Una historia circular - Diego Macera
Esperanzas color cobre - Mirko Lauer
Pesadilla global - Agustín Haya de la Torre
Real politik de PPK (1) - Condicionantes críticas de la presidencia 2016-2021.
Trump: los monstruos vuelven - Alberto Adrianzén
Mala gente - Luis Davelouis
Justice Advisor - Huáscar Ezcurra
El petróleo, entre aplausos y abucheos - Eduardo Montes de Oca
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Crisis y
renovación política
Sinesio
López
Las renuncias y
expulsiones que vienen sucediendo en los agrupamientos políticos de diversos
signos es un síntoma del malestar que las habita. Tanto en los viejos
partidos (Apra, Patria Roja) que sobreviven aún, pero muy disminuidos, como
en las agrupaciones partidarias nuevas (Tierra y Libertad-Frente Amplio, PPK,
Fuerza Popular) con mayor gravitación electoral se producen contradicciones y
tensiones internas que culminan en renuncias y expulsiones.
Las
contradicciones y tensiones son de diverso tipo: ideológicas, programáticas,
de liderazgo, organizativas. Con frecuencia muchas disputas de liderazgo se
disfrazan con un ropaje ideológico y programático. Hay que reconocer, sin
embargo, que aún existe un debate ideológico real, en particular en Patria
Roja y en el Apra. Sospecho que Patria Roja, como partido comunista ortodoxo,
no termina de digerir lo que significa, en términos ideológicos, políticos y
programáticos, la caída del muro de Berlín y el triunfo del neoliberalismo en
el mundo.
El Apra está viviendo
algo parecido. Algunos dirigentes y sus seguidores se niegan a asimilar y
digerir el neoliberalismo que les impuso García y su estado mayor. Ellos
quieren volver a la tradición socialdemócrata que inspiró al Apra en las
primeras décadas. El debate programático será siempre un tema abierto,
particularmente en el campo de la izquierda. Un tema central es el programa
económico. ¿Cuál es el programa económico de la izquierda para el mediano y
largo plazo? En el corto plazo la izquierda se mueve en el plano reivindicativo
y distributivo tanto en Europa como en AL.
La crisis del
2008-2009 y la desaceleración económica después del 2013 han puesto en
cuestión el neoliberalismo como programa económico. Estas crisis revelaron
que el “milagro” económico en el Perú y AL no provenía del neoliberalismo
sino del boom exportador. La crisis actual de los agrupamientos políticos no
es tan apasionada, ni ideologizada, ni destructiva como en el pasado. Las
renuncias a Tierra y Libertad y la búsqueda de inscripción del nuevo partido
Por un Perú Nuevo se producen para fortalecer el Frente Amplio sin afectar la
unidad del bloque parlamentario de la izquierda.
Es posible que la
crisis partidaria actual genere un proceso de renovación política de los
partidos en el campo de los programas, de los liderazgos y de la
organización. Si supera su origen dinástico y las disputas de sucesión
dinástica y se organiza como un partido moderno, FP puede constituir un
sólido partido popular de derecha. Si Por un Perú Nuevo logra su inscripción,
construye un enraizamiento popular sólido y fortalece el FA, este podría
convertirse en un poderoso partido de izquierda en el Perú. No se puede
descartar la existencia de un partido ultraizquierdista formado a partir de
los remanentes de Sendero Luminoso. El centro está abierto a agrupamientos
políticos renovados o a nuevos agrupamientos que emergen generalmente en
épocas electorales.
La crisis
“partidaria” actual puede contribuir a superar la fragmentación política, los
problemas de representación y a dar origen a un nuevo sistema de partidos con
nuevos formatos organizativos y con nuevos anclajes en la vida social.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/822355-crisis-y-renovacion-politica
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Una
historia circular
Diego
Macera
Luego de una de
las campañas electorales más duras en décadas, el 6 de noviembre de 1888
Benjamin Harrison, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos,
derrotó a Grover Cleveland, candidato demócrata y entonces presidente del
país.
Los temas en disputa
durante la campaña incluyeron debates sobre las pensiones públicas y la
etnicidad, pero el asunto más álgido y controversial fue la política
arancelaria que debía seguir Estados Unidos. Cleveland era partidario de
abrir progresivamente las fronteras al comercio internacional, mientras que
Harrison abogaba por restringir las importaciones de azúcar, de productos de
hojalata, de lana, entre varios otros.
El llamado arancel
McKinley, de 1890, fue el resultado de la victoria de Harrison sobre
Cleveland. Este elevó los derechos de importación promedio en casi 50% con el
objetivo de proteger a la industria local de competencia foránea. Como
consecuencia de esta política comercial, los empresarios estadounidenses de
diversos productos protegidos cosecharon ganancias, pero estas vinieron a
costa de bienes mucho más caros y de menor calidad para los consumidores.
Adicionalmente,
los nuevos aranceles dieron justificación a los grupos proteccionistas en el
Imperio Británico para castigar a las exportaciones norteamericanas. La
decepción ciudadana con los magros resultados de estas políticas económicas
explica que, en 1892, el presidente Harrison perdiera la reelección frente a
su antiguo adversario, el ex presidente y nuevamente candidato Grover
Cleveland.
Las semejanzas del
presidente Harrison con el presidente electo Donald Trump no son pocas. Ambos
republicanos fueron candidatos improbables durante las elecciones primarias
de su partido, y los dos fueron elegidos a pesar de haber perdido el voto
popular. Pero quizá una de las características que más los acerca sea su
escepticismo frente a los beneficios del comercio exterior.
El señor Trump
prometió aranceles “defensivos” de 45% para productos hechos en China,
retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP),
renegociar o anular el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta,
por sus siglas en inglés) y reservarse el derecho a colocar aranceles
arbitrarios de entre 15% y 45% para cualquier país al que denomine
“manipulador de divisas”. Y yendo aun más allá que su predecesor Harrison, el
magnate inmobiliario ha amenazado con sanciones a las empresas
estadounidenses que establezcan operaciones fuera del país.
Esta política
comercial –aparte de paradójica por venir de uno de los países que más ha
impulsado el libre comercio en el mundo– es preocupante para las naciones y
empresas extranjeras que dependen del intercambio de bienes con Estados
Unidos, sobre todo México y China. Sobre esto se ha hablado mucho.
Sobre lo que no se
ha hablado suficiente es que estas políticas proteccionistas, como sucedió en
el siglo XIX, terminan por perjudicar a los ciudadanos de la misma nación que
cerró sus fronteras, en especial a los más pobres que dependen de productos
importados más baratos.
Según recuerda
“The Economist”, cuando Estados Unidos subió los aranceles a las llantas
hechas en China en el 2009, el costo adicional para los consumidores norteamericanos
fue de más de US$1.000 millones, o el equivalente a US$900.000 por cada uno
de los 1.200 empleos en el sector que fueron “salvados” de la competencia
extranjera. Otros estudios concluyen que –a lo largo de 40 países– en
promedio los consumidores más ricos perderían el 28% de su poder adquisitivo
si se cerrase el comercio internacional, mientras que los más pobres
perderían el 63%.
Hoy los restos de
Benjamin Harrison descansan en el apacible cementerio de Crown Hill en
Indianápolis. Apenas a unas cuadras de ahí, subiendo por la avenida Michigan,
se erige orgullosa una sede de Walmart, el principal importador de bienes
baratos de Estados Unidos y uno de los símbolos de cómo el comercio
internacional libre ha funcionado para beneficio de los consumidores que
menos tienen.
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Esperanzas
color cobre
Mirko
Lauer
Para los
convencidos de que Donald Trump puede ser beneficioso para el Perú, su
triunfo coincidió con un aumento de casi 20% en el precio del cobre, a
US$2.60 la libra, aumento record desde 1979. Los gurús coinciden en
atribuirlo a sus promesas electorales de gastar más en infraestructura. Pero
hay más factores en el salto.
La London Metals
Exchange Week, en la semana previa a las elecciones de EEUU, hizo notar que
hay poca oferta de cobre, y que del lado de la demanda China no va a tener un
aterrizaje económico brusco, sino uno suave. Aquí la victoria de Trump no
hizo sino añadirse a una perspectiva optimista sobre el futuro del metal.
Pero también hay
escépticos. El informe de la Comisión Chilena del Cobre, COCHILCO, de la
semana pasada dice que el aumento “no está sustentado en los fundamentos del
mercado, por lo que lo más probable es que sea una situación transitoria”.
Sin embargo allí se reconoce que los inventarios vienen cayendo levemente.
Los cuadros
históricos desde el año 1900 muestran que la demanda del cobre es
particularmente susceptible a los acontecimientos mundiales. Las catástrofes
reducen la demanda, pero suelen venir seguidas de un rebote hacia volúmenes
históricamente inéditos. El año 2010 fue uno de esos momentos de alta
demanda.
¿Cuán transitorio,
o incluso fugaz, será este aumento en el precio del cobre? Para el Perú este
es un asunto clave, puesto que allí se juega el peso de un producto que hoy
representa más o menos 60% del ingreso minero. US$2.60 o un poco menos por un
buen tiempo permitiría aflojar la austeridad en que está empeñado el MEF.
Desde comienzos
del 2015 la producción peruana de cobre viene subiendo con la apertura de un
par de nuevas minas grandes, pero los pobres precios del producto más los
problemas con las comunidades circundantes han ido frenando la llegada de
nuevos proyectos. No hay perspectivas de un aumento de la capacidad de
concentración en el país.
La posibilidad de
una nueva bonanza minera impulsada por mejores precios hoy suena a un exceso
de optimismo, pero el hipo cúprico de estos días de alguna manera sugiere que
esa posibilidad no está agotada.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/822352-esperanzas-color-cobre
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Pesadilla
global
Agustín
Haya de la Torre
Pese a perder por
más de 600 mil votos, Donald Trump, ganó la presidencia gracias al sistema de
elección indirecta, al obtener la mayoría de compromisarios del Colegio
Electoral. En la última semana remontó una diferencia de 3 o 4 puntos en las
encuestas, gracias a una extraña maniobra del FBI, que reabrió una acusación
por el supuesto uso ilegal de un servidor privado, por parte de una asistente
de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Ello permitió al
agresivo magnate volver a la carga, Un día antes del martes electoral, la
descartó, por lo que Michael Moore anuncia una investigación.
El daño ya estaba
hecho. En la lid, el Partido Demócrata perdió la fidelidad de la histórica
zona industrial, en estados como Pensilvania, Michigan o Wisconsin. Por muy
poco, pero lo suficiente para que le arrebaten 46 decisivos delegados .
Trabajadores de
mediana edad en tales regiones, reubicados en los servicios o simplemente
desocupados, ven con desasosiego los efectos de la globalización. Fábricas
emblemáticas como la General Motors, más otras decenas de miles, trasladadas
a México o China, evidencian las consecuencias de la búsqueda de mano de obra
barata en el extranjero.
George Lakoff
añade un sesgo psicoanalítico, al referirse a la influencia del padre
autoritario, típico en las familias obreras poco educadas, acostumbradas a
los esquemas fijos y repetitivos.
El Nobel de
Economía Angus Deaton, apunta en un estudio la alta tasa de mortalidad y
morbilidad por suicidios, drogas o alcoholismo, en dicho grupo etario. El
fenómeno se repite en los antiguos cordones industriales de Europa, donde las
firmas “deslocalizan” sus plantas en dirección al Asia. El proletariado que
alguna vez votó comunista, en un salto dialéctico que Hegel envidiaría, vota
hoy día por la extrema derecha. nacionalista.
Trump no tuvo que
hacer gran esfuerzo para descubrir la crisis, en aumento desde el ingreso del
gigante asiático a la OMC. Su ventaja deviene de que como empresario de la
construcción, no fabrica bienes Sí le interesa reducir al mínimo sus costos
laborales, evadiendo impuestos, aunque actúa con suficiente pragmatismo como
para percibir que debe cargarle al sistema.
El presidente
electo ya embarcó en su gobierno a representantes de la derecha radical, como
el racista y antisemita Stephen Bannon. Como estratega en jefe, le encargará
las campañas contra la igualdad de género, la diversidad sexual, el aborto,
los migrantes o las minorías religiosas.
Apenas anunciada
su victoria, decenas de miles salieron a las calles. La Trump Tower, donde
vive en Nueva York, parece una fortaleza. La protesta contra alguien que
promete suprimir los derechos de los demás, resulta un elemental mecanismo de
defensa propia.
Su negacionismo
del cambio climático o el creacionismo militante de su vicepresidente,
auguran, además del proteccionismo, tiempos de retroceso para la democracia,
la ciencia o la cultura, que pueden golpear a todo el mundo.
http://diariouno.pe/columna/pesadilla-global/
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Real
politik de PPK (1)
Condicionantes
críticas de la presidencia 2016-2021.
Augusto
Álvarez Rodrich
Cada día que pasa
se confirma la hipótesis de arranque del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski de
que el éxito en el lustro de su presidencia se decidirá, antes que en el
terreno económico, en la política.
Dado que su gobierno
es políticamente débil y debe enfrentarse a una oposición que por primera vez
en mucho tiempo controla el Congreso de manera aplastante, pero con la cual
tiene una alta afinidad en el campo económico, todo el desencuentro se
resolverá –o no– en la arena política.
Por ello, ese es
el espacio de atención prioritaria en el gobierno, y ello define el real
politik de PPK.
El real politik, o
política de la realidad, es la política definida en función de intereses
prácticos y acciones específicas, al margen de una teoría, ideología o
filosofía general de actuación.
Que es como, más o
menos, se mueve PPK, lo cual tiene la desventaja de proyectar una imagen de
una persona que se contradice con frecuencia, de un día para otro.
La presidencia de
PPK será, en ese sentido, un período guiado por hacer solo lo que sea posible
políticamente hacer, sin salirse de ese espacio.
Por ejemplo, el
tema del agua potable es un asunto prioritario en la agenda de PPK pues un
objetivo es ampliar la cobertura del servicio a la mayor cantidad de
peruanos. Si al presidente le preguntaran cómo empezar, seguramente él
pensaría en la conveniencia de privatizar las empresas de agua potable y
saneamiento, de todo el país, incluyendo Sedapal. Pero como él sabe que eso
es políticamente inviable, antes de pasarse discutiendo sobre algo que no se
conseguirá, o que lo desgastará mucho, prefiere tratar de hacer lo mejor
posible con lo que tiene.
Así las cosas, es
la política lo decisivo. ¿Qué es crucial en ese terreno para PPK?
Primero, su
relación con la opinión pública, pues a un presidente impopular lo atropella
cualquiera, y hay varios con ganas de hacerlo. Una aprobación por encima del
50% le permite moverse con comodidad. Por debajo de 20%, en cambio, puede
estar entrando en el espacio de riesgo, donde cada error cuenta pues lo puede
lanzar por el tobogán de la agonía.
Segundo, la
cohesión de su equipo. Pocas cosas le hacen un daño grande a una presidencia
como la imagen de una gran trompeadera a su alrededor, pues eso acaba
mostrando al jefe de Estado como alguien débil, sin capacidad del liderazgo
elemental para poner orden en el bote, con el riesgo de que este se voltee.
(Continúa mañana)
http://larepublica.pe/impresa/opinion/822356-real-politik-de-ppk-1
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Trump:
los monstruos vuelven
Alberto
Adrianzén
A Margaret
Thatcher en una entrevista cuando se le preguntó cuáles fueron sus
principales logros dijo que el primero fue Tony Blair y que el segundo el
Partido Laborista. Con ello hacía mención al cambio ideológico por el que
pasó ese partido luego de la época thatcherista.
El cambio fue
profundo: en las elecciones de 1945 cuando los laboristas le ganaron las
elecciones a Winston Churchill, Clement Attlee, su líder, hablaba de le
necesidad de construir el socialismo, mientras que Churchill repartía entre
sus electores una versión resumida del libro de Von Hayek “Camino a la
Servidumbre”. En los años noventa, Blair, líder del laborismo, se sentía más
cerca de Von Hayek que de la vieja socialdemocracia, como también del
consenso keynesiano que esa misma socialdemocracia había adoptado años atrás.
Expresión de estos cambios fue la llamada Tercera Vía que Ludulfo Paramio
calificó como una ideología confusa, que en pocos años mostró su fracaso al
desmontar el Estado de Bienestar y su incapacidad para frenar los movimientos
ultraderechistas.
Una nueva época
comenzaba, el llamado “Fin de la Historia”, es decir, la vieja lucha entre
liberalismo y socialismo finalmente había concluido con el triunfo del
primero. La caída del Muro de Berlín, la implosión de la Unión Soviética y la
crisis de los pesados Estados en América Latina ratificaban este triunfo. El
comunismo pasó a ser sinónimo de totalitarismo. Recuerdo una charla en 1991,
en Lima, de un asesor para América Latina del Comité Central del PCUS, que
dijo: “Algún día Hitler será recordado como un dictador de la época
stalinista”.
El liberalismo, el
capitalismo y la globalización marchaban, como se dice, a “todo trapo”. La
China, otrora enemigo jurado de la antigua URSS y del “revisionismo”,
abrazaba una suerte de “stalinismo de mercado”.
En el año 2008,
sin embargo, este optimismo sufrió su primera derrota. La “burbuja económica”
que había creado el capitalismo finalmente estalló. Mostrando que la codicia
y todas estas “nuevas” propuestas de abrir y desregular la economía, así como
de achicar el Estado, habían fracasado.
Con la elección de
Donald Trump en las elecciones en EE.UU., pero también con el crecimiento de
la ultraderecha en Europa, ha estallado la “burbuja política” que esta
globalización creó en todos estos años.
El triunfo de
Trump representa el fracaso de un falso progresismo que alienta la
desigualdad social y una elite globalizada que poco o nada les interesa la
gente. También el de una política económica que al desregular y abrir la
economía, achicar el Estado y desindustrializar el país, genera un mayor
desempleo y un aumento de la pobreza; asimismo, de los grandes medios de
comunicación. Es el triunfo de los movimientos racistas como el despreciable
Ku Kluk Klan (KKK) y de grupos xenófobos que han regresado a las viejas tesis
de la “supremacía de la raza blanca”; de los fundamentalistas religiosos
(evangélicos, católicos y cristianos) que odian la “ideología de género”.
Igualmente de hombres y mujeres comunes, desempleados que cada día que pasa
son más pobres y sin mucho futuro. Que no les gustan los ricos (estoy hablando
del famoso 1%) y tampoco una democracia convertida hoy en una plutocracia
donde las grandes corporaciones son las que mandan. Estas últimas elecciones
en EE.UU. han sido las más costosas de toda la historia electoral en ese
país. Se ha gastado más de 3,500 millones de dólares.
La ultraderecha
avanza en el mundo como se observa, además de EE.UU., en Inglaterra, Francia,
Italia, Holanda, Austria y en otros países. El 3 de diciembre se repetirán
las elecciones presidenciales en Austria. Si gana Norbert Hofer, candidato
del Partido de la Libertad, se convertirá en el primer jefe de Estado
ultraderechista en Europa desde la II Guerra Mundial. Por eso no me extraña
que en estos días la Unión Europea (El País: 16/11/16) cambie de política y
nos anuncie el “fin de la austeridad” que ha sido una de las razones de este
crecimiento reaccionario.
En este contexto
es bueno recordar las palabras de Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere.
El nuevo tarda en aparecer. Y en este claroscuro aparecen los monstruos”. Hoy
esos monstruos están ahí, al acecho. Listos a imponer una suerte de fascismo
en pleno siglo XXI.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/822354-trump-los-monstruos-vuelven
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Mala
gente
Luis
Davelouis
Ha ocurrido una
desgracia. Hasta el cierre de esta columna, había cuatro personas fallecidas
en el incendio del cine UVK en Larcomar. Las circunstancias en las que este
se produjo son aún inciertas y los tres comunicados oficiales (dos de
Larcomar y uno de UVK) no explican ni dicen mucho. Alguno peca de insensible
porque no menciona a los fallecidos ni expresa condolencia alguna; por favor,
los muertos se murieron en su local.
¿Alguien se
imagina que no volverá a ver a su hijo con vida cuando le dice “mamá, me voy
al cine” a las 10 de la mañana? ¿Nadie se pudo poner en esos zapatos? Qué
brutos y qué poca cosa. Pero quizás no debería sorprendernos cuando vemos
cuál es la mayor preocupación de muchas personas tras la tragedia: saber si
les van a devolver las entradas o su importe, dado que UVK,
comprensiblemente, ha cancelado las funciones hasta nuevo aviso. La
devolución corresponde, pero reclamar por el valor de tu entrada al cine en
medio de una tragedia así dice mucho y muy mal de demasiada gente. En la
misma línea, algunos periodistas, opinólogos y políticos han metido su
cuchara y, en medio de la desgracia ajena, se han portado como buitres
sugiriendo ataques terroristas o señalando autoridades para hacer ráting o
para jalar agua para su posición política. Un verdadero asco.
Siempre se busca
responsables entre las autoridades que dieron los permisos y rara vez se
señala al infractor, como si el afán de lucro lo hiciera inimputable: “Si no
me vigilan, yo voy a ver cómo le saco hasta el último sol a mi inversión”.
Ah, su inversión, claro. Si coimeó al inspector, es culpa de la
municipalidad. Si engañó a Indeci, es culpa de Indeci. Y es que las empresas
no van presas, ni cuando matan por negligencia.
¿Qué clase de
personas somos?
http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-mala-gente-2262552
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Justice
Advisor
Huáscar
Ezcurra
“La luz del sol es
el mejor de los desinfectantes”, escribió el juez de la Corte Suprema de
Estados Unidos Louis Brandeis refiriéndose a la necesidad de mayor
transparencia como antídoto frente a la corrupción. ¿Es posible desinfectar
el sistema de administración de justicia? Estoy convencido de que sí. Solo
requerimos “luz”, como diría Brandeis. Con ello, el mercado hará el resto del
trabajo.
Si requerimos un
taxi contamos con un app que nos brinda información sobre la calidad del
servicio del posible conductor según la experiencia que, con el mismo
conductor, tuvieron miles de consumidores, que lo han rankeado con una
calificación que va de una a cinco estrellas. Igualmente, si planeamos viajar
y buscamos un hotel, disponemos de otro app para encontrar el mejor hotel
posible según un ránking que registra las experiencias de millones de
consumidores.
En cambio, cuando
buscamos el servicio de administración de justicia pues, por ejemplo, plantearemos
una demanda de daños y perjuicios por incumplimiento de contrato, no
disponemos de información sobre el récord de servicio del juez respectivo.
Simplemente cerramos los ojos (nos tapamos la nariz) y caemos ante el juez
que el sistema determine.
¿Acaso confiamos
en los jueces al punto de no querer saber sobre su trayectoria? De ninguna
manera. El sistema está infectado por la corrupción y la ineficiencia, pero
simplemente no hay opción. El Estado tiene el monopolio de la justicia y los
ciudadanos estamos sometidos.
Así como la
calidad de la información es fundamental para que los mercados de bienes y
servicios funcionen en beneficio del consumidor, la información sobre la
trayectoria de los jueces es esencial para que la justicia funcione en
beneficio de los ciudadanos. La justicia es un servicio, y nosotros sus
consumidores.
Soy un convencido
que mayor y mejor información sobre la trayectoria específica de cada juez
mejoraría la calidad del servicio (a pesar de que no exista competencia).
Bastaría una ley que disponga que un juez será promocionado o, en su caso,
pasado al retiro, considerando cómo quedó calificado en su ránking de
servicio. ¿Imaginan qué pasaría con los jueces si tuviéramos la posibilidad
de calificar sus servicios cada vez que termina un proceso?
En la era digital
es posible, a bajo costo, tener información sobre el servicio de
administración de justicia disponible. Imaginen una aplicación (llamémosla
Justice Advisor) que permita que cada persona que vive la experiencia de un
juicio pueda calificar luego con entre una y cinco estrellas el servicio
recibido. Para dicha calificación se consideraría, por ejemplo, el tiempo que
duró el proceso, el manejo de la audiencia de pruebas o de informes orales,
el trato recibido, así como la calidad de la decisión. Como con Uber, o Trip
Advisor, la aplicación es muy simple. Termina el juicio o arbitraje, ingreso
a la aplicación y marco entre una o cinco estrellas calificando a la
autoridad que decidió.
Los jueces
cambiarían su conducta radicalmente en beneficio de los ciudadanos, pues cada
ciudadano tendría el poder de calificar el servicio que recibe. Habría
‘accountability’ y por ello estudiarían la evidencia del caso; se mantendrían
despiertos y atentos durante las audiencias; estarían sinceramente
interesados en entender la posición y evidencia de cada parte; se cuidarían
de escribir muy claro y preciso cada decisión que emiten; y las sustentarían
con cuidado.
Si realmente se
busca acabar con los corruptos, parafraseando al juez Brandeis, la luz del
sol es el desinfectante que necesitamos.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/justice-advisor-huascar-ezcurra-noticia-1947088
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El petróleo,
entre aplausos y abucheos
Eduardo
Montes de Oca
Al parecer llevan
razón los analistas que apuestan a que, a la larga, los precios del petróleo
no se mantendrán en el hondón en que se han encontrado de un tiempo a esta
parte. En el instante en que pergeñamos estas líneas, la noticia hace
aplaudir a unos cuantos y sume en el reconcomio a otros tantos.
La OPEP acuerda
congelar la producción entre 32.5 y 33 millones de barriles diarios (mbd), lo
que, en opinión de un conocedor, fortalece el compromiso del grupo por
promover la estabilidad y el equilibrio del mercado.
Esperanzado,
Eulogio del Pino, ministro del ramo en Venezuela, destacaba a TeleSur que la
decisión, tomada durante la reunión extraordinaria realizada a finales de
septiembre en Argelia, y que antecedió a la Cumbre Mundial de la Energía, en
octubre, en Estambul, y a otro encuentro fijado para noviembre, en Viena, ha
llegado precedida de diversas citas con vistas a evaluar acciones conjuntas
tendentes a recobrar la impronta del trasiego, e impulsar una cotización
justa del producto.
Citamos a Del Pino
porque, como hace notar la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), la república
bolivariana ha sido uno de los principales promotores del diálogo y el
consenso dentro del seno de la entidad aglutinadora para concertar la
coincidencia en no incrementar la extracción y la exportación, y en elevar
paulatinamente el valor del oro negro a un promedio que oscile entre los 40 y
60 dólares por tonel, que permite cubrir las inversiones requeridas por el sector
en aras de garantizar el suministro oportuno a todas las naciones.
Entre otros
asuntos, el directivo explicaba que el pacto de Argelia “contribuirá a drenar
el exceso de los inventarios de crudo, que hoy en día supera el promedio de
los últimos cinco años y que ha producido esa altísima volatilidad de los
precios”. Y acotaba que se piensa convocar a la misma acción a los países no
integrantes de la OPEP, como Rusia, que tácitamente se daba por aludida,
aquiescente, en palabras del titular de Energía, Alexander Nóvak, conforme al
cual el hecho devendría provechoso al gigante euroasiático, por lo que
llamaba a una generalización de la iniciativa.
Y el asunto se las
trae, de veras. No en vano el conocido escritor Luis Britto confesaba que,
durante mucho, asumió que cuando las multinacionales restablecieran la
producción del devastado Irak inundarían el orbe para hacer caer los precios
y quebrar a la organización internacional del sector. Apostillaba el también
analista político que a este diluvio se suman otros torrentes:
“Estados Unidos
desarrolla frenéticamente su producción local y los hidrocarburos de
esquistos, hasta figurar hoy como primer productor mundial. Arabia Saudita
viola las cuotas de la OPEP para pagar compras de armamentos, equilibrar su castigado
presupuesto y aliviar sus exhaustas reservas financieras. Se retiran las
sanciones contra Irán, y éste lanza al mercado cuantiosas reservas.
“El Daesh vende a
precio de gallina flaca el aceite de los pozos saqueados en Libia, Irak y
Siria. Así cayó vertiginosamente el barril venezolano de $100 en 2005 a $43
en 2015, y sigue en su picada, y no por culpa de un mandatario o partido
vernáculo, sino de la oscilante economía capitalista”.
Empero, las causas
de la situación no terminan ahí. No solo aumenta la oferta, sino que, a la
par, disminuye la demanda. “Con la crisis mundial, desde 2009 decrece el
consumo de la energía. China, que adquiría más de cinco millones de barriles
diarios y era gran cliente de Rusia y Venezuela, desacelera su economía. Los
planes de privatización de Pemex quedan en suspenso. La inversión en
hidrocarburos se estanca o retrocede. Sería el momento para que las
transnacionales inundaran el mundo de petróleo barato para arruinar a las
empresas nacionalizadas, quebrar a sus Estados y comprarlas a precio de
gallina flaca”.
Ahora bien, la
baja tiene límites precisos: el costo de producción, por cierto mayor para
las naciones desarrolladas, que ven a tradicionales vendedores con una
ganancia presente, si bien no tan alta, más abundosa. Según Britto, ello
explica en parte las actuales dificultades económicas de Venezuela y de otros
sitios del planeta, y añade que la transitoria reducción del consumo acarrea
constreñimiento en las inversiones en la producción de combustible fósil, y
esta traerá a corto plazo una escasez que disparará de nuevo los precios.
Mas ¿hasta cuándo?
Quizás no en balde otro perito, Michael T. Klare, se muestra pesimista y,
tras considerar que, aun a 33 dólares el tonel, la oferta continúa
sobrepujando a la demanda planetaria, plantea que solo tres acontecimientos
“podrían alterar [destacadamente] el actual contexto [de compra y venta] para
el petróleo: una guerra en Oriente Medio que eliminara a uno o más de los
principales abastecedores de combustibles; que Arabia Saudí decidiera reducir
su producción para aumentar los precios; que se produjera un repentino
aumento de la demanda mundial”.
Además, el
hidrocarburo está empezando a perder parte de su atractivo: un elevado número
de consumidores de los países industriales tradicionales está mostrando su
preferencia por los coches híbridos o eléctricos, y por los medios de
transporte alternativos.
De otro lado, a
medida que crece en toda la Tierra la preocupación por el cambio climático,
cada vez más jóvenes urbanos están optando por una vida sin autos y se mueven
en bicicleta o con el transporte público. Asimismo, el empleo de energías
renovables –solar, eólica e hidráulica– está en despegue y se disparará aún
más rápidamente en este siglo.
Por eso resulta
necesario diversificar la economía de los territorios agraciados por natura
con el oro negro que han pasado por un shock político como consecuencia de la
citada caída. Por ejemplo: “Cuando los precios eran altos, el presidente Hugo
Chávez utilizó dinero proveniente de Petróleos de Venezuela S.A., la
petrolera estatal, para construir viviendas y distribuir otros beneficios
entre los pobres y los trabajadores venezolanos”. También ofreció combustible
más barato “a países amigos como Cuba, Nicaragua y Bolivia. Después de la
muerte de Chávez, en marzo de 2013, su elegido sucesor, Nicolás Maduro, trató
de prolongar esta política, pero el petróleo no colaboró y, lógicamente, el
apoyo público para él mismo y el PSUV empezó a flaquear. El pasado 6 de
diciembre [2015], la oposición de centro-derecha consiguió una victoria
electoral y la mayoría de los escaños de la Asamblea Nacional; ahora intenta
desmantelar la ‘Revolución Bolivariana’ de Chávez, aunque los seguidores de
Maduro han prometido una firme resistencia a cualquier acción en ese
sentido”.
Tal asevera Klare,
para seguidamente aclarar que, por supuesto, algún día los precios volverán a
subir. Considerando la forma en que los inversores están cancelando en todo
el mundo proyectos en el rubro, resulta inevitable.
Sin embargo, “aun
así, en un planeta que se halla en camino de una revolución verde en relación
con la energía no hay ninguna seguridad de que alguna vez se recuperen los
niveles superiores a los cien dólares, que en otros tiempos se daban por
sentado. Pase lo que pase con el petróleo y los países que lo producen, el
orden político del planeta –que una vez descansaba sobre un precio elevado
del crudo– está condenado. Mientras esto puede significar penurias para
algunos, especialmente los ciudadanos de los países dependientes de la
exportación de petróleo como Rusia y Venezuela, es posible que
[afortunadamente] ayude a allanar el camino de la transición a un mundo
movido por las energías renovables”.
Empero,
insistamos, a la postre. En la actualidad, como señala Alejandro Nadal,
columnista de La Jornada, el derrumbe debería ser una buena noticia para el
globo. Después de todo, los bajos precios del recurso benefician a los
consumidores directos: verbigracia, el sector del transporte y la industria
petroquímica. Y ese impacto positivo debería traducirse en una inyección de
adrenalina que traería consigo progreso y generación de empleo. Entonces,
¿por qué en lo “irrisorio” de lo que hay que pagar se ve una mala nueva para
el mundo en general?, se pregunta el asimismo destacado economista.
“Es cierto que la
caída en los precios del crudo debiera tener un efecto positivo sobre los
precios de todo tipo de bienes. El petróleo es un insumo crítico que directa
o indirectamente entra en la producción de casi todas las mercancías que se
producen hoy en día. Pero eso no quiere decir que automáticamente se traduzca
el efecto del colapso en el precio de este insumo en reducciones en los
precios de los productos finales. Todo eso depende de la importancia del
crudo en la estructura de costos de cada producto y, desde luego, de la
estructura de mercado en cada rama de la producción”.
En sí, añade el
especialista, el desplome es percibido más como una mala señal sobre lo que
advendrá en la economía universal. El desbarranco acelerado en el último año
ha coincidido con reducciones brutales en los índices de cotizaciones
bursátiles de las principales plazas financieras. Y aquí se observa algo
inédito, subraya:
“Arabia Saudí no
pudo escoger un momento más desfavorable para iniciar su guerra de precios
con el fin de preservar su [dominante] franja de mercado. En medio de una
recesión global, el descenso en los precios del crudo se tiene que
intensificar debido a la reducción en la demanda. Por eso hoy en día la caída
en el precio del petróleo es una señal de lo mal que se está comportando la
economía mundial”.
Así que, aunque
atinaran quienes apostaron que el crudo saldría del hondón actual, a todas
luces habrá que prepararse para un panorama futuro sin el denso rastro del
oro negro.
Pero enhorabuena,
¿no?
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