viernes, 23 de diciembre de 2016

OPINIONES 23/12/2016



El diálogo después de la censura - Santiago Pedraglio
Lava Jato made in Perú - Juan de la Puente
Leo manos y la boca - César Lévano
Mar de fondo - Luis Davelouis
Mejórese, Salgado - Mirko Lauer
Pavo de Navidad - Marco Sifuentes
San Marcos ¿nido de despidos? - Lucía Alvites
Trabajar menos, ganar más - Juan Francisco Martín Seco
Trump: inmigrantes y producción - Germán Alarco Tosoni

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El diálogo después de la censura

Santiago Pedraglio


El presupuesto de los diálogos promovidos por el presidente Pedro Pablo Kuczynski es que quiere acercarse a Fuerza Popular; más en particular, a su lideresa Keiko Fujimori, para establecer con ella un vínculo personal.

Este deseo partiría de un hecho objetivo: Fuerza Popular tiene el control absoluto del Congreso, y para impulsar cualquier iniciativa medianamente importante, el presidente requiere su apoyo. Por su experiencia laboral y vital, parece confiar especialmente, además, en la fuerza de los contactos personales y en el establecimiento de vínculos de confianza con sus interlocutores. Por eso, después de su primer contacto, el presidente subrayó pragmática e implícitamente que se debe olvidar el pasado. Imposible no pensar en una alusión a la censura de su ministro de Educación.

Es más: también declaró a todos los medios que el contacto con su principal opositora había sido útil, franco y constructivo; y que –como se ha dicho– se habían “centrado en los temas del presente y futuro”. Por último, dijo que el Perú requiere llegar al bicentenario –el futuro, nuevamente– con “prosperidad y modernidad”. Queda claro que no se trataba de discutir una agenda, sino de alentar el acercamiento entre ambos líderes.

La ronda de diálogos estrictamente políticos se inició y terminó con el primero. Todos los demás tuvieron algo de decorado, de puesta en escena para justificar el primero, el único y verdadero. Es de esperar que salga algo diferente de la reunión del Acuerdo Nacional convocada para el próximo martes.

La apuesta del presidente es comprensible, pero precaria. La idea de un pacto de gobernabilidad no tiene un asidero realista. La propia Fujimori fue muy prudente sobre el grado de coincidencia entre ambos: su principal promesa fue respetar el Estado de derecho, lo que equivale a decir que no provocará la vacancia presidencial.

Lo quiera o no PPK, su gobierno tendrá que aprender a caminar entre acuerdos y discrepancias, en ambientes ora calmos ora alterados, acusando recibo de sonrisas y resistiendo gestos amenazantes


http://peru21.pe/opinion/santiago-pedraglio-dialogo-despues-censura-2265744


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Lava Jato made in Perú


Juan de la Puente



He aquí tres notas cortas sobre el caso Lava Jato que empieza a tomar fisonomía nacional, una alerta sobre los límites de la denuncia en un país que carece de una movilización contra la corrupción y experimenta una sequía de sentencias en los procesos recientes.

Un proceso anticorrupción inédito. Lo que se apresta a revelar y a juzgar en el Perú es un inédito proceso contra la corrupción que se lleva a cabo en un país que carece de un movimiento anticorrupción. Este dato es relevante porque marca al proceso mismo y le confiere un toque de recepción fría. El Perú no tiene –y no lo tendrá en la magnitud requerida– a las masas reclamando en las calles contra los políticos corruptos, como se ha podido apreciar en Guatemala, Honduras y Brasil. El proceso será muy parecido al que se experimentó en el juzgamiento de la corrupción del gobierno de Fujimori, es decir con mucha indignación y algunos resultados judiciales, sin un correlato de cambio político institucional. Nadie puede asegurar en este momento que Lava Jato parirá una nueva era, salvo que alguna fuerza realmente nueva se levante desde el fuego de las revelaciones.

Este caso se asienta sobre sonados fracasos en la lucha contra la corrupción. El mismo proceso de los casos ocurridos en la década de los noventa no ha culminado y a ellos se agregan otros más recientes que no generan la movilización firme de la sociedad. Es cierto que las encuestas reflejan que la corrupción ya es el segundo punto de la agenda del futuro, y en algunas el primero, aunque en un contexto de vacío ciudadano y sin participación más allá de la indignación.

El juicio a la democracia. El sistema no está jaqueado por Lava Jato como sí lo está en Brasil, aunque en nuestro caso significa un severo juicio a la democracia reciente. Este es el primer escándalo de macrocorrupción en los 15 años de democracia y a la que no se encuentra asociado el fujimorismo sino lo que se suponía eran los partidos y gobiernos antítesis. Si hubiese un espacio distinto al que ocupará el expediente judicial y el morbo político, esta sería una oportunidad de oro para poner en el banquillo de los acusados también el discurso facilista de obras más obras desde el poder, el desprecio por el control y la asociación prensa-corrupción (sí, esa que solo descubre corruptos y no corruptores).

Creo que es el momento para extirpar el “roba pero hace obra”, la frase emblemática de una narrativa social intrínsecamente corrupta que, extrañamente, una parte de la academia ha disculpado con el argumento del pueblo desinformado. No sé si para alcanzar este objetivo las elites se atreverán a cuestionar el espíritu nacional como lo hicieron en su momento los representantes más lúcidos de la Generación del Centenario.

Un país no preparado. Por lo mismo, creo que el sistema político peruano no se encuentra preparado para digerir con eficacia la catarata de información que se producirá en relación a este caso. Son pistas interesantes el hecho de que una fantasmal negativa –que no tiene nombre propio– haya impedido en julio de este año que el Congreso debata el Informe Pari sobre Lava Jato, considerando que era, por ejemplo, la gran oportunidad de juzgar al gobierno de Humala, en clara minoría parlamentaria; y los retrasos de la justicia en las investigaciones de grandes casos de corrupción de los últimos 10 años en los que no se tienen sentencias. Me pregunto si el sistema de justicia estará en condiciones de llevar adelante sin dilaciones y con certidumbre este megaproceso.

Este punto es crucial y deriva a la prensa una enorme responsabilidad. Los recientes procesos han demostrado la vitalidad de nuestro periodismo de investigación, pero una lamentable pérdida de capacidades de medios y de periodistas para abocarse a los expedientes judiciales. Es paradójico que un país con una política judicializada no tenga la cantidad suficiente de periodistas judiciales, de modo que la prensa puede ser engañada en relación a pruebas, dictámenes, plazos procesales y sentencias. En este caso, el juicio mediático no servirá de nada.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/833068-lava-jato-made-peru


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Leo manos y la boca

César Lévano


Alguien, Lenin, creo, dijo que a los políticos hay que mirarles las manos, no la boca. Los peruanos tenemos una prueba a favor de esa idea: Alberto Fujimori gritando: ¡Soy inocente!

En la esfera mundial es conocido el caso de Al Capone, traficante de aguardiente en la época de la ley seca en los Estados Unidos, explotador de la prostitución, las drogas y el juego ilegal, organizador del sindicato del crimen para eliminar rivales, pero que siempre se fingió honesto. Al Capone poseía sus negocios con nombres falsos, y no había registros de sus millonarias ganancias. Solo en 1927, gracias a una nueva legislación, la justicia pudo acusarlo por evasión de impuestos.

Mauricio Mulder, congresista del Apra, acaba de salir en defensa de Alan García, al declarar, frente a la acusación de la justicia estadounidense de que cobró soborno a la constructora brasileña Odebrecht, que él pondría las manos al fuego por García.

¿En qué investigación se basa Mulder? Ha expresado:

“Yo no pongo las manos al fuego por [Alejandro] Toledo. Por Alan García, sí, porque yo soy testigo de cómo él, de una manera absolutamente clara, meridiana, machacona, insistente, siempre señalaba la vigilancia con el tema de la corrupción”.

O sea que a Mulder le ha bastado en que García hable contra la corrupción para demostrar su inocencia.

Esto me trae a la memoria una frase del escritor José Diez Canseco “Cuando alguien proclama en una reunión: ‘Yo soy honrado’, lo primero que hago es abrir mi billetera para ver si está completa”.

En las cárceles, de las que he sido asiduo inquilino por razones políticas, era frecuente una explicación. A la pregunta: ¿por qué estás preso tú? Algunos respondían: “Por una falsa calumnia”.

Con el método de Mulder, todo acusado podría ser declarado inocente. Es una receta que parece broma, pero no da risa. No olvidemos que García, cuando fue presidente de la República, afirmó que había favorecido a narcos con reducción de penas, previa consulta, caso por caso, con Dios. ¿Se le podía creer?

En lugar de una defensa sin base, hubiera sido bueno que Mulder aconsejara a su guía y compañero que presente pruebas de su inocencia y honradez en múltiples negocios. Uno de estos ha escapado de la quiebra gracias a una compra que asume millones de pérdida de la empresa.

http://diariouno.pe/columna/leo-manos-y-la-boca/

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Mar de fondo

Luis Davelouis



Odebrecht, la megaconstructora brasileña involucrada hasta las sienes en el caso Lava Jato, trabaja en el Perú desde 1979. Quizás una de sus más grandes innovaciones en manejo de ventas y de clientes haya sido la creación de un gigantesco aparato específica y expresamente diseñado para gestionar la logística de las coimas que pagaba a miles de funcionarios públicos y autoridades en decenas de países en varios continentes.

En el Perú también. Las concesiones para obras de infraestructura en las que participó Odebrecht en el Perú suman varios miles de millones de dólares ejecutados a lo largo de más de 20 años. Muchos con enormes e inexplicables sobrecostos. A la fecha, y gracias a la confesión del dueño de la constructora, sabemos que todo eso le costó a Odebrecht al menos 30 millones de dólares.

Sabemos, por las fechas mencionadas, que involucra a los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.

Lo más probable es que los nombres de los funcionarios que recibieron esos sobornos –seguramente muchísimo más de 30 millones de dólares– ya estén en algún documento, así como las rutas y los nombres de empresas y testaferros envueltos. Al menos la parte bancarizada es perfectamente rastreable. Y todos los nombres van a aparecer. Todos.

Por los años es fácil identificar las obras y los montos. Y también quiénes estaban a cargo de esas obras por parte del Estado por esas fechas. No le será difícil a la UIF encontrar el rastro si se pone a trabajar en serio.

Lo triste es que esto nos enfrenta con una verdad que nadie parece querer admitir: la lógica del lucro y de la acumulación únicamente nos conducen a un destino. Odebrecht solo llegó antes.



http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-mar-fondo-2265746


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Mejórese, Salgado


Mirko Lauer



La descompensación, aún no definida, de Luz Salgado, ha sido un lamentable episodio personal. ¿Pero tiene el percance de salud origen o significación políticos? No necesariamente. Pero a la vez ha coincidido con el asunto de las computadoras encargadas por el Congreso, la estela de la censura a Jaime Saavedra, y la cumbre PPK-FP, tres escenarios que pueden generar tensiones.

Salgado tomó lo de las computadoras a pecho, al grado de anunciar su renuncia si se llegaba a descubrir responsabilidad dolosa de algún funcionario del Congreso. Fueron palabras mayores y un intenso acto de fe, que no le estaba siendo reclamado. La idea probablemente era cortar por lo sano, algo que en parte acaba de suceder.

La Contraloría General advirtió un riesgo en la negociación, y la compra ha sido suspendida. Aun así, habrá sanciones para quienes resulten responsables de los presuntos actos irregulares. Aun con la compra anulada, todo esto es una mancha en la apacible gestión de Salgado, y acerca las cosas a su promesa.

La mención de un riesgo, la anulación de la compra y que la investigación siga adelante sugieren que de haberse concretado la compra hubiera causado problemas más serios. La anulación no va a impedir que aparezcan nombres, de los dos lados del contrato. Aunque S/ 5 millones le parezcan piltrafa al Contralor, sí dan como para que la cosa siga.

Nadie espera que las computadoras precipiten una renuncia en las alturas. Pero sí pueden ser argumento para un rival en el pulseo por la presidencia del Congreso dentro de seis meses. Un reemplazo de Salgado sería una lástima para la bancada de FP, pues la congresista ha demostrado ser una figura a la medida del cargo y del momento.

De otra parte, es posible que el proceso contra Saavedra haya significado fuertes pugnas internas para FP en torno a conveniencias, precedencias, procedimientos y modales. Hasta un determinado momento Salgado se mantuvo por encima de la pelea. Pero a la postre las computadoras del Minedu alumbraron a las computadoras del Congreso.

Es de esperar que la calma de las fiestas de fin de año devuelvan a Salgado repuesta a su cargo, y que los médicos finalmente informen qué sucedió.


http://larepublica.pe/impresa/opinion/833064-mejorese-salgado


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Pavo de Navidad

Marco Sifuentes


La ministra de Educación no tiene ni una semana en el cargo pero ya ha enfrentado marchas en su contra. Cientos de manifestantes “contra la ideología de género” se presentaron delante del ministerio y le exigieron que cambie las políticas de su antecesor. A la vanguardia de esta retaguardia se encontraban siete congresistas, cinco de ellos fujimoristas.

Esto ocurrió dos días después de que el presidente Pedro Pablo Kuczynski se juntara con la lideresa del partido de esos congresistas. La reunión se dio, supuestamente, para calmar su fiera oposición, que terminó con la cabeza del anterior ministro de la misma cartera.

Por cierto, el anfitrión de esa reunión fue uno de los organizadores de las marchas “por la familia” o algo así, que fueron la base de las actuales protestas ante la nueva ministra. Su órgano oficioso de comunicaciones, ACI Prensa, ha celebrado y cubierto extensamente esta manifestación. Protestas iguales se registraron delante de las sedes del ministerio en un puñado de otras ciudades del país. ¿Navidad? ¿Quién está pensando en eso? Estos creyentes, al menos, no.

El anfitrión de la cumbre es mucho más cercano a la señora Fujimori que al presidente. Tanto así que públicamente le había reclamado a PPK por haber nombrado ministras “respondonas” (no hubo calificativo para los ministros hombres).

No solo eso. Para la gente que votó en contra del fujimorismo, no se vio como una reunión de líderes políticos, sino como una emboscada de dos contra uno (en Palacio fue una sorpresa la fotografía de los tres arrodillados; el acuerdo había sido que solo se tomarían la foto oficial).

¿Por qué PPK pensó que esto era buena idea? No se iba a ganar a los fujimoristas (las marchas contra la nueva ministra seguirán; los ‘fujitrolls’ siguen en campaña de demolición de todo aquel que colabore siquiera tangencialmente con el aparato estatal) y solo podía perder al antifujimorismo (el movimiento político ganador de las últimas dos elecciones). Arrodillarse, literalmente, ante uno de los poderes fácticos del país es, quizás, un punto de quiebre en lo que va de su mandato.

Como dijimos la semana pasada, a PPK solo le queda pactar o ir a la confrontación. No ha pactado y eso se nota en que la agresividad fujimorista no ha disminuido en absoluto. Pero con la arrodillada acaba de perder el capital político que acumuló, casi de chiripa, en la segunda vuelta. Ya no podrá ir a la confrontación, a menos que se le presente una coyuntura extraordinaria, como lo fue la campaña contra Saavedra, que aglomere de nuevo al antifujimorismo.

Dicen que PPK estaba esperando que las aguas se calmen cuando llegara esta Navidad. Parece difícil. Quizás ahora esté esperando la próxima Navidad. Si lo dejan llegar.

http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/pavo-navidad-marco-sifuentes-noticia-1955415


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San Marcos ¿nido de despidos?

Lucía Alvites


El poeta Juan Gonzalo Rose, uno de los que más me ha marcado y a quien vuelvo siempre, decía que San Marcos era “nido de inquietudes, plaza de victorias”. Bien lo sabía él, estudiante sanmarquino de una generación que vivió la universidad como espacio público de reflexión y debate constante, donde se jugaba el presente y futuro del país. San Marcos era, sin lugar a dudas, en la época de Juan Gonzalo, una cantera de líderes políticos alineados en la búsqueda de justicia y dignidad en el Perú.

Ha pasado más de medio siglo y la Decana de América se ha transformado, dejando en cierta medida de ser ese espacio privilegiado de debate político influyente que era antes, diversificando los sectores sociales que la componen, colándosele la dinámica de mercado neoliberal pero, también, dando nacimiento a nuevos actores que expresa la realidad actual del país y que son el hilo de continuidad de ese espíritu crítico. Uno de ellos ha sido el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos – SITRAUSM que congrega a todas las trabajadoras y trabajadores que están bajo la modalidad de CAS y que antes eran SNP (Servicio No Personales).

El SITRAUSM se creó en el 2007 para representar a la mayoría de trabajadores sanmarquinos que eran contratados como SNP y que hoy son CAS. Personalmente, me tocó en mi último año de carrera ver sus esfuerzos para construir un sindicato que la ley, violando el derecho de miles de trabajadores SNP, prohibía pues no podían sindicalizarse quienes estaban bajo este tipo de contrato. Sin embargo, ellos lograron crear su sindicato, devolver la confianza y la mística hacia el gremio y fueron reconocidos, por medio de inagotables jornadas de lucha, como un actor en la universidad.

Hoy, su defensa por el derecho al trabajo y la igualdad laboral nuevamente se ve mellada bajo una amenaza de no renovación de sus contratos que significa un despido masivo.

El actual rector Orestes Cachay, solo ha roto su silencio para decir que los contratos tienen un inicio y final y si ya no se les contrata así es la ley, obviando la cantidad de años que tienen estos trabajadores en San Marcos y mostrando una indolencia absoluta. Además, haciendo abuso de su poder se escuda en acusaciones hacia los trabajadores que no puede probar y que manchan la honra de muchas personas que con responsabilidad garantizan el funcionamiento de nuestra universidad.

No podemos callar lo que pasa en San Marcos con sus funcionarios, denunciemos y difundamos lo que está pasando. Nuestra universidad con lo que significa históricamente para el país no se puede convertir impunemente en un nido de despidos, parafraseando al gran Rose. San Marcos y sus trabajadores merecen respeto y eso quiere decir que puedan ejercer plenamente su derecho al trabajo en condiciones de igualdad. Defendamos a los trabajadores sanmarquinos porque así estaremos defendiendo esa San Marcos que se jugaba todo por la justicia y la dignidad en nuestro país.



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Trabajar menos, ganar más

Juan Francisco Martín Seco


Entre las múltiples leyendas acerca del origen del ajedrez se cuenta aquella que atribuye su creación al brahmán Sessa Ibn Daher como respuesta al encargo de un rajá indio. El rajá quedó tan encantado con el invento que prometió conceder al brahmán como recompensa lo que le pidiese. Al principio la demanda parecía muy modesta, tan solo que colocase un grano en el primer cuadrado del tablero, dos en el segundo, cuatro en el tercero, ocho en el cuarto y así sucesivamente en las restantes casillas. Cuál no sería la sorpresa del rajá y de los que le rodeaban al comprobar que le resultaba imposible cumplir su promesa porque la cantidad de grano a entregar era de 18.446.073.709.551.615, suma que no estaba a su alcance conceder.

La leyenda, desde luego, es de dudosa veracidad, pero tiene la virtud de poner el acento en el cambio profundo que experimenta cualquier cantidad por pequeña que sea cuando se la somete a un proceso acumulativo de un número suficiente de términos. Somos poco conscientes de las transformaciones sociales y económicas que acaecen a medio y a largo plazo debidas a los incrementos de la productividad, aun cuando las tasas anuales promedios sean relativamente reducidas (1; 1,5; 2%). Ciertamente estos incrementos son fruto del desarrollo de la técnica, de la ordenación del trabajo e incluso de las condiciones sociales e institucionales, y diferentes, por tanto, en las distintas épocas y sociedades.

Uno de los aspectos más interesantes del libro de Thomas Piketty, "El capital en el siglo XXI" -pero también quizás uno de los que menos se han resaltado- es el esfuerzo que realiza para obtener series históricas de determinadas magnitudes remontándose de manera estimable en el tiempo. Entre las variables que estudia se encuentra la elevación de la renta per cápita como resultado del incremento de la productividad, análisis del que se deducen importantes conclusiones.

El PIB por habitante apenas creció hasta 1700, con lo que tampoco se modificó sustancialmente el nivel económico y el género de vida de las sociedades. La realidad económica comienza a modificarse de forma notable a partir de la Revolución Industrial. En la Europa occidental la renta per cápita pasó de 100 euros mensuales en 1700 a más de 2.500 euros en 2012, con un crecimiento anual promedio del 1%. Por supuesto, la evolución no ha sido homogénea a lo largo de todo este tiempo. En el siglo XVIII el crecimiento fue tan solo del 0,2% anual, elevándose al 1,1% en el siglo XIX y al 1,9% en el siglo XX. El poder adquisitivo promedio en Europa se incrementó escasamente entre 1700 y 1820, sin embargo se multiplicó por dos entre 1820 y 1913, y por seis entre 1913 y 2010.

Las cifras señaladas en el párrafo anterior son inferiores en realidad a los aumentos en todos estos años de la productividad (producción por hora trabajada), ya que los trabajadores a la vez que conseguían retribuciones mayores se mostraban dispuestos a sacrificar una parte de ellas a condición de trabajar menos horas (jornadas más cortas, más festivos, fines de semana más largos y mayores vacaciones). Es decir, compraban ocio, cambiaban dinero por poder disponer de más tiempo libre.

Centrándonos en la segunda mitad del siglo XX, en Europa la producción por habitante creció anualmente como media el 3,4% en el periodo 1950-1980, mientras que entre 1980 y 2012 lo hizo a una tasa promedio de 1,8%. Hay quien interpreta, comenzando por el mismo Piketty, que esta desaceleración obedece a la incapacidad de la economía para mantener el incremento de la productividad a una tasa elevada, de modo que con el tiempo esta termina ralentizándose. No parece que haya nada en la Historia que rubrique tal pretensión. Más bien los incrementos de la renta per cápita han sido por término medio cada vez más elevados, lo cual parece lógico si se observa que la velocidad a la que se producen los cambios científicos y tecnológicos es en cada época mayor que en la anterior.

El periodo 1980-2013 es, muy posiblemente, una excepción que tiene su causa no tanto en las condiciones científicas y tecnológicas, sino en el modelo de organización económica, basado en la globalización y en la deflación competitiva. No es el objetivo del presente artículo ahondar sobre este tema, aun cuando puede ser interesante hacerlo en el futuro. Ahora se trata más bien de tomar conciencia de que a lo largo del tiempo, con tasas más o menos elevadas, la productividad se incrementa y en consecuencia la producción por habitante también. A una tasa de crecimiento del 1,5% la renta per cápita casi se duplica en 40 años, y en ese mismo periodo si el incremento promedio es más modesto, el 1%, esta última variable crece un 50%. En cualquier caso la conclusión es que los incrementos de productividad elevan sustancialmente el nivel de vida de las sociedades y de sus habitantes. Podemos afirmar que por término medio somos cada vez más ricos, por lo que se viene abajo el famoso discurso de la austeridad y ese intento de convencernos de que ahora no es posible lo que ayer sí lo era.

El quid de la cuestión se sitúa en el término promedio, ya que no asegura que todos vayan a beneficiarse del incremento en la misma cuantía: lo lógico sería que si en un determinado periodo la renta media ha crecido el 50%, todas las rentas, incluyendo los ingresos del Estado, se elevasen en ese mismo porcentaje. No ha sido así. En los 35 últimos años el excedente empresarial se ha incrementado bastante más que la media, en detrimento de las rentas del trabajo. El mejor modo de comprobarlo es constatar la evolución de los costes laborales unitarios en términos reales (salarios reales divididos por la productividad) que desde el año 1980 se han reducido en 15 puntos en la Europa de los 15, y en 19 en España. Esta magnitud disminuye cuando los salarios reales crecen menos que la productividad, es decir, la distribución de la renta se modifica a favor de los ingresos empresariales y de capital.

Hay un segundo factor a considerar: históricamente los trabajadores se han apropiado del aumento de productividad a través de un aumento de retribuciones, pero también mediante una reducción de las horas trabajadas: disminución de jornada, más fiestas, fines de semana más largos, mayores vacaciones, incluso por un adelanto de la edad de jubilación. Tampoco esto ha ocurrido en los últimos 35 últimos años, durante los cuales en muchos casos las horas de trabajo más bien se han incrementado.

El aumento de la producción por hora trabajada debería permitir que todos los trabajadores cobrasen más y trabajasen menos. Lo contrario de lo que afirmaba un malogrado presidente de la patronal. Que trabajasen menos, bien en cada jornada bien a lo largo de toda la vida, con una jubilación digna. Pero todo esto es posible tan solo si la renta se distribuye adecuadamente y nadie se apropia en exclusiva del incremento de la productividad. Cuando se produce lo contrario y va a engordar únicamente a las rentas de capital y empresariales, los trabajadores por término medio trabajan más cobran menos y disfrutan de peores y más reducidas prestaciones públicas.


/2016/12/08/trabajar-menos-ganar-mas/

http://rebelion.org/noticia.php?id=220787


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Trump: inmigrantes y producción

Germán Alarco Tosoni



La expulsión de inmigrantes ilegales ha sido una constante en los EE.UU. Asimismo, tanto las barreras físicas como los recursos invertidos en la guardia fronteriza han aumentado a través del tiempo. Sin embargo, los énfasis han variado dependiendo del Ejecutivo, la reacción del Congreso y el Senado. En general, los gobiernos demócratas recientes a la par que reforzaban las fronteras proponían mecanismos que permitían la regularización de ciertos segmentos de la población; pero también eran bloqueados por la mayoría Republicana. Trump ha ratificado que expulsará rápidamente 3 millones de inmigrantes ilegales. Esta política tendría severos impactos negativos al interior de los EE.UU. y en el mundo.

Mientras que los capitales internacionales fluyen con toda libertad, no ocurre lo mismo con los movimientos de las personas. Hay factores de expulsión de los países de origen y de atracción en los de destino. A veces se explica por una necesidad imperiosa y en otros casos por la búsqueda de mejores oportunidades. No es un fenómeno reciente, ya que las mayores oleadas se dieron desde mediados del siglo XIX, fines de ese siglo e inicios del XX y a partir de los años ochenta. Para la teoría económica estándar estos flujos son positivos ya que aumentan la oferta de trabajo, reducen los salarios reales, elevan los niveles de empleo y la producción. Las remesas de los inmigrantes son positivas para sus países de origen.

La visión de Trump es simplona. Los inmigrantes realizan trabajos en actividades y con niveles de ingresos que no aceptan otros grupos locales. En el caso del sector agropecuario su presencia es clave al permitir que la producción americana exista y sea competitiva. En la mayoría de los casos no podría ser sustituida por tecnología; la ausencia de inmigrantes reduciría los niveles de producción e impactaría negativamente en el poder de compra estadounidense. Los inmigrantes también participan en muchos sectores de baja productividad donde la sustitución por mano de obra de mayores costos afectaría su viabilidad. Asimismo, habría que analizar si sería posible sustituir toda la mano de obra inmigrante ilegal en los servicios ya que esto implicaría que sean llevadas a cabo por norteamericanos reduciendo la oferta de trabajo en otras actividades productivas.

Una política de expulsión masiva de inmigrantes ilegales no solo afectaría a los países de origen de los inmigrantes, encarecería los costos de las empresas y disminuiría la competitividad. Al pretender sustituir empleo más económico por otro más caro reduciría oportunidades de producción y empleo. Bajarían los ingresos, la demanda y la calidad de vida. No solo se generarían efectos sociales negativos sino que sería un bumerán que dañaría a los norteamericanos.


http://diariouno.pe/columna/trump-inmigrantes-y-produccion/


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