumidores quienes lo boicotean, no sus
anunciantes. Los anunciantes solamente reaccionan al boicot, sea haciéndole
caso y retirando sus auspicios o haciendo oídos sordos y respaldándolo. Un
grupo importante de auspiciadores, simplemente, decidió hacer caso.
Tiene un punto el
señor Butters, no obstante, cuando dice que no es lo mismo que la decisión
provenga de una empresa privada que de una entidad pública. En principio, el
privado puede hacer lo que quiera con su dinero; en cambio, el Estado debería
guiarse por factores más objetivos al momento de contratar su pauta
publicitaria. Para lo cual debería haber unos lineamientos o protocolos que
hagan más transparente, predecible y neutral el gasto público en auspicios
publicitarios.
Sí podría haber
una forma soterrada de censura cuando una entidad estatal deja de auspiciar a
un programa radial o televisivo cuyo mensaje es opuesto al que quiere
transmitir el gobierno –por más noble que este último sea–. O también cuando
cesa la publicidad en un periódico cuya línea editorial es crítica al
gobierno. Es lo que los norteamericanos llaman restricción por el punto de
vista (‘viewpoint restriction’). Este tipo de decisiones que inciden en la
libertad de expresión de los medios de comunicación no deberían basarse en la
postura del medio o del comunicador, sino en aspectos más neutrales y
objetivos, como el ráting y la lectoría.
El número de
oyentes o lectores, sin embargo, no es la única condición objetiva por tomar
en cuenta. Segundo error. También es válido que el Estado establezca
objeciones en torno al cumplimiento de ciertos estándares por parte de los
programas que auspicia. Y un estándar mínimo puede ser el respeto a la ley.
Un programa radial cuyo conductor se dedica a insultar a personas y a mentir
infringe la ley. Así de sencillo. No importa que lo haga para atacar a
homosexuales o a heterosexuales, a curas o a ateos, a políticos o a la Liga
de la Justicia y a los Vengadores. Su opinión no importa. Lo que importan son
sus insultos y falsedades.
Finalmente, hay un
tercer error en el que el periodista incurre. El señor Butters ha anunciado
un contraataque contra las empresas que le quitaron el respaldo publicitario.
Un boicot para que la gente deje de consumir sus productos. Y ciertamente
sería perfectamente válido que lo hiciera, incluso por el solo hecho de
haberle quitado su auspicio. El boicot es una manifestación legítima de la
libertad de expresión conjunta de un grupo de ciudadanos. Pero para que
mantenga validez, no puede usarse en el camino expresiones dolosamente falsas
–además de burdamente xenófobas–, como por ejemplo afirmar que una compañía
chilena de telefonía espía a los peruanos, asociar a una marca de zapatos con
Odebrecht o clamar que una marca de útiles escolares puede envenenar a los
niños, como ha empezado a hacer el controversial periodista/activista (si
cabe, acaso, esa dualidad).
Hasta para
boicotear hay que saber hacerlo.
http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/phillip-butters-boicot-andres-calderon-noticia-1975516
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Una mala idea, por donde se la mire
Carlos Monge
La adenda no es la
única ni la principal razón por lo que está mal el proyecto del Aeropuerto Internacional
de Chinchero.
El debate sobre el
Aeropuerto de Chinchero se ha centrado en la adenda al contrato con la
empresa Kuntur, que es lesiva a los intereses del país. Pero esa no es la
única ni la principal razón por la que este aeropuerto es una mala idea por
donde se la mire.
Chinchero está a
3,700 msnm, con vientos fuertes, neblinas densas y suelo calizo y poroso. Se
estima que no puede soportar aviones grandes y que incluso para los medianos
y pequeños será peligroso aterrizar y salir a esa altura y con ese clima. Y
como no podrá ser destino de aviones grandes, no será un aeropuerto realmente
internacional.
Chinchero es una
zona de provisión de servicios ambientales (captura y abastecimiento de
agua,) para Cusco y el Valle Sagrado, y es zona rica agrícolamente (despensa
del Cusco), arqueológicamente (Moray, Chinchero plaza y templo, Maras y
salineras), culturalmente y paisajísticamente (tradiciones y balcón al valle
y sus nevados). Esa riqueza puede ser arrasada por la construcción y el
funcionamiento del aeropuerto y la caótica urbanización del entorno que ya
comienza.
La entrada a Cusco
ciudad desde Chinchero y Anta ya es un caos y no hay ningún plan serio para
que absorba el fuerte incremento del tráfico que el aeropuerto traerá
consigo. También serán impactados Machu Picchu (ya recibiendo el máximo de
visitantes diarios que puede soportar) y el Valle Sagrado (ya sometido a un
fuerte y desordenado proceso de urbanización). Aumentar significativamente el
flujo de turistas al Cusco sin haber habilitado otras alternativas –como
Choquequirao- es de una gran irresponsabilidad.
Lo bueno es que
hay alternativas. La Pampa de Anta está igualmente cerca de la ciudad, más
baja, y con mejor condición climática y de suelos. Ocoruro, provincia de
Paruro, ha ofrecido terrenos con mejores condiciones de altura y calidad de
suelos y menos riqueza agropecuaria y arqueológica que afectar.
Se viene la
interpelación al vicepresidente Vizcarra. El punto en debate sigue siendo la
adenda al contrato. Pero si se decide construir el aeropuerto directamente
como obra pública, hacerlo en esa ubicación seguirá siendo una mala idea. Hay
que hacerlo en alguna otra parte. La interpelación no debe ser solamente a
Vizcarra, sino al Aeropuerto de Chinchero mismo.
http://diariouno.pe/columna/una-mala-idea-por-donde-se-la-mire/
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Una fuerte opinión regional
Mirko Lauer
Un pronunciamiento
de los gobernadores de Apurímac, Arequipa y Cusco no solo pone en evidencia
el apoyo a Martín Vizcarra en esas tres regiones, y probablemente en varias
más, sino además es una útil ventana para entender mejor el ánimo en los
espacios políticos que no son Lima. También en ellos hay preocupación.
La solidaridad con
Vizcarra no debe sorprender. La presencia de ministros con experiencia de
gobierno regional puede hacer toda la diferencia en el impulso a proyectos
alejados de la capital. Un ex gobernador de Moquegua como él le añade a la
cosa una particular empatía con la zona sur del país, que además fue la que
votó Kuczynski.
Hay un obvio temor
a que la salida de Vizcarra trabe iniciativas que ya están en marcha.
Bastante amenaza ya es de por sí el escogimiento de los cánones, en un
contexto de desaceleración de la economía. Por eso también hay en el texto
una frase de saludo a las medidas de reactivación económica recién anunciadas
desde Lima.
Mención aparte
merece la presencia del gobernador del Cusco en el documento, con la
implícita convicción de que una permanencia de Vizcarra en Transportes puede
garantizar que el aeropuerto de Chinchero, definido como “proyecto
estratégico de articulación territorial” llegue a buen término.
Esta es la primera
vez que un grupo de regiones que participan en la articulación con el
Ejecutivo llamada GORE asume una postura política, en defensa de las
aspiraciones económicas de sus poblaciones. Más allá del caso Vizcarra, esto
abre la puerta a pronunciamientos de otras regiones en otros temas de su
preocupación.
En cierto modo
también estamos hablando de las elecciones del 2018. Si bien las encuestas de
popularidad son relativamente parejas por todo el país, estas no entran
realmente a explorar las inquietudes del provinciano por el futuro de su día
a día económico. Paquetes de expectativas, como la de la suma de proyectos y
estabilidad.
Sin embargo es
notoria la ausencia de otros gobernadores en el comunicado. Quizás la idea
fue hacer un planteamiento específicamente sureño, pero aún así. No
interesarse en llevar los intereses locales al espacio nacional es mala
política. Los medios deberían explorar las opiniones de una cantidad
suficiente de figuras regionales y municipales.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/855918-una-fuerte-opinion-regional
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