De
tijeras y desarrollo
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Richard
Webb
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Una de las figuras más efectivas que tiene
el economista para explicar por qué sube o baja algún precio es la
comparación con las dos cuchillas de las tijeras. Una cuchilla representa la
demanda, otra la oferta. Por sí sola, ninguna de ellas determina el precio.
Para explicarlo, es necesario tomar en cuenta las dos cuchillas, y cómo
interactúan. Recordaba esa figura mientras leía el nuevo estudio del
economista Efraín Gonzales de Olarte, “Una economía incompleta, Perú
1950-2007”.
Desde hace varias
décadas las explicaciones de nuestro subdesarrollo se han remitido a
identificar diversas deficiencias nacionales relacionadas con la capacidad de
oferta, como la educación, el ahorro, la confianza interpersonal y la
deficiente gestión del Estado. Gonzales se preocupa, más bien, de identificar
como causa del subdesarrollo una deficiencia no de oferta sino de demanda. El
camino exploratorio que sigue consiste en zambullirse en los detalles del
teje y maneje de la producción.
El instrumento que
usa son las tablas de insumo-producto, contabilidad inventada hace ochenta
años por el economista ruso Wassily Leontief. El autor rescata las varias
tablas de insumo-producto calculadas para el Perú desde los años sesenta, y
la presentación de esos resultados estadísticos ocupa la mayor parte de su
libro. Lo que descubre, primero, es que mayormente cada sector y región baila
con pañuelo propio, y segundo, que esa característica es de larga data y
tiene pocos signos de cambio. El bajo nivel de integración productiva viene a
ser lo que el libro denomina una “economía incompleta”, la que explicaría dos
de las grandes limitaciones nacionales, la falta de dinamismo económico y la
persistencia de la desigualdad. Según Gonzales, una forma de mejorar el
desempeño nacional consistiría en crear más integración productiva dentro del
país. Así, cada sector y región se volvería una fuente de demanda para la
producción de otros sectores y regiones.
El argumento viene
a ser un regreso a las ideas originales de la teoría del crecimiento
económico. Las ideas de los economistas pioneros, como Paul Rosenstein-Rodan
y Albert Hirschman, buscaban principalmente estimular la demanda, el primero
en base a la coordinación de inversiones para lograr un crecimiento
balanceado, y el segundo a través de las vinculaciones entre actividades para
que cada inversión se vuelva un estímulo para otras inversiones. Sin embargo,
esas ideas originales basadas en la demanda fueron reemplazadas luego por
propuestas centradas más bien en la capacidad de oferta, en especial por el
descubrimiento de la importancia de la tecnología, del conocimiento y de la
competitividad. Hoy, el péndulo teórico ha empezado a volver hacia los temas
de demanda, como se aprecia en el estudio de Gonzales y en otros
planteamientos que enfatizan los detalles de la estructura productiva, en
particular la diversificación. Pero, al final, el crecimiento será un
resultado de la interacción de las dos cuchillas de las tijeras, tanto de
mejorar la capacidad de oferta como de potenciar la demanda.
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http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/tijeras-y-desarrollo-richard-webb-noticia-1944524
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¿Cómo
vamos en el frente externo?
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Alan
Fairlie
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Los primeros 100 días del gobierno en
política exterior, permiten identificar iniciativas importantes y otras en
las que habría que andar con cuidado.
Fue positivo que
el primer viaje de estado fuera a China, y no a la superpotencia como algunos
esperaban. Fortalecer la alianza estratégica con China, es esencial en
cualquier esquema que busque fomentar la multipolaridad. Además, por la
propuesta de buscar darle mayor valor agregado incluso a las actividades
primarias (como minería), tratando de diversificar las inversiones asiáticas.
También, porque se trató el tema del TPP de forma equilibrada, y la búsqueda
de la convergencia en APEC, de los mega-procesos que tanto EE.UU como China
impulsan.
Ha habido
iniciativas que ratifican la importancia de los foros multilaterales y la
presencia del país en ellos, particularmente en lo referido a cambio
climático, la OMC, la solución pacífica de controversias. Esto se explicitó
en el discurso presidencial en Naciones Unidas. EL nombramiento de
embajadores de carrera en destinos clave, parece ratificar esta voluntad.
Respecto a las
relaciones vecinales, muy importante y positiva la reanudación de gabinetes
binacionales con Ecuador, Bolivia y Colombia. Se tratan temas sustantivos y
deben tener mayor protagonismo y recursos nuestros gobiernos regionales,
nuevo rol en las relaciones fronterizas definidas en estas agendas de
trabajo. Preocupante las visitas y anuncios respecto a Chile sobre venta de
energía y temas relacionados, cuando hay aspectos relacionados al Fallo dela
Haya que no se han completado y no se ha resuelto el asunto del denominado
“triángulo terrestre”.
Deberíamos
relanzar la relación con Brasil, la que tuvo cierto enfriamiento por diversos
acontecimientos que se presentaron durante la administración anterior. Por
motivos varios, nos parece crucial profundizar ese vínculo de manera
prioritaria.
Se ha puesto
énfasis en la Alianza del Pacífico, no se ha mencionado la necesidad de
buscar una convergencia con los otros procesos de integración o foros
regionales como CAN, Mercosur, UNASUR, CELAC. Respecto al TPP hubo posición
más distante al comienzo, luego de impulso. No sería adecuado forzar su
aprobación antes que en EE.UU, donde los dos candidatos presidenciales han
sido críticos. Sin EE.UU, no hay TPP.
Otros países,
incluído nuestro vecino del sur, han tenido posiciones más prudentes, como
también en el caso de Venezuela. Así, mientras sus cancilleres emitían un
pronunciamiento saludando el diálogo y haciendo votos por el éxito de la
mediación papal y de UNASUR, el Presidente quedaba aislado y descolocado
apelando a la cláusula democrática.
Tenemos una
brillante oportunidad en la próxima Cumbre de APEC, para fortalecer vínculos
bilaterales con China, Rusia y los líderes que nos visitan. Mejorar nuestra
proyección en el escenario internacional, debe ser una política de estado.
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http://diariouno.pe/columna/como-vamos-en-el-frente-externo/
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Esa
derecha, no va derecho
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Jorge
Millones
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Hubo una época en
el Perú en que la democracia no era considerada la sagrada panacea que hoy
parece que es. La derecha actuaba y protegía sus negocios gracias a golpes de
Estado y dictaduras militares con la simpatía de algunos sectores populares
que desde antaño les gustó “la criollada” y “la mano dura”, esos que hoy
estarían felices oyendo los programas de Phillip Butters o Aldo M. Por su
lado la izquierda, asumió el dogma de la dictadura del proletariado (otra
dictadura, al fin y al cabo) o métodos como el de la lucha armada para
acceder al poder y repartir justicia. Pero el combustible de esta ideología
fue siempre un rencoroso revanchismo cuya chispa encendió lo peor de la
derecha provocando un gran incendio de odio generalizado cuyo denso humo
todavía no nos deja vernos como en realidad somos.
LAS COSAS COMO SON
Ni la derecha, ni
la izquierda tenían a la democracia y sus valores como su primera opción. Esa
es y ha sido la verdad, y en este breve periodo democrático posfujimorista no
es que de pronto hayamos cambiado y seamos una sociedad más justa,
reconciliada y democrática, simplemente es que no queremos volver a
desangrarnos y matarnos entre nosotros mismos. Pero como ya advirtió Flores
Galindo, en el Perú se sigue venerando una larga tradición autoritaria, no
importa de qué color o ideología.
Hasta los años
ochenta ser de izquierda implicaba considerar la posibilidad de enrolarse en
un grupo subversivo y pasar a la clandestinidad, era lo “normal” y se vivía
conspirativamente, con nombres falsos, casi como agentes secretos. Ser de
derecha implicaba apoyar al general de turno, ser parte de un partido
conservador y católico denunciando la “sempiterna conspiración roja que
acechaba”, que en esa época sí acechaba.
Bueno, las cosas
cambiaron, después de la dictadura fujimorista (que fue derechista, no lo
olvidemos) y tres décadas de ausencia, la izquierda no considera más la vía
violenta. Hoy las nuevas generaciones aborrecen el método terrorista y se
realizan elecciones primarias para elegir candidatos. Para la izquierda de
hoy la democracia ya no es una “cosa burguesa”, tampoco es solo ir a votar,
sino una forma de gobernar y ordenar la vida social.
Pero claro,
siempre habrá una minúscula facción radicaloide y antidemocrática que nos
recordará la prehistoria de la izquierda y que jugará en pared con los medios
concentrados de la DBA para “denunciar” alguna “conspiración rojete”. Pero en
general, y para bien, la izquierda hoy es democrática. Es un gran avance.
EL MATÓN REPITENTE
Lamentablemente, y
lo digo con sincero pesar, la derecha sigue igual. La derecha en el Perú no
es democrática, pues siguió haciendo negocios incluso con narcos y ladrones
durante el fujimorismo y no le importó.
Continúa viendo
conspiraciones “terrucas” en todas partes para evitar que el adversario sea
visto como una opción de gobierno seria, está en contra de los derechos de
las mujeres, de los indígenas, de la comunidad LGTBI, de un Estado laico,
protege monopolios y todavía convive con la corrupción.
No es una derecha
liberal, republicana cuyas élites tengan un proyecto de país, no. Es una
derecha depredadora, conservadora, oportunista, antinacional, muchas veces
“lumpenizada” y en cuyas prioridades no está el bien común, no está el Perú.
LO QUE UN DÍA FUE
NO SERÁ
Las opciones
izquierdistas que optaron por la violencia armada (en su forma de guerrilla o
en su forma terrorista) fueron derrotadas, y con el encarcelamiento de
Fujimori, también fue derrotado el terrorismo de Estado, sí, no se
escandalice, Fujimori está preso por violaciones a los Derechos Humanos
producto de políticas de exterminio, eso también es terrorismo. Ni los que
mataron con un coche-bomba ni los que usaron al Grupo Colina y los siguen
reivindicando, tienen autoridad moral para hablar de democracia.
La llamada
“derecha bruta y achorada” no quiere que la izquierda siga evolucionando,
renovándose y asumiendo los retos del nuevo tiempo, prefiere a la izquierda
violenta y rabiosa porque así justifica su propia existencia. Detesta la
renovación del discurso y las formas democráticas que hoy ha desarrollado la
izquierda, porque ellos son incapaces de renovarse y dejar su matonería.
LA PAJA EN EL OJO
ZURDO
Esa derecha es la
que nos quiere dar “lecciones de democracia”; como es incapaz de debatir
seriamente (miren nomás sus voceros desde Becerril, hasta Barba, pasando por
algunos “periodistas” que más parecen fujitrolls) recurren al “ventilador
marca Montesinos” para tirar barro.
Es lo que está
pasando con la revista de izquierda Ojo Zurdo, que esta semana ha sido
víctima de los ataques de “Sin Medias Tintas” y “Buenos días Perú”. En ambos
casos se presentaron “reportajes” dirigidos, sesgados y, sobre todo, cargados
de mentiras cuyo objetivo era vincular a la revista con el terrorismo a
partir de un artículo.
Sí, uno, de más de
treinta escogieron uno en especial escrito por Alberto Gálvez Olaechea
(exmiembro del MRTA) que cumplió su condena y hace muchos años deslindó con
esa agrupación y sus métodos, que hace muchos años viene escribiendo y
participando de los debates de las izquierdas, que pidió perdón públicamente
y que tiene todo el derecho a expresarse.
Pero, sobre todo,
Ojo Zurdo tiene derecho a ser una plataforma de expresión que no se someta a
ningún tipo de presión mediática, difamaciones o calumnias. Libertad de
expresión le llaman y es uno de los pilares de la democracia. ¿Sí o no?
Señores del Consejo de la Prensa Peruana.
Como el propio
Augusto Álvarez Rodrich (a quien no pueden acusar de izquierdista y mucho
menos de emerretista) lo dijo, el señor Gálvez Olaechea no solo cumplió su
condena, sino que, ha deslindado, criticado y pedido perdón de los delitos
que cometió el MRTA (cosa que no han hecho senderistas, ni fujimoristas.
Caramba qué coincidencia). Ha publicado libros y ganado premios, no es el
demonio, más bien, alguien con quién vale la pena debatir justamente para no
caer en la tentación de resolver los conflictos asesinando gente.
Pero la derecha
peruana prefiere meter miedo, empujar, gritar, insultar, meter manazos,
atarantar al público y a la vez, hablar de democracia y paz. Pregona libertad
de expresión, pero para hacer oligopolios y difamar al adversario, pregona
libre competencia, pero concertan precios por lo bajo, y mientras no les
toquen sus beneficios económicos y sus privilegios de clase, pregonan
“democracia”. Ven la paja ajena en otros países, pero no el leño humeante que
nos quedó en los ojos producto de nuestra propia y sangrienta historia.
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http://diariouno.pe/columna/esa-derecha-no-va-derecho/
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Cápsula
de tiempo
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Mirko
Lauer
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Por más de un siglo el diario completo de
Heinrich Witt ha sido uno de los secretos académicos mejor guardados sobre el
siglo XIX peruano. El comerciante alemán establecido en Lima legó a su
familia política peruana una crónica escrita en inglés que ahora Ulrich
Mücke, de la universidad de Hamburgo, ha publicado en 10 tomos, con unas
7,000 apretadas páginas.
Witt comenzó su
tarea en 1824 y le puso punto final en 1890, dos años antes de su muerte. Vio
a Simón Bolívar en una reunión social arequipeña en 1825, y fue testigo de la
guerra del Pacífico desde la capital. Nada importante en la vida del país, y
en su vida personal, escapó a esta mirada de diarista informadísimo y
ecuánime.
Los estudiosos que
conocieron el manuscrito, como Jorge Basadre o Pablo Macera (una selección
suya en un tomo apareció en castellano, en 1987), vieron en él una fuente
única para entender mejor el siglo post-independentista. Macera habla de “una
imagen insólita del Perú, mucho más compleja, dinámica y global de lo que
revelan otros testimonios”.
El libro es en sí
mismo una obra multifacética donde se encuentran la autobiografía, el
comentario de hechos políticos y económicos locales de importancia, el
registro de noticias del exterior, bitácoras de numerosos viajes, una
permanente crónica social y de la vida familiar, y el ocasional chisme, todo
circunspectamente transmitido.
A pesar de su
profundo arraigo en la peruanidad, la perspectiva de Witt mantiene siempre
una cierta distancia europea, un tono de imparcialidad frente a lo que
presencia, que es algo más que un rasgo de estilo. Por ejemplo, sobre Bolívar
mismo no opina, pero advierte en él “un gran parecido con los grabados del
general [austrohúngaro] Pappenheim”.
Los tomos serán
presentados en la Biblioteca Nacional este jueves 10, por Heraclio Bonilla y
el propio Mücke. The Diary of Heinrich Witt ahora está mucho más disponible
que antes, aunque el precio de la obra impresa bordea los US$ 1,100, y el de
la edición en línea va más o menos por allí. Se trata, pues, de una colección
para ser consultada en las bibliotecas, apenas llegue allí.
El inglés de Witt
es eficiente, y la lectura es entretenida, para quien tenga algún interés por
la historia nacional. Dos direcciones para interesados y compradores:
http://heinrich-witt.de/ y http://www.brill.com/products/reference-work/heinrich-witts-diary-10-vols
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http://larepublica.pe/impresa/opinion/818818-capsula-de-tiempo
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Los
límites de la obediencia ‘indebida’
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Augusto
Álvarez Rodrich
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La controversial
asesoría del ex viceministro de Hacienda Alfredo Jalilie al SIS constituye
otra expresión de los desatinos de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski
que le están imprimiendo una imagen chambona y de precariedad que le va a
traer problemas más graves en el futuro.
Jalilie fue
integrado al equipo responsable de reformar el SIS tras la revelación de los
escándalos del hoy ex asesor presidencial Carlos Moreno.
Jalilie es un
profesional con un profundo conocimiento de la hacienda. Fue el guardián de
la caja fiscal durante los noventa tras el gran ajuste por el desmadre del
primer gobierno de Alan García, y cuando lo más importante era torear toda
iniciativa de gasto en un contexto de escasez.
El problema de
Jalilie es que, habiendo realizado servicios importantes para el país,
también cometió errores garrafales que la justicia calificó, legítimamente,
como delitos.
El más grave fue
el pago de US$ 15 millones para Vladimiro Montesinos como ‘CTS’ durante el
colapso del fujimorismo tras la difusión de los videos que mostraron toda la
podredumbre del gobierno de los noventa.
Por ello, Jalilie
fue condenado a cuatro años de prisión, de donde salió seis meses después por
un indulto del presidente Alejandro Toledo.
Esta columna apoyó
entonces esa gracia presidencial por considerar que Jalilie es una persona
honesta en el sentido de no haber usado recursos públicos para beneficio
propio.
Pero el concepto
de honestidad es más amplio e incluye el uso diligente del dinero de todos
los peruanos, y Jalilie falló en eso porque, como viceministro de Hacienda, aprobó
el uso de recursos estatales para beneficiar a un delincuente que huía de la
justicia.
Se podría alegar
que eso era necesario para un bien mayor como salir de Montesinos y
‘solucionar’ la grave crisis política que el país vivía en ese momento, pero
eso es un error.
Lo ocurrido con un
profesional capaz como Jalilie constituye una lección valiosa para la
tecnocracia de los gobiernos y, en general, para cualquier integrante de una
organización pública o privada: se debe actuar con lealtad a favor de la
institución, pero hay un límite que es el de los principios, los valores y la
legalidad. A nadie lo pueden obligar a hacer algo que está mal. La renuncia y
hasta la denuncia es siempre lo correcto.
Y para la
presidencia de PPK hay otra lección. En un contexto de preocupación por la
corrupción, hay que ser muy cuidadosos con las señalas que se da. Errores
como estos le están dando a su gobierno una imagen chambona que es
preocupante.
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http://larepublica.pe/impresa/opinion/818822-los-limites-de-la-obediencia-indebida
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Los
niños de profundos ojos negros
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Rosa
María Palacios
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“Roba pero hace obra”. Bajo esta premisa fue
elegido alcalde de Lima, por tercera vez, Luis Castañeda Lossio. Al menos,
puede decirse que el voto de más de 50% de limeños, tenía claro cómo venían las
cosas. El estilo parco, autoritario, sin dar ninguna cuenta a nadie, lo
conocíamos desde sus inicios. Comunicore nos explicó mejor sus operaciones y
sus artilugios para zafarse de un proceso de latrocinio que, pese a todas las
maniobras legales, lo compromete moralmente hasta hoy. El “Lentopolitano”,
delató su capacidad de alargar y usar obra pública en beneficio propio.
Luego, fuera del
poder, supimos de sus venganzas. De las bien armadas campañas de “vaga” e
“inepta” contra Villarán para montar una revocatoria que hizo daño, sobre
todo, a la ciudad que nunca ha querido. ¿Cómo puede tener cariño por Lima un
hombre que ya la ha gobernado por 10 años y la tiene en este miserable
estado? Aquí no hay ornato, seguridad, limpieza, cultura, orden o tráfico vivible.
El centro se cae a pedazos. Lo rodean millones de casas sin tarreajear, ni
pintar, miles de microbuses caóticos, colas interminables para un
Metropolitano que demoró 8 años en hacer y cuyos costos nunca fueron los
prometidos. Una ciudad invivible, que trató de ser más amable, más ciudadana,
pero que fracasó en el intento.
Las recientes
revelaciones de IDL Reporteros respecto de las mafiosas relaciones del
Presidente de OAS (preso en Brasil por corrupto) con el entonces postulante
Castañeda el 2014, han coincidido con un hecho trágico. El incendio de las
humildes viviendas de madera (pintadas con esos murales artísticos que tanto
odia Castañeda y que mandó borrar en El Cercado) no le dejó nada a la
comunidad Shipibo-Conibo. Ellos llegaron a Lima hace 16 años (para la marcha
de los Cuatro Suyos) y nunca se fueron. Como millones de limeños, invadieron,
esta vez Cantagallo, en el Rímac, y en su pobreza, comenzaron a salir
adelante.
Nunca perdieron
sus costumbres, sus colores y su alegría de vivir. Cuando en el año 2009
Castañeda firmó el Contrato con OAS, para meterle unos millones de toneladas
más de cemento a la ciudad en una mega autopista, los ignoró, como ignoró a
las cientos de familias a las que pretendía desalojar, sin ley de
expropiación, por apenas 5,000 dólares pretendiendo pagarles eso por casas de
tres pisos, asentadas por más de 30 años en otras zonas del Rímac.
Cuando Villarán
llegó el 2011 estuvo a punto de pedir la nulidad del contrato, pero las
penalidades impuestas, en un negocio bien amarrado por Castañeda, eran
gigantescas. No pudo hacerlo. Sin embargo, había que pensar en la gente (no
solo en los autos) y se tuvo que negociar una adenda para pagarle más a la
gente del Rímac para que se fuera (se hizo, y la obra recién pudo empezar) y
buscar una solución para los Shipibo – Conibo. Esto nos costará más a todos los
limeños en años de peaje. Ese desmadre es herencia de Castañeda, de nadie
más.
Pero lo peor se ha
conocido en las últimas 24 horas. El periodista Daniel Yovera ha descubierto
que en octubre del 2014, a fines de la gestión Villarán, se compró el terreno
para la mudanza de los Shipibo – Conibo. Lo que el mentiroso e hipócrita del
alcalde no le dijo a los periodistas, mientras todavía transmitían por
televisión las imágenes de las casitas humeantes del incendio, era que él YA
había pactado la venta de su terreno en marzo del 2015. Él y solo él, ¡dejó
sin terreno a los ciudadanos más pobres y excluidos del país para que su auto
se ahorre dos semáforos!
Un bypass,
solución vial descartada en el mundo, ejecutada por sus “buenos amigos” de
OAS, que hasta ahora nadie sabe cuánto costó. Eso obtuvo Lima. ¿Por ese
adefesio fue que valió la pena dejar sin hogar a esos niños, señor alcalde?
Y los ciudadanos
de Lima, ¿hasta cuándo van a seguir respaldando tanta miseria humana? ¿Es que
los tienen hipnotizados con unos bloques de cemento? ¿Es que ya no aspiran a
una ciudad habitable?
En parte los
electores tienen la culpa. También son responsables. Así que no pretendan
–como el alcalde– aliviar su conciencia con colectitas y carpas. Los
profundos ojos negros de los niños shipibos los miran desde su tristeza. No
se los van a sacar de encima hasta que este alcalde no pague lo que ha hecho.
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http://larepublica.pe/impresa/opinion/818820-los-ninos-de-profundos-ojos-negros
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Científicamente
¿por qué mienten los políticos?
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Claudia
Cisneros
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La desgracia en la
que están sumidos los peruanos de Cantagallo señala a un solo hombre como
responsable: Luis Castañeda Lossio (https://goo.gl/9iWxEN), el alcalde de
Lima-miseria. Ese que se la ha pasado mintiéndonos no solo en las últimas
horas desde que se desató el incendio en Cantagallo, sino antes, cuando
explotó la bomba del negociado del OAS (https://goo.gl/KcFpG1). Y mucho antes
con Comunicore. Todas las veces con la complicidad vomitiva de otros habitúes
de la mentira: el fujimorismo (https://goo.gl/mDRMPU) y el aprismo,
partidos-miseria del Perú.
El ciudadano
informado, no por los grandes medios-miseria, sino por fuentes periodísticas
independientes que se multiplican a través de las redes sociales, nos
preguntamos una y otra vez ¿cómo es posible que estos políticos mientan
tanto, tan descaradamente, cada vez con menos vergüenza de sus mentiras, cada
vez con mayor cinismo e impunidad legal y mediática?
Desde pequeños nos
enseñan que mentir es vergonzoso, no deseable e indigno. Así todo, es muy
difícil encontrar a quien jamás de los jamases haya mentido, de alguna
manera, en la vida. La gran diferencia está en que las personas que dan valor
a la honestidad, se sienten atribuladas cuando han mentido. Y eso es bueno,
es la forma que tiene el cerebro de recordarte que lo que has hecho es
indeseable, incorrecto. Y de esa manera sentirás menos estímulos la próxima
vez que quieras mentir. En otras palabras, está bien sentirse mal por mentir.
Eso es lo sano, mental y moralmente. Pero hay ciertas personas con las que no
ocurre eso. Y la responsabilidad de que no tengan esa barrera contra la
mentira es solo de ellos y ellas por habituarse a mentir repetidamente.
La ciencia que
estudia el cerebro es la neurociencia. Y un reciente estudio neurocientífico
finalmente da una explicación probada de por qué estas personas mienten y
mienten hasta llegar a decir monumentales mentiras sin el menor rubor.
La amígdala en
nuestros cerebros es un conjunto de núcleos neuronales responsables de
nuestras emociones básicas como miedo al peligro, rabia, instinto de
supervivencia; procesa y almacena nuestras reacciones emocionales, es
responsable de nuestras respuestas al placer o al miedo y nos permite
responder ante un riesgo para decidir entre luchar o huir. Cuando mentimos,
la amígdala nos “recuerda” que está mal hacerlo.
Un estudio
realizado por neurocientíficos y publicado en la revista especializada Nature
Neuroscience https://goo.gl/tJlBGw encontró que cuando las personas mienten
repetidamente, la respuesta de la amígdala se va reduciendo. Como si el
cerebro se adormeciera ante mentiras repetidas, la amígdala se va adaptando a
no sentir que defrauda con el acto de mentir.
Esta investigación
midió las ondas cerebrales de las personas mientras mentían de manera
repetida y ha demostrado, con evidencia empírica, que la escalada gradual de
la deshonestidad interesada se corresponde con un mecanismo neural que la
sostiene y que la deshonestidad interesada se incrementa con la repetición
del acto de mentir. “Críticamente, la extensión en que se reduce la
sensibilidad de la amígdala frente a la deshonestidad en una decisión del
presente y en relación con la decisión anterior, predice la magnitud de la
escalada de la deshonestidad interesada en la siguiente decisión a futuro. El
estudio descubre el mecanismo biológico de la pendiente resbalosa que empieza
con pequeños actos de deshonestidad que pueden escalar hasta grandes
transgresiones”.
El estudio no
señala si es posible la vuelta atrás. ¿Es posible revertir las reacciones de
la amígdala una vez que esta se ha habituado a no sentir pena, vergüenza,
defraudación al otro o dignidad propia? Por lo que los peruanos tenemos que
soportar a diario en toneladas de mentiras, cinismo, fraude de estos
personajes profesionales de la depredación política, al parecer se llega a un
punto de no retorno. Los políticos están tan inmersos en su angurria por el
poder y el dinero, que no se dan cuenta que están cocinando el caldo de
cultivo para que la población se levante en contra de ellos. Por lo pronto,
en contra de las mentiras del fujiaprismo apoyado por el ala
neoliberal-profujimorista del gobierno, marchamos este martes 8 de noviembre,
5pm, Plaza San Martín (fb.me/3Iiu1FIOk). Basta de mentiras, basta de abuso,
basta de corrupción. Nos vemos en las calles.
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http://larepublica.pe/impresa/opinion/818824-cientificamente-por-que-mienten-los-politicos
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Todos
para abajo
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Martín
Tanaka
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Cosas que creíamos
saber: PPK no tiene interés y no le resulta conveniente confrontar con el
fujimorismo. Comparten muchas cosas, especialmente en lo económico (Kuczynski
apoyó a K. Fujimori en 2011 frente a Humala), y el costo de confrontar
gratuitamente es potencialmente catastrófico. Al mismo tiempo, hay distancias
en lo institucional (Kuczynski fue ministro de Toledo), magnificadas por las
circunstancias de la segunda vuelta, y no es bueno ahora mostrar debilidad
ante un adversario, digamos, un tanto altanero.
Lo que nos lleva a
la orilla opuesta: en el fujimorismo saben que no deben aparecer como
obstruccionistas, pero también apuestan a capitalizar el desgaste del
gobierno como fuerza de oposición. Como puede verse, en esta relación hay
mucho de ambigüedad, y riesgos de derrape y volcadura. Se pasó la prueba de
la confianza al Consejo de Ministros y la delegación de facultades, pero el
juego recién empieza.
Se eligió al
Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, propuesto por Acción Popular, y allí
concordaron AP, Fuerza Popular, el APRA, y también PPK (votaron en contra FA
y APP y algunos disidentes de PPK). Podría decirse que era un resultado hasta
cierto punto inevitable, dados los candidatos propuestos y la correlación de
fuerzas.
Llama sí la
atención que Gutiérrez haya sido propuesto por AP (¿en qué estaban
pensando?), lo que en cierto modo evitó que FP o el APRA presentaran
candidatos. ¿Existía la posibilidad de que FA, PPK, AP y APP hubieran podido
presentar un mejor candidato, que al mismo tiempo resultara “aceptable” para
la mayoría? Queda la duda.
En cuanto al BCR,
la mayoría hizo una propuesta bifronte: Elmer Cuba, economista bastante
respetado, ganó el respaldo de casi todas las bancadas, salvo las de FA y
APP; pero propuso también a José Chlimper, bastante cuestionado por sucesos
asociados a la campaña electoral, aprobado solo con los votos de FP y del
APRA y el voto en contra de las demás bancadas. En este último caso, se trata
de una suerte de “reivindicación” personal y grupal, que da cuenta de lo viva
que sigue la herida de haber perdido las elecciones.
¿Hasta cuándo el
fujimorismo actuará pensando en la elección pasada en vez de las venideras?
En este caso, la
bancada de PPK votó en contra, pero luego el presidente Kuczynski minimizó la
controversia generada por Chlimper. ¿Aflora el “fujimorismo económico” del
presidente? Luego, FP decidió votar por el candidato propuesto por el APRA,
Rafael Rey: llama allí la atención de que hayan propuesto a Rey y no a algún
candidato más netamente partidario, que se haya optado por alguien con un
perfil no solo tan poco calificado para el cargo, con un perfil tan
confrontacional, y tan “afín” al fujimorismo.
Hace bien en
reclamar Enrique Cornejo para el APRA una profunda revisión de estrategia.
¿Qué puede ganar el APRA mimetizándose con el fujimorismo? ¿Después de la
alianza como socio mayor con el PPC sigue la alianza como socio menor con el
fujimorismo? No parece la mejor idea. Y el hecho de que FP haya votado por
Rey profundiza la imagen de una mayoría que hace un despliegue de fuerza,
desatendiendo su legitimidad política. Tampoco parece la mejor idea pensando
en el futuro.
Finalmente, en la
misma línea de hundimiento, llama la atención el “rescate” del presidente
Kuczynski del ex viceministro del fujimorismo Alfredo Jaililie, sentenciado
en 2006 a cuatro años de prisión efectiva, precisamente cuando se discute
sobre la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. No es de extrañar
que las últimas encuestas muestran a toda la elite política en línea
descendente.
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http://larepublica.pe/impresa/opinion/818821-todos-para-abajo
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Jueces
vs. periodistas
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Alfredo
Torres
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De acuerdo a una reciente encuesta de Ipsos,
80% de la ciudadanía confía en los jueces y 25% en los periodistas.
¿Sorprendente? Pues ocurre que esta encuesta fue aplicada en el Reino Unido.
Una encuesta similar en el Perú da resultados opuestos: La confianza promedio
en la prensa es 50% (radio 65%, prensa escrita 48%, televisión 38%) y la del
Poder Judicial es de apenas 28%.
La baja aprobación
del Poder Judicial en el Perú tiene que ver tanto con su ineficiencia como
con la corrupción. En efecto, las causas en el Perú duran normalmente varios
años cuando en países como el Reino Unido se resuelven en pocos meses. Pero
tiene que ver, sobre todo, con que el Poder Judicial peruano es percibido
como una de las instituciones más corruptas del país, según todas las
encuestas, percepción que se refuerza continuamente con denuncias en la
prensa y las redes sociales.
Esta semana, por
ejemplo, empezó con la indignada denuncia del ministro del Interior, Carlos
Basombrío, en su cuenta de Twitter, por la liberación de decenas de acusados
de integrar bandas criminales involucradas en secuestros, extorsión, asaltos
y sicariato en el norte del país y capturados gracias a un destacable trabajo
conjunto de la Policía Nacional y la fiscalía. El impacto en la prensa de
esta absurda liberación fue tal que el presidente de la Corte Superior de
Huaral se apresuró en “dar por concluida la designación de Ismael Orozco como
juez supernumerario”.
Esta semana
también se conoció que una propiedad de Sedapal en Lurín fue invadida al
amparo de una sospechosa medida cautelar otorgada por la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Lima, obligando a la empresa pública a arrojar los
desagües a la playa Arica, contaminando el mar, en lugar de verterlos en las
lagunas de oxidación que había construido en dichos terrenos. De acuerdo con
la investigación periodística, el invasor, beneficiario de la medida
cautelar, tiene numerosos procesos por defraudación, estafa, fraude y tráfico
de tierras y, sin embargo, sigue actuando impunemente.
El presidente
Pedro Pablo Kuczynski parece estar consciente de la gravedad del problema.
Esta semana suscribió con los presidentes del Poder Judicial, el Consejo
Nacional de la Magistratura, la Academia de la Magistratura, el fiscal de la
Nación y la ministra de Justicia un documento de trabajo denominado Acuerdo
Nacional por la Justicia invocándolos a trabajar juntos para que “el sistema
de justicia reciba la aprobación del pueblo”. Según la ministra Marisol Pérez
Tello, este mecanismo dará resultados en 100 días. La expectativa en este
tipo de acuerdos es baja, basada en experiencias anteriores. Dada la
trayectoria de Pérez Tello, confiemos en que esta vez sí se alcancen
resultados significativos.
Los jueces fallan
en contra de la justicia por diversas razones: ineptitud, temor a
represalias, corrupción económica, influencia política. El problema es que
rara vez son sancionados por sus fallos. A lo sumo, son destituidos, pero
rara vez pagan por los daños infligidos a la sociedad y estos pueden ser muy
graves: Ponen en riesgo la vida de las personas al liberar delincuentes
avezados; afectan los derechos de propiedad de mucha gente al permitir, por
ejemplo, el tráfico de terrenos; y hasta pueden causar daños ecológicos, como
en el caso de los desagües de Sedapal.
El Congreso de la
República no puede ser ajeno a esta inquietante situación. Hay mucho por
hacer en materia de legislación para agilizar procesos y para sancionar
efectivamente a los malos jueces. En particular, es necesario revisar la
conformación y desempeño del Consejo Nacional de la Magistratura, el
organismo encargado de la selección, nombramiento, evaluación, ratificación y
destitución de jueces y fiscales en el Perú.
Pero, sin duda, el
verdadero cambio en el sistema de justicia tiene que ser impulsado desde
adentro. Son los jueces probos los que deben promover una limpieza interna de
los malos elementos y dignificar su profesión. Mientras ello no ocurra, la
confianza en los jueces en el Perú seguirá por los suelos y la ciudadanía
seguirá dependiendo de la prensa para que denuncie la corrupción y las
arbitrariedades.
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http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/jueces-vs-periodistas-alfredo-torres-noticia-1944521
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Selva de
cemento y trafa
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César
Lévano
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Cruel ha sido el incendio que ha dejado sin
vivienda, sin talleres y hasta sin ropa al grupo shipibo-conibo que se había
instalado en una isla del Río Rímac. Sin embargo, la corrupción encarnada por
el alcalde Luis Castañeda tuvo tanta o más fuerza que el fuego.
Está demostrado
que Castañeda anuló un proyecto para reubicar a los refugiados del río para
convenir con la corrupta y corruptora empresa brasileña OAS la construcción
del by-pass de 28 de Julio, cuya utilidad no está visible, aunque se presumen
utilidades que no han ingresado a la caja de la Municipalidad Metropolitana.
Lo potente es que
por culpa de esa maniobra, el grupo nativo ha perdido todos sus bienes.
Con su habitual
desparpajo, el “mejor alcalde de Lima” –El Comercio dixit– ha dicho que
Susana Villarán había vendido una ilusión a los shipibos. Quiere ocultar que
él les ha infligido una desilusión.
Como en todos los
casos en que es incriminado, Castañeda oculta que su móvil no es la mejora de
Lima y de sus habitantes, sino el personal provecho publicístico y monetario.
El proyecto Río
Verde no era una ilusión. Expresaba una preocupación por el río y por la
urbe. Conste que el caudal de agua que de tantas cosas abastece a la capital
es una de pocos ríos urbanos que no tiene una autoridad autónoma que lo
administre y proteja.
Pues bien: esa
iniciativa comprendía, según lo acaba de recordar Susana Villarán, en su
primera etapa la construcción de un malecón que iría desde Monserrate hasta
los Barrios Altos, la creación del gran Parque Central de Cantagallo de
120.000 metros cuadrados y auditorio para 9.000 personas; cuatro puentes
peatonales para unir el Rímac, San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y
el Cercado y un viaducto a San Juan de Lurigancho.
El plan comprendía
también la instalación del conjunto Habitacional Shipibo, con escuela
bilingüe y un centro de producción y venta del arte shipibo.
Todo estaba tasado
y financiado, como parte de un programa más vasto. ¿Era una ilusión?
Quienes conocemos
y amamos a Lima desde mediados del siglo XX no podemos olvidar lo que era su
Cercado de iglesias y campanas, el viejo y tembleque puente de palo que unía
el jaranero Monserrate con el moreno Abajo el Puente.
Dada esa realidad,
los viejos como yo podemos evaluar las perspectivas que abría, no solo para
los shipibos, el proyecto Río Verde. Al eliminarlo, Castañeda mató una
esperanza y construyó un negocio sospechoso e inútil.
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http://diariouno.pe/columna/selva-de-cemento-y-trafa/
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Nelson
Pinedo y el amor de Carmela
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Eduardo
González Viaña
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“Yo vivo sola en
la playa”: cantaba Marisol en la España de los 70, y todos comenzaban a
buscarla en Ibiza. En esa misma época, se hizo famoso Nelson Pinedo, un
cantante colombiano que imitaba las zetas de los sevillanos y competía en
Cuba con Los Chavales y Churumbeles de España.
Pinedo, quien
acaba de morir, alcanzó nombradía mundial, y sus imitaciones de los andaluces
eran tan buenas que enfermaron de nostalgia a un notario de ese origen,
habitante de Oviedo, y lo empujaron a un intento felizmente fallido de
suicidio.
Más tarde, Pinedo
se convertiría en “el almirante del ritmo” con su afiliación a la “Sonora
Matancera”. De esa relación nacieron porros, cumbias y boleros que invadían
los salones, los clubes, las radios y los burdeles en uno y otro lado del
mundo español.
“Momposina”…ven a
mi ranchito, pero si llega el otro jardinero no le permito ni que me la mire.
La gente dice que soy “el muñeco de la ciudad” porque soy negro, negrito, con
la bemba colorá…y “Los aretes que le faltan a la Luna” los tengo guardados
para hacerte un collar. Y, por fin, “Lola”, con tu indiferencia, a mi corazón
lo vas a matar.
Hay un centenar de
canciones como éstas, y entre ellas sobresale “Las muchachas”, una guía muy
útil para conocer chicas latinoamericanas: Me dicen que la cubana tiene fuego
en la cintura/bailando nadie le gana cuando repica una rumba/cuentan que la
colombiana tiene la boca chiquita/y dicen que la peruana tiene la cara
bonita…
Tienen razón
quienes las califican melosas, cursis, huachafosas, extravagantes y dulcetes.
Puede decirse todo eso y además que fueron un padecimiento colectivo y que
enfermaron de ritmo a la gente, y eso también es cierto. Pero hay algo más:
inventaron una forma de ser hispanoamericano. Nos hicieron sentir hijos de
una nación muy extensa sin otro mapa que los límites del habla.
“Me voy pa’ La
Habana” es mi preferida. Y voy a decirles por qué. Una tarde andaba en busca
de un tema para escribir algo. En el taxi en que iba, un chofer bullanguero
puso a todo volumen ese ritmo, y Nelson Pinedo comenzó a contarme que: “Me
voy pa’ La Habana y no vuelvo más…El amor de Carmela me va a matar…”
El verso referente
a Carmela me tocó. Pensé que podía hacer algo sobre una mujer de ese nombre
que se va de inmigrante, pero en vez de artículo periodístico se transformó
en cuento…y, al día siguiente, ya estaba en camino a ser una novela.
Resumo el
argumento: La muy bella, aunque otoñal, Carmela vive obsesionada por chatear.
En la pantalla de la computadora conocerá a un norteamericano maduro llamado
Chuck Williams que está solo en el mundo y se parece a Robert Duvall. Se
trata de un amor a primera vista con algunas pequeñas dificultades (ella está
casada), pero todas serán superadas y, por fin, la protagonista llegará a San
Francisco donde la esperan el amor y el “sueño americano”.
Y después, ¿qué es
lo que viene después? ¿Quién es de veras Chuck Williams? ¿Y por qué su barba
tiene reflejos azules? ¿Es un gringo romántico o un asesino en serie que mata
a latinas? Escribí 700 páginas, las reduje a 200, y por fin terminaron en
330. Para esos días, mi agente literaria había enfermado de melancolía y
abandonado el trabajo. Por mi parte, decidí que no podía dejar en la inedición
“El amor de Carmela me va a matar”, de manera que la publiqué en Internet y
seguí adelante a escribir otra.
Amazon vendió como
loco decenas de miles de ejemplares mientras yo terminaba “Vallejo en los
infiernos”. Y entonces pensé que “El Almirante del ritmo” como llamaban al
cantante del bigotito horizontal ayudaba a las parejas a bailar en espacios
de un metro cuadrado, pero también podía susurrar historias, y esa es la
razón por la que hoy le rindo homenaje al Almirante Nelson Pinedo quien debe
de estar ahora invadiendo el cielo con sus boleros morunos.
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http://diariouno.pe/columna/nelson-pinedo-y-el-amor-de-carmela/
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Florece
el Molle en la Feria
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Vicente
Otta R.
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Se acaba de
reeditar La Voluntad del molle, la excelente novela de la escritora cusqueña
Karina Pacheco. Bien escrita, con ritmo parejo, verosímil y mucha honestidad.
Nos introduce de
manera subrepticia al abismo de la fractura social que nos habita desde hace
4 siglos. La discriminación y la vesania que sufre la población indígena
sigue presente hasta la actualidad, no con la ferocidad y amplitud de hace 50
años pues, para esta disminución la Revolución anti oligárquica realizada por
el velasquismo ha sido decisiva.
La historia
familiar cusqueña, con sus oscuros secretos y un amor trágico truncado por el
prejuicio y la discriminación, son el leiv motiv de la historia. Con la
nostalgia por un mundo pretendidamente señorial, más iluso que real, termina
siendo el catalizador principal de la adscripción de las víctimas a la opción
terrorista.
La historia tiene
pasajes estremecedores, momentos en que el personaje que narra la historia se
interroga si es posible tanta inhumanidad. Pregunta que interpela gravemente
al lector.
Uno de los
momentos dramáticos es la respuesta a esta pregunta. Todo esto es posible en
tanto se fije al otro como no humano, o menos humano que los blancos y
mestizos acriollados, que somos actualmente la inmensa mayoría de peruanos.
Esta
categorización étnico-racial, prejuiciosa y discriminatoria sigue vigente. La
tesis del “perro del hortelano” que esgrimió Alan García para provocar el
Baguazo, el año 2009, tiene presencia directa en este gobierno con Kuczynski
y Mercedes Araoz; el primero, cuando era Ministro de economía de Toledo, dijo
que los campesinos e indígenas se oponían al TLC porque en las alturas había
menos oxigeno y los cerebros funcionaban deficientemente. En otras palabras
los indígenas carecían del funcionamiento intelectual normal, esto es, eran
unos brutos. La segunda alentó, el 2009, la intransigencia y represión contra
los indígenas pues sostenía, en el Consejo de Ministros, que si no se
aplicaban las medidas adoptadas, el TLC se caía. Lo que era absolutamente
falso.
Cuandoleí Los
ilegítimos, el libro de cuentos, de Hildebrando Pérez Huaranca, entendí por
qué podría suceder lo que sucedió; con tan altas cotas de crueldad y
deshumanización vigentes en el trato a las poblaciones indígenas, respuestas
violentas y demenciales como las que ejecutó Sendero Luminoso eran posibles.
Es lo que el relato de K. Pacheco muestra cuando el primer amor y amante de la
madre ya fallecida, es convertido injustamente en reo de cárcel y criminal.
El mismo Pérez Huaranca (de notable talento narrativo) fue devorado por la
espiral de violencia y brutalidad que contribuyó a generar.
Lo ilegítimo
vendría a ser la obertura de la sinfonía de crueldad que vivimos, y La
Voluntad… la Sonata que complementa la explicación esos aciagos años.
Carlos Iván
Degregori, que tenía gran talento para resumir en breves y bellas metáforas
las coyunturas históricas excepcionales,describió este periodocomo, de “Los
hondos y mortales desencuentros”.
Sigue pendiente la
novela histórica sobre la época, relatos como los de Aguilar Camín del México
pos revolucionario, de la podredumbre y purulencia de 70 años de control
estatal del PRI sobre la sociedad mejicana.
Con historias como
las de Karina Pacheco estamos encaminados, nos demuestra que existen talentos
literarios capaces de preservar la cada vez más difícil relación ente ética,
estética y sentido social de la obra artística.
¿Por qué, una novela
de tan excelente factura, ha pasado casi desapercibida en el escenario
literario y cultural nacional? Es una buena pregunta. Me caben varias
hipótesis: mantenemos, como sociedad, fuertes reservas para procesar las
injustas y vergonzosas causas de lo vivido, las élites culturales, en su gran
mayoría descendientes (o asimiladas) de la oligarquía que estableció las
relaciones de dominación y exclusión, todavía influyen en el “control” de
calidad de los ´productos culturales que circulan en nuestro país, y se
sienten incómodos ante esta historia que los involucra por sus orígenes
sociales; o porque es un tema de “hombres” (la violencia política)abordada
por una mujer, además provinciana, no inscrita en los círculos de mandarines
limeños, que controlan e l “lugar” de la enunciación.
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http://diariouno.pe/columna/florece-el-molle-en-la-feria/
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