miércoles, 15 de febrero de 2017

OPINIONES 15/02/2017

Basadre y las causas de la corrupción - Antonio Zapata
Chinchero es la misma vaina - Fernando Vivas
Corrupción y cinismo - Gonzalo Portocarrero
Defensores de violadores - Augusto Álvarez Rodrich
Guerras invisibles electorales - Nathali Gómez
Malo conocido . Luis Davelouis
Oh no, febrero otra vez - Enzo Defilippi
Políticos y empresarios - Sigrid Bazán
Sanción al dinero sucio en cuentas en paraísos fiscales - Manuel Dammert Ego Aguirre
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Basadre y las causas de la corrupción

Antonio Zapata



El sábado pasado fue el 114 aniversario del nacimiento de Jorge Basadre, el más importante historiador de la república peruana. Ahora que se acerca el bicentenario del nacimiento del Estado, en medio de una grave crisis generada por la corrupción, conviene repasar algunas de sus tesis principales. Sobre todo, porque su último libro trata precisamente sobre corrupción.

En efecto, poco antes de morir, Basadre entregó un manuscrito que su editor, Carlos Milla Batres, publicó con el título de Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú republicano. El título no fue aceptado por la familia que obligó a retirar la edición del mercado. Por ello, sobreviven pocos ejemplares y para leerlo es necesario acudir a biblioteca.

El concepto de sultanismo lo toma de Max Weber para analizar un mundo político dominado por el libre arbitrio del mandatario. Establece una semejanza básica con el gobierno del sultán del imperio otomano. En el caso peruano se traduce en una noción sencilla, el gobernante está por encima de la ley. Es más, la norma es su voluntad y puede aspirar a la famosa frase de Luis XIV, “el Estado soy yo”.

Basadre halla los antecedentes del sultanismo contemporáneo en la tradición patrimonialista del imperio español, que se habría prolongado en la república de los caudillos. En este sistema, no se distingue entre el erario público y la hacienda del gobernante. Es más, hay vasos comunicantes y se espera que el primero alimente a la segunda.

En la concepción del historiador tacneño, el sultanismo es la base de la corrupción, porque al llegar al gobierno el mandatario usa al Estado para su beneficio y, además, puede hacerlo. Todo se adecúa a su voluntad, si es necesario cambiar algún contrato, se firma una adenda.

El segundo factor es la ansiedad por grandes obras públicas que logren el desarrollo. Basadre constata que se ejecutan obras a escala monumental que supuestamente son la llave para traer progreso. Estudia dos casos muy significativos: los ferrocarriles durante el guano y los empréstitos y obra pública de Leguía.

La conclusión de Basadre emparenta ambos procesos, sosteniendo que al ser obras de dimensión elefante requieren de empresas extranjeras, como Dreyfus durante el guano y la Foundation bajo Leguía. No habiendo capital suficiente en el país para esas magnitudes, el Estado contrata con empresarios extranjeros poco escrupulosos y poseídos por el afán de aumentar dramáticamente su propio peculio. Entre estos grandes empresarios extranjeros y los gobernantes de turno se produce un cruce de intereses y se desata un gran escándalo de corrupción.

Basadre también establece la presencia de un substrato cultural a las corruptas prácticas políticas. Cada cierto tiempo salta un gran escándalo porque la corrupción existe cotidianamente en pequeña escala. En el Perú existe bastante tolerancia ante la transgresión; si se hace con habilidad, sacarle la vuelta al Estado es cosa de aplaudir.

En ese sentido, Basadre establece que la celebración de la transgresión es la base de grandes escándalos cada cierto tiempo. ¿Cuándo? Cada vez que se incrementan bruscamente los ingresos del Estado. Basadre estudia el guano y Leguía. Podríamos añadir los procesos más contemporáneos: las privatizaciones de Fujimori y los super precios de las materias primas.

Una causa estructural, el sultanismo, se da de la mano con propuestas políticas de mega obras, intervienen empresas extranjeras que refuerzan la dependencia corrompiendo a medio mundo gracias a gobernantes arbitrarios. Ida y vuelta para terminar en lo mismo. Así, el sultanismo es el eslabón crucial de la corrupción.

El que ponga la ley por encima del gobernante habrá encarado este nudo gordiano del país. Mientras sigan las adendas, todo es una broma.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/848548-basadre-y-las-causas-de-la-corrupcion


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Chinchero es la misma vaina

Fernando Vivas


No me importa su etiqueta, si es de izquierda o de derecha. La corrupción no tiene bandera: está bajo la línea de flotación de nuestros valores compartidos. Simplemente quiero denunciar lo que me repugna y analizar un fenómeno que está a la base: el empoderamiento de los tecnócratas y la debilidad de los políticos. Jaime de Althaus me discute que yo subraye lo pernicioso de este desbalance y achaque el diseño maligno de las instituciones pervertidas (APP asimétricas, adendas, arbitrajes ad hoc) a los técnicos. Y me replicó: “Esta corrupción no es tecnocrática”.

Conciliemos, Jaime. La corrupción sí es tecnocrática. Y también política. Pero ten en cuenta que mientras los políticos sucumben a la desaprobación, los técnicos quedan. Por ejemplo, la Interoceánica se decidió en Palacio por Toledo, pero se ejecutó en Pro Inversión por el invisible René Cornejo. Toledo se convirtió en un candidato patético; René Cornejo llegó a ser primer ministro de Humala. En Brasil fue distinto porque el PT gobernó varios lustros, pero tampoco la corrupción nos cayó todita de ahí, ah. Nuestra industria de la construcción tenía joyitas como Lelio Balarezo antes de que los brasileños nos asaltaran.

Con Alan la cosa cambió poco. Es político con carácter, pero igual se alió a la tecnocracia y le regaló la consigna del perro del hortelano (ojo que en la pieza de Lope, a quien ladra el perro es a los ladrones). Con Humala y Nadine, la tecnocracia hizo su agosto: el par necesitaba urgente asistencia técnica para el bien y para el mal.

En resumen, son técnicos quienes diseñaron los contratos que transfieren ‘accountability’ y riesgos al Estado, la flexibilidad planificadora (el plan de gobierno abierto a megaproyectos de iniciativa privada) y las puertas giratorias. Son los políticos quienes consiguen los votos en el Congreso y azuzan a la población a pedir a gritos las obras sobrevaluadas. El modelo de crecimiento con programas sociales y APP (llámenle neoliberal, caviar, desarrollista, de centroderecha o centroizquierda, me tiene sin cuidado) ha delatado tales perversiones que necesita ser ajustado por un acuerdo nacional sin ideologías.

Por todo esto, me ha indignado el apuro en la firma de la adenda de Chinchero. PPK pasó unos días en el Cusco antes de asumir el mando y su sola presencia alimentó las expectativas de los cusqueños por el aeropuerto. Ello derivó en una presión política que, sumada a las sospechas de corrupción en el contrato, aconsejaban enfriar la negociación. Ahora resulta que ni contrato ni adenda tenían una cláusula anticorrupción. Y el consorcio –tan considerado él, luego de estar dispuesto a endilgarnos intereses de hasta 22%– la está pidiendo por ‘fair play’. No pequemos de bobos.


http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/chinchero-misma-vaina-fernando-vivas-noticia-1968593



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Corrupción y cinismo

Gonzalo Portocarrero


En las últimas semanas, la corrupción ha (re)emergido como el gran problema peruano. Y no solo de esta tierra sino también de toda América Latina y de muchas otras partes del mundo. Además, a la luz de nuestra realidad, estamos aprendiendo que la dinámica de la corrupción es mucho más compleja de lo imaginado y que sus consecuencias son bastante más serias de lo que parecen.

Por el lado de la complejidad, resulta que la corrupción es un modus operandi donde la iniciativa está, básicamente, en el corruptor que tiene ya una gran experiencia en el uso del soborno para ganar licitaciones o lograr adendas sin tener los méritos que lo justifiquen. En el caso de Alejandro Toledo, solo hizo falta que expresara su deseo por una coima para que la empresa Odebrecht abriera unas negociaciones que llevaron a disminuir drásticamente el monto de la ilegal comisión. Pero el daño peor puede provenir de una asignación de recursos distorsionada, aquella que lleva a priorizar la inversión que teniendo menos urgencia puede llevar a más ganancias. Este es el caso de Toledo y la carretera Interoceánica, el entonces presidente estuvo dispuesto a entregar la construcción a Odebrecht en tanto las comisiones serían mucho más considerables en este proyecto que en otros. Se ha mencionado muchas veces que la prolongación de la autopista Ramiro Prialé tiene una mayor utilidad y un menor costo. El proyecto que empezó con un presupuesto de US$1.000 millones terminó costando cerca de US$4.000 millones. Esto significa que Toledo estuvo dispuesto a que el Estado pagara US$3.000 millones de más, en tanto él obtuviera su coima de US$20 millones.

¿Quién es más censurable, la autoridad que busca y recibe la coima, o la empresa que ha hecho de los pagos ilegales el puntal de su política? Es indudable que los perjuicios que produce Odebrecht son mucho más significativos. No solo por la enorme cantidad de dinero defraudada, sino por la herida a la autoestima del país. Con la complicidad de nuestro ex presidente nos han robado sin compasión. Duele saber, por ejemplo, que la empresa constructora ha cobrado US$77 millones por construir cuatro casetas de peaje. Esta sobrevaloración desmesurada implica la pérdida de respeto de la capacidad de control del Estado y el desinterés por la ciudadanía peruana. Pero el ex presidente tiene una gran responsabilidad. Toledo ha preferido embolsarse US$20 millones para su propia economía a que el país economice US$3.000 millones, que resultan de una supervisión ajustada a la realidad de los gastos.

La situación demuestra cuánto dependen entre sí la corrupción y el cinismo. Una de las bases de la corrupción es el cinismo. La cara dura, imperturbable, esgrimida justo en el momento en que se está faltando a la verdad, revela a un actor consumado que pretende engañar a su audiencia. Toledo es muy mentiroso, no es novedad, lo sabemos hace tiempo. Pero aun así sorprende la contumacia de su falsía. Repite sus mentiras, y se hace el ofendido y hasta agrede cuando no logra convencer a su interlocutor. ¿Qué efectos tiene sobre la sociedad la proliferación de mentirosos? ¿Y de los cínicos que mienten y se reafirman en sus mentiras? El cinismo desafiante desmoraliza a la ciudadanía, pues hace visible que a través de perseverar en la mentira se puede lograr realizar los propios sueños aunque sean ilegales y de funestas consecuencias sociales. Felizmente, no por lo ocurrido en el Perú, pero sí por los acontecimientos en Brasil, esta vez el cinismo corrupto ha sido denunciado. Esta vez no funcionará. Y la sanción que reciba Toledo será una lección para la gente como él a la vez que una lección para las mayorías.

Ofenderse cuando se es desenmascarado es como agredir a quien hemos golpeado. Ver al ex presidente en esa lid puede resultar indignante o penoso. Pero creo que más allá de la compasión que nos puede producir su caída, tenemos todo el derecho de sentir que algo mejorará en nuestro país. El Perú puede empezar a vivir otra etapa en su vida republicana. Respeto de la ley y retroceso del cinismo.

http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/corrupcion-y-cinismo-gonzalo-portocarrero-noticia-1968635


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Defensores de violadores

Augusto Álvarez Rodrich



La carta del Vaticano sobre el violador Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), es una vergüenza que refuerza la sensación de la sólida tradición de la Iglesia Católica por proteger a los pederastas de su organización, pero la verdad es que esa no es la única institución a la que le cuesta reconocer y sancionar al abusador.

Dicha carta constituye no solo un reconocimiento oficial del Vaticano de la obviedad de que este pobre diablo de Figari es un violador, sino de que, para lo más alto de la jerarquía católica, el abuso sexual de menores es un pecadillo poco importante.

No de otra manera se podría entender que, a partir de la constatación de que Figari es un violador, el Vaticano decida ‘sancionarlo’ de una manera tan extraña que la condena acaba pareciendo un premio, empezando por su apartamiento a una residencia en la que no exista una comunidad de la congregación.

Según lo decidió el Vaticano, el violador Figari no volverá al Perú, excepto por motivos sumamente graves y siempre con permiso escrito, y se le prohíbe tener contacto directo o personal con la comunidad del SVC, y conceder entrevistas periodísticas.

O sea, el violador Figari está obligado a mudarse a otra casa en Roma, se le obliga a que no vuelva al Perú para enfrentar a la justicia, y se le impide que dé la cara a un medio para responder por los abusos sexuales que él y sus secuaces cometieron.

Esta decisión penosa del Vaticano lo proyecta como un lugar que encubre violadores y los blinda para que no sean sancionados realmente.

Es un patrón que sigue el Vaticano si se presta atención cómo premió al arzobispo Bernard Law –el encubridor de pedófilos en Boston, tan bien perfilado en la película Spotlight que presenta la investigación periodística de The Boston Globe– designándolo, hasta ahora, arcipreste de la Iglesia de Santa Maria Maggiore, una de las cuatro basílicas más simbólicas de Roma, construida entre 432 y 440.

Es vergonzoso que ello ocurra bajo el papado de Francisco, de quien se constata que, no obstante su discurso relativamente moderno y progresista, en los hechos hace muy poco –o casi nada– de lo que dice.

Pero la Iglesia Católica no es, lamentablemente, la única entidad con dificultad para acusar y condenar al violador. Desde el club privado que actúa creyendo que los trapos sucios se lavan en casa, hasta una justicia que termina declarando como inocentes a pedófilos mediante intrincadas excusas de la ingeniería del derecho.

La Iglesia Católica no es la única institución que protege al pederasta.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/848550-defensores-de-violadores


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Guerras invisibles electorales:
"Nadie sabe si lo que está leyendo es mentira"

Nathali Gómez





Poco antes de un proceso electoral, millones de usuarios de redes sociales en Ecuador, Bolivia o Venezuela, vieron que uno de los candidatos incurrió en actos de corrupción, que otro tiene un hijo desconocido, que otro se burló de un niño con síndrome de Down o que otro freiría las cabezas de sus oponentes. La rapidez de la información impide comprobar si es cierto o no y el objetivo estará cumplido: anular moralmente al oponente.

La guerra sucia, explica a RT el periodista y analista político venezolano William Castillo, "tiene su epicentro en la manipulación y el control de la opinión pública con la finalidad lograr la destrucción de la reputación" del enemigo político.

"La inmediatez de las redes sociales prácticamente hace imposible corregir, recoger, enmendar la información falsa", dice a RT el bloguero venezolano y editor de LaTabla.com, Víctor Hugo Majano.

Castillo se refiere al tema de la "viralización" de las informaciones falsas que se generan las 24 horas "a través de cuentas robot, fantasmas, o las que llaman 'cuentas troll', que desacreditan permanentemente a los políticos y que son un bombardeo intenso y constante".

Este tipo de campañas se vale de la "emocionalidad y de los elementos sorpresivos que no pueden ser previstos o justificados", agrega Majano.

En estas "guerras invisibles", continúa Castillo, los ciudadanos ignoran que son atacados a través de informaciones cuya veracidad es difícil de comprobar. "Las formas de ataque y agresión se han expandido. Estamos viviendo un momento complejo, en términos de opinión: nadie sabe si lo que está leyendo es una mentira".

El caso de Ecuador

Recientemente se difundió a través de las redes sociales una serie de videos donde se acusa de corrupción al vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien, junto al candidato Lenín Moreno, forma parte de la fórmula presidencial del partido gobernante Movimiento Alianza País para las elecciones de este domingo en Ecuador.
"Cualquier instrumento es válido: se trata de mentir, engañar, manipular, sembrar el miedo y crear incertidumbre", afirma a RT Marcia Tatiana Albuja, candidata a asambleísta del exterior por Alianza País.

Albuja recuerda el uso del mismo recurso hace más de un siglo "para asesinar a Eloy Alfaro (líder y propulsor de la gesta revolucionaria liberal, comprendida entre los años 1895 y 1912) o hace 57 años para que se rompieran las relaciones con Cuba

"La derecha siembra confusión, el miedo y el odio. Utiliza todo su poder en medios de comunicación, 'fundaciones', partidos políticos y asociaciones de todo tipo" para impedir el triunfo del candidato de Alianza País en los próximos comicios, a través de "rumores, escándalos, denuncias sin fundamento probatorios, por corrupción o deterioro económico del país", precisa Albuja.

Campaña sucia en Bolivia

Hace un año, las redes sociales fueron bombardeadas con la información de un supuesto hijo del presidente boliviano Evo Morales, días antes del referendo constitucional del 21 de febrero.

"Los opositores solo incitan a mentir mediante las redes sociales. Todo por Bolivia, por la dignidad, la igualdad hay que soportar eso, hay que aguantar eso. No me desmoralizan estas cosas", dijo Morales para defenderse del ataque, según reseña Resumen Latinoamericano.

Meses más tarde, su expareja admitió que había pagado a una familia para que un niño se hiciera pasar por el hijo de Morales, quien había fallecido.

"No tengo por qué mentir. Hurgan eso, duele mucho. Murió el bebé. Hace 10 años que están sacando ese tema. No me asusta, no me intimida, más bien me fortalece, porque todo son mentiras", había dicho el presidente en febrero del año pasado.

La "mala influencia" de Venezuela

En el 2013, en las elecciones en las que se eligió al presidente Nicolás Maduro, el candidato opositor Henrique Capriles dijo que su oponente se había referido a los niños con síndrome de Down como 'niños mongólicos'. "Lo hizo 24 horas antes de que terminara la campaña formal, recuerda Majano, y prácticamente cuatro años después hay gente que aún asegura que eso ocurrió".
De igual manera, durante la campaña presidencial de Hugo Chávez, en 1998, hubo varias tácticas de guerra sucia, entre ellas un video con una voz grabada por un actor, que "supuestamente" era el candidato de Chávez, diciendo que "freiría las cabezas de los adecos (militantes y adversarios políticos) en aceite".

Castillo habla de "satanización del Gobierno venezolano" en el exterior y el uso político de falsas informaciones sobre el país. "Si gana este candidato, dicen, vamos a ser como Venezuela: no habrá comida y habrá presos políticos", explica el periodista.

Ante las prácticas de falsas informaciones y calumnias "hay que aclarar lo que no debería aclararse, pues quien te ataca, es quien debería demostrar si el hecho es cierto o no. Hoy en el mundo para leer las noticias hay que estar muy bien informado", concluye Castillo.


https://actualidad.rt.com/actualidad/231124-dificil-tarea-saber-verdad-elecciones


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Malo conocido

Luis Davelouis


Demasiada gente está muy cómoda con la podredumbre. Tanto, que si no fuera porque la cloaca se destapó en Brasil, aquí todo seguiría como siempre. Piénselo: Toledo no estaría siendo buscado; no habría ningún ex ministro o ex funcionario aprista detenido; nadie pediría que investiguen al ‘Mudo’; no habría comisión Lava Jato; el informe Pari seguiría acumulando polvo y polillas; no temblarían Humala y su mujer (y quizás PPK); no se notarían las groseras salpicaduras en las solapas de algunos periodistas; no estaríamos fijándonos en las viejas chambas de asesores de la PCM ni en qué cosa le firmó quién a alguna empresa brasileña hace 20 años.

No perseguimos a los hampones por decencia, los perseguimos porque no nos queda más remedio (la desganada actitud de la Fiscalía frente a Odebrecht es elocuente), porque por vergüenza no podemos seguir haciéndonos los cojudos, porque hasta eso tiene un límite.

El sistema/modelo es el que es por la gente y sus ganas de cambiarlo o dejarlo como está. En las guerras de independencia, ¿cuántos peruanos había en los ejércitos libertadores en Junín y Ayacucho? ¿Cuántos había en el bando realista defendiendo “el modelo”?

El sistema es su gente. Viviríamos muy bien en una utopía donde el lucro y la acumulación material han sido abolidos y la humanidad se desarrolla y crece dándole a cada ser humano la posibilidad de desarrollar su propio e individual potencial e interés. También viviríamos bien en un sistema ultracapitalista con un microestado y no existirían los pobres pues la redistribución sería parte del core business de todo el sector privado. Con buenos ciudadanos y buenas instituciones. Pero tenemos choferes de combi y a Villa Stein. ¿En cuál es más difícil robar? Ya, deme ese.



http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-malo-conocido-2270904

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Oh no, febrero otra vez

Enzo Defilippi


Estamos a un par de semanas del inicio de clases en muchos colegios particulares de Lima, la época del año en la que miles de padres de familia tienen que sumarle a sus labores diarias la de buscar textos escolares por toda la ciudad.

“¿No sería más práctico que el colegio compre todos los libros y nos cargue el costo en las pensiones?”, me preguntó, hace poco, una amiga, luego de visitar una quinta librería sin haber completado su lista. Sí, le respondí. De hecho, algunos lo hacen. “¿Entonces, por qué no obligar a que todos lo hagan?”, me respondió, frustrada, mientras miraba su reloj y decidía si valía la pena ir a la sexta librería del día.

En principio, me opongo a que el Estado obligue a las empresas a hacer algo que no quieren hacer. Eso es innecesario cuando un mercado es competitivo (la gran mayoría lo son), pues la competencia las obliga a invertir en prestar los servicios que la gente está dispuesta a pagar. Pero el mercado en el que participan los colegios particulares está lejos de ser competitivo en el mismo sentido en el que lo son los de restaurantes, hoteles u otros servicios. Es que, una vez matriculado, el costo de cambiar a un niño de colegio es bastante alto en términos de tiempo, dinero y adaptación. Esto hace que los padres nos convirtamos en clientes cautivos, lo que limita seriamente la competencia entre colegios. En una situación así, y en un sector tan importante como el de la educación, está plenamente justificado regular aspectos del servicio que no sería necesario en otros mercados.

Ahora, no es lo mismo que la regulación esté justificada que cualquier regulación esté justificada. Para ello, los beneficios deben ser mayores que los costos. En este caso, es claro que comprar cientos de libros por volumen siempre será más barato que comprarlos uno por uno, especialmente si tomamos en cuenta el tiempo usado en buscarlos (que no es poco, como indica el grado de frustración de mi amiga). Dudo mucho que este ahorro, en términos de tiempo y dinero, sea menor que los costos de almacenamiento, administrativos y financieros que tendrían que incurrir los colegios si se les obliga a hacerlo. Y esta solución sería superior a la actual, que obliga a los padres a participar en la selección de los textos (¿con qué criterios pedagógicos?) para evitar que se les obligue a comprar libros artificialmente caros.

¿Pero por qué se produce esta situación? Por un lado, porque el hecho de tener clientes cautivos hace que los colegios se puedan dar el lujo de no invertir en mejorar diversos aspectos del servicio sin perder clientela (lo que sí ocurre en otros mercados). Por otro, porque no les cuesta nada obligar a los padres a comprar los textos, y así hacer que las pensiones parezcan más bajas que lo que serían si ellos se encargasen de comprarlos.

Yo apoyaría una ley así. No tiene sentido obligar a miles de padres de familia a malgastar su tiempo buscando libros cuando es más conveniente para todos que el colegio los compre directamente. Que algún congresista se ponga las pilas.


http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/oh-no-febrero-otra-vez-enzo-defilippi-noticia-1968585


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Políticos y empresarios

Sigrid Bazán


El mensaje a la nación de PPK ha sido un saludo a la bandera. El último Decreto de Urgencia deja al Perú sin las grandes constructoras internacionales de siempre, pero no necesariamente pasa por ser la solución al tema de fondo de la que ya varios vienen hablando: ¡metan presos a los empresarios corruptos! Ya lo dijo Nelson Manrique en su columna de ayer: “En Brasil los más importantes investigados y sancionados son empresarios, como las cabezas de Odebrecht, OAS, Camargo y Correa, entre otros”.

¿Aquí qué tenemos? Tenemos al ex vicepresidente de la CONFIEP y ex presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) prófugo por evadir casi 6 millones en impuestos, por hablar de un caso. Estamos hablando de Lelio Balarezo Young, quien tiene una sentencia por defraudación tributaria, pero quien parece no se encontrarse entre las prioridades de nuestra lucha anticorrupción. De hecho, su captura internacional se ordenó desde abril del 2015 y miren ustedes cómo va la cosa.

Con el caso Balarezo de ejemplo, muchísimos otros empresarios podrían empezar –¡y pronto!– a afrontar penas para evitar su fuga y así facilitar la labor de investigación que incluye también a altos funcionarios de gobierno. Recordemos que tanto políticos como empresarios son peces gordos en investigaciones de la magnitud del caso Lava Jato.

Mientras tanto, el Presidente sigue avalando las distintas irregularidades en casos como el del Aeropuerto de Chinchero, con un ministro que mantiene un conflicto de interés latente y con pérdidas importantes para el Estado. Por más que pongan cien mil carteles de Toledo y ofrezcan miles de soles de recompensa, todo este show no opaca los manejos poco claros del Ejecutivo.

Alejandro Toledo deberá regresar al país o deberá ser traído a la fuerza para cumplir con las citaciones que se le extiendan, pero no puede hacerse un circo de un caso tan serio y, menos aún, esperar tapar el sol con un dedo. PPK ha sido Ministro de Economía y Presidente del Consejo de Ministros en el último año del gobierno de la chacana. Parece que la vaca no recuerda cuando fue ternera.

En fin, falta muchísimo para hablar de justicia en nuestro país. No queda más que seguir exhortando a una reforma integral del sistema judicial y una reforma severa también para varios magistrados. No quisiera terminar en ese sentido, sin referirme al caso del Sodalicio, quienes como organización ya reconocieron abusos a menores presuntamente por parte de Figari, Doig, Levaggi y Daniels. ¿Se arrepentirá la jueza de haber archivado el caso en Perú? Esperemos que con esta nueva información cambie el curso de las cosas en este caso.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/848549-politicos-y-empresarios





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Sanción al dinero sucio en cuentas en paraísos fiscales

Manuel Dammert Ego Aguirre

En el marco de la gran marcha anticorrupción de este jueves he presentado al Congreso un proyecto de ley anticorrupción específico. Establece medidas contra la corrupción derivadas de la tenencia de bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en “paraísos fiscales”, excluidos del control mundial.

El proyecto establece que no podrán ocupar cargos ni ser candidatos en las elecciones a la Presidencia, al Congreso, en municipales y regionales, aquellos que tengan bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en lugares off shore, llamados “paraísos fiscales”. Tampoco los funcionarios y servidores públicos y receptores de subvenciones públicas. Alcanza al cónyuge, conviviente o parientes hasta el cuarto grado de consanguineidad y segundo de afinidad. Los que tienen actualmente estos cargos, tienen un plazo de 90 días para declararlos y pagar sus impuestos, si no serán destituidos en forma inmediata.

Las prácticas financieras offshore muestran que en ellas están involucrados políticos, funcionarios, candidatos y empresarios, incluyendo del Perú. Estas prácticas son parte del engranaje mundial de la corrupción. Investigaciones realizadas por Ojo Público conjuntamente con Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en relación a la creación de cuentas offshore, señala en un Informe público lo siguiente :

“Los Panama Papers de Perú alcanzan a dos candidatos presidenciales: Keiko Fujimori, por intermedio de algunos de sus poderosos financistas de campaña en el 2011 y 2016, quienes figuran como clientes de Mossack Fonseca o como directivos y apoderados de offshore en diferentes paraísos fiscales del mundo. También Pedro Pablo Kuczynski, quien siendo primer ministro de Alejandro Toledo, firmó una carta de recomendación para un exbanquero amigo suyo que luego la utilizó para abrir una sociedad en Panamá”.

Entre los clientes de la firma también destaca el socio del exmandatario Alan García en la librería más comercial de Lima, Jaime Carbajal, así como uno de sus ministros durante su último gobierno, Hernán Garrido Lecca, junto con Virgilio Acuña, actual congresista y hermano del expostulante presidencial César Acuña.

Según la Sunat, las operaciones por los llamados precios de transferencia entre los años 2007 y 2012 llegaron a los 370 mil millones de dólares y el 65% se hizo vía filiales internacionales. El 2013 la Sunat revisó 187 casos por este tipo de transferencias y halló sospechas de elusión en 27 de ellos. Los casos fueron enviados al área de auditorías. El monto no declarado se calculó en 350 millones de dólares, y los impuestos dejados de pagar [en base a la cifra anterior] fueron 105 millones de dólares.


http://diariouno.pe/columna/sancion-al-dinero-sucio-en-cuentas-en-paraisos-fiscales/



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