domingo, 13 de noviembre de 2016

OPINIONES 13/11/2016

 

Más puentes y menos muros: no comparto ni la ideología ni los valores que representa Donald Trump

Rafael Correa

 “El mundo del futuro será un mundo de bloques, por eso hay que consolidar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y utilizar la OEA —totalmente bajo la hegemonía norteamericana—, para, como bloque, procesar nuestros conflictos con América del Norte”.
El pueblo estadounidense se pronunció en las urnas y eligió a su 45° presidente.

Me cuesta encontrar puntos de coincidencia con Donald Trump, aunque las críticas a la globalización son preocupaciones que compartimos. Pat Buchanan decía —correctamente— que no hay nada más antinorteamericano que el libre comercio. Y yo lo escribí hace casi una década: la globalización neoliberal durará lo que duren los beneficios para EEUU.

Esa es una de las razones del triunfo de Trump: ese EEUU profundo, el de los pequeños empresarios y trabajadores blue-collar afectados por la globalización y deslocalización de las empresas, y que no son noticia en los medios de comunicación, donde aparecen tan solo los intereses del capital trasnacional.

Precisamente uno de los grandes derrotados en esta contienda han sido esos medios de comunicación, demostrándose una vez más que la opinión pública, fundamental para construir democracia, no es la opinión publicada, la cual podría destruir esa democracia.

Es un voto de rebeldía contra el “establishment”, contra una clase política que solo se representa y se habla a sí misma. Cuando se está harto de lo mismo, se vota por el cambio, sin importar qué cambio.

Nuestro abrazo a Hillary Clinton, extraordinaria mujer a la que apreciamos sobremanera. Pasé años muy felices estudiando en EEUU durante el gobierno de Bill.

Se dice que la democracia estadounidense es la más antigua del mundo, pero inicialmente el sufragio estaba reservado para hombres ricos y blancos, mientras que los afroaestadounidenses fueron esclavizados hasta un siglo después, para luego continuar sometidos a un brutal racismo y segregación durante otro siglo más.

Hoy nos encontramos ante una paradoja similar en América Latina. Al igual que los Padres Fundadores de Estados Unidos que predicaban la igualdad pero eran dueños de esclavos, las élites latinoamericanas que hablan de democracia y libertad han excluido y marginado a la mayor parte de la población. Contra eso luchamos los gobiernos progresistas de la región.

América Latina, como dice el prócer uruguayo José Gervasio Artigas, tiene que marchar con sus propios pies. Como región independiente debe ser cada vez más autónoma de quien gobierne o no en otros países.

El mundo del futuro será un mundo de bloques, por eso hay que consolidar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y utilizar la OEA —totalmente bajo la hegemonía norteamericana—, para, como bloque, procesar nuestros conflictos con América del Norte, especialmente los relacionados con los derechos humanos, con énfasis en los de los migrantes; la lucha contra el cambio climático; y lo innecesario de un “policía mundial” que nadie ha requerido.

“Todos los hombres son creados iguales, son dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables, entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. En Ecuador y en toda América Latina, también sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, y hay que hacerlas realidad no solo para ciertas personas o en algún momento en el futuro, sino ahora y para todos.

A estas alturas de mi vida, mis convicciones no van a cambiar en función de la victoria de un candidato, o por un discurso bonito después de actitudes terribles. No comparto ni la ideología ni los valores que representa Donald Trump. En lo personal, jamás tendría como amigo a alguien así, pero somos respetuosos de las decisiones soberanas de todas las naciones, y por ello le deseamos el mayor de los éxitos, para el bien del pueblo estadounidense.


http://www.univision.com/noticias/opinion/mas-puentes-y-menos-muros-no-comparto-ni-la-ideologia-ni-los-valores-que-representa-donald-trump





Dos caras del terror

Jorge Millones

Una sociedad reconciliada y democrática solo la lograremos cuando dejemos descansar a nuestros fantasmas.

¡Cómo no voy a entender el dolor de los peruanos frente a los crueles actos del terrorismo! En esa infame década yo viví el conflicto desde el lado de la familia policial. Viví en una urbanización policial, mi abuelo fue policía, los padres y hermanos de mis amigos eran policías, el querido colegio donde estudié toda mi vida escolar (muchas veces amenazado por llamadas de coche-bomba) es de policías y siempre tuvimos claro que serían nuestras familias las que llorarían y pondrían los muertos en este conflicto.

Cada lunes durante años en la formación después del himno nacional, hacíamos un minuto de silencio por los padres, hijos o hermanos caídos en zonas de emergencia o en la puerta de un banco.

El policía era destacado a “zona roja” dejando por meses a su familia para enfrentar a un ejército de fanáticos en una guerra irregular, más parecida al conflicto con el DAESH que a una guerra de guerrillas de los años sesenta.

¡Cómo no me va a generar arcadas el terrorismo! Si sus primeras víctimas fueron alcaldes y dirigentes sociales de izquierda en las zonas más humildes del país que tenían claro que esto había empezado mucho antes del atentado de Tarata (Miraflores) o el secuestro de algunos empresarios en la capital.

EL TERROR DE LOS FANTASMAS
En mi nota anterior, escribí sobre lo poco democrática que ha sido -y sigue siendo- la derecha en el Perú. A la izquierda también le tocó lo suyo, sin embargo, dije que esta última estaba dando positivas señales de cambio, mientras cierta derecha aún hace campañas macartistas para golpear la libertad de expresión, sobre todo, si ese derecho es ejercido por una colectividad de izquierda como la revista Ojo Zurdo. Varios artículos y editoriales tocaron el tema de uno y otro lado.

Úrsula Letona

¿CORRUPTOS VS TERRUCOS?
Casi para todo el fujimorismo y los medios concentrados parece ser una disputa entre “corruptos y terrucos” y nos piden “igual severidad para ambos”. Acusan a la izquierda de “albergar terrucos”, aceptando implícitamente que en sus filas hay defensores de la cleptocracia de los noventa, lavadores de dinero, oscuros financistas investigados por la DEA, asesinos paramilitares como Colina, funcionarios y “lobistas” expertos en la “puerta giratoria” y un enorme degradé de corrupción que llega hasta algunos honorables señores de los más grandes gremios empresariales.

¿Acaso nos están proponiendo que no les señalemos sus evidentes vínculos con el crimen organizado y la corrupción a cambio de que nos dejen tranquilos con el sambenito de la terrucada? No, señores, aquí no hay un pugilato entre corruptos y terrucos, porque nada tenemos que ver ni con Sendero Luminoso ni con el MRTA, ni con cualquier forma política que fomente el odio y vea en la violencia un mecanismo para resolver conflictos. Sí creemos que deben ser analizadas racional y desapasionadamente todas las posturas, porque las ideas se combaten con ideas.

Pero el fujimorismo y la derecha más conservadora (que a partir del incendio en Cantagallo mostraron su verdadero rostro racista y excluyente) no han deslindado jamás con el golpe del 92 ni con el accionar del grupo Colina y cuando soltaron a esos asesinos no dijeron nada. Es decir, no han deslindado con el terrorismo de Estado y en el fondo consideran que las violaciones a los Derechos Humanos “a veces son necesarias”.

La corrupción es un cáncer en todo el sistema político, no solo en el fujimorismo. Por eso, es reveladora la propuesta del congresista Becerril de “muerte civil para los sentenciados por terrorismo”, casi respondiendo a la iniciativa de “muerte civil para corruptos” ¿Se habrá sentido aludido? Ojalá acepte la propuesta de la congresista Huilca de incluir en esa iniciativa legislativa al terrorismo de Estado.

“FAIR PLAY” O MEJOR NO JUEGUES
El juego político tiene ciertos límites, el ámbito personal es uno de ellos, la calumnia y la mentira es otro. Lamentablemente, algunos transgreden eso y lo han convertido en un “estilo”. Se tiene que entender que ser de izquierda no te convierte automáticamente en un “terruco”, lo mismo que ser fujimorista no te convierte en un corrupto, aunque de ese lado todavía reivindiquen la infame década del fujimorato y sus implicancias.

Precisamente, es el fujimontesinismo quien instala la idea de izquierda=terrorismo machacada mediante sus medios de comunicación comprados inaugurando una forma vil de hacer política y periodismo.

Las fuerzas democráticas del Perú deberían denunciar esos difamatorios adjetivos y no usarlos contra el adversario político para liquidarlo ante la opinión pública. Y aquí tienen una responsabilidad enorme los medios de comunicación, pues son ellos los que están sirviendo de caja de resonancia a ese tipo de confrontaciones, son ellos los que ponen los titulares y no existe un equilibrio entre libertad de información-expresión y libertad de empresa, la segunda ha subsumido totalmente a la primera.

QUE DESCANSEN
No se trata de un torneo sobre quién puso más muertos, ni quién sufrió más. Se trata de reconocer que TODOS perdimos, de reconocer el dolor de TODOS, construyendo una memoria común, castigando lo que se tenga que castigar, pidiendo perdón y perdonando, suturar esa etapa y seguir adelante.

No olvidemos que el odio, la indiferencia, la desigualdad y una histórica postergación social fueron el magma en el que se forjó la violencia política. Para nada ayudan el racismo de algunos locutores, las actitudes autoritarias de periodistas que obedecen más la línea editorial de grandes intereses económicos que a la propia Verdad. No ayuda criticar el terrorismo de SL o el MRTA y guardar cómplice silencio con el terrorismo de Estado expresado en la “caravana de la muerte”, el Comando Rodrigo Franco, el Grupo Colina y los hornos del Pentagonito y los Cabitos. Y viceversa.

El odio y el rencor son la peor herencia que le podemos dejar a las generaciones venideras. Una sociedad reconciliada y democrática solo la lograremos cuando dejemos descansar a nuestros fantasmas.

 http://diariouno.pe/columna/dos-caras-del-terror/





Cambistas que no cambian

Mirko Lauer

 La prohibición de los cambistas ambulatorios en San Isidro va mucho más allá de un tema de dólares y soles. Tiene que ver con el uso comercial de la vía pública y sus consecuencias por toda la ciudad. Es la versión 2016 de la erradicación de los ambulantes que atiborraban el centro de la ciudad cuando llegó el alcalde Alberto Andrade.
El principal objetivo de la medida es la seguridad: evitar los asaltos y asesinatos a cambistas, más los atracos a sus clientes en una situación en que el efectivo circula libre por la calle. La decisión de Surco de calarles chalecos antibalas solo resuelve una parte del problema, si acaso realmente la resuelve.
De lo que estamos hablando también es de gente demasiado ociosa como para entrar a un banco a cambiar su dinero y luego girarlo a su destino. El argumento de que el cambista paga más por dólar es poco convincente. Los montos transados en la calle no pesan en la diferencia, y el servicio prestado tiene claros límites.
¿Cuál es el privilegio de los cambistas? Un vendedor de fruta o verdura en las veredas de la calle de Miguel Dasso sería mal visto, y retirado sin mayores protestas, aunque unos pocos lo hacen con autorización. Cuesta pensar que la ventaja competitiva del cambista ambulatorio es que le ahorra estacionarse al cliente.
La invitación a formalizarse, puesto que de eso también se trata, ha sido mal recibida, con el argumento de que los locales son caros. Pero hay sitios donde hay alquileres bastante más baratos, incluso en San Isidro. Si hay comodidad para cuadrar y seguridad para mover dinero, los clientes seguirán a los cambistas donde vayan.
Centavos más o centavos menos los bancos y casas de cambio prestan un servicio razonable. Están menos expuestos a los marcas de estos tiempos, pueden extender un certificado de la transacción para quienes los necesiten, manejan billetes más confiables. Es cierto que demoran algo más, pero ese es un inconveniente menor.
Para los cambistas esta es la oportunidad de convertir una actividad a salto de mata en un negocio más seguro, con posibilidades de acumular más allá de las transacciones mismas. El público debería colaborar con esta iniciativa modernizadora de la municipalidad de San Isidro.



http://larepublica.pe/sociedad/821034-cambistas-que-no-cambian





EE.UU. en las Américas

Martín Tanaka

 En términos generales, se suele pensar que a pesar de la cercanía geográfica, las distancias entre los Estados Unidos de Norteamérica y los países “al sur del río grande” son enormes, lo que nos haría cualitativamente diferentes. Por ser septentrional, desarrollado, angloparlante y protestante, Estados Unidos estaría más cerca de Europa que de México, centro y sudamérica, por así decirlo.
Sin embargo, se suele pasar por alto que todos estamos en las américas, que todos tuvimos población y culturas precolombinas muy importantes; que fuimos colonizados por europeos, que desplazaron y subordinaron a la población indígena; que en Norteamérica la colonización española fue muy importante (Florida, Nuevo México, California, Texas); que todas las colonias importamos mano de obra de origen africano (y otras) en condiciones de esclavitud; que la gran mayoría de la población vivía de la explotación agrícola. Según Adam Przeworski y Carolina Curvale, el producto per cápita de los Estados Unidos y de los países latinoamericanos no era muy diferente hasta las primeras décadas del siglo XIX; las diferencias empiezan a darse muy rápidamente desde la segunda mitad de ese siglo, en tanto en los Estados Unidos el desarrollo industrial y la libertad de la mano de obra empiezan a ser el motor de la economía; mientras que América Latina se configura como exportador de materias primas, y se asientan órdenes oligárquicas, basadas en la gran hacienda y el latifundio, y en la preservación de formas premodernas de explotación de los trabajadores. Los Estados Unidos se habrían seguido pareciendo mucho más a América Latina si el desenlace de su guerra civil hubiera sido otro. Recordemos que mientras Ramón Castilla abolió la esclavitud en nuestro país en 1854, en los Estados Unidos la cruenta guerra civil de 1861 pretendía mantenerla.
Desde la segunda mitad del siglo XIX entonces, las diferencias se hacen muy grandes, y en efecto, marcan diferencias sustanciales. Sin embargo, nuevamente, si miramos a los Estados Unidos en el contexto de la OCDE, este país es sistemáticamente uno de los que muestra más desigualdad, el que tiene más pobreza, y uno de los que tiene menor nivel de gasto social. En realidad, si bien EE.UU. está lejos de Latinoamérica, lo está también del promedio de países de la OCDE.
Así, no deberíamos pensar que las diferencias entre Estados Unidos y América Latina son tan grandes que hacen inviables las comparaciones. Las encuestas de opinión del Latin American Public Opinion Project (LAPOP) tienen información de casi todos los países de las américas, y ellas nos permiten tener una mirada hemisférica. Si bien en muchas cosas Canadá y los Estados Unidos se ven muy diferentes al conjunto (por ejemplo, en cuanto a la eficacia del  funcionamiento institucional), en otras Estados Unidos se ve como un país latinoamericano más: en cuanto a la confianza en los partidos políticos, Estados Unidos está muy debajo de Uruguay y Costa Rica, y debajo incluso de Argentina, México y Chile (datos de 2014). Cuando se pregunta si se piensa que la corrupción está generalizada en el país, Estados Unidos aparece a mitad de tabla, un poco mejor que Paraguay y Guatemala, pero peor que Bolivia y Haití. Y cuando se pregunta si se piensa que el gobierno combate la corrupción, la respuesta es escéptica, por debajo de Bolivia y Guatemala, apenas mejor que Paraguay o México.
En este contexto, no debería sorprender tanto lo que algunos han llamado la “latinoamericanización” de los Estados Unidos, la vigencia del populismo, el descontento contra el establishment político


http://larepublica.pe/mundo/821037-eeuu-en-las-americas





Trump, neuroplasticidad y política

Guillermo Giacosa

 El autor no comparte la idea de muchos, de que la opción entre Donald Trump o Hillary Clinton, es una opción entre democracia o despotismo.

Descubrimientos relativamente recientes demuestran que la neuroplasticidad del cerebro humano hace de éste un órgano, que a diferencia del hígado o los riñones, está en permanente transformación.

La incorporación de un nuevo conocimiento o de una nueva información conduce a lo que podríamos llamar un reacomodamiento neuronal. Es decir nunca somos los mismos más allá de nuestra apariencia exterior y de lo que nosotros podamos creer de nosotros mismos.

No siempre, a menos que sean traumáticos o excesivamente impactantes, tenemos conciencia de las sutiles transformaciones que se van produciendo en nuestro interior.

En los tiempos actuales en los que las neuronas son bombardeadas continuamente con informaciones de todo tipo en los que intereses particulares buscan influenciar sobre nuestro comportamiento y en los que hay piedra libre para mentir, agredir y difamar (siempre y cuando estés de parte del orden establecido), los cambios que se producen en nuestro cerebro distan mucho en cantidad con los que se producían en nuestros antepasados más remotos y con los que se producían antes de la invención de la imprenta y el crecimiento en cantidad y tecnología de los medios de comunicación.

No sé si el término mutantes es el correcto, pero sí se puede afirmar que somos seres en continua mutación. Los niños actuales y sus increíbles habilidades tecnológicas son una prueba incontestable de ello.

Reconocer los grandes cambios como los referidos a los niños es sencillo. Reconocer las transformaciones en los adultos resulta más complicado y es por ello que las encuestadoras se equivocan y los analistas de la realidad podemos patinar con frecuencia.

Y es lógico que así sea pues la realidad difiere de una sociedad a otra y, por sobre todo, de un grado de desarrollo a otro. Difiere también según sea el sector social al que pertenezcas y según el medio y las creencias que acunaron tu infancia.

Todos cambian, lo que no sabemos es si hay una orientación prefijada que oriente dicho cambio según tu genética y tu epigenética (todo lo que te ha rodeado y te rodea en tu vida cotidiana).

Dicho esto, la gran pregunta a formularse en las circunstancias actuales, es: ¿Qué factores determinan en el año 2016 que una población elija, a contracorriente de la opinión de los grandes medios de comunicación y contradiciendo los vaticinios de las encuestadoras, a un candidato cuyas características personales son más chocantes que atractivas?

Y en este punto deberíamos regresar a la neuroplasticidad. Es decir a los sutiles cambios que día a día se producen en nuestro cerebro. ¿Habrán hecho esos cambios que vean a Donald Trump como alguien interesado en mejorar su nivel de vida (muy venido a menos en los últimos tiempos)?, ¿tendrá algo que ver el éxito personal de Trump en su quehacer empresarial? o simplemente, imaginarán, que Hillary Clinton, la mujer halcón, que ya tiene un libro sobre su vida que la califica como “la reina del caos” y que según el cineasta Oliver Stone era la candidata “más peligrosa” es más de lo mismo?

¿O será más profundo y habrán finalmente comenzado a comprender como declaró recientemente la ex presidente argentina Cristina F. de Kirchner que “ Ganó alguien que emergió de la crisis de representación política desatada a partir de la aplicación de las políticas económicas neoliberales del Consenso de Washington”,A lo que se podría agregar la sensación cada vez más profunda, de que el Congreso de los EE.UU. no los representa pues es un congreso corporativo que solo representa los intereses de las grandes empresas?

¿O Se tratará de una acumulación de frustraciones que, presiento, esa sociedad ya no puede resolver y que podría estar adelantando un futuro estallido social de proporciones? Para mi votar a Donald Trump no fue una equivocación, fue y es una advertencia.Su rival era poco atractiva y con un belicoso pasado que, políticamente, es más peligroso para el mundo en general, que el de Trump que, por el momento, es una incógnita. Preocupante, pero incógnita al fin.

Todo es posible, como también es posible que haya una infinidad de razones que desconocemos. Lo que no logro comprender es cómo alguien que profese creencias democráticas pueda opinar que en esta instancia histórica de los Estados Unidos, la opción entre Donald Trump o Hillary Clinton, es una opción entre democracia o despotismo.

Ambos representa lo mismo y lo que ambos representan no es saludable para el resto de la humanidad. Pensar lo que se viene desde la ínfima óptica de cada país, es una triste prueba que aún no hemos asumido nuestra condición de especie que tendrá, a la larga, nos guste o no, un mismo destino.



http://diariouno.pe/columna/trump-neuroplasticidad-y-politica/






Otro drama para los Shipibo-conibo en Lima

Rodrigo Montoya Rojas

 Un feroz incendio destruyó las viviendas y pequeños talleres textiles y de artesanía de los shipibo-conibo, así como de otrosvecinos migrantes, principalmente andinos, situados en Cantagallo, muy cerca de la Plaza de Armas de Lima.

Estamos ya habituados a ver casi todos los días muchos incendios en la capital de reino, ciudad en honor de los “Reyes magos”. Nos resultan familiares los esfuerzos de los bomberos por llegar a tiempo, no encontrar el agua que necesitan, y combatir contra las lenguas de fuego con la energía enorme que les da su ejemplar espíritu de solidaridad.

Son conmovedoras las imágenes y fotos de las llamas que destruyen todo lo que encuentran a su paso, mucho más cuando vimos niños completamente desvalidos para entender lo que ocurría y ver cómo se destruían los objetos de su vida diaria, particularmente sus juguetes y se sentían más desamparados cuando veían los rostros de sus padres y hermanos, llenos de dolor y lágrimas.

Este incendio de Cantagallo fue particularpor la tragedia quese ensañó con la comunidad Shipibo-conibo, uno de los pueblos indígenas de la Amazonía central del país. Su presencia y drama en Lima -más de dos mil personas que perdieron sus 436 viviendas- destapó y despertó lo mejor y peor de nuestra sociedad, principalmente lo peor de la política municipal limeña.

Desde hace tiempo, son parte del paisaje multiétnico limeño las mujeres -mayores y jóvenes- vestidas con sus preciosas faldas largas enteramente dibujadas con juegos de líneas, vendiendo sus artesanías en calles y playas.

Los Andes primero y la Amazonía después, han sido y seguirán siendo por mucho tiempo más, grandes exportadores de migrantes principalmente a Lima donde se espera encontrar un trabajo cualquiera, y aprender muchos de los mil oficios que los pobres necesitan para vivir o peor, para sobrevivir.

Las razones son muchas para dejar el suelo donde nacimos: la pobreza es la más fuerte, pero no es la única; la necesidad de seguir estudiando los últimos años de primaria, los cinco de secundaria, algunos de los centros superiores tecnológicos y universidades, y, excepcionalmente, todos los años de una universidad; también el deseo de seguir a un amor, de reencontrarlo, o el de huir para olvidar; habría que incluir también en este recuento, el doloroso viaje de una joven madre soltera que no vuelve a casa para evitar el desprecio de sus padres o para encontrar al padre de su hijo que incumplió su promesa de volver. En este listado, la última novedad ha sido huir del fuego cruzado de la guerra y convertirse en desplazados.

Al ocupar el terreno baldío de Cantagallo y lograr después que el municipio del Rímac los declarase posesionarios, las familias shipibo-conibo siguieron el modelo de apropiación de la tierra, territorio y suelo urbano traído por Pizarro y Almagro, hace casi 500 años, por encargo directo de los reyes de España, beneficiarios del milagro de haber recibido el regalo de la mitad del mundo por encargo de su Dios y la voluntad del papa Alejandro VI, aquel sinvergüenza que compró su papado y tuvo 7 hijos reconocidos.

La otra mitad del mundo fue para Portugal según el nefasto Tratado de Tordesillas, en 1494. Por ese camino, la Iglesia católica se convirtió en Perú en la más grande dueña de tierras y los pueblos indígenas de la Amazonía perdieron su territorio (bosques, ríos y cochas). Ahora siguen batallando para recuperarlo por lo menos parcialmente. Los pueblos indígenas organizados han conseguido hasta el momento más de 20 millones de hectáreas.

Diez días después del incendio -cuyo origen no es conocido y pareciera que no se quiere conocer- los shipibo-conibo son víctimas una vez más de las mentiras y juegos sucios del impresentable y mudo alcalde de Lima Luis Castañeda.

Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima, propuso el proyecto Río Verde para recuperar las orillas del Río Rímac que es hasta hoy una especie de cloaca-vergüenza de Lima y del país, luego del envenenamiento de sus aguas por las empresas mineras, y luego de que los vecinos de Lima convirtieron sus playas y cauce en un basurero serpenteante hasta su desembocadura en el mar. Susana Villarán había logrado un acuerdo con los shipibo.conibo para trasladarlos a Campoy, donde ya había un terreno comprado para ellos. El sueño de un río verde, con parques y senderos -de los buenos- en cada una de sus orillas, fue tirado al tacho de basura por Luis Castañeda y sus cómplices,

Antes que Susana Villarán dejase la alcaldía, Castañeda cambió de caballo a mitad del río, olvidó el proyecto Río verde y lo reemplazó por una ruta amarilla, cargada de cemento en un bypas Arenales-Arquipa-28 de Julio, que nadie pidió y que está a medias. Ya habría gastado 36 millones de dólares pero no presenta cifras ni balance alguno.

Inmediatamente después del incendio, la verdad se abrió paso. Hoy, los shipibo-conibo, burlados en su más dramático momento, no confían en Castañeda, y prefieren quedarse sobre los escombros de Cantagallo para no perder la posesión. Tienen toda la razón del mundo.

Vi en la facultad de Ciencias Sociales de San Marcos, un cartel que dice “Todos somos Cantagallo”, que tiene el mismo espíritu de la pancarta “Todos somos indígenas” que vimos en la gran marcha de solidaridad con los hermanos de Bagua en Lima (2009) y con la banderola “Cristo también es indígena” que los grupos de base de la Iglesia católica agitaron en Iquitos solidarizándose igualmente con nuestros hermanos de Bagua.

Hace uno días tocaron el timbre de mi casa unos jóvenes scouts pidiendo “ropa en buen estado para los hermanos shipibo”. Estos rostros diversos de la solidaridad pesan más que la miseria del municipio de Castañeda y el coro de odio y racismo que brota de los múltiples desagües de las redes y de esos impresentables periodistas de derecha que desde su ignorancia de la historia proponen que los shipibos dejen Lima y vuelvan a la selva.

Tarde o temprano ese Castañeda tendrá que responder. Entre tanto, está muy bien que los shipìbo defiendan la posesión del suelo que ocupan y no salgan hasta que se les proponga una alternativa aceptada por ellos y refrendada en documentos públicos.


http://diariouno.pe/columna/otro-drama-para-los-shipibo-conibo-en-lima/







El regreso de Keiko Fujimori

Rosa María Palacios

Antes de aparecer en la inauguración de su local partidario en el Paseo Colón, el pasado miércoles, no se había visto a Keiko Fujimori en meses. Su última aparición pública ocurrió el 28 de julio pasado. No fue presencial, dado que no estaba en el Perú. Pero dejó grabado un mensaje al país para competir con el del Presidente que ese día juramentaba. El mensaje político fue, en resumen, “vamos a cumplir nuestro plan de gobierno a través del Legislativo”.  Es decir, no se realiza el plan de gobierno del partido ganador, sino el del partido perdedor en la presidencia, pero con aplastante presencia en el Congreso. No cayó bien el mensaje que la mostraba, aún, tan resentida por la derrota. Su aprobación está, hoy, mucho más abajo del porcentaje de votos que consiguió.
Luego vino el silencio propio, pero apuntalado en el barullo ajeno. Según sus congresistas, se reúne con ellos todas las semanas y ella, sin ser congresista, preside la bancada, en un arreglo institucional atípico.  Ellos, en teoría, han hecho el trabajo sucio al hablar por ella.
Pero pongan atención a esta cronología de hechos. El lunes pasado, preguntada Luz Salgado sobre la desaparición de Keiko Fujimori, respondió: “Si sale más, la van a criticar por cada palabra que diga. No hay nadie que esté esperando que diga algo bueno si no algo para chancarla. Entonces, lógica y políticamente, tiene que cuidarse”.  Ese mismo día, Kenji Fujimori es portada del diario Correo haciendo trabajo político intenso fuera de Lima. El reportaje incluye el reparto de diferentes bienes a comunidades del Cusco, así como sus lecciones de quechua. El jueves, Keiko Fujimori tenía que acudir a la Fiscalía de Lavado de Activos a dar su testimonio por los fondos de su campaña política.
Lo que me dicen esos tres hechos juntos es que el balconazo del miércoles pasado no estaba en la agenda política del fujimorismo el lunes. Las palabras de respaldo al silencio de Fujimori de Luz Salgado hubieran sido otras si hubiera sabido que su lideresa aparecería 48 horas después. Lo segundo es que tanto la conducta de Kenji Fujimori, como la cita en la fiscalía tenían que ser opacadas.
La primera aparición pública de una candidata vencida, que controla el Congreso, no puede ser ante un fiscal. El daño mediático puede ser grande y contribuir, una vez más, a bajar la popularidad de Keiko Fujimori. Pero, tal vez, lo más grave para ella es la conducta política de su hermano. Recordemos la guerra de tuits sobre quién sería el candidato del fujimorismo el 2021 y el hecho público de que no fuera a votar por su hermana. ¿La pelea terminó? ¿Qué hace Kenji regalando televisores y otros bienes sensibles en remotas comunidades lejos de Lima, la región que representa?
El poder no admite vacío. Si Keiko desaparece, Kenji se va a multiplicar. Y eso, ella no lo puede tolerar. No si entre sus planes está volver a postular el 2021 a la Presidencia. Sin embargo, hay  un problema mayor. Si ella manifiesta un retiro táctico de la política y le cede el mando a cualquier otro, la bancada se fragmentará muy rápido. La unidad de las bancadas fujimoristas, en los dos parlamentos anteriores, se debió a que sus integrantes buscaban la reelección en un vehículo ganador. Y ella lo era.  Si ya no lo será, el escenario cambia.
Muchos han comentado que la Keiko Fujimori que apareció en el balcón parecía en campaña. No se equivocan. Está en campaña y no le va a ceder un centímetro de poder a su hermano menor. La bronca está adentro y me extraña lo poco que se ha destacado. La actitud desafiante, no propositiva y hasta perdona vidas contra el Presidente Kuczynski es propia de un urgente discurso de plaza que no podía postergar un día más a pesar de su desagrado por hacerlo. No estaba feliz y se notaba tanto que hasta el genial Carlín le hizo una caricatura sobre esa obvia molestia pública. 
Pero en algo fue pitonisa Luz Salgado. Las palabras de Keiko Fujimori sirvieron para chancarla. Ella sola se lo buscó al decir que la depresión era para perdedores. Grave también que el Secretario General del partido –hoy muy cuestionado director del BCR– lance tuits dirigidos al propietario de RPP para que pongan al aire el discurso de Fujimori. Estos hechos los desfavorecen, otra vez. La actitud autoritaria e insensible nunca ha ganado una elección.  Como se decía del regreso de Los Borbones: “no han olvidado nada, no han aprendido nada”.


 http://larepublica.pe/politica/821035-el-regreso-de-keiko-fujimori






Señales

Enrique Fernández-Maldonado Mujica

 Todavía es pronto para catalogar a este gobierno de antilaboral. Fujimori, García y Humala lo fueron, y en menor medida Toledo. A este último se le puede acusar de no aprovechar la transición para aprobar, por ejemplo, la Ley General del Trabajo; pero algo se movió (levantó algunas observaciones de la OIT a la legislación laboral de los años noventa).Kuczynski está a punto de serlo. Las recientes declaraciones de su Ministro de Trabajo en algunos medios, y las recientes medidas administrativas, apuntan en ese sentido.

Comencemos por lo ya aprobado. El Decreto Legislativo N° 1246 publicado esta semana contiene tres disposiciones complementarias que “aligeran” el control del MTPE sobre los contratos de trabajo. Con esto, las empresas estarán exceptuadas de informar a la autoridad laboral sobre la naturaleza de los empleos que genera, sean estos contratos formativos, de extranjeros o temporales. No son grandes reformas, pero abren preocupaciones razonables.

Luego están las entrevistas del ministro Grados Carraro en RPP, Gestión y La República (trabajodigno.pe). En estas anuncia como próximas medidas la promoción de empleos parciales (cuya implementación será un “acuerdo” entre el empleador y el trabajador); cambios en la normatividad sobre Seguridad y Salud Ocupacional (eliminando su obligatoriedad); así como en el arbitraje potestativo (debilitando su carácter persuasivo para alentar la negociación colectiva). Habla también de reducir la “tramitología” para impulsar el empleo juvenil; y se muestra a favor de “revisar” la escala de multas de la SUNAFIL, lo que le restaría capacidad punitiva a la institución inspectiva.

La CGTP ha protestado con justa razón. Como señalan en comunicado público (10/11/16), estas declaraciones se hicieron luego de la reunión que sostuvieron con las centrales sindicales el 4 de noviembre, donde no fueron informadas. La indignación se entiende a la luz de los compromisos asumidos por el candidato PPK en la última campaña, siendo el principal no flexibilizar más la legislación laboral.

Sería obtuso pensar que este gobierno aplicará políticas pro-sindicatos o pro-trabajadores. Pero como ha señalado TrabajoDigno.pe, la apuesta por más desregulación resulta riesgosa considerando el embalse de expectativas y demandas sociales contenidas, luego de una década y media de crecimiento con desigualdad social.

Mientras, en el Congreso la mayoría fujimorista en la Comisión de Trabajo dificulta la aprobación de una ley que beneficiaría a 11,800 trabajadores CAS de EsSalud, que pasarían al régimen del Dec. Leg. 728 (con estabilidad laboral). Ello a pesar de ser coautores del dictamen en cuestión. Otra señal de lo que puede ser el debate y las políticas laborales en este periodo.



 http://diariouno.pe/columna/senales/






implicancias económicas del nuevo gobierno norteamericano

Alan Fairlie

  
Trump ha señalado que no firmará el TPP. Propicia una coherencia regulatoria, que favorece cadenas globales de valor impulsada por sus transnacionales.

El presidente electo fue conciliador en su primer mensaje post-campaña. No sabemos cuánto implementará de lo ofrecido,pero las inmediatas movilizaciones en su contra son una señal que no le será fácil cumplir su programa original.

En el plano económico anunció un gigantesco programa de inversiones en infraestructura que recoge la propuesta de su rival, hay temor de su influencia en la política monetaria, el proteccionismo, la revisión de acuerdos comerciales, la eliminación del programa de salud, una agresiva política antiinmigrante. No hay certeza sobre su política tributaria, ni salarial.

¿Cómo afecta a la región? Hay dos canales de transmisión principales. En el sector real, si se produce o no una reactivación de la economía norteamericana y qué pasa con el comercio. En el plano monetario, lo que ocurra con la tasa de interés afectará los flujos de capital a países emergentes como el nuestro. Lo que haga con los migrantes afectará las remesas a nuestros países, que en muchos casos es primera fuente de divisas. Hay varios escenarios posibles

Una política agresiva de inversión pública estimulará la reactivación. Fue ambiguo con el tema salarial, pero si hay algún tipo de mejora, también contribuirá. Dijo que lo dejaría a los gobiernos federales, y hay que recordar que ha ganado sobre todo en ciudades con menos de un millón de habitantes.

Una política comercial proteccionista también aumentaría la producción doméstica, por lo menos en el corto plazo. Si no suben la tasa de interés, la política monetaria podría contribuir en el mismo sentido. Tiene que nombrar el ejecutivo nuevos directores, y ha cuestionado duramente a la presidenta de la Reserva Federal.

Reducciones impositivas esperan que aumenten la inversión privada, y se busca gravar simultáneamente al capital especulativo, con lo que se mejoraría la inversión productiva y la asignación de recursos.

Si mantiene la reactivación en el sector real, pero sube la tasa de interés y deporta masivamente inmigrantes ilegales, continuará la salida de capitales de América Latina, y habría una drástica disminución de las remesas.

Una cierta recuperación, potencialmente aumentaría nuestras exportaciones, pero depende qué haga en el plano comercial. Por el momento ha dicho que subiría aranceles a México y especialmente a China, y que revisaría el NAFTA. No ha dicho nada sobre TLCs con países como el Perú.

Otro tema es el TPP, ha señalado que no lo firmará. En realidad propicia una coherencia regulatoria que favorece cadenas globales de valor impulsada por sus transnacionales. Pero lo que quiere es que se produzca en EEUU. Si solo revisa o se retira del NAFTA, ya tiene una red de TLCs bilaterales que han asegurado sus intereses ofensivos en disciplinas (servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras públicas, solución de controversias). Aunque le daría cancha libre a China para impulsar el RCEP, liderando la zona de libre comercio en APEC.

Si EEUU no firma el TPP, no hay TPP. ¿Cuál es el plan B en el Perú? ¿Tenemos alguno? El fortalecimiento de la integración sudamericana y latinoamericana y la profundización de los lazos con los BRICS y la construcción de un mundo multipolar, aparecen nuevamente como opciones.

En todo caso, el Perú como anfitrión de la cumbre de APEC que se inicia, tiene la posibilidad de poner estos temas en debate. Pero debemos estar preparados para diferentes escenarios que en la economía plantea el nuevo gobierno de EEUU.

 http://diariouno.pe/columna/posibles-implicancias-economicas-del-nuevo-gobierno-norteamericano/





Los dos son peores

César Léano

 Horas antes de las elecciones estadounidenses, el gran pensador europeo Slavoi Zizek recordó una frase de José Stalin cuando, a fines de los años 20 del siglo pasado, le preguntaron cuál es peor: ¿la desviación de derecho o la desviación de izquierda? Su respuesta fue sarcástica: “Las dos son peores”.

En su lúcido texto, el filósofo, que es un especialista en Hegel y recomienda a la izquierda mundial retornar a Hegel, plantea: ¿cuál victoria es mejor para el destino del proyecto emancipatorio radical, el de Clinton o el de Trump?

Zizek precisa que la salida no era votar por Trump, y que quizá lo mejor sería no votar, pero precisa que Hillary Clinton encarnaba un arcoíris que incluye a partidarios de la guerra en Irak.

Expresó Zizek que la victoria de Clinton sería “oscurecida por la perspectiva de una nueva guerra mundial (ella es definitivamente una partidaria de la guerra fría), el status quo en el cual gradual pero inevitablemente nos deslizaríamos hacia catástrofes ecológicas, económicas, humanitarias y otras”.

Las osadas ideas de Zizek han suscitado críticas coléricas en sectores de la izquierda mundial, que prefiere entretenerse en estériles debates académicos y no acudir a las fuerzas de los oprimidos y explotados.

Llama la atención que Noam Chomsky, el gran intelectual y activista estadounidense, coincide, en su libro Who rules the world? (¿Quién gobierna el mundo?), publicado en mayo de este año (Metropolitan Books), coincide en esencia con el diagnóstico y el pronóstico de Zizek. Expresa él:

“Ambos partidos se han movido a la derecha durante el periodo neoliberal de la generación pasada. Los demócratas de la corriente principal son ahora muy parecidos a lo que se solía llamar ‘Republicanos moderados’. Mientras tanto, los republicanos se han deslizado fuera del espectro, convirtiéndose en lo que el respetado analista conservador Thomas Mann llama ‘insurgencia radical’ y virtualmente abandonado la política parlamentaria normal. Con el desplazamiento hacia la derecha, la dedicación del Partido republicano a la riqueza y el privilegio ha llegado a ser tan extrema que su verdadera política no podría atraer votos, de modo que tiene que buscar una nueva base popular, movilizada sobre distintas bases: Cristianos evangélicos esperando el segundo advenimiento, nativistas que temen que “ellos” nos estén arrebatando el país, gente que padece y que confunde clamorosamente las causas de ese padecimiento, y otros como ellos que pueden ser presa fácil de demagogos y pueden convertirse prestamente en insurgencia radical.”


 http://diariouno.pe/columna/los-dos-son-peores/






Confesión de parte

Eduardo González Viaña

 El autor, en su cumpleaños, nos confiesa todo aquello que, a estas alturas de la vida, “me ha hecho sentir que la he vivido bien y que aceptaría quedarme otros 75 años”.

El día de mi cumpleaños, quiero contar una historia de mi vida.

A partir de mi primera comunión, fue mi madre quien todas las semanas preparaba un papel con la lista de mis pecados para que yo se los leyera al sacerdote.

Esa costumbre se prolongó hasta el comienzo de mi adolescencia en que comencé a escribirlos yo para hacer las historias más interesantes.

No tengo ya a mi madre, y la mía es ahora una concepción más amplia de mi religión. Por eso, he preparado una pequeña reseña de mi vida para ser leída el día de mi cumpleaños.

Confesaré primero que cuando tenía 7 años, mi maestra del jardín de la infancia habló con mi madre -con mucha franqueza y severidad- acerca de mi destino.

—No creo que Eduardito llegue a leer ni escribir- le dijo. —Fíjese que apenas llega a la letra “che” o “de” de la cartilla, y de allí no pasa.- Y al ver la cara desconsolada de doña Mercedes, añadió: —Pero no se preocupe, puede mandarlo al fundo de su padre, y allí hará dinero, o hacerlo que se enrole en el ejército. No ve usted cómo el General Odría ha llegado a ser presidente…

No recuerdo si, tiempo después, llegué a dominar la lectura, pero de lo que sí estoy seguro es que, a partir de entonces, comencé a tratar de aprender a escribir, y en esa tarea me voy a pasar toda la vida.

Debo confesar que, en la escuela, nunca estudié con seriedad la gramática. Por fortuna, mi profesor de castellano era un sabio. Se dio cuenta del asunto y me dijo que no tenía por qué aprenderme las definiciones de sustantivos, adjetivos o verbos, que le bastaba con que yo escribiera pequeñas historias en las que esas categorías se expresaran, y añadió que de esa manera, no solo aprobaría el curso sino que sería escritor.

Confesaré además que a los trece años de edad –después de haber imaginado que llegaría a ser actor de cine, director de orquesta y dictador del Perú, soñé con ser astronauta y, con otros dos cómplices, prometimos ser los primeros hombres en llegar a la Luna.

El que más se ha acercado es mi gran amigo, Cayo Cabrejos, quien es general de la aviación… (Aunque tampoco puedo estar muy seguro de eso porque cuando su madre le dijo a la mía que el entonces joven piloto estaba más cerca del satélite, la mía replicó: No lo creo porque Eduardito ha estado siempre en la Luna.)

No quiero seguir hablando de mis frustraciones infantiles. Les confesaré más bien todo aquello que, a estas alturas de mi vida, me ha hecho sentir que la he vivido bien y que aceptaría quedarme otros 75 años. No soy ambicioso. Me contento con ser feliz.

Y para saber que estoy en forma, en febrero de este año, logré ser designado para representar a mi universidad como nadador en una prueba de pentatlón en la que competía junto a estudiantes y profesores jóvenes. Y lo hice bien.

He sido periodista, profesor, abogado, juez por algunos meses y, por fin, escritor todos los días desde las 4 y media de la mañana. Trabajo así porque creo que quien escribe unas cuantas carillas a diario tiene que ser muy malo para que en 365 días no le salga una buena novela.

Y debo confesar que mi trabajo, en uno y otro lado del mundo, ha sido siempre indesligable de mi completa adhesión a la causa de los que padecen y de los que pelean por amor a la justicia. Y entre todos los bienes terrenales, la grandeza moral es lo que más me importa.

Quiero ser siempre un hombre decente. Ya está en los bordes del universo la estrella que vendrá a llevarme, pero cuando a mi voz la apague la muerte, mi corazón ha de seguir hablando.




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