jueves, 9 de febrero de 2017

OPINIONES 09/02/2017


Directorio privatizador en Petroperú: Trafigura, Backus. - Manuel Dammert Ego Aguirre
¡Hay que ser malo! - Luis Davelouis
Heraud entre nosotros - Mirko Lauer
La corrupción: cuando el pasado nos alcance - Alberto Adrianzén
La corrupción y los partidos - Sinesio López
Partidos políticos y calidad de la democracia - Francisco Miró Quesada Rada
Reporteras y tertulianos, una historia de odio merecido - Hibai Arbide Aza

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Directorio privatizador en Petroperú: Trafigura, Backus.


Manuel Dammert Ego Aguirre

El Poder Ejecutivo en el Decreto Legislativo 1292, relativo a PETROPERÚ, establece la “Reorganización empresarial de la empresa”. En vez de afirmarla como una competente y sólida empresa nacional, de todos los peruanos, integrada verticalmente y estratégica, ha impuesto una fórmula privatizadora para dividir la empresa en “unidades de negocios”, las que serían articuladas como un Holding empresarial, manejado por epígonos de la plutocracia financiera.

Quitan al Ministerio de Energía y Minas de la Junta General de Accionistas y se la dan al MEF. Anuncian nuevos miembros del Directorio para imponer la privatización diseñada. Entre ellos, se menciona alguien de Backus y, en especial, la entrega de la Gerencia General a una persona vinculada a la empresa Trafigura, una empresa sumamente cuestionada por haber estafado, hace poco al Perú, en la exportación del gas de Camisea.

La estafa de Trafigura la realizó el año 2014. Fueron en 7 embarques de exportación del gas del Perú a México. Estos embarques correspondían a un contrato general, sin concurso, que habían suscrito la empresa Trafigura con la Comisión Federal de México –CFM-, a un precio total de $ 938.4 millones de dólares, en 18 embarques en total. La CFE compró de manera extraordinaria, directa, el gas, no a precio del marcador Henry Hub (HH) que rige en México ($ 2 a 3 dólares por MBTU), sino a precio del marcador Asia, a 17.47 dólares por MBTU. Este concurso fue conocido por PERUPETRO, y no hizo nada cuando la empresa Trafigura en la exportación del gas de Camisea registró 7 embarques con un diferencial de precios a su favor de cerca de $ 365 millones de dólares.

Cuando Repsol nos estafó, ganamos el Laudo en el Ciadi y tuvieron que pagar por 10 embarques la suma de US$ 66.53 millones. Luego de la denuncia pública que hice de la estafa de Trafigura, la ministra Ortiz Díaz, en trato personal, ilegalmente, señaló que un pago que Perupetro sin mayor estudio ha establecido por 7 embarques es casi $ 13 millones. La investigación que estoy realizando en el Congreso, va a permitir apreciar dicha estafa, cuyo diferencial llega a US$ 365 millones de dólares en solo 7 embarques.

A esta gente es que se pretende darle el Directorio de PETROPERU S.A. Es un asalto a la Patria. Tratarán de aprovechar el Decreto Legislativo N° 1292 dictado por el Gobierno, por el cual dividen en “unidades de negocio”, privatizadas, a la empresa PETROPERÚ. Es un gravísimo atropello a una empresa de todos los peruanos, que tiene a su cargo uno de los recursos estratégicos de la Patria. Estamos a tiempo de impedir que esta privatización se realice. El Congreso debe pronunciarse, acogiendo los reclamos del pueblo, los especialistas y los trabajadores, y modificar las normas privatistas del Decreto Legislativo 1292, dictado por el Gobierno. Todavía estamos a tiempo. ¡El Perú rechaza la privatización de Petroperú!


http://diariouno.pe/columna/directorio-privatizador-en-petroperu-trafigura-backus/



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¡Hay que ser malo!

Luis Davelouis

El martes por la noche, la Policía allanó un laboratorio en el que se elabora aceite y resina de cannabis. Esto no pasaría de ser otro caso anecdótico en el que capturan un montón de drogas y después las incendian a la vista del fiscal, la Policía y los transeúntes y nunca nadie se hornea (qué curioso, ¿no?) si no fuera por la historia que hay detrás.

El hijo de Dorothy Santiago, Rodrigo, tiene 6 años y desde que nació sufre –entre otros males– de Síndrome de Lennox, una muy rara enfermedad que causa que convulsione entre 20 y 30 veces al día. Cada convulsión consta de hasta 10 miniconvulsiones. Sí, convulsiona todo el día. Hace poco más de un año, miles de medicamentos y citas médicas después, descubrieron que lo único que logra que las convulsiones desaparezcan, que coma –y que, por lo tanto, su deterioro cognitivo no sea aún mayor– son las gotas de aceite de marihuana que su mamá le administra diariamente y por el que ha llegado a pagar hasta S/2,000. (Mire: goo.gl/ENwMH7)

La calidad de vida de Rodrigo ha mejorado sustancialmente desde que consume este aceite. Por eso, su mamá y otras personas formaron la asociación Buscando Esperanza, pues, por supuesto, Rodrigo no es el único caso y esta sustancia ha tenido un impacto enorme en la calidad de vida de muchísimas personas que no encuentran en la medicina “formal” alivio a su sufrimiento. La Policía lo sabe y quienes le pasaron el dato también, pero no interesa, todo por plata. Esto que ha hecho la Policía es una injusticia y una maldad.

Que vayan a agarrar a Toledo y a los tíos de Keiko en vez de fregarles la vida a tantos pacientes sin esperanza.


http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-hay-que-malo-2270286



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Heraud entre nosotros



Mirko Lauer


Este es un año de Javier Heraud. No se conmemora alguna cifra redonda, pero ya están en producción dos largometrajes sobre su vida para el 2017, y acaba de aparecer una plaqueta que probablemente sea la primera que publicó, en un “único ejemplar numerado” hecho a mano, en setiembre de 1959, a los 17 años de edad, recién salido de la secundaria.

Las películas anunciadas son El viaje de Javier Heraud, un documental biográfico de Javier Corcuera, el director de Sigo siendo, Kachkaniraqmi (2014), y En busca de Javier, de Eduardo Guillot, un film de ficción sobre los últimos años en la vida del poeta. Es de suponer que con esto vendrá otro revival de la poesía de Heraud, ya de por sí muy popular.

La plaqueta rescatada es 4 sonetos a Martín Adán, con un dibujo geométrico del autor y orlas en el mismo estilo. Aparece como un encarte en el N0 66 de Hueso húmero, que acaba de entrar en circulación. Ya en su N0 25 (1989) la revista había encartado cuatro Poemas de Europa, en una plaqueta que vio la luz con el sello de Ediciones de la Rama Florida.

Los cuatro sonetos homenajean y parodian el lenguaje de los de Adán en su Travesía de extramares (1950), en una vena más ligera y planteados como un diálogo con el poeta mayor: “cógete martín de / sombras retorcidas, donde tal / vez encuentres el descanso”. Al año siguiente publicó El río, ya con una voz diferente y propia.

Su excelente poesía y su temprana muerte, abatido cuando tomar las armas contra el Estado definía a un guerrillero y no a un terrorista, hicieron de Heraud material de leyenda, hasta hoy. A pesar de la sombría violencia de los años 80, los jóvenes siguen atraídos por la historia de otro joven dispuesto a entregar su vida por un ideal revolucionario.

Una selección de cartas de Heraud a Luis Loayza aparecida en el N0 65 de Hueso húmero el año pasado muestra al poeta con una fuerte convicción revolucionaria, envuelta en una evidente ingenuidad política frente al llamado socialismo realmente existente. Al final su poesía lo sobrevivió todo. Su voz juvenil y sabia nos sigue acompañando.

http://larepublica.pe/impresa/opinion/846838-heraud-entre-nosotros

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La corrupción: cuando el pasado nos alcance


Alberto Adrianzén


Si bien es cierto que lo de Alejandro Toledo y sus vinculaciones corruptas con la empresa brasileña Odebrecht se veía venir, no por ello deja de tener un contenido simbólico que va más allá de su condición de expresidente y la indignación que ello provoca.

El liderazgo de Toledo fue una pieza clave en el derrumbe del régimen autoritario de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Pasó de tener un discurso conciliador con el fujimorismo a encabezar la oposición que se fue tejiendo al final de los años noventa. En los comicios del año 2000 logró en la primera vuelta más del 40% de los votos y más tarde encabezó la marcha de los Cuatro Suyos, lo cual ratificó su rol protagónico. Se podría decir que Toledo fue un sobreviviente de las campañas liquidadoras que el fujimorismo organizó contra las otras candidaturas en esas elecciones y por ello fue la tabla de salvación que encontró un sector importante de la sociedad para expresar su rechazo al régimen autoritario fujimorista.

Sin embargo, entre el Toledo del 2000 y el del 2001, cuando ganó las elecciones presidenciales, se produjo otro hecho importante: el Gobierno de Transición que presidió Valentín Paniagua que duró apenas ocho meses. Si Toledo, en esos años, expresó una oposición democrática, fue Paniagua quien le dio contenido al antifujimorismo de entonces. Su propuesta era combatir la corrupción y una relectura de nuestra historia para cerrar el ciclo autoritario que representó el fujimorismo y el senderismo, y comenzar un largo ciclo democrático, lo que exigía “un esfuerzo de refundación republicana” del país.

Entre muchos defectos que se le pueden achacar al gobierno de Toledo, el principal, junto con la corrupción en su gobierno, es no haber construido, una vez instalado en el poder, una coalición antifujimorista y un pacto antiautoritario para darle sentido político a su gobierno y democratizar sus relaciones con la sociedad. El gobierno de Paniagua no lo podía hacer por sus orígenes parlamentarios y por su brevedad en el poder; sin embargo, como se dice, abrió trocha, para que este pacto y la necesidad de un nuevo gobierno reformista fuese posible en el país. Es decir, dejó tareas pendientes que requerían ser continuadas por el gobierno de Toledo y los posteriores. Y que expresaban un cuestionamiento al pacto de dominación autoritario que representó el fujimorismo.

Como se puede constatar, poco se avanzó al respecto. En realidad, ni Toledo, ni García ni Humala, y ahora tampoco PPK, entendieron que para consolidar la democracia en el país se requería, antes que promesas, la puesta en marcha de reformas que les dieran no sólo sentido a sus respectivos gobiernos sino también bases materiales para una nueva democracia ganada en las calles.

El drama, por ello, no fue sólo la continuación de un modelo económico que mantuvo las desigualdades, que alentó la corrupción y las prácticas lobistas, y que permitió la captura del Estado por los grandes grupos económicos, como hoy lo podemos constatar, y que se ha mostrado incapaz de dotar a la democracia de nuevas bases de legitimidad. Igualmente dramático fue la incomprensión política del significado que tuvieron y que tienen en nuestra historia republicana tanto el fujimorismo como la propia transición democrática. En verdad, poner fin político al fujimorismo era una posibilidad, una invitación y un tránsito necesario para refundar el país e iniciar un largo ciclo democrático. Pero ello infelizmente para nuestro país no se hizo.

Como consecuencia de ello y de las últimas denuncias de corrupción que involucran a todos los gobiernos democráticos del siglo XXI, con la excepción del de Paniagua, la transición que tantas esperanzas levantó ha terminado una vez más –algunos dirán que hace tiempo– en una gran frustración. Si el Gobierno de Transición se legitimó, entre otros puntos, por su abierto combate a la corrupción, los gobiernos posteriores han terminado devorados por esa misma corrupción. Toledo, García y Humala son ahora los símbolos de ese fracaso que abre un espacio para que el fujimorismo se relegitime con un discurso que significa una relectura de nuestra historia reciente: la lucha contra la corrupción. Es decir, una suerte de oxímoron que representa la derrota de las fuerzas democráticas y progresistas en el país. Ese es el reto que tenemos que afrontar.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/846840-la-corrupcion-cuando-el-pasado-nos-alcance



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La corrupción y los partidos


Sinesio López


Hablar de partidos políticos en el Perú es un abuso del lenguaje. Con la crisis de los populismos en los 80 del siglo pasado y la llegada del neoliberalismo, los grandes partidos que tenían un enraizamiento social más o menos sólido e ideologías cerradas y apasionadamente vividas se transformaron en partidos blandos que levitan y abrieron las puertas a los partidos personalistas. ¿Son partidos Perú Posible, Gana Perú, Partido por el Cambio, Solidaridad Nacional, APP, TyL? ¿Y el fujimorismo? No es aún un partido, pero es el que más se aproxima. Casi todos ellos son pequeños entornos de un caudillo que han logrado comprar una franquicia electoral en el mercado. Son “partidos” personalistas.

Para ganar el gobierno en los regímenes democráticos los nuevos partidos personalistas y los viejos partidos (que también han devenido personalistas) tienen que competir haciendo costosas campañas electorales que son una poderosa fuente de corrupción política. ¿De dónde sacan los recursos? Principalmente de financiamientos privados. Algunos, incluso si provienen de grandes empresas, son legales, pero condicionan al gobierno que respaldan. Otros provienen de robos al fisco, de coimas y del narcotráfico, y los partidos disfrazan la ilegalidad de los recursos con falsas actividades partidarias que nadie controla ni sanciona.

Muchas veces el financiamiento legal e ilegal no se usa sólo para las campañas electorales sino también para el enriquecimiento personal. La política los hace ricos. Algunos políticos de origen social modesto hoy son millonarios. Una solución posible para eliminar la corrupción en las campañas electorales es prohibir el financiamiento privado y otorgar el financiamiento público a los partidos. Como se ha hecho en Méjico. Esto no anula la competencia ni el éxito de los partidos en la campaña electoral. Verónica Mendoza del FA no tuvo millones para gastar en su campaña electoral, no contrató un solo aviso en la TV ni gastó en paneles publicitarios y, sin embargo, obtuvo un excelente resultado electoral.

Los partidos personalistas (incluido el Apra que se ha transformado en un entorno de García) que ganan el gobierno no llegan a ser partidos de gobierno. Gobierna no el partido triunfante, sino el presidente y sus amigos, los pretenciosos tecnócratas neoliberales y los poderes fácticos, esto es, los grandes empresarios, los medios poderosos y los militares (en el caso del fujimorismo). No tienen controles partidarios ni vigorosos controles institucionales porque el sistema político no los tiene y, en esas condiciones, son presa fácil de la corrupción.

¿Qué pasa con el caudillo presidente, sin controles partidarios ni institucionales, suelto en plaza, fascinado con todos los halagos del poder y tentado por el oro de los ricos? Se vuelve hobsiano. Le salen “los espíritus animales” y se deja llevar por los apetitos materiales desmedidos y por la corrupción. Pasado el sueño de grandeza viene la pesadilla cuando lo atrapan con las manos en el fisco o en la coima. Algunos (Toledo y Humala) ni siquiera tienen un pequeño partido que los defienda. Otros (el fujimorismo y García) han transformado sus partidos en escudos para defender a sus líderes corruptos.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/846841-la-corrupcion-y-los-partidos



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Partidos políticos y calidad de la democracia

Francisco Miró Quesada Rada


En diversos artículos hemos sostenido que la baja calidad de la democracia en el Perú se debe a cinco factores, todavía presentes en su mayoría. Decimos en su mayoría, porque la tendencia a lo largo de estos 17 años del presente siglo indica que ya habríamos superado el “péndulo del poder”. Es decir, esa práctica muy común desde que nos independizamos, que implica pasar de gobiernos civiles a militares y viceversa, algo que impidió, por ejemplo, que podamos consolidar un sistema de partidos sólido.

Aun así, todavía siguen vigentes la cultura autoritaria, el caudillismo, el clientelismo y el secretismo. Estas características se manifiestan fuertemente en los partidos políticos. Tal situación se ha intentado superar a través de la Ley 28094, Ley de Organizaciones Políticas, pero a pesar de los intentos legislativos la costumbre se ha impuesto a la norma, más allá del reconocimiento constitucional de las organizaciones partidarias. La Ley de Organizaciones Políticas define las elecciones internas para todos sus militantes. Indica además que hasta la cuarta parte de los candidatos puede ser designada directamente por el órgano del partido que señale el estatuto. Esta potestad no puede ser aplicada para el caso de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, los cuales deben ser necesariamente elegidos en elecciones internas. Sin embargo en la mayoría de los casos vemos que ello no se cumple realmente. Salvo excepciones, los candidatos a la presidencia y vicepresidencia terminan siendo elegidos por delegados designados por la cúpula que tiene el control del partido y está al servicio del caudillo de turno. Esto también lo permite la ley en el inciso c) del artículo 24.

Pruebas al canto: salvo la excepción de Acción Popular, en que hubo elecciones internas, los demás  partidos que tuvieron protagonismo en las elecciones del año pasado, como Alianza para el Progreso, Perú Posible, Fuerza Popular, Peruanos por el Kambio, Todos por el Perú, Frente Amplio y Alianza Popular –este último un frente entre el  Apra y el PPC–, presentaron lista única y fueron elegidos a través de delegados. Y en cada elección el candidato único no tuvo ni siquiera un solo voto en contra.

La situación preocupa, porque lo que debería ser la excepción (candidatos solos con lista única y elecciones por la vía de delegados y no por votación directa) se ha convertido en una regla constante y  permanente. En consecuencia, para que realmente exista democracia interna, la elección a través de delegados debería ser derogada de la ley vigente. Así quedaría descartada la intermediación de los delegados, cuya elección en diversos casos no es transparente, lo que refuerza la figura del candidato único y de “su plancha” única, y se podría establecer que las elecciones se realicen por el voto universal, libre, igualitario, directo y secreto de los militantes.

Además de este caso, otro factor de la baja calidad de la democracia  en los partidos es el clientelismo. Aquí sí se ha producido un avance con la reciente modificatoria de la ley de partidos vigente, relacionada con sanciones a candidatos u organizaciones políticas que durante el marco del proceso electoral efectúen “la entrega, promesa u ofrecimiento de dinero, regalos, dádivas u obsequios de naturaleza económica de manera directa o a través de terceros, salvo aquellos que  constituyen propaganda electoral”.

Como se sabe, en el último proceso electoral se presentaron dos casos con candidatos importantes  y proyección política, uno a la presidencia y el otro a la vicepresidencia. Hubo debate en los medios sobre este asunto, unos sostuvieron que la sanción de separarlos de su candidatura fue exagerada, otros se pronunciaron a favor.

La diferencia entre estos dos casos de efectos de las reglas legislativas está en que mientras en el primer caso –permitir la elección por delegados– se refuerza el caudillismo, en el segundo se pone en jaque el clientelismo, y esto es un paso significativo para mejorar la democracia en el Perú.

El hecho es que la realidad se impone a la norma, porque el caudillismo sigue predominando sobre la ley. Por ejemplo, tal como informó El Comercio el 7 de febrero, en un partido como APP el presidente es vitalicio y lo mismo sucede en Fuerza Popular, en el que muchos artículos de su estatuto están en femenino, por lo que se puede interpretar que Keiko será siempre la presidenta. Casos como estos profundizan aun más la baja calidad de la democracia en los partidos políticos.

http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/partidos-politicos-y-calidad-democracia-fco-miro-q-noticia-1967060



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Reporteras y tertulianos, una historia de odio merecido

Hibai Arbide Aza

A Helena le van a pagar 80 euros por un reportaje de 9000 caracteres de los campos de refugio en Grecia. En un plató de televisión, un tertuliano cobra 400 euros por cada programa en los que habla de la crisis de refugio sin haber estado nunca en el terreno. Tiene necesidad de pronunciarse sobre cualquier tema y cree que su opinión de varón blanco heterosexual de clase media-alta representa el sentido común.

Helena conversa con Rahin junto al campo de refugiados de Preševo, en parte serbia de la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Helena conoce Preševo de cuando recorrió la llamada ‘Ruta de los Balcanes’ a finales de 2015. En aquella ocasión lo hizo como voluntaria, ahora viene como reportera. Una reportera que no sabe si va a conseguir publicar su reportaje. El diario al que se lo ha propuesto le dijo que tal vez les interesa: “Enviánoslo cuando lo tengas y ya veremos”. Al menos esta vez le contestaron el mail. Al menos, la ‘sección de internacional’ de ese periódico no es la traducción de otro diario, es una sección de verdad.
Para llegar hasta aquí, Helena ha tenido que alquilar un coche en Atenas. Reservó un VW Polo y le dieron un Nissan Micra. Lo más barato. En invierno, temporada baja, son 40 euros al día. Cruza los dedos para no tener ningún problema: el full insurance es casi el doble y se va de presupuesto. La gasolina hasta la frontera serbia son unos 100 euros y los peajes 40. Comparte los gastos con dos colegas: Miquel, un fotógrafo que conoce bien la zona porque el último año y medio ha estado aquí casi tanto tiempo como en Barcelona, y Laia, una amiga a la que también le gustaría dedicarse al periodismo pero, de momento, pasa más tiempo sirviendo copas que haciendo entrevistas. Se alojarán en un hotel en el que la habitación triple cuesta 60 euros. Su mayor preocupación es que el wifi funcione correctamente.

Si el wifi del hotel no chuta, pueden recurrir al del barucho que hay frente a la entrada del campo. Da igual la hora del día, allí siempre ponen videoclips de turbofolk a un volumen delirante. También a cualquier hora del día, y de la noche, policías sentados en sus pequeñas mesas beben vasos de vodka con sus pistolas sobre la mesa. A Miquel se le conecta el wifi automáticamente al tiempo que le saluda el camarero. Se acuerda de él por la cantidad de horas que ha pasado allí editando y enviando fotos. Siempre en la mesita del fondo; la que se entrevé junto al frigorífico detrás de la densa nube de humo de cigarrillos que producen los policías. Al principio Miquel pedía zumos y cervezas cada cuarenta minutos para poder seguir usando la mesa, es decir, el wifi. Luego, igual que los policías, se pasó a los chupitos de vodka porque sale mucho más barato.

Justo enfrente de la puerta del garito, Nasim le explica a Helena que ha escapado de Irán por ser cristiano. Como muchos maricas iraníes, prefiere explicar que el motivo de su huida es la religión que decir la verdad a alguien que acaba de conocer. Le parece menos vergonzoso declararse cristiano que homosexual. Nasim no puede registrarse en el campo oficial; duerme a 15 grados bajo cero en las carpas que hay junto a las vías de tren. No puede registrarse en el campo porque, para las autoridades comunitarias -y, en consecuencia, para las serbias-, Nasim no es un ‘refugiado’. Para la UE, Nasim es un ‘inmigrante’ porque no es sirio ni iraquí.

De la vez anterior, Helena sabe que en Preševo hay dos campos de refugiados. El oficial es en el que actúan ACNUR y las grandes ONGs. Al mismo acceden las personas que han sido reconocidas como solicitantes de asilo en los hot-spot. Los hot-spot son los centros de identificación de las islas griegas, reconvertidos en centros de detención y deportación tras el acuerdo de Turquía, que Helena también conoce de coberturas anteriores. Sólo sirios e iraquíes tienen garantizada la consideración de refugiados al llegar a Europa. El resto, como Nasim, duermen fuera del campo, en las carpas junto a las vías de un tren al que tienen prohibido subir.

Cuando Helena vino por primera vez, el campo oficial estaba abarrotado y en las carpas de fuera había unas decenas de migrantes -en su mayoría magrebíes- conscientes de que el éxito de su viaje hacia Alemania estaba en manos de los contrabandistas a los que pagan un dineral para que les cruzaran las fronteras de los Balcanes. Ahora la proporción es a la inversa: el campo oficial está casi vacío y las carpas de fuera están abarrotadas. Helena conversa, en las carpas de fuera, con afganas que escapan de la guerra, iraníes perseguidos por su orientación sexual, palestinas que huyen de la ocupación israelí y marroquíes que se han manifestado contra el rey Mohamed VI antes de emprender su viaje. Ninguna de ellas es reconocida como “refugiada”. Además, ahora también sirios e iraquíes deben recurrir a los contrabandistas porque las fronteras están cerradas para todo el mundo.

Helena vuelve al hotel conmovida y satisfecha. Es muy duro lo que acaba de ver pero está convencida de la necesidad de contarlo y de que los testimonios son suficientemente potentes para que le compren la historia. Le van a pagar 80 euros una la pieza de 9.000 caracteres. Abre el portátil, escribe un Telegram a su amante -“Guapa, perdona que no te haya contestado el Telegram. Yo también pienso una y otra vez en la noche del sábado. ¿Ya es sábado otra vez? Ostras, es verdad. No puedo hablar, estoy en Serbia. Bien, ya te contaré. Mil besos”- y comienza a redactar mientras ingiere los primeros alimentos desde el desayuno. Hoy también ha olvidado comer mientras buscaba a sus posibles entrevistadas.

A la misma hora, un tertuliano sienta cátedra en un plató de Madrid: “Debemos dejar de usar ya la expresión ‘crisis de los refugiados’ porque, de todos los inmigrantes ilegales que llegan ahora a Europa, sólo una pequeña parte son verdaderamente refugiados. El resto son inmigrantes que buscan una vida mejor, a ver si os enteráis los pijo-progres, ¿vale? Porque el Estado del Bienestar europeo no puede asumir que vengan a beneficiarse de nuestros servicios sociales”. El señor tertuliano no ha estado en su vida en un campo de refugiados y no tiene la menor intención de visitar ninguno nunca. Cobrará, como cada semana, 400 euros por sus documentadísimas intervenciones. Tiene necesidad de pronunciarse sobre cualquier tema y cree que su opinión de varón blanco heterosexual de clase media-alta representa el sentido común.

En otra tertulia similar, otro señor similar pero un poco más joven asegura que Rita Maestre nunca se habría atrevido a enseñar las tetas en un mezquita. “No sólo eso”, dice rotundo, y demuestra su infinita sabiduría exponiendo que las autodenominadas feministas, que mejor sería llamarles hembristas pero eso es políticamente incorrecto, callan ante las continuas agresiones sexuales cometidas por los mal llamados refugiados, porque no son refugiados sino inmigrantes, como por ejemplo en la nochevieja pasada en Colonia y otras ciudades de Alemania.

A muchos kilómetros de allí, esas palabras del tertuliano provocan que Lara tenga ganas de tirar la tele por la ventana. Tele es un decir; Lara tiene puesta la tertulia en el mismo portátil en el que redacta sus reportajes mientras cocina.

Hace un año, pocos días después de la nochevieja de la que hablan en la tertulia, cuando todos los telediarios repetían lo que acaba de decir el tertuliano con un tono más neutro, Lara pilló un tren y se plantó en Colonia. Entrevistó a mujeres que habían estado en la plaza del ayuntamiento la última noche del año. Escuchó a feministas y a mujeres migrantes. Trató de verificar el titular “Grupos de refugiados siembran el terror con ataques sexistas a mujeres alemanas” con el portavoz de la policía local, que le dijo lo siguiente: de los 58 hombres identificados como presuntos agresores, 55 son alemanes. Por ese reportaje, a Lara le pagaron 50 euros. El tertuliano se embolsó 350, como cada semana.

Lara siente la necesidad de escribir otro artículo explicando lo que es el Purple Washing, la utilización perversa de argumentos supuestamente feministas con fines racistas. Pero lo que le apetece realmente es partirle las piernas con un bate de baseball a ese tertuliano porque sabe que la basura racista que suelta él por la boca es mil veces más influyente que las crónicas contrastadas que hace ella.

“Pero es que estás comparando situaciones que no tienen nada que ver, Lara”, sostiene Marco. “Ese tertuliano aporta miles de espectadores que se traducen en miles de euros de ingresos por publicidad. Los reportajes son aburridos, las tertulias son entretenidas”. “Y fáciles”, añade Miriam, “porque antes de que empiecen a hablar ya sabes con quién vas a estar de acuerdo. Cada uno de los tertulianos va a defender una posición fija e inmutable que se corresponde con el espacio político de un partido.” “Exacto”, retoma Marco, “nunca vas a ver un tertuliano que convence a otro ni una posición que no se pueda identificar fácilmente con una postura política partidista. Eso facilita las cosas y nos permite centrarnos en lo importante, en indignarnos cuando hablan unos y celebrar lo que dicen los nuestros como forma de entretenimiento. Te equivocas al comparar una tertulia con el periodismo. La tertulia es sólo show business”.

“Es una vergüenza que el Ayuntamiento de Carmena quite la bandera de España, la de todos los españoles, mientras mantiene esa pancarta demagógica de ‘Refugees Welcome’. Lo que no puede ser es que Europa acoja a todos los refugiados de Oriente Medio mientras los países musulmanes de la zona se desentienden del problema, que es más suyo que nuestro”, dice una tertuliana joven con pinta de pija. Es subdirectora de un periódico que paga 100 euros por cada crónica de una página. 100 euros está bastante bien. Por eso Raquel suele decir que sí cada vez que le proponen publicar, aunque tiene miedo de que alguna amiga googlee su nombre y sepa que, de vez en cuando, escribe en ese estercolero.

Cuando escucha las palabras de ‘su’ subdirectora, Raquel se acuerda de la cobertura que no le aprobaron en el otro medio para el que escribe. El año pasado quiso viajar a Líbano y Jordania para comprobar cómo viven allí los millones de desplazados de la guerra de Siria. Demasiado caro, le dijeron. No vale la pena centrar la recepción de refugiados en Oriente Medio en un momento en el que hay tanta gente llegando a Europa.

Al día siguiente, los tertulianos y la tertuliana debaten en un plató acerca del presente y el futuro del periodismo. Los tres coinciden en el peligro que suponen las redes sociales para la credibilidad. alertan del peligro de los populismos y se comprometen a seguir defendiendo la libertad de prensa, pilar fundamental para una sociedad libre. A Raquel, Lara y Helena nadie les pregunta nunca sobre el presente y el futuro del periodismo. Ellas seguirán escribiendo cuanto puedan y haciendo malabares para pagar la cuota de autónomos mientras cobran 50 o 100 euros por crónicas que tienen que escribir antes de saber si serán publicadas.

PS: Las situaciones y personajes reflejados en este texto son pura invención. Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad.


http://rebelion.org/noticia.php?id=222693

http://www.pikaramagazine.com/2017/01/reporteras-y-tertulianos-una-historia-de-odio-merecido/


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