bajan, bajan,pie derecho... - Augusto Álvarez Rodrich
El amor en los tiempos de cólera - Alfredo Bullard
"Hermano" Obama, si se podía ¿por qué no lo hacía? - Norelys Morales
PRONÓSTICOS PARA EL 2017 - Mirko Lauer
Obama hasta el fin - Raúl Tola
Sobre “vándalos” e “infiltrados” - Carlos Meléndez
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bajan, bajan,pie derecho...
Augusto Álvarez Rodrich
Va a ser difícil
que el gobierno pero, principalmente, la oposición, se den cuenta de que
ambos se perjudican si se enfrascan en una batalla sin fin, pero eso es lo
que están demostrando las encuestas de opinión pública que miden la
aprobación de la ciudadanía a los principales líderes políticos del país.
Como la última
encuesta de Datum difundida ayer en Gestión, la cual registra, en el último
mes, una caída de ocho puntos porcentuales en la aprobación ciudadana de
Pedro Pablo Kuczynski en su condición de presidente de la República, y un
incremento también de ocho puntos en la desaprobación de Keiko Fujimori como
lideresa de la oposición.
La pérdida de
respaldo ciudadano a PPK es un asunto relevante. Un Presidente no debe vivir
pegado al rumbo cambiante de las encuestas porque la búsqueda de más
aprobación puede, con alguna frecuencia, perjudicar las decisiones
gubernamentales de una trayectoria positiva y sensata en el mediano plazo.
Sin embargo,
cuando una presidencia tiene una debilidad de origen como la de PPK debido a
lo pequeño de su bancada parlamentaria y a la mayoría aplastante del
fujimorismo en el Congreso, volverse más frágil implica un riesgo grande.
Por un lado,
porque carecerá de la fuerza elemental para poner en marcha sus iniciativas
y, por el otro, porque quedará desguarnecida frente a una oposición con
sangre en el ojo y ánimo de demolición como es, sin duda, y aunque sus
ayayeros mediáticos lo nieguen, Fuerza Popular.
Enero 2017 es el
primer mes, además, en el que Datum registra que la desaprobación a PPK (48%)
es superior a la aprobación (45%).
Las razones de la
caída están directamente ligadas a la artillería lanzada por el fujimorismo
en el último mes, incluyendo la censura a Jaime Saavedra como ministro de
Educación, así como los autogoles que se ha metido el propio gobierno.
Ahora bien, en un
sistema político más estable, lo que pierde el gobierno en popularidad,
usualmente es ganado por la oposición, pero eso no es lo que está pasando en
el Perú.
En este sentido,
Datum registra que Keiko Fujimori tiene, en su condición de presidenta de
Fuerza Popular, un peor balance de popularidad que PPK porque su aprobación
es de 38% y su desaprobación de 55%. Algo que refleja su imagen de
prepotente.
Y mientras
Kuczynski y Keiko Fujimori se siguen peleando, pronto vendrán las
revelaciones de las coimas de Lava Jato que serán un huracán que puede
arrasar con casi todos los protagonistas de la política peruana.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/839550-bajan-bajanpie-derecho
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El amor en los tiempos de cólera
Alfredo Bullard
Lo más asombroso
del realismo mágico es que es superado por la realidad. Gabriel García
Márquez dijo que muchas veces no podía usar hechos reales en sus novelas
porque eran demasiado irreales para ser creíbles.
En el cine, el
teatro y la literatura el amor suele desatar cólera. Pero son los amores
imposibles, los amores increíbles frente las circunstancias, los que desafían
a la ira y la superan, los que se vuelven inmortales: Romeo y Julieta, Rick
Blaine e Ilsa Lund en “Casablanca” o Florentino Ariza y Fermina Daza en “El
amor en los tiempos del cólera”.
Óscar Ugarteche y
Fidel Aroche se casaron en México, de acuerdo a las leyes de ese país. Una
jueza acaba de ordenar al Reniec que inscriba su matrimonio. La historia de
Óscar y Fidel continuará. Pueden perder en las siguientes instancias (de
hecho es probable que suceda). Los han insultado, cuestionado, maltratado.
Han desatado cólera.
Pero no importa.
Así se escriben las historias de amor. No creo que valgan por tener final
feliz, sino por el esfuerzo de llegar a tenerlo. Finalmente, la felicidad no
es un estado sino una actitud.
Como se dice en
“El amor en los tiempos del cólera”: “Lo más absurdo de la situación de ambos
era que nunca parecieron tan felices en público como en aquellos años de
infortunio. Pues en realidad fueron los años de sus victorias mayores sobre
la hostilidad soterrada de un medio que no se resignaba a admitirlos como
eran: distintos y novedosos, y por tanto transgresores del orden
tradicional”.
Y es que el amor
(el verdadero) no discrimina. Pero sí es discriminado. Uno se enamora de
quien se enamora. Que a los demás no les guste es un problema distinto.
El derecho a amar
a quien se quiera, como se quiera y donde uno quiera no se ha definido nunca
en un solo caso ni por un hecho único. Desde la limitación de los derechos de
las mujeres a casarse con quien quisieran, las prohibiciones a los
matrimonios interraciales o entre personas de distintas religiones, o el
matrimonio entre personas del mismo sexo, el avance del derecho a amar ha
sido de a pasos, cortos pero sucesivos. Ha estado lleno de derrotas y de
pequeñas victorias, la mayoría de ellas parciales y de alcance limitado.
La intolerancia es
un enemigo enorme, constante, hostil, usualmente malvado. Pero no es
invencible y, usualmente, es vencido. Lo malo es que toma tiempo. Lo bueno es
que esas victorias son las que valen la pena.
El mundo ya se
mueve en un sentido. Estamos interrelacionados con ese mundo. El número de
países que admiten el matrimonio entre personas del mismo sexo va en aumento,
y no va a retroceder. Peruanos irán a casarse a esos lugares y personas
casadas en esos lugares vendrán al Perú. Cada vez serán más y nos mostrarán
más claramente la inconsistencia de ir contra la corriente: padres o madres
de un mismo sexo que no pueden inscribir a sus hijos por sus nombres legales
porque un niño no puede llevar los apellidos de dos padres o dos madres,
representantes diplomáticos que exigen a cancillería que su cónyuge, de su
mismo sexo, reciba los beneficios que corresponden a los cónyuges de los
diplomáticos, inscripción de transferencias de bienes por sucesión entre
cónyuges del mismo sexo, derecho a decidir sobre el tratamiento de un cónyuge
o sobre la donación de sus órganos y sigue una larga lista de etcéteras.
El sistema legal
no podrá mantener tanta irracionalidad intolerante para siempre. Tarde o
temprano los muros de la intolerancia cederán. No de golpe. Será poco a poco,
ladrillo por ladrillo. Serán momentos difíciles para una lucha aún joven.
Pero como dice García Márquez en el libro citado, “Aprovecha ahora que eres
joven para sufrir todo lo que puedas […] que estas cosas no duran toda la
vida”. Finalmente, “El amor se hace más grande y noble en la calamidad”.
Y los
encolerizados que atacaron e insultaron serán juzgados por la historia y
recordados como merecen ser recordados: “Cuando los encuentre, fíjese bien
[…], suelen tener arena en el corazón”.
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/amor-tiempos-colera-alfredo-bullard-noticia-1960441
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"Hermano" Obama, si se podía ¿por qué no
lo hacía?
Norelys Morales
Ya de salida el
presidente Barack Obama hace algo de lo que debió hacer y pudo hacer, incluso
sin abrir el camino al proceso de normalización de las relaciones con Cuba,
puesto que aún no es normal mientras actúe el bloqueo, exista la Base Naval
militar de Guántanamo en el corazón de la tierra cubana y, el aparato
mediático agresivo contra los cubanos se mantenga con financiamiento
millonario y transmisiones ilegales de radio, televisión y páginas web, para
mentir, confundir y atacar.
Es que el
"hermano" Obama, como bien ironizara Fidel Castro [1], estuvo
demasiado ocupado en remontar su propia incapacidad y su ineptitud política
para comprender las consecuencias de sus actos y su falta de carácter frente
al complejo Industrial-Militar y los innumerables lobbies que siempre han
controlado a los presidentes norteamericanos, según el analista Guadi Calvo
[2]; con lo que el mundo transita, definitivamente por una tercera guerra
mundial sin freno a la vista.
Con Cuba, el
Presidente, quiso matar varios pájaros de un tiro en relación con América
Latina reconociendo al gobierno cubano y enfrentando negociaciones, pero le
salió el tiro por la culata porque no apreció que estaba frente a una revolución
de principios, y celosa de su soberanía nacional y una historia y una
cultura, que no es un menú miamense ni el insulto de ubicar como símbolo
cultural a los Estefan, frente a una colosal Alicia Alonso. Hay que leer su
discurso en La Habana aquel marzo del 2016 para aquilatar el re-juego de su
smart power, frente a Cuba fracasado. [3]
Ahora, de ese algo
que pudo hacer antes y no hizo, es sencillamente eliminar una política
injustificadamente discriminatoria a favor de emigrantes cubanos, que como reconoce
la declaración presidencial, "estamos tratando a los emigrantes cubanos
de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países".
Hasta ayer 12 de
enero de 2017, la política de ''pies secos-pies mojados'' que aplicaron con
el fin de agredir al gobierno cubano, fue permitir a cualquier cubano que
lleguara a Estados Unidos convertirse en residente legal, a cuenta de decir
que era un "perseguido político". Asimismo, la decisión pone 'fin
al Programa de Libertad Condicional Médica Cubana', conocido como Parole, que
incentivaba la deserción de profesionales de la salud formados íntegramente
en la Isla. Todo para alimentar la propaganda burda y justificar la supuesta
violación de los derechos humanos en Cuba, un tips del que no se aparta la ultraderecha
y, que lamentablemente continúa en tiempos de posverdad.
Conforme a la
elegante y eficaz diplomacia cubana, Josefina Vidal, directora general para
Estados Unidos de la cancillería, reiteró el compromiso de Cuba de garantizar
la migración regular, segura y ordenada de los ciudadanos de la Isla, así
como su derecho a viajar y a emigrar.Con el acuerdo fue eliminado un grave
problema para la seguridad de ambos países y la de nuestros ciudadanos.
Ese trato
preferencial creaba serios problemas para la seguridad de Cuba, de Estados
Unidos y de nuestros ciudadanos, que se veían expuestos al tráfico de
personas, fraude migratorio y a la violencia.
Vidal argumentó
que con el convenio a los cubanos se les iguala en términos migratorios con
el resto de los ciudadanos del mundo, y estarán sujetos asimismo a las leyes
estadounidenses.Para la negociadora, eliminar de esas prácticas, así como de
la vigente Ley de Ajuste Cubano, es un reclamo que Cuba por muchos años hizo
a Estados Unidos.
Es obvia la
consideración de que este es un paso significativo en las relaciones bilaterales
y que responde al interés nacional de los dos países.
¿Cuántos pasos más
se pudieron dar en la dirección correcta? No se sabe, pero lo indudable es
que sí se podía trabajar más y sin hipocresías por una relación normal y
civilizada, a pesar de las enormes diferencias entre Cuba y Estados Unidos.
De todas las prerrogativas presidenciales que disponía Obama solo usó
tres.[4]
Goodbye,
"hermano" Obama, disfrute sus millones de vendedor de armas y
artífice de guerras, cobre bien sus conferencias y ojalá, que algún auditorio
le escuche verdades sobre Cuba, que aunque usted las pase por alto, queda la
lección de que la dignidad no fue negociada, sin lágrimas ni victimizaciones,
a pesar del daño que Estados Unidos ha ocasionado a los nacionales cubanos y
a los estadounidenses.
http://rebelion.org/noticia.php?id=221632
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PRONÓSTICOS PARA EL 2017
Mirko Lauer
La aprobación de
Pedro Pablo Kuczynski, Keiko Fujimori y Luz Salgado en las encuestas seguirá
cayendo en paralelo, y a lo largo de 12 meses nadie podrá recoger esos puntos
perdidos. En algún momento veremos una campaña de relanzamiento de Fujimori,
probablemente con poco efecto.
○ A la luz de lo
anterior, tal vez veremos un par de pre-campañas madrugadoras de los
candidatos fuertes en el 2016, pero separados por el JNE, César Acuña y Julio
Guzmán. Sobre todo para probar las aguas. Habrá un primer intento de arreglar
las cosas entre Acción Popular y Alfredo Barnechea.
○ Antes de julio
PPK hará algunos cambios en el gabinete, incluido un par de enroques. Los
intentos de desbloquear aquellos proyectos cuya paralización es emblemática
(Conga, Tía María) no van a funcionar, y el tema del gasoducto se va a
complicar más allá de toda comprensión.
○ En el segundo
semestre Fuerza Popular intentará por lo menos una nueva interpelación con
censura de ministro, sobre todo para evitar el contagio del gobierno. Por esa
misma época lanzará una temprana ofensiva en el tema de las elecciones
regional-municipales, con campañas en regiones seleccionadas.
○ Las cosas en la
izquierda electoral no se van a resolver. El proyecto de Verónika Mendoza de
reunir firmas seguirá empantanado. Marco Arana seguirá preso entre el
Congreso, donde no da mucho fuego, y los conflictos, a los que ya no se
atreve a entrar de lleno.
○ El Apra vivirá
un desprendimiento menor, esta vez en torno a la demora del congreso
partidario, a las denuncias en el caso Odebrecht, y a la política frente a
las elecciones regional-municipales del 2018, incluida la candidatura a la
Municipalidad de Lima.
○ Se agudizará
considerablemente el conflicto entre la Comisión Odebrecht del Congreso y la
Fiscalía, sobre todo si la información desde Brasil sigue llegando con
cuentagotas, y va creciendo el pozo político prometido. Mientras no haya
acusaciones concretas, la ventaja es del Congreso.
○ El MEF
pronostica 4.8% de crecimiento económico, PPK ha dicho que 4.5%, y el FMI
4.1%. Estas cifras serán puestas a prueba en el pulseo entre la mejora de los
precios del cobre (los pronósticos más optimistas llegan a US$2.81 la libra)
y los efectos negativos del escándalo Odebrecht.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/839547-pronosticos-para-el-2017
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Obama hasta el fin
Raúl Tola
Barak Obama se
despidió de su país en un discurso multitudinario ofrecido en Chicago, diez
días entes de la asunción de Donald J. Trump como su sucesor. Había tanta
expectativa por escucharlo por última vez que algunas entradas llegaron a
revenderse en 2.500 dólares.
El primer
afroamericano en alcanzar la presidencia de su país ofreció un discurso
sentido y emocionante. Lo aprovechó para hacer un recuento y una defensa de
su obra, y para advertir sobre las dificultades que vendrán, y que –aunque no
lo mencionó por su nombre– están encarnadas por su sucesor. Como tantas
veces, volvió a demostrar su capacidad de argumentación, sus cualidades como
orador y su empatía con las masas.
Han pasado ocho
años desde que Obama ganó a John McCain la carrera por suceder a George W.
Bush. Heredaba un país comprometido por la escalada bélica que siguió a los
ataques terroristas del once de setiembre de 2001, y gravemente herido por el
pánico financiero de 2008. No quiero ni imaginar lo que debe suponer dirigir
un país tan vasto, complejo y con tantos intereses enfrentados como los
Estados Unidos. Hace años, en un perfil para Vanity Fair, dijo: «Nada de lo
que llega a mi mesa es perfectamente soluble. Uno debe manejarse en base a
probabilidades: cualquier elección que tome tiene un 30 o 40% de
posibilidades de salir mal».
Como lo remarcó en
su discurso, su gobierno tiene logros que presentar. Estados Unidos lleva 75
meses de crecimiento consecutivo del trabajo, con 15,8 millones de empleos
creados desde que asumió el cargo. Creó un seguro cuya cobertura alcanza a 20
millones de personas de las clases medias y bajas, el famoso «Obamacare». Por
fin su país se comprometió (aunque con reservas) en la lucha contra el
calentamiento global, ratificando el acuerdo del clima en París. Aprobó el
matrimonio igualitario, e intentó mantener vivo el discurso integrador que lo
catapultó en 2004: «No existe una América blanca, una América negra, una
América latina y una América asiática; existen los Estados Unidos de
América».
No todas las
decisiones que tomó en estos últimos años fueron acertadas. La política
externa norteamericana tuvo errores manifiestos, como la apurada invasión a
Libia o la falta de decisión en Siria. Las cifras de la expansión laboral son
impresionantes, pero pueden empalidecer cuando se analiza la calidad de los
trabajos generados. A pesar de todos los esfuerzos, no se logró un avance
significativo en el control de armas –todos los intentos fueron bloqueados
por la mayoría republicana–, y en el horizonte no se vislumbra un final para
el espeluznante espectáculo de las matanzas en aeropuertos, universidades,
colegios o bares. Como él mismo reconoció, su país se enfrenta a la
competencia de países con mano de obra barata, a la caída de la productividad
y a los altos niveles de desigualdad.
Con sus luces y
sombras, Obama se hará extrañar. Durante ocho años, el 44 presidente de los
Estados Unidos transmitió una imagen de sensatez y humanidad, que suele estar
ausente entre los grandes líderes del mundo, ordenando el desbarajuste
heredado de Bush. Con todos sus errores, yo echaré de menos sus respuestas
inteligentes, su sentido del humor, su tolerancia y sus ganas de hacer
docencia desde el cargo. Cuando Trump lo reemplace, con su nacionalismo de
panfleto, su matonería de stripclub, sus conflictos de interés y sus mentiras
de niño mimado –todas presentes durante su primera conferencia de prensa como
presidente electo–, las virtudes de Obama se verán todavía con más nitidez.
Bueno, al lado de Trump, hasta Bush parecerá un estadista. Pero esa es otra
historia.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/839549-obama-hasta-el-fin
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Sobre “vándalos” e “infiltrados”
Carlos Meléndez
¿Cuándo un ciudadano
se convierte en “vándalo”? ¿Cuando se cubre el rostro y “ataca a la policía”
con piedras? ¿Cuál es el umbral que separa la protesta justa de un ciudadano
defendiendo sus derechos al libre tránsito, de un acto cuasiterrorista que
atenta contra el libre tránsito de los demás? Las recientes movilizaciones
sociales por el rechazo a los puestos de peaje establecidos en el distrito de
Puente Piedra dejan en evidencia prejuicios y estigmas que distancian
socialmente a los limeños. La prensa –lamentablemente– refleja la
profundización de estos desencuentros.
La protesta en
Puente Piedra no sorprende; ya la Defensoría del Pueblo había alertado del
malestar. No obstante, la grave carencia de un sistema de procesamiento de
demandas sociales refuerza el “método del ninguneo”, provocando el
escalamiento del conflicto. Revise usted cualquier estallido social
contemporáneo –‘baguazo’, ‘moqueguazo’, Conga, etc.– y encontrará una
constante: el desprecio estatal como condicionante de la respuesta violenta.
El justo reclamo
–¿a quién se le ocurre poner un peaje dentro de zonas residenciales, con el
agravante de que son de bajos ingresos?– es deslegitimado socialmente. Esta
protesta se empaqueta periodísticamente como un hecho de violencia anómica,
radicalizado por “azuzadores senderistas”. El estereotipo que se proyecta
mediáticamente es el de “vándalos” e “infiltrados senderistas”, lo que
provoca una ola reaccionaria que reproduce los reflejos “mano dura”. Así, las
autoridades estatales legitiman la represión y la opinión pública celebra
eufórica la estigmatización de los movilizados como “terrucos”. Más represión
no es orden, sino ignorancia y desprecio sociales camuflados de “medidas de
seguridad”.
Cuando una
protesta social alcanza picos de violencia es porque no ha encontrado forma
institucional viable para mediar su demanda. La insatisfacción es el imán que
atrae a operadores radicales, quienes cumplen la función de llamar la
atención de manera desbordada (luego del fracaso de las autoridades políticas
respectivas). Dicha violencia es una estrategia de movilización, una suerte
de megáfono hacia el espacio público; no es innata en marginales –como se
estereotipa–. Los distintos actores sociales tienen distintas maneras de
proyectar públicamente sus requerimientos. Si nos quedamos en el plano
estrictamente limeño, podemos decir que los vecinos de San Isidro y
Miraflores tienen al alcance de la mano los noticiarios televisivos para
quejarse sobre la eliminación de puestos de estacionamiento públicos. Los de Puente
Piedra –luego de varios intentos–, recurrieron a la violencia. La protesta
es, pues, el lobby de los pobres.
El polvo en los
zapatos de un limeño es el criterio para distinguir a un “poblador” de un
vecino. Este uso discriminatorio de etiquetas reproduce, inadvertidamente, la
distancia social y, por lo tanto, la violencia que denuncian con menosprecio.
No se trata de ponernos en los zapatos del “otro”, sino de comprender que
somos un “nosotros” con problemas cotidianos similares (estacionamientos públicos
y eliminación de peajes). No estamos ante un problema exclusivamente de
planificación urbana, sino de convivencia social.
http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/sobre-vandalos-infiltrados-carlos-melendez-noticia-1960445
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