miércoles, 9 de noviembre de 2016

OPINIONES 09/11/2016

 


La cuestión del terrorismo

Antonio Zapata

 Cuando comenzó el levantamiento de Sendero, todos los grupos políticos fueron sorprendidos. El presidente Belaunde tardó tres años en llamar al EP a combatirlo y en ese lapso los senderistas se fortalecieron considerablemente. El APRA tampoco supo cómo reaccionar. Por ejemplo, un diputado aprista de Ayacucho fue el primero en denunciar al general Clemente Noel por abusos contra los DDHH. La confusión alcanzó también a la izquierda, donde algunos vieron con buenos ojos el alzamiento senderista.

En ese mismo momento, la izquierda legal estaba procesando una definición clave, porque estaba dejando caer la tesis de construir el socialismo previa destrucción del estado burgués. Hasta entonces, la izquierda había participado en elecciones como una táctica para acumular fuerzas en procura de una revolución. Recién estaba comenzando a entender que la democracia era una meta y no una simple etapa. Por ello, hubo cierta vacilación frente a Sendero.

Ahora bien, pronto el levantamiento de los seguidores del presidente Gonzalo revelaría su faz más negativa. Aplicando la táctica de batir el campo, Sendero usó la violencia más extrema contra autoridades locales para abrir paso a sus comités populares. Ahí comenzó el choque frontal entre SL y la izquierda ochentera. De acuerdo a las cifras de la CVR, la IU es el segundo grupo político en número de víctimas durante la guerra interna, solo detrás del PAP.

Esos muertos hicieron entender a todo el mundo. Personalmente vi caer buenos amigos y entregados camaradas, como Roberto Chiara por ejemplo, combativo dirigente sindical asesinado en la puerta de la fábrica Diamante donde trabajaba hacía muchos años. También fui amigo de María Elena Moyano y conozco el dolor de haber enterrado a gente muy cercana caída en atroces actos terroristas. En esos días he asistido e incluso colaborado en la organización de marchas contra el terrorismo y no despotrico ahora, cuando ya no hay enemigos armados a la vista.

Tampoco desconozco las historias feas del MRTA, ni los secuestros de empresarios ni los asesinatos de homosexuales en la selva. Pero también entiendo que el MRTA procuró respetar las leyes de la guerra y que por ello causó un número bastante menor de víctimas, el 1,5%, en contraste con SL, que provocó el 53% de los caídos en el conflicto, siempre según cifras de la CVR.

Ambos grupos estaban equivocados, porque la guerra interna no tenía justificación, vivíamos el renacimiento de la democracia y había que defenderla, no combatirla con las armas en la mano. Por ello, sus líderes fueron sentenciados a largas penas de cárcel que ahora están empezando a terminar. Una vez que termina la sentencia, el individuo que ha sido condenado recupera sus derechos y vuelve al mundo ciudadano. Esa noción es parte del Estado de derecho y no es invento de la izquierda.

Por ello, causa asombro que ahora se pretenda modificar la sentencia de los acusados por terrorismo e incluir un concepto extra: que después de cumplir su pena no puedan opinar. Si fuera parte de su sentencia todos tendrían que aceptarlo. Pero no es así. Sin embargo, un estridente coro denuncia la supuesta incoherencia de la izquierda frente a la cuestión del terrorismo porque, en su segundo número, la revista Ojo Zurdo ha incluido un artículo del ex dirigente del MRTA Alberto Gálvez. Un absurdo.

En la historia peruana hay numerosos casos semejantes que involucran a los macartistas de hoy. Por ejemplo, cuando salió de la cárcel el asesino de los esposos Miró Quesada, el senador Luis Alberto Sánchez le dio trabajo en su despacho. Otro, los asesinos del grupo Colina fueron amnistiados por Alberto Fujimori y no protestó ninguno de los fujimoristas que ahora se rasgan las vestiduras porque Gálvez ha escrito un artículo. ¿Doble moral? ¿La de quién?



 http://larepublica.pe/impresa/opinion/819743-la-cuestion-del-terrorismo



La pobreza y el regalón

César Lévano

No puede con su genio ni con su plata. Ejerce la costumbre de los gamonales andinos de mantener la pobreza, pero aliviarla con paños tibios para disimular, para reclutar fieles. Kenji Fujimori, el hijo del dictador que saqueó las arcas del país, ha sido descubierto con las computadoras en la masa.

Se ha confirmado que Kenji tiene tanto dinero que, en vez de preocuparse por que el Congreso adopte medidas contra el hambre y las carencias del pueblo y contra la delincuencia, se complació en repartir, la semana última, regalos personales a un colegio de San José de Baños, Huaral. Obsequió ahí computadoras, un proyector de cine, útiles escolares y dos televisores. ¿Habló a los maestros y los estudiantes sobre la amenaza de las bandas criminales que imperan en esa región?

Antes, a mediados de setiembre, visitó la provincia

Tinta del Cusco. En ese lugar donó pizarras, fotocopiadoras, carpetas, computadoras y televisores. Dado el volumen y lo costoso de esa donación, cabe preguntar: ¿ese cargamento fue pagado con dinero del congresista o provenía de almacenes del ministerio de Educación?

Hay que reconocer que el asistencialismo de los dueños del país ha evolucionado. Antes, en las campañas electorales y el día del voto, repartían pisco y butifarras. Ahora se remiten a lo electrónico.

Hace casi un siglo, José Carlos Mariátegui examinó y aprovechó los ensayos de Piero Gobetti, historiador y filósofo, que había estudiado la questione meridionale, es decir, la tragedia del sur italiano. Y señalado cómo las plebes menesterosas del sur campesino eran arrastradas a apoyar a sus amos mediante dádivas que no alteraban su miseria ni su conciencia. El Amauta aprendió de esa realidad y de esa experiencia.

Ese drama, que aún persiste en la Italia contemporánea, señala el papel del asistencialismo, forma menesterosa del populismo de derecha. Sabido es que Alberto Fujimori, que llenaba sus cuentas con millones de dólares robados, invertía unos cuantos soles para regalar bolsas de arroz y frijoles a muchedumbres ávidas.

Más de una vez he dicho y escrito mi crítica a “El sueño del pongo” de José María Arguedas. El personaje es el más sumiso de los indios, pero cobra en sueños su venganza. Creo que ahí asoma al rostro llorón y solitario del sumiso. Los justos libran, despiertos, luchas colectivas reclamando derechos.

 http://diariouno.pe/columna/la-pobreza-y-el-regalon/



Las transparencias

Luis Davelouis

Difícil no coincidir con los editoriales de Semana Económica respecto de lo que debe ser la línea editorial de un medio y su línea informativa, y cómo aquella debe estar basada en esta última y no al revés. Que un medio de comunicación que se precie de ser serio –o que aspire a serlo– se debe primero a la verdad que demuestran los hechos y no a lo que les gustaría que fuera a sus periodistas, editores o directores o a los amigos o familiares de estos.
Parece sencillo y quizás lo sería si las personas careciéramos de apegos, fobias, aversiones, simpatías y repulsiones.

Nunca me cansaré de repetirlo, porque es muy fácil de perder de vista: todas nuestras respuestas están –de un modo u otro– coloreadas por nuestras experiencias y las expectativas que estas crean. Y tan es así que, ante una situación idéntica, podemos tener reacciones diametralmente opuestas dependiendo de quién esté involucrado en ellas. Una variante del “para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”.

Por ejemplo, es muy fácil señalar a Carlos Moreno y decir que PPK es tolerante con la corrupción porque no lo botó de inmediato y, es más, intentó cabrear el asunto. Es lícito preguntarse si lo habrían denunciado si es que el audio con sus negociados no se hubiera hecho público. Pero de ahí a afirmar que PPK es igual de corrupto que Fujimori, que mantuvo a Montesinos 11 años a su lado contra viento y marea, es ridículo.

Lo mismo sucede ahora. La transparencia siempre es una buena idea porque da confianza y, así como se debe pedir la hoja de vida y los antecedentes penales y judiciales de TODOS los asesores y funcionarios del Ejecutivo, se debe pedir los de los asesores de los congresistas. Todos tienen un sueldo del Estado.


 http://peru21.pe/opinion/luis-davelouis-transparencias-2261823




Perú: Negociazos, rediseños y desafíos de la geografía política

Manuel Dammert Ego Aguirre


En estos días iniciales de noviembre 2016, a escasos 4 meses del nuevo gobierno de PPK, se marcan pugnas cruciales en los grandes agrupamientos del escenario del poder. Se va ensamblando la compleja nueva convivencia neoliberal entre PPK y FP, al tiempo que el poder económico privado acrecienta la directa administración del Estado. Ambos hacen frente a un masivo y ascendente poder de ciudadanía, que se expresa en el Frente Amplio y otras fuerzas políticas, y en el amplio movimiento social, que afirman el protagonismo ciudadano popular.

Primero, la captura del BCR. Este banco tiene un rol clave. El fujimorismo pretende imponer los tres representantes del Congreso (Rey, Chilmper y Cuba), violando los requerimientos de conocimiento, experiencia y solvencia moral, establecidos en la ley orgánica del BCR. El Poder Ejecutivo designa los otros y tendrá mayoría. Pero la violación de la ley transforma la composición del Directorio del BCR en un terreno de pugnas y canonjías, entre voceros de intereses particulares. Esto es gravísimo en una entidad que tiene a su cargo los millones de dólares ahorrados por el Perú en el Fondo de Estabilización Fiscal. Esta captura es muy grave ante las anunciadas crisis y modificaciones en el escenario financiero mundial multipolar.

Segundo, la captura de cargos estratégicos en la administración pública por representantes directos de las grandes empresas privadas. El símbolo de este enroque son “los negociazos” descubiertos que llevaron a la destitución fulminante del asesor presidencial en salud. Este caso es más que un síntoma: es la regla con la que se están organizando las principales áreas de la administración pública. Se encarga la Dirección de Inteligencia(DINI) a un exfuncionario de seguridad en empresas mineras. El Poder Judicial queda subordinado a la presión privada y la corrupción.

Tercero, la acentuada crisis del sistema político y social, ante la que se anuncia una “reforma” pero para cerrarlo aún más. Para este propósito se diseña hacerlo más dependiente del dinero privado y de la TV privada, elevar las vallas de firmas para excluir a nuevas fuerzas políticas, establecer sistemas para su concentración bipartidista (elección de congresistas en segunda vuelta presidencial, etc.). Para ello acentúan debilitar la descentralización (municipal y regional), dispersar los movimientos sociales (sindicatos, comunidades campesinas y originarias, asentamientos humanos, cooperativas, etc.), trabar los empoderamientos de las mypes y pequeñas empresas, así como debilitar los movimientos populares de cultura e identidad.

Las jóvenes y otros sectores democráticos convocaron una marcha a la Plaza San Martín contra la nueva repartija del BCR, símbolo de la arremetida lobista. Ayer la ciudadanía se movilizó para afirmar los derechos democráticos de la patria.


 http://diariouno.pe/columna/peru-negociazos-redisenos-y-desafios-de-la-geografia-politica/





Diego Salazar

Eric Smith, una cruz y la Casa Blanca

 Eric Smith tiene 34 años, una gorra descolorida en la cabeza, un anillo de castidad en el anular de la mano izquierda, una mochila a la espalda y una cruz sobre el hombro. No es una metáfora, la cruz no es una figura retórica que habla del sufrimiento ni el martirio de Eric; la cruz existe, tiene una ruedita en la base, mide casi dos metros y medio de alto, y reposa sobre el hombro izquierdo de Eric.

Hace ocho años, según cuenta, tuvo un sueño en el que vio a Jesús cargando su cruz, con el rostro magullado y ensangrentado, acercándose hacia él. “Lo tuve aquí –dice Eric poniendo la palma de la mano derecha a pocos centímetros de su cara– y me pidió que lo siguiera”.

Desde entonces, Eric recorre Estados Unidos con su cruz al hombro –“no a diario, eso sería una locura”– para hablarle a quien quiera escuchar acerca del amor de Cristo, de los sacrificios que –según le enseñó a Eric la congregación cristiana a la que pertenece, en Waco, Texas– realizó el hijo de Dios por la humanidad entera.

Así que hoy, 8 de noviembre de 2016, Eric lleva a cuestas su cruz en las inmediaciones de la Casa Blanca, para que “el Señor ilumine a todos en esta gran nación”. Eric ha visto al país tan dividido durante la campaña, a todos con tanto miedo, que sintió que su presencia era necesaria en la capital americana. “La gente tiene miedo, en ambos bandos, los que apoyan a uno y otro candidato, pero debemos recordar que Jesús está con nosotros, que su presencia nos ilumina”, explica.

Su plan es circundar la Casa Blanca con la cruz al hombro durante estos días claves. Empezó el 7 de noviembre, y planea estar aquí hasta el 9, cuando ya se sepa quién ocupará la mansión que mandó a construir George Washington a finales del siglo XVIII. “No se trata de quién ocupe la Casa Blanca, no se trata de quién gane, yo creo que ambos candidatos tienen valores sólidos, pero han hecho y dicho cosas que han puesto en guardia y asustado a mucha gente. Y yo solo quiero ayudar a tranquilizarlos, quiero traer algo de paz”, dice Eric.

Cuando le pregunto si ha votado, responde con una sonrisa aún más amplia; dice que sí, pero que no me va a decir por qué candidato. “No quiero que se mezclen las cosas. Si dijera por quién voté, podría malinterpretarse mi mensaje. Y mi mensaje es que este país es de todos, sin miedo, sin divisiones, gobierne quien gobierne, porque todos somos hijos de dios”. Amén.


 http://peru21.pe/opinion/diego-salazar-eric-smith-cruz-y-casa-blanca-2261843




¿Por qué no hay más Keiko?

Mirko Lauer

 Luz Salgado ha salido a justificar el bajísimo perfil de Keiko Fujimori en estos tiempos. Los argumentos: KF prefiere no quitarle protagonismo a Pedro Pablo Kuczynski, la coordinación de la bancada se hace mejor en la sombra, si aparece más será más criticada, incluso chancada. Hay más argumentos, pero estos son los más vistosos.

Sin embargo circulan versiones menos políticas, todas resumibles en que el decaimiento del ánimo producido por la derrota está demorando en disiparse. Esto estaría dentro de lo natural, aunque tres meses con ese malestar parece un plazo algo largo. No descartemos que esté decaída y a la vez dedicada a las coordinaciones partidarias.

Uno de los argumentos de Salgado contiene un problema adicional. KF suelta en plaza no solo quitaría protagonismo a PPK, sino también a la presidenta del Congreso. Así, la defensa de Salgado también podría estar buscando convencer a la propia KF de que lo que más le conviene es quedarse quieta un tiempo más.

Pero Salgado no está haciendo el trabajo de KF sino su propio trabajo, que no es fácil. Además de presidir el Congreso, tiene que ayudar a mantener el precario equilibrio de poderes actual, y ciertamente allanar su camino hacia la reelección en julio próximo. Aunque por el momento no parezca, hay rivales entre bambalinas.

Volviendo a KF, en general ser ex candidato de un partido derrotado no es una ubicación cómoda, al menos de cara al público. Los seguidores que sí fueron elegidos pasan a integrar un organigrama institucional, y el ex candidato no debe aparecer decidiendo por encima de él. Menos sobre un tablero político tan tenso como el actual.

Además una KF de alto perfil puede empezar a vivir el permanente riesgo de que el debate interno se exteriorice, de que las aspiraciones (que incluso ya son madrugadoras giras) electorales del hermano Kenji cuajen en un grupo activista. En este sentido un objetivo de su silencio parece ser demorar las cosas, en todo sentido.

Kenji Fujimori no da la impresión de ser un candidato viable para el 2021 o cualquier otro año. Pero sí puede funcionar como una carta de negociación para el llamado sector albertista, incluso desde las próximas elecciones regionales. Pero es difícil ver a los hermanos compitiendo en la feria de las banderolas.


 http://larepublica.pe/impresa/opinion/819741-por-que-no-hay-mas-keiko






Y el resto es silencio...
Sobre el largo silencio sísmico de Keiko Fujimori.


Augusto Álvarez Rodrich

 Se equivoca el político que cree que solo debe hablar en público cuando tiene asegurado el aplauso, pues comunicarse con la ciudadanía, en las buenas y en las malas, con una regularidad que cada quien sabrá determinar, debe ser un componente indispensable de su actividad.

Pero eso es lo que la presidenta del Congreso, Luz Salgado, ha dicho, precisamente, para justificar el silencio sísmico en el que se encuentra la presidenta de su partido desde que, en junio pasado, perdió la elección en el tramo final cuando la mayoría –empezando por ella– creía que ya tenía la presidencia en el bolsillo.

“Aparece de vez en cuando y está bien porque, si sale, la van a criticar por cada palabra que diga. No hay nadie que esté esperando algo bueno, sino algo para chancarla”, dijo Salgado sobre Keiko Fujimori.

Y agregó, el lunes en RPP, que si ella “empieza a declarar constantemente, dirán que le roba protagonismo al actual gobierno”.

En realidad, parece una exageración lo dicho por Salgado pues, si la mitad del país votó por Fujimori hace unos pocos meses, debe haber bastante gente interesada en oírla y no, precisamente, para chancarla, pero sí es correcta su apreciación de que un líder de la oposición, como sin duda es Keiko Fujimori, no puede estar “constantemente” en la vitrina. Ella debe dosificar sus apariciones.

Hay otras teorías más interesantes que la de Luz Salgado para explicar este silencio y Fernando Vivas planteó algunas el domingo en El Comercio, desde el silencio sísmico para acumular energía para movimientos futuros; la depresión post elección; o que no tiene nada que decir. O las tres anteriores, añadiría este columnista.

Si le conviene o no a Keiko Fujimori este silencio lo dirá el tiempo, aunque parece un error dejar las explicaciones abiertas para la especulación y para cualquier interpretación.

Mejor habría sido dar una entrevista para explicar cómo se conducirá en este lustro, y la manera como ejercerá su papel de lideresa de la oposición. Claro, es obvio que quien la entreviste también tendría que preguntarle por otras cositas como, por ejemplo, Joaquín Ramírez y los factores que determinaron su segundo fracaso electoral consecutivo.

Pero más allá de la conveniencia particular, todo líder político tiene la obligación de establecer canales de comunicación con sus seguidores y, en general, con la ciudadanía.

Miren nomás al alcalde Luis Castañeda, quien cree que lo único que vale son sus obras y que ‘el resto es silencio’, algo que le sirve para pasar piola pero que no es muy democrático.




http://larepublica.pe/impresa/opinion/819745-y-el-restoes-silencio







Del racismo a la indiferencia

Sigrid Bazán

 Esta semana salieron varios personajes, cada uno compitiendo por lanzar el peor comentario con respecto al terrible incendio en Cantagallo: desde falsedades hasta insultos racistas. Uno de ellos ha sido Phillip Butters, quien dio a entender en su programa radial que la comunidad de shipibos no tiene nada que hacer en Lima y que, por no ser limeños, nada tienen que exigir.

Como hija de familia cajamarquina, de parte de madre y de padre, y como limeña, no puedo más que expresar todo mi repudio frente a comentarios como esos. Esta es la lógica con la que varios ven a nuestro país, “cada quien donde le toca”. Si vas a la capital, cargas con un estigma propio y, claramente, no eres tratado de la misma manera.

Pero no nos olvidemos de que la máxima expresión de sinvergüencería ha venido de parte de la misma Municipalidad de Lima.

Para empezar, todo el dinero destinado a la reubicación de esta comunidad a través de un fidecomiso fue utilizado para el bypass de Castañeda. Lo principal, es decir, la plata, ya fue destinado a otros asuntos. De hecho, el regidor Hernán Núñez comentaba que, para poder usar este fidecomiso, la actual gestión tuvo que ponerle el nombre del proyecto “Río Verde” al bypass, para así poder realizarlo con los mismos fondos.

En segundo lugar, como ya varios sabrán gracias a la investigación de Daniel Yovera, la Municipalidad de Castañeda ordenó, a través de una adenda, la venta del terreno que había sido destinado para la reubicación de los shipibos. No hay plata, no hay terreno, no hubo ni hay intención alguna de hacer algo con una comunidad que vive más de diez años en el total abandono, sin agua ni desagüe y en condiciones precarias.

Sobre esto, Patricia Juárez ha dicho que sabían de la adenda pero que no saben quién la puso. Es decir, reconoce que la Municipalidad ha mentido en todas las reuniones después de firmado ese contrato: reuniones con la Defensoría del Pueblo (mintiéndoles), reuniones con los mismos shipibos (mintiéndoles). Conversando con todos ellos sobre la reubicación en Campoy, cuando dicho terreno ya estaba comprometido a venderse.

Hay muchas cosas que viene diciendo la Municipalidad para “defenderse”. Varias de ellas contra Susana Villarán y contra el proyecto de reubicación. Pero no hace falta estar del lado de Villarán para criticar a Castañeda. Lo que la gestión actual debe hacer es responder por todas sus mentiras e irregularidades. Aclarar por qué es que hay gente ahora mismo en Martinete que no es de la Comunidad Shipiba y que, aparentemente, no serían ni siquiera damnificados. No hay un padrón claro y toca seguir exigiendo a nuestras autoridades ser transparentes (¡no más mentiras!) y cumplir las funciones para las que fueron electas.


 http://larepublica.pe/impresa/opinion/819744-del-racismo-la-indiferencia




Ronny 4 - Justicia 0

Carla García

 El agresor de Lady Guillén, quien previamente ostentaba también el título de agresor de Fanny Alache y de Silvia Castro, no solo no ha recibido la pena de cárcel que debía corresponderle de acuerdo a la gravedad y persistencia de las agresiones hacia mujeres, sino que fue liberado y consiguió una nueva víctima.

Esta no es una noticia del espectáculo sino una noticia de actualidad nacional. Habla de cómo la ley protege al victimario y lo habilita para que esté libre de encontrar otra mujer vulnerable a quien dañar. Eso es violencia institucional. Nos enfrenta también al prejuicio de leer u oír “ellas se lo buscaron”.

La guerra aunque avisada, siempre mata gente. En este caso mata (o hiere de por vida) a mujeres que han sido educadas en una sociedad llena de violencia simbólica machista, en la cual solo eres mujer completa cuando tienes un hombre al lado, sin importar si te raja a golpes de cuando en cuando.

Resulta fácil juzgar conductas activadas por una tara que corre generación tras generación, que cuando debe ser rectificada y confrontada como dañina para que el resto de mujeres abran los ojos, no lo es.

Cuando la ley puede penalizar una conducta potencialmente asesina y contagiosa, no lo hace. Como recordatorio vemos a Ronny García todos los días en la televisión, facturando libre con la desgracia de sus ex parejas. Informándonos en su presencia mediática que en este país toma más de cuatro mujeres rotas por un único salvaje, que un juez actúe.


 http://larepublica.pe/impresa/la-contra/819824-ronny-4-justicia-0




Yellowgate shipibo-conibo

Gustavo Guerra

 Luis Castañeda Lossio tenía imagen de buen gerente. Ganó las elec­ciones para su tercer mandato en una Lima que quería que se culmi­nen las reformas iniciadas en el gobier­no de Fuerza Social, pero con un mejor timonel. Por ello, la aprobación de dichas reformas en las encuestas es tan gran­de como la aprobación del burgomaes­tre limeño. Sin embargo, un conjunto de errores están desnudando la baja capa­cidad de gobierno del municipio amari­llo. Es interesante la creciente ola de in­dignación que está generando su intento de vender el terreno de Campoy dado a conocer por una investigación elabora­da por Daniel Yovera.

Y es que no sólo genera mucha re­pulsa que se haya interferido política­mente negociando indebidamente la suspensión del proyecto Vía Parque Rímac durante la gestión de Fuerza Social, sino que la negociación “en la sombra” se haya realizado con el pre­sidente de OAS, encarcelado por so­borno. Es muy extraño que un alcalde, que debe ser el mejor amigo de la ciu­dad, les quite a los ciudadanos del Rí­mac los recursos para iniciar la ejecu­ción de un parque necesario para luego tratar de imponer una obra que los ve­cinos de 28 de Julio rechazan. Pero la noche le cayó al partido amarillo tras el incendio de las viviendas, mueble y ropa de la comunidad shipibo-coni­ba de Cantagallo.

Castañeda logró escapar sin mayores costos del escándalo de Comunicore y de la conexión Lava Jato-Bypass de 28 de julio, pero parece que el yellowgate shipibo-conibo será la marca que refleje la insensibilidad absoluta del alcalde con una comunidad de los pueblos amazóni­cos que se asentó en Lima, tras las mar­chas de los 4 suyos. Setenta horas tuvie­ron que pasar para que el alcalde visite a los afectados de Cantagallo. Una demo­ra tan indicativa como que sólo se quede en las sesiones del Consejo de Regidores de Lima, menos de 3 minutos, desairan­do constantemente a los representantes elegidos de la ciudad. Me alegra enorme­mente la solidaridad producida por per­sonas de todos los niveles socioeconó­micos con la comunidad shipibo-coniba de Cantagallo. Hay esperanza. El parti­do amarillo debe trasladarlos a Campoy. Lo pide toda la ciudad.



 http://exitosanoticias.pe/opinion-gustavo-guerra-yellowgate-shipibo-conibo/






La competencia, las fusiones y la OCDE

Enzo Defilippi

 El tema del control de fusiones ha entrado nuevamente al debate público, esta vez con el argumento adicional de que su implementación es un requisito para acceder a la OCDE.

Esto no es correcto. Implementar este mecanismo no forma parte del Programa País ni de ningún otro compromiso asumido por el Perú, por lo que no resulta exigible. De hecho, nuestro país ya es miembro del Comité de Competencia de la OCDE sin que ello haya sido considerado como requisito. Tampoco es una condición que se haya exigido a otros países.

Esto no quiere decir que tengamos poco por mejorar en materia de libre competencia. Para empezar, es necesario modificar el diseño institucional del sistema, el cual no garantiza un tratamiento imparcial de la evidencia. Hoy, un mismo órgano (la Secretaría Técnica) actúa como fiscal y secretario de los jueces (la Comisión de Libre Competencia), lo que implica que los mismos funcionarios que recomiendan acusar son quienes ponderan los descargos de los acusados contra sus propios argumentos. Como resultado, es usual que donde la Secretaría Técnica ponga el ojo la comisión ponga la bala.

El segundo reto es fortalecer el sustento técnico de las decisiones del Indecopi. En el caso que involucró al Jockey Plaza y a dos cadenas de hamburguesas, por ejemplo, la comisión consideró que un acuerdo de exclusividad impedía la competencia a pesar de que ello solo hubiese sido posible si este centro comercial fuese un monopolio; un supuesto que la simple observación obliga a desechar. En otro caso, donde no existían pruebas de un acuerdo de precios, se concluyó que la colusión era la única hipótesis que explicaba la evidencia del caso a pesar de que los involucrados vendieron al mínimo precio posible (como se esperaría bajo competencia) durante el período en el que habrían estado coludidos. Y la lista continúa.

Un tercer reto es reducir la excesiva duración de los procesos. La denuncia que dio origen al Caso Jockey Plaza, que recién culminó en setiembre pasado, data del 2007. Las investigaciones del caso de las farmacias, cuya primera instancia concluyó hace pocos días, se iniciaron en el 2009, y no se espera que la segunda culmine antes del 2019. Otros casos tienen calendarios similares.

Sobre implementar un mecanismo de control de fusiones, opino que no es conveniente. Por un lado, porque no hay evidencia de que mejore el bienestar de los consumidores a pesar de que se aplica desde 1914 en Estados Unidos. Y desde entonces, hemos aprendido que mientras las barreras a la entrada sean bajas, es poco probable que una fusión sea perjudicial (ya que aumentar precios incentiva la entrada de competidores). Por otro, porque la ciencia económica no cuenta con el instrumental para determinar objetivamente si una fusión beneficia o perjudica a la sociedad, lo que hace a estos análisis eminentemente subjetivos (todo depende de los supuestos utilizados). En un país de instituciones débiles como el Perú, la subjetividad incentiva el lobby y la manipulación estatal de las decisiones empresariales; paradójicamente, los enemigos más acérrimos de la libre y sana competencia.







 http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/competencia-fusiones-y-ocde-enzo-defilippi-noticia-1945113





Las acciones ilegales de Israel

Omar Chehade


Hace unos días, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) emitió una resolución que fue respaldada por la mayoría de países miembros. El documento condena al Estado de Israel por transgredir el derecho internacional y vulnerar permanentemente los derechos humanos de la población palestina, pidiéndole a dicho país ocupante que deje los territorios palestinos, y que ponga fin a las “persistentes excavaciones y obras en Jerusalén Oriental, en particular en la ciudad vieja y sus alrededores, y que prohíba todas esas obras, de conformidad con las obligaciones que le corresponden en virtud de lo dispuesto en las convenciones y resoluciones”.

En el punto 13 de la resolución de marras, y como no podía ser de otra manera, ante el atropello constante de la fuerza ilegítima ocupante (Israel), la Unesco lamenta el daño causado por las fuerzas israelíes, especialmente desde el 23 de agosto del 2015, en las puertas y ventanas históricas de la mezquita de Al Aqsa/Al Haram al Sharif, reafirmando la obligación de Israel de respetar la integridad, la autenticidad y el patrimonio cultural de la mezquita.

Sin embargo, algunos defensores del país opresor, en su afán de malinformar a la opinión pública internacional, trataron de ridiculizar a la Unesco y su resolución tildándola de “disparate” y de que existía en ella una larga lista de “supuestos” actos israelíes en contra de los palestinos.

Es bien sabido que pesan sobre Israel una serie de condenas históricas de diversos organismos internacionales, no solo por no cumplir con las decenas de resoluciones de las Naciones Unidas, sino por crímenes contra la humanidad, en los que se cuentan miles de víctimas civiles, en particular la muerte y las lesiones de civiles palestinos, incluidos niños, así como ataques y destrucciones de escuelas y hospitales como consecuencia de los bombardeos indiscriminados del ejército de Israel. En tal sentido, hablar como se ha esgrimido de “supuestos” actos israelíes contra los palestinos resulta de muy mal gusto y arbitrariamente sesgado.

Por otro lado, los críticos de la Unesco han señalado que la resolución (a la que califican de “locura política”) en esencia niega los vínculos del judaísmo y el cristianismo con los lugares sagrados de Jerusalén, poniendo en duda sus lazos con cualquier religión que no sea el islam. Nada más falso que lo aseverado en este acápite, pues en ningún extremo de la resolución se señala la inexistencia de vínculos históricos del cristianismo y el judaísmo con los lugares más sagrados de Jerusalén.

Por el contrario, en el punto tercero de la resolución se señala: “Afirmando la importancia de la ciudad vieja de Jerusalén y sus murallas para las tres religiones monoteístas”. Y para que no queden dudas, en el numeral 36 se expresa taxativamente: “Comparte la convicción afirmada por la comunidad internacional de que los dos sitios tienen importancia religiosa para el judaísmo, el cristianismo y el islam”.

Con la clara intención de desinformar al mundo, los sofistas defensores de la potencia opresora en su afán de victimizarla trataron de buscar aliados en los sectores cristianos, confundiéndolos para luego alarmarlos y así seguir buscando la impunidad de Israel. Pero como la verdad siempre se abre paso, poco a poco han ido perdiendo peso sus estrategias, pues el mundo civilizado siempre preferirá el reino de la paz y la justicia a través de la defensa del Estado de derecho, abogando de manera irrestricta por los derechos humanos y anteponiendo a la persona como fin supremo.

Finalmente, ante la negativa de la potencia ocupante, la resolución de la Unesco hace muy bien en preocuparse de llevar a cabo la misión de monitoreo reactivo a la ciudad vieja de Jerusalén y sus murallas, que al igual que Belén tiene un régimen especial, pues ningún país, ni Estados Unidos (su principal aliado), la reconoce como capital de Israel.

 http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/acciones-ilegales-israel-omar-chehade-noticia-1945104






¿Dónde estás tú?

Gonzalo Portocarrero

 El concepto de “construcción social” define el pensamiento contemporáneo. Desde su impronta se revisó, criticó y transformó a muchas de las instituciones que eran asumidas como “naturales” y eternas, inmodificables. Así, por ejemplo, la esclavitud fue redefinida. De ser considerada un vínculo justificado por Dios y la desigualdad natural entre razas, pasó a ser valorada como una práctica infame que debería ser abolida, pues era una “construcción social” a través de la cual los poderosos y desalmados se apoderaban de los cuerpos –e intentaban lo mismo con las mentes– de la gente más vulnerable, en especial la población africana.

Otro tanto ocurre con la institución patriarcal que jerarquizó los sexos, colocando al hombre en un lugar de privilegio en función de su fuerza física y lo “estratégico” de sus capacidades en contraste con una supuesta simpleza femenina. El movimiento feminista ha “desnaturalizado” la jerarquía de los sexos, haciendo visible que la valoración negativa de la diferencia femenina corresponde a un deseo injustificable por validar la explotación y el abuso de las mujeres.

La perspectiva de la “construcción social” se fundamenta en el desarrollo del racionalismo y su afán por seguir preguntando, sin dejarse intimidar por los defensores de la arbitrariedad y sus apelaciones a supuestos mandatos divinos o leyes naturales. A partir del siglo XVIII, se bosquejó un horizonte optimista: gracias a la ciencia, el espíritu humano podría conducir al establecimiento de una sociedad justa, progresiva y solidaria. El otro pilar de esta perspectiva viene del romanticismo, especialmente de Rousseau, de la idea de que no existe una naturaleza humana, por lo que el principal límite para la felicidad es la capacidad de imaginarla.

Pero ahora las cosas están cambiando. La multiplicación del mal en el mundo hace inevitable constatar que la criatura humana está internamente desequilibrada. La acción no depende solo de lo voluntario sino también de motivaciones inconscientes que apenas conocemos. El mal nos fascina y arrastra de manera que la clásica imagen hobbesiana de “el hombre es el lobo del hombre” ha recobrado una actualidad que se percibe en el pesimismo de la época y en las fantasías pos-apocalípticas que se escenifican en las pantallas. Me refiero especialmente a las películas de zombis que representan una metáfora extrema pero significativa de la realidad del mundo de hoy.

La situación se agrava en los países más secularizados, donde la religión ya no es el relato que pone orden en el mundo y sentido en la vida. En este sufrido desconcierto se pierde de vista que el sacrificio, la culpa y el amor pueden seguir fundamentando vínculos que hacen significativa y luminosa la existencia humana. No se trata de entender el sacrificio a lo mártir, como una postergación automática del propio deseo, a cambio –quizá– de sentirse moralmente superior. Pero sí de una disposición a evaluar y, eventualmente, priorizar la necesidad del otro. Mucho de eso hacemos todos los días. Pero la ideología de la época nos manda a ponernos, siempre, por delante. En cuanto a la culpa hay que evitarla pues termina siendo autodestructiva. El déspota feliz es una figura falsa, aunque hoy atractiva, pues hacer el mal revierte en odio hacia sí mismo que difícilmente puede ser contenido por los intentos de autoengaño. Es el caso del feminicida que dice “la maté porque me estaba dejando y yo no puedo vivir sin ella porque la amo demasiado”. Una mentira en la que él no cree pues el amor supone el respeto, no ver al otro como propiedad. De ahí que el criminal suela confesar su culpa y aceptar su castigo.

Y el amor es, desde luego, el germen de la plenitud alcanzable por la criatura humana. No un amor romántico, idealizado, de esos que rápido se quiebran. El amor se funda en una comunicación abierta que renueva el entusiasmo del encuentro con el otro. Amar nos hace sentir bien pues gozamos de un espacio de ayuda mutua. La sinceridad reflexiva nos puede acercar y hacernos crecer juntos.

A la enorme fuerza del odio, que nos lleva a la amargura, solo podemos tratar de contraponer la aspiración a perdonar y amar. Aunque, finalmente, se trata de una decisión personal; de allí el título de este artículo. Pero no hay otra forma de impedir el regreso del salvajismo que hoy hace estragos por todas partes.


 http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/donde-estas-tu-gonzalo-portocarrero-noticia-1945098





El lado oscuro de la conciencia judía: la fabricación del antisemitismo

Lillian Rosengarten

 Dedico este artículo a Hajo Meyer (1924-2014) antisionista, activista político, sobreviviente de Auschwitz y héroe en la lucha por la libertad de Palestina. Sus palabras me han informando y sus acciones consuelan mi pesar.

"Un antisemita solía ser una persona a la que no le gustaban los judíos. No soy antijudío. Soy antisionista".

 “El sionismo no tiene nada que ver con el judaísmo".

 El sionismo siempre ha equiparado cualquier crítica con el antisemitismo, deslegitimación o algo peor. Sirve de propaganda para mantener la ilusión de los judíos como "víctimas". Los ultranacionalistas que creen en su superioridad moral crean terror político con el fin de silenciar y negar.

Quién podría imaginar en 1945 tras la derrota de la Alemania nazi que habría, unos pocos años más adelante, una extraña escalada, una extensión tóxica del antisemitismo inflamada en parte por un país con dos caras. Una cara dice que es "la única democracia en Oriente Medio" mientras la otra cara se involucra en una agenda que abarca una ocupación genocida que se extiende a lo largo de tres generaciones de niños palestinos nacidos en cautiverio. Esta es la cara del sionismo con su sueño de un Estado judío para los judíos solamente, con "los palestinos no permitidos". Hay un alter ego donde la verdad se oculta tras todo tipo de negaciones. Una dolorosa verdad que muchos aún no pueden aceptar: la realidad que salta a la vista. Es la agenda del sionismo israelí que inflige los horrores de la privación de derechos y el genocidio de toda una población de palestinos no deseados, odiados y considerados "inferiores".

Es imposible para este judío alemán evitar una comparación entre la falta de voluntad de los sionistas israelíes para abrazar a la humanidad de los palestinos como seres humanos como ellos mismos con los aspectos de la búsqueda nazi de una Alemania racialmente pura.

¿Quién habría imaginado tras el final de la Segunda Guerra Mundial que una vez más la manipulación emocional similar al terrorismo interno podría crear con éxito una nueva cultura de miedo e histeria dirigida a los judíos? Lo que se aprovecha es la histeria profundamente arraigada que permanece inactiva dentro de la conciencia judía. Es aquí donde los temores de aniquilación y la victimización se agazapan prestos a ser encendidos. La intención sionista es reunir a los judíos de todo el mundo para apoyar y vivir en el "Estado judío", utilizando este poderoso mensaje como adoctrinamiento. Hemos oído manifestar: un Estado judío es el único lugar del mundo donde los judíos pueden estar a salvo y no ser más víctimas.

No puedo estar presente allí como judío. Como refugiado me identifico con los palestinos desplazados sin hogar, refugiados obligados a huir de sus tierras y hogares destruidos para ser ocupados y rodeados de prisiones, muros, puestos de control militar armados y asentamientos ilegales. Debido a que en 1948 el sionismo fue fundado sobre una ideología racista de superioridad del "pueblo elegido", debo plantear algunas preguntas obvias.

Habiendo sido los propios judíos víctimas, ¿eso da derecho moral a ocupar y privar de derechos a otro pueblo? ¿Por qué no han aprendido nada? Más urgidos por el momento, ¿cómo es que el antisemitismo se utiliza para defender la agenda sionista? Existen profundas implicaciones psicológicas para ser exploradas, estudiadas y escritas y ser discutidas abiertamente con el fin de llevar la luz a un abismo moral insoportable.

Nosotros, los que somos antisionistas y no antijudíos y/o somos nosotros mismos judíos, debemos resistir los peligrosos intentos para desacreditar a la oposición mediante la promoción de un "falso" antisemitismo para intentar borrar la realidad de la violencia racista sin fin contra Palestina y los palestinos. Esta forma de terrorismo doméstico utiliza no sólo la culpa del Holocausto, sino que miente con el fin de justificar y/o mantener una ocupación ilegal y brutal. Creo que discutir si existe o no el antisemitismo es una cuestión espuria y que nos hace perder nuestro enfoque. El aumento del antisemitismo es real. Hay una parte que me molesta más profundamente y es el uso que se hace para oscurecer la verdad sobre un régimen desquiciado y violento que ha creado la Nakba palestina. Eso no es pretender que no existe un verdadero antisemitismo que se está extendiendo por medio de la islamofobia. Tal vez el propio sionismo es antisemita porque discrimina a los semitas e incluye a los judíos mismos. El sionismo no es una religión, sino un movimiento político. Trabajar por la justicia y el fin de la ocupación no es antisemita.

Quiero hablar de un incidente que tuvo lugar recientemente en el Bard College con el fin de ejemplificar mi discusión anterior. "Los que apoyan a Israel s se niegan a compartir el escenario de Bard con Dima Khalidi y reproducen los estereotipos acerca de que los judíos huelen mal", publicado aquí el 24 oct de 2016.

Hannah Arendt, de quien lleva el nombre el Centro de Bard para la investigación intelectual, declaró que la libertad de expresión está en el centro del discurso político. Añadió que sólo en la libertad de nuestro hablar sobre el tema de discusión el mundo hace emerger su objetividad y la visibilidad desde todos los ángulos.

¿Era consciente el organizador de "Real Talk", Roger Berkowitz de que estaba reprimiendo la libertad de expresión y el intercambio intelectual cuando no pudo ponerse de pie en contra de la descabellada demanda de Kenneth Marcus de no aparecer junto con Dima Khalidi? ¿Por qué? ¿Alguien que apoya el BDS debe ser antisemita? Marcus nos ha mostrado una vez más la cara del odio reciclada una y otra vez por la propaganda y la agenda racista del sionismo.

¿Qué hubiera llevado al profesor Berkowitz para romper el silencio y manifestar "no, eso no es aceptable"? ¿Qué le detuvo, el miedo? ¿La respuesta de los donantes judíos ricos? Me siento ofendido por el vergonzoso comportamiento de Kenneth Marcus. Esta es la antítesis de todo lo que Arendt creía.

Es irónico y extravagante que Marcus haya fundado hace varios años el Centro de Brandeis Louis para los Derechos Humanos conforme a la ley para combatir el antisemitismo. Declara que es un defensor de la libertad de expresión. Sus afirmaciones acerca de que el movimiento no violento y de gran alcance BDS con gritos de antisemitismo para aplastarlo y destruirlo son falsas y peligrosas. Con la intención de inflamar compara el BDS (en palabras de Marcus “preexterminio") con los boicots nazis a las tiendas judías en la década de 1930, una comparación verdaderamente ridícula utilizada para expandir el miedo. Kenneth Marcus muestra el verdadero rostro y la fealdad del sionismo y en este caso su total desprecio y distorsión de Dima Khalidi, una mujer palestina-estadounidense, abogada y activista por los derechos humanos de los palestinos. Marcus tuvo éxito en detener toda discusión con gritos de antisemitismo lanzados imprudentemente una vez más.


 http://mondoweiss.net/2016/10/consciousness-manufactured-semitism/




Triunfo de Trump: el ‘momento Polanyi’

MANOLO MONEREO

 De nuevo se han vuelto a equivocar. Esta vez masiva y sistemáticamente. Es una muestra más de la incapacidad de liberales y social-liberales para entender lo que está pasando. Aquí se juntan todos una vez más. Es la acusación enésima de populismo, de extrema derecha y de sedicentes llamamientos a la unidad de todos frente a un rechazo social que crece y se multiplica. En momentos como este, nada hay peor que un progresismo bien pensante incapaz de conectar globalización capitalista con políticas neoliberales y pérdida de poder y condiciones de vida de las mayorías sociales.

Lo vienen repitiendo desde hace meses: son los sectores atrasados del campo y de la ciudad los que se oponen al progreso, frenan el futuro e ignoran las leyes irrefutables de la economía del mercado, de la competitividad y el libre comercio. De nuevo tienen que enfrentarse a lo evidente, que esta globalización tiene ganadores y perdedores, que en el sacrosanto occidente euro-norteamericano, las mayorías sociales están perdiendo derechos laborales y sindicales, que las desigualdades se incrementan salvajemente, que los jóvenes tienen bloqueado el futuro y que la democracia ha sido capturada por la plutocracia capitalista. La izquierda liberal, la socialdemocracia dominante es parte del problema y la gente lo sabe. No hay que irse muy lejos: en el PSOE de hoy no cabe ni Pedro Sánchez.

Ahora viene el rasgarse las vestiduras, el repetir el mantra de siempre y descalificar sin más a Donald Trump. Para muchos de nosotros, el resultado electoral norteamericano no ha sido una sorpresa. Primero, porque Hillary Clinton representaba lo peor de la política norteamericana, es decir, la subordinación a los poderes económicos e intervencionismo militar en todas partes y a gran escala; en segundo lugar, como han venido diciendo autores nada radicales como Rodrik, Stiglitz y hasta el mismo Krugman, lo que está en crisis es la globalización capitalista en su conjunto. Por eso, muchos llevamos años hablando del “momento Polanyi”, es decir, de la reacción de la sociedad y el Estado frente al creciente control de un mercado “autorregulado” dirigido por los oligopolios transnacionales capitalistas.

Muchos no sabrán quien era Karl Polanyi, un hombre nacido en 1886 y muerto en 1964. Recientemente, la editorial Virus ha reeditado La gran transformación, su libro fundamental, en la venerable traducción de Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría. Polanyi se formó en la mejor cultura austro-húngara en su momento de mayor esplendor y decadencia; fundador de la antropología económica, estudió con mucha profundidad las relaciones entre la economía, la sociedad y el Estado. La tesis fundamental de su libro –espero que se me perdone el esquematismo– es que lo nuevo que aportaba el capitalismo, lo que él llamaba la “utopía liberal”, era la tendencia irresistible de éste a la mercantilización total de las relaciones sociales; el mercado autorregulado era el medio y el objetivo para subordinar a la sociedad y al Estado a la lógica de la acumulación capitalista. La clave que hacía esto factible era convertir en mercancías (pseudomercancías) tres cosas que realmente no lo eran: la fuerza de trabajo, la naturaleza y el dinero.

La “hipótesis Polanyi” es que hay un movimiento cíclico, lo que llamaríamos un ciclo antropológico-social, caracterizado por la implementación de políticas radicales promercado y la reacción de la sociedad ante ellas y, sobre todo, a sus enormes sufrimientos sociales. Habría un ciclo A de ejecución y un ciclo B de respuesta. La globalización capitalista vive ya en este ciclo. Ha habido una primera etapa de globalización triunfante, de liberalización progresista y de una coalición cosmopolita de clases en favor de ella. Desde la crisis del 2007 estamos viviendo una fase B, es decir, una insurrección global plebeya, nacional popular –de nuevo perdóneseme el esquematismo– contra una globalización percibida ya como depredadora, alienante y crecientemente incompatible con los derechos sociales, con la democracia y, más allá, con la dignidad humana.

La “hipótesis Polanyi” siempre entendió que el socialismo como movimiento histórico fue, en muchos sentidos, la respuesta de la sociedad al mercado autorregulado capitalista, pero entendió que el fascismo era también una respuesta de esa misma sociedad. En el fondo, algo que vemos cada día, la exigencia de la sociedad, de los hombres y mujeres concretos, de protección frente a los poderosos, frente a la oligarquía, frente a un mercado que nos somete a su lógica implacable. El Estado social fue un intento de síntesis entre un capitalismo regulado y embridado estatalmente y unas aspiraciones sociales que exigían pleno empleo, seguridad y derechos sociales y sindicales. Esa etapa terminó con la globalización neoliberal y llevamos casi treinta años soportando sus consecuencias.

Resumiendo, lo que está en crisis es la globalización capitalista y, como siempre, esto tiene, al menos, dos salidas: hacia el autoritarismo oligárquico o hacia la democratización social. En medio, no hay ya nada, solo las lamentaciones de unas viejas izquierdas sindicales y políticas que se hicieron neoliberales y que ya no son capaces de entender la sociedad y, mucho menos, de transformarla. El asunto no ha hecho otra cosa que empezar.


 https://www.cuartopoder.es/cartaalamauta/2016/11/09/el-triunfo-de-trump-el/535



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