domingo, 6 de noviembre de 2016

OPINIONES 06/11/2016

De tijeras y desarrollo

Richard Webb

 Una de las figuras más efectivas que tiene el economista para explicar por qué sube o baja algún precio es la comparación con las dos cuchillas de las tijeras. Una cuchilla representa la demanda, otra la oferta. Por sí sola, ninguna de ellas determina el precio. Para explicarlo, es necesario tomar en cuenta las dos cuchillas, y cómo interactúan. Recordaba esa figura mientras leía el nuevo estudio del economista Efraín Gonzales de Olarte, “Una economía incompleta, Perú 1950-2007”.

Desde hace varias décadas las explicaciones de nuestro subdesarrollo se han remitido a identificar diversas deficiencias nacionales relacionadas con la capacidad de oferta, como la educación, el ahorro, la confianza interpersonal y la deficiente gestión del Estado. Gonzales se preocupa, más bien, de identificar como causa del subdesarrollo una deficiencia no de oferta sino de demanda. El camino exploratorio que sigue consiste en zambullirse en los detalles del teje y maneje de la producción.

El instrumento que usa son las tablas de insumo-producto, contabilidad inventada hace ochenta años por el economista ruso Wassily Leontief. El autor rescata las varias tablas de insumo-producto calculadas para el Perú desde los años sesenta, y la presentación de esos resultados estadísticos ocupa la mayor parte de su libro. Lo que descubre, primero, es que mayormente cada sector y región baila con pañuelo propio, y segundo, que esa característica es de larga data y tiene pocos signos de cambio. El bajo nivel de integración productiva viene a ser lo que el libro denomina una “economía incompleta”, la que explicaría dos de las grandes limitaciones nacionales, la falta de dinamismo económico y la persistencia de la desigualdad. Según Gonzales, una forma de mejorar el desempeño nacional consistiría en crear más integración productiva dentro del país. Así, cada sector y región se volvería una fuente de demanda para la producción de otros sectores y regiones.

El argumento viene a ser un regreso a las ideas originales de la teoría del crecimiento económico. Las ideas de los economistas pioneros, como Paul Rosenstein-Rodan y Albert Hirschman, buscaban principalmente estimular la demanda, el primero en base a la coordinación de inversiones para lograr un crecimiento balanceado, y el segundo a través de las vinculaciones entre actividades para que cada inversión se vuelva un estímulo para otras inversiones. Sin embargo, esas ideas originales basadas en la demanda fueron reemplazadas luego por propuestas centradas más bien en la capacidad de oferta, en especial por el descubrimiento de la importancia de la tecnología, del conocimiento y de la competitividad. Hoy, el péndulo teórico ha empezado a volver hacia los temas de demanda, como se aprecia en el estudio de Gonzales y en otros planteamientos que enfatizan los detalles de la estructura productiva, en particular la diversificación. Pero, al final, el crecimiento será un resultado de la interacción de las dos cuchillas de las tijeras, tanto de mejorar la capacidad de oferta como de potenciar la demanda.


 http://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/tijeras-y-desarrollo-richard-webb-noticia-1944524




¿Cómo vamos en el frente externo?

Alan Fairlie

 Los primeros 100 días del gobierno en política exterior, permiten identificar iniciativas importantes y otras en las que habría que andar con cuidado.

Fue positivo que el primer viaje de estado fuera a China, y no a la superpotencia como algunos esperaban. Fortalecer la alianza estratégica con China, es esencial en cualquier esquema que busque fomentar la multipolaridad. Además, por la propuesta de buscar darle mayor valor agregado incluso a las actividades primarias (como minería), tratando de diversificar las inversiones asiáticas. También, porque se trató el tema del TPP de forma equilibrada, y la búsqueda de la convergencia en APEC, de los mega-procesos que tanto EE.UU como China impulsan.

Ha habido iniciativas que ratifican la importancia de los foros multilaterales y la presencia del país en ellos, particularmente en lo referido a cambio climático, la OMC, la solución pacífica de controversias. Esto se explicitó en el discurso presidencial en Naciones Unidas. EL nombramiento de embajadores de carrera en destinos clave, parece ratificar esta voluntad.

Respecto a las relaciones vecinales, muy importante y positiva la reanudación de gabinetes binacionales con Ecuador, Bolivia y Colombia. Se tratan temas sustantivos y deben tener mayor protagonismo y recursos nuestros gobiernos regionales, nuevo rol en las relaciones fronterizas definidas en estas agendas de trabajo. Preocupante las visitas y anuncios respecto a Chile sobre venta de energía y temas relacionados, cuando hay aspectos relacionados al Fallo dela Haya que no se han completado y no se ha resuelto el asunto del denominado “triángulo terrestre”.

Deberíamos relanzar la relación con Brasil, la que tuvo cierto enfriamiento por diversos acontecimientos que se presentaron durante la administración anterior. Por motivos varios, nos parece crucial profundizar ese vínculo de manera prioritaria.

Se ha puesto énfasis en la Alianza del Pacífico, no se ha mencionado la necesidad de buscar una convergencia con los otros procesos de integración o foros regionales como CAN, Mercosur, UNASUR, CELAC. Respecto al TPP hubo posición más distante al comienzo, luego de impulso. No sería adecuado forzar su aprobación antes que en EE.UU, donde los dos candidatos presidenciales han sido críticos. Sin EE.UU, no hay TPP.

Otros países, incluído nuestro vecino del sur, han tenido posiciones más prudentes, como también en el caso de Venezuela. Así, mientras sus cancilleres emitían un pronunciamiento saludando el diálogo y haciendo votos por el éxito de la mediación papal y de UNASUR, el Presidente quedaba aislado y descolocado apelando a la cláusula democrática.

Tenemos una brillante oportunidad en la próxima Cumbre de APEC, para fortalecer vínculos bilaterales con China, Rusia y los líderes que nos visitan. Mejorar nuestra proyección en el escenario internacional, debe ser una política de estado.



http://diariouno.pe/columna/como-vamos-en-el-frente-externo/





Esa derecha, no va derecho

Jorge Millones


  
Hubo una época en el Perú en que la democracia no era considerada la sagrada panacea que hoy parece que es. La derecha actuaba y protegía sus negocios gracias a golpes de Estado y dictaduras militares con la simpatía de algunos sectores populares que desde antaño les gustó “la criollada” y “la mano dura”, esos que hoy estarían felices oyendo los programas de Phillip Butters o Aldo M. Por su lado la izquierda, asumió el dogma de la dictadura del proletariado (otra dictadura, al fin y al cabo) o métodos como el de la lucha armada para acceder al poder y repartir justicia. Pero el combustible de esta ideología fue siempre un rencoroso revanchismo cuya chispa encendió lo peor de la derecha provocando un gran incendio de odio generalizado cuyo denso humo todavía no nos deja vernos como en realidad somos.

LAS COSAS COMO SON
Ni la derecha, ni la izquierda tenían a la democracia y sus valores como su primera opción. Esa es y ha sido la verdad, y en este breve periodo democrático posfujimorista no es que de pronto hayamos cambiado y seamos una sociedad más justa, reconciliada y democrática, simplemente es que no queremos volver a desangrarnos y matarnos entre nosotros mismos. Pero como ya advirtió Flores Galindo, en el Perú se sigue venerando una larga tradición autoritaria, no importa de qué color o ideología.

Hasta los años ochenta ser de izquierda implicaba considerar la posibilidad de enrolarse en un grupo subversivo y pasar a la clandestinidad, era lo “normal” y se vivía conspirativamente, con nombres falsos, casi como agentes secretos. Ser de derecha implicaba apoyar al general de turno, ser parte de un partido conservador y católico denunciando la “sempiterna conspiración roja que acechaba”, que en esa época sí acechaba.

Bueno, las cosas cambiaron, después de la dictadura fujimorista (que fue derechista, no lo olvidemos) y tres décadas de ausencia, la izquierda no considera más la vía violenta. Hoy las nuevas generaciones aborrecen el método terrorista y se realizan elecciones primarias para elegir candidatos. Para la izquierda de hoy la democracia ya no es una “cosa burguesa”, tampoco es solo ir a votar, sino una forma de gobernar y ordenar la vida social.

Pero claro, siempre habrá una minúscula facción radicaloide y antidemocrática que nos recordará la prehistoria de la izquierda y que jugará en pared con los medios concentrados de la DBA para “denunciar” alguna “conspiración rojete”. Pero en general, y para bien, la izquierda hoy es democrática. Es un gran avance.

EL MATÓN REPITENTE
Lamentablemente, y lo digo con sincero pesar, la derecha sigue igual. La derecha en el Perú no es democrática, pues siguió haciendo negocios incluso con narcos y ladrones durante el fujimorismo y no le importó.

Continúa viendo conspiraciones “terrucas” en todas partes para evitar que el adversario sea visto como una opción de gobierno seria, está en contra de los derechos de las mujeres, de los indígenas, de la comunidad LGTBI, de un Estado laico, protege monopolios y todavía convive con la corrupción.

No es una derecha liberal, republicana cuyas élites tengan un proyecto de país, no. Es una derecha depredadora, conservadora, oportunista, antinacional, muchas veces “lumpenizada” y en cuyas prioridades no está el bien común, no está el Perú.

LO QUE UN DÍA FUE NO SERÁ
Las opciones izquierdistas que optaron por la violencia armada (en su forma de guerrilla o en su forma terrorista) fueron derrotadas, y con el encarcelamiento de Fujimori, también fue derrotado el terrorismo de Estado, sí, no se escandalice, Fujimori está preso por violaciones a los Derechos Humanos producto de políticas de exterminio, eso también es terrorismo. Ni los que mataron con un coche-bomba ni los que usaron al Grupo Colina y los siguen reivindicando, tienen autoridad moral para hablar de democracia.

La llamada “derecha bruta y achorada” no quiere que la izquierda siga evolucionando, renovándose y asumiendo los retos del nuevo tiempo, prefiere a la izquierda violenta y rabiosa porque así justifica su propia existencia. Detesta la renovación del discurso y las formas democráticas que hoy ha desarrollado la izquierda, porque ellos son incapaces de renovarse y dejar su matonería.

LA PAJA EN EL OJO ZURDO
Esa derecha es la que nos quiere dar “lecciones de democracia”; como es incapaz de debatir seriamente (miren nomás sus voceros desde Becerril, hasta Barba, pasando por algunos “periodistas” que más parecen fujitrolls) recurren al “ventilador marca Montesinos” para tirar barro.

Es lo que está pasando con la revista de izquierda Ojo Zurdo, que esta semana ha sido víctima de los ataques de “Sin Medias Tintas” y “Buenos días Perú”. En ambos casos se presentaron “reportajes” dirigidos, sesgados y, sobre todo, cargados de mentiras cuyo objetivo era vincular a la revista con el terrorismo a partir de un artículo.

Sí, uno, de más de treinta escogieron uno en especial escrito por Alberto Gálvez Olaechea (exmiembro del MRTA) que cumplió su condena y hace muchos años deslindó con esa agrupación y sus métodos, que hace muchos años viene escribiendo y participando de los debates de las izquierdas, que pidió perdón públicamente y que tiene todo el derecho a expresarse.

Pero, sobre todo, Ojo Zurdo tiene derecho a ser una plataforma de expresión que no se someta a ningún tipo de presión mediática, difamaciones o calumnias. Libertad de expresión le llaman y es uno de los pilares de la democracia. ¿Sí o no? Señores del Consejo de la Prensa Peruana.

Como el propio Augusto Álvarez Rodrich (a quien no pueden acusar de izquierdista y mucho menos de emerretista) lo dijo, el señor Gálvez Olaechea no solo cumplió su condena, sino que, ha deslindado, criticado y pedido perdón de los delitos que cometió el MRTA (cosa que no han hecho senderistas, ni fujimoristas. Caramba qué coincidencia). Ha publicado libros y ganado premios, no es el demonio, más bien, alguien con quién vale la pena debatir justamente para no caer en la tentación de resolver los conflictos asesinando gente.

Pero la derecha peruana prefiere meter miedo, empujar, gritar, insultar, meter manazos, atarantar al público y a la vez, hablar de democracia y paz. Pregona libertad de expresión, pero para hacer oligopolios y difamar al adversario, pregona libre competencia, pero concertan precios por lo bajo, y mientras no les toquen sus beneficios económicos y sus privilegios de clase, pregonan “democracia”. Ven la paja ajena en otros países, pero no el leño humeante que nos quedó en los ojos producto de nuestra propia y sangrienta historia.

 http://diariouno.pe/columna/esa-derecha-no-va-derecho/





Cápsula de tiempo

Mirko Lauer

 Por más de un siglo el diario completo de Heinrich Witt ha sido uno de los secretos académicos mejor guardados sobre el siglo XIX peruano. El comerciante alemán establecido en Lima legó a su familia política peruana una crónica escrita en inglés que ahora Ulrich Mücke, de la universidad de Hamburgo, ha publicado en 10 tomos, con unas 7,000 apretadas páginas.

Witt comenzó su tarea en 1824 y le puso punto final en 1890, dos años antes de su muerte. Vio a Simón Bolívar en una reunión social arequipeña en 1825, y fue testigo de la guerra del Pacífico desde la capital. Nada importante en la vida del país, y en su vida personal, escapó a esta mirada de diarista informadísimo y ecuánime.

Los estudiosos que conocieron el manuscrito, como Jorge Basadre o Pablo Macera (una selección suya en un tomo apareció en castellano, en 1987), vieron en él una fuente única para entender mejor el siglo post-independentista. Macera habla de “una imagen insólita del Perú, mucho más compleja, dinámica y global de lo que revelan otros testimonios”.

El libro es en sí mismo una obra multifacética donde se encuentran la autobiografía, el comentario de hechos políticos y económicos locales de importancia, el registro de noticias del exterior, bitácoras de numerosos viajes, una permanente crónica social y de la vida familiar, y el ocasional chisme, todo circunspectamente transmitido.

A pesar de su profundo arraigo en la peruanidad, la perspectiva de Witt mantiene siempre una cierta distancia europea, un tono de imparcialidad frente a lo que presencia, que es algo más que un rasgo de estilo. Por ejemplo, sobre Bolívar mismo no opina, pero advierte en él “un gran parecido con los grabados del general [austrohúngaro] Pappenheim”.

Los tomos serán presentados en la Biblioteca Nacional este jueves 10, por Heraclio Bonilla y el propio Mücke. The Diary of Heinrich Witt ahora está mucho más disponible que antes, aunque el precio de la obra impresa bordea los US$ 1,100, y el de la edición en línea va más o menos por allí. Se trata, pues, de una colección para ser consultada en las bibliotecas, apenas llegue allí.

El inglés de Witt es eficiente, y la lectura es entretenida, para quien tenga algún interés por la historia nacional. Dos direcciones para interesados y compradores: http://heinrich-witt.de/ y http://www.brill.com/products/reference-work/heinrich-witts-diary-10-vols


http://larepublica.pe/impresa/opinion/818818-capsula-de-tiempo



Los límites de la obediencia ‘indebida’

Augusto Álvarez Rodrich

La controversial asesoría del ex viceministro de Hacienda Alfredo Jalilie al SIS constituye otra expresión de los desatinos de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski que le están imprimiendo una imagen chambona y de precariedad que le va a traer problemas más graves en el futuro.
Jalilie fue integrado al equipo responsable de reformar el SIS tras la revelación de los escándalos del hoy ex asesor presidencial Carlos Moreno.

Jalilie es un profesional con un profundo conocimiento de la hacienda. Fue el guardián de la caja fiscal durante los noventa tras el gran ajuste por el desmadre del primer gobierno de Alan García, y cuando lo más importante era torear toda iniciativa de gasto en un contexto de escasez.

El problema de Jalilie es que, habiendo realizado servicios importantes para el país, también cometió errores garrafales que la justicia calificó, legítimamente, como delitos.
El más grave fue el pago de US$ 15 millones para Vladimiro Montesinos como ‘CTS’ durante el colapso del fujimorismo tras la difusión de los videos que mostraron toda la podredumbre del gobierno de los noventa.

Por ello, Jalilie fue condenado a cuatro años de prisión, de donde salió seis meses después por un indulto del presidente Alejandro Toledo.

Esta columna apoyó entonces esa gracia presidencial por considerar que Jalilie es una persona honesta en el sentido de no haber usado recursos públicos para beneficio propio.

Pero el concepto de honestidad es más amplio e incluye el uso diligente del dinero de todos los peruanos, y Jalilie falló en eso porque, como viceministro de Hacienda, aprobó el uso de recursos estatales para beneficiar a un delincuente que huía de la justicia.

Se podría alegar que eso era necesario para un bien mayor como salir de Montesinos y ‘solucionar’ la grave crisis política que el país vivía en ese momento, pero eso es un error.

Lo ocurrido con un profesional capaz como Jalilie constituye una lección valiosa para la tecnocracia de los gobiernos y, en general, para cualquier integrante de una organización pública o privada: se debe actuar con lealtad a favor de la institución, pero hay un límite que es el de los principios, los valores y la legalidad. A nadie lo pueden obligar a hacer algo que está mal. La renuncia y hasta la denuncia es siempre lo correcto.

Y para la presidencia de PPK hay otra lección. En un contexto de preocupación por la corrupción, hay que ser muy cuidadosos con las señalas que se da. Errores como estos le están dando a su gobierno una imagen chambona que es preocupante.

 http://larepublica.pe/impresa/opinion/818822-los-limites-de-la-obediencia-indebida



Los niños de profundos ojos negros

Rosa María Palacios

 “Roba pero hace obra”. Bajo esta premisa fue elegido alcalde de Lima, por tercera vez, Luis Castañeda Lossio. Al menos, puede decirse que el voto de más de 50% de limeños, tenía claro cómo venían las cosas. El estilo parco, autoritario, sin dar ninguna cuenta a nadie, lo conocíamos desde sus inicios. Comunicore nos explicó mejor sus operaciones y sus artilugios para zafarse de un proceso de latrocinio que, pese a todas las maniobras legales, lo compromete moralmente hasta hoy. El “Lentopolitano”, delató su capacidad de alargar y usar obra pública en beneficio propio.

Luego, fuera del poder, supimos de sus venganzas. De las bien armadas campañas de “vaga” e “inepta” contra Villarán para montar una revocatoria que hizo daño, sobre todo, a la ciudad que nunca ha querido. ¿Cómo puede tener cariño por Lima un hombre que ya la ha gobernado por 10 años y la tiene en este miserable estado? Aquí no hay ornato, seguridad, limpieza, cultura, orden o tráfico vivible. El centro se cae a pedazos. Lo rodean millones de casas sin tarreajear, ni pintar, miles de microbuses caóticos, colas interminables para un Metropolitano que demoró 8 años en hacer y cuyos costos nunca fueron los prometidos. Una ciudad invivible, que trató de ser más amable, más ciudadana, pero que fracasó en el intento.

Las recientes revelaciones de IDL Reporteros respecto de las mafiosas relaciones del Presidente de OAS (preso en Brasil por corrupto) con el entonces postulante Castañeda el 2014, han coincidido con un hecho trágico. El incendio de las humildes viviendas de madera (pintadas con esos murales artísticos que tanto odia Castañeda y que mandó borrar en El Cercado) no le dejó nada a la comunidad Shipibo-Conibo. Ellos llegaron a Lima hace 16 años (para la marcha de los Cuatro Suyos) y nunca se fueron. Como millones de limeños, invadieron, esta vez Cantagallo, en el Rímac, y en su pobreza, comenzaron a salir adelante.

Nunca perdieron sus costumbres, sus colores y su alegría de vivir. Cuando en el año 2009 Castañeda firmó el Contrato con OAS, para meterle unos millones de toneladas más de cemento a la ciudad en una mega autopista, los ignoró, como ignoró a las cientos de familias a las que pretendía desalojar, sin ley de expropiación, por apenas 5,000 dólares pretendiendo pagarles eso por casas de tres pisos, asentadas por más de 30 años en otras zonas del Rímac.

Cuando Villarán llegó el 2011 estuvo a punto de pedir la nulidad del contrato, pero las penalidades impuestas, en un negocio bien amarrado por Castañeda, eran gigantescas. No pudo hacerlo. Sin embargo, había que pensar en la gente (no solo en los autos) y se tuvo que negociar una adenda para pagarle más a la gente del Rímac para que se fuera (se hizo, y la obra recién pudo empezar) y buscar una solución para los Shipibo – Conibo. Esto nos costará más a todos los limeños en años de peaje. Ese desmadre es herencia de Castañeda, de nadie más.

Pero lo peor se ha conocido en las últimas 24 horas. El periodista Daniel Yovera ha descubierto que en octubre del 2014, a fines de la gestión Villarán, se compró el terreno para la mudanza de los Shipibo – Conibo. Lo que el mentiroso e hipócrita del alcalde no le dijo a los periodistas, mientras todavía transmitían por televisión las imágenes de las casitas humeantes del incendio, era que él YA había pactado la venta de su terreno en marzo del 2015. Él y solo él, ¡dejó sin terreno a los ciudadanos más pobres y excluidos del país para que su auto se ahorre dos semáforos!

Un bypass, solución vial descartada en el mundo, ejecutada por sus “buenos amigos” de OAS, que hasta ahora nadie sabe cuánto costó. Eso obtuvo Lima. ¿Por ese adefesio fue que valió la pena dejar sin hogar a esos niños, señor alcalde?

Y los ciudadanos de Lima, ¿hasta cuándo van a seguir respaldando tanta miseria humana? ¿Es que los tienen hipnotizados con unos bloques de cemento? ¿Es que ya no aspiran a una ciudad habitable?

En parte los electores tienen la culpa. También son responsables. Así que no pretendan –como el alcalde– aliviar su conciencia con colectitas y carpas. Los profundos ojos negros de los niños shipibos los miran desde su tristeza. No se los van a sacar de encima hasta que este alcalde no pague lo que ha hecho.

http://larepublica.pe/impresa/opinion/818820-los-ninos-de-profundos-ojos-negros



Científicamente ¿por qué mienten los políticos?


Claudia Cisneros

La desgracia en la que están sumidos los peruanos de Cantagallo señala a un solo hombre como responsable: Luis Castañeda Lossio (https://goo.gl/9iWxEN), el alcalde de Lima-miseria. Ese que se la ha pasado mintiéndonos no solo en las últimas horas desde que se desató el incendio en Cantagallo, sino antes, cuando explotó la bomba del negociado del OAS (https://goo.gl/KcFpG1). Y mucho antes con Comunicore. Todas las veces con la complicidad vomitiva de otros habitúes de la mentira: el fujimorismo (https://goo.gl/mDRMPU) y el aprismo, partidos-miseria del Perú.

El ciudadano informado, no por los grandes medios-miseria, sino por fuentes periodísticas independientes que se multiplican a través de las redes sociales, nos preguntamos una y otra vez ¿cómo es posible que estos políticos mientan tanto, tan descaradamente, cada vez con menos vergüenza de sus mentiras, cada vez con mayor cinismo e impunidad legal y mediática?

Desde pequeños nos enseñan que mentir es vergonzoso, no deseable e indigno. Así todo, es muy difícil encontrar a quien jamás de los jamases haya mentido, de alguna manera, en la vida. La gran diferencia está en que las personas que dan valor a la honestidad, se sienten atribuladas cuando han mentido. Y eso es bueno, es la forma que tiene el cerebro de recordarte que lo que has hecho es indeseable, incorrecto. Y de esa manera sentirás menos estímulos la próxima vez que quieras mentir. En otras palabras, está bien sentirse mal por mentir. Eso es lo sano, mental y moralmente. Pero hay ciertas personas con las que no ocurre eso. Y la responsabilidad de que no tengan esa barrera contra la mentira es solo de ellos y ellas por habituarse a mentir repetidamente.

La ciencia que estudia el cerebro es la neurociencia. Y un reciente estudio neurocientífico finalmente da una explicación probada de por qué estas personas mienten y mienten hasta llegar a decir monumentales mentiras sin el menor rubor.

La amígdala en nuestros cerebros es un conjunto de núcleos neuronales responsables de nuestras emociones básicas como miedo al peligro, rabia, instinto de supervivencia; procesa y almacena nuestras reacciones emocionales, es responsable de nuestras respuestas al placer o al miedo y nos permite responder ante un riesgo para decidir entre luchar o huir. Cuando mentimos, la amígdala nos “recuerda” que está mal hacerlo.

Un estudio realizado por neurocientíficos y publicado en la revista especializada Nature Neuroscience https://goo.gl/tJlBGw encontró que cuando las personas mienten repetidamente, la respuesta de la amígdala se va reduciendo. Como si el cerebro se adormeciera ante mentiras repetidas, la amígdala se va adaptando a no sentir que defrauda con el acto de mentir.

Esta investigación midió las ondas cerebrales de las personas mientras mentían de manera repetida y ha demostrado, con evidencia empírica, que la escalada gradual de la deshonestidad interesada se corresponde con un mecanismo neural que la sostiene y que la deshonestidad interesada se incrementa con la repetición del acto de mentir. “Críticamente, la extensión en que se reduce la sensibilidad de la amígdala frente a la deshonestidad en una decisión del presente y en relación con la decisión anterior, predice la magnitud de la escalada de la deshonestidad interesada en la siguiente decisión a futuro. El estudio descubre el mecanismo biológico de la pendiente resbalosa que empieza con pequeños actos de deshonestidad que pueden escalar hasta grandes transgresiones”.

El estudio no señala si es posible la vuelta atrás. ¿Es posible revertir las reacciones de la amígdala una vez que esta se ha habituado a no sentir pena, vergüenza, defraudación al otro o dignidad propia? Por lo que los peruanos tenemos que soportar a diario en toneladas de mentiras, cinismo, fraude de estos personajes profesionales de la depredación política, al parecer se llega a un punto de no retorno. Los políticos están tan inmersos en su angurria por el poder y el dinero, que no se dan cuenta que están cocinando el caldo de cultivo para que la población se levante en contra de ellos. Por lo pronto, en contra de las mentiras del fujiaprismo apoyado por el ala neoliberal-profujimorista del gobierno, marchamos este martes 8 de noviembre, 5pm, Plaza San Martín (fb.me/3Iiu1FIOk). Basta de mentiras, basta de abuso, basta de corrupción. Nos vemos en las calles.

 http://larepublica.pe/impresa/opinion/818824-cientificamente-por-que-mienten-los-politicos




Todos para abajo

Martín Tanaka

Cosas que creíamos saber: PPK no tiene interés y no le resulta conveniente confrontar con el fujimorismo. Comparten muchas cosas, especialmente en lo económico (Kuczynski apoyó a K. Fujimori en 2011 frente a Humala), y el costo de confrontar gratuitamente es potencialmente catastrófico. Al mismo tiempo, hay distancias en lo institucional (Kuczynski fue ministro de Toledo), magnificadas por las circunstancias de la segunda vuelta, y no es bueno ahora mostrar debilidad ante un adversario, digamos, un tanto altanero.
Lo que nos lleva a la orilla opuesta: en el fujimorismo saben que no deben aparecer como obstruccionistas, pero también apuestan a capitalizar el desgaste del gobierno como fuerza de oposición. Como puede verse, en esta relación hay mucho de ambigüedad, y riesgos de derrape y volcadura. Se pasó la prueba de la confianza al Consejo de Ministros y la delegación de facultades, pero el juego recién empieza.

Se eligió al Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, propuesto por Acción Popular, y allí concordaron AP, Fuerza Popular, el APRA, y también PPK (votaron en contra FA y APP y algunos disidentes de PPK). Podría decirse que era un resultado hasta cierto punto inevitable, dados los candidatos propuestos y la correlación de fuerzas.

Llama sí la atención que Gutiérrez haya sido propuesto por AP (¿en qué estaban pensando?), lo que en cierto modo evitó que FP o el APRA presentaran candidatos. ¿Existía la posibilidad de que FA, PPK, AP y APP hubieran podido presentar un mejor candidato, que al mismo tiempo resultara “aceptable” para la mayoría? Queda la duda.

En cuanto al BCR, la mayoría hizo una propuesta bifronte: Elmer Cuba, economista bastante respetado, ganó el respaldo de casi todas las bancadas, salvo las de FA y APP; pero propuso también a José Chlimper, bastante cuestionado por sucesos asociados a la campaña electoral, aprobado solo con los votos de FP y del APRA y el voto en contra de las demás bancadas. En este último caso, se trata de una suerte de “reivindicación” personal y grupal, que da cuenta de lo viva que sigue la herida de haber perdido las elecciones.

¿Hasta cuándo el fujimorismo actuará pensando en la elección pasada en vez de las venideras?
En este caso, la bancada de PPK votó en contra, pero luego el presidente Kuczynski minimizó la controversia generada por Chlimper. ¿Aflora el “fujimorismo económico” del presidente? Luego, FP decidió votar por el candidato propuesto por el APRA, Rafael Rey: llama allí la atención de que hayan propuesto a Rey y no a algún candidato más netamente partidario, que se haya optado por alguien con un perfil no solo tan poco calificado para el cargo, con un perfil tan confrontacional, y tan “afín” al fujimorismo.

Hace bien en reclamar Enrique Cornejo para el APRA una profunda revisión de estrategia. ¿Qué puede ganar el APRA mimetizándose con el fujimorismo? ¿Después de la alianza como socio mayor con el PPC sigue la alianza como socio menor con el fujimorismo? No parece la mejor idea. Y el hecho de que FP haya votado por Rey profundiza la imagen de una mayoría que hace un despliegue de fuerza, desatendiendo su legitimidad política. Tampoco parece la mejor idea pensando en el futuro.

Finalmente, en la misma línea de hundimiento, llama la atención el “rescate” del presidente Kuczynski del ex viceministro del fujimorismo Alfredo Jaililie, sentenciado en 2006 a cuatro años de prisión efectiva, precisamente cuando se discute sobre la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. No es de extrañar que las últimas encuestas muestran a toda la elite política en línea descendente.

 http://larepublica.pe/impresa/opinion/818821-todos-para-abajo




Jueces vs. periodistas

Alfredo Torres

 De acuerdo a una reciente encuesta de Ipsos, 80% de la ciudadanía confía en los jueces y 25% en los periodistas. ¿Sorprendente? Pues ocurre que esta encuesta fue aplicada en el Reino Unido. Una encuesta similar en el Perú da resultados opuestos: La confianza promedio en la prensa es 50% (radio 65%, prensa escrita 48%, televisión 38%) y la del Poder Judicial es de apenas 28%.

La baja aprobación del Poder Judicial en el Perú tiene que ver tanto con su ineficiencia como con la corrupción. En efecto, las causas en el Perú duran normalmente varios años cuando en países como el Reino Unido se resuelven en pocos meses. Pero tiene que ver, sobre todo, con que el Poder Judicial peruano es percibido como una de las instituciones más corruptas del país, según todas las encuestas, percepción que se refuerza continuamente con denuncias en la prensa y las redes sociales.

Esta semana, por ejemplo, empezó con la indignada denuncia del ministro del Interior, Carlos Basombrío, en su cuenta de Twitter, por la liberación de decenas de acusados de integrar bandas criminales involucradas en secuestros, extorsión, asaltos y sicariato en el norte del país y capturados gracias a un destacable trabajo conjunto de la Policía Nacional y la fiscalía. El impacto en la prensa de esta absurda liberación fue tal que el presidente de la Corte Superior de Huaral se apresuró en “dar por concluida la designación de Ismael Orozco como juez supernumerario”.

Esta semana también se conoció que una propiedad de Sedapal en Lurín fue invadida al amparo de una sospechosa medida cautelar otorgada por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, obligando a la empresa pública a arrojar los desagües a la playa Arica, contaminando el mar, en lugar de verterlos en las lagunas de oxidación que había construido en dichos terrenos. De acuerdo con la investigación periodística, el invasor, beneficiario de la medida cautelar, tiene numerosos procesos por defraudación, estafa, fraude y tráfico de tierras y, sin embargo, sigue actuando impunemente.

El presidente Pedro Pablo Kuczynski parece estar consciente de la gravedad del problema. Esta semana suscribió con los presidentes del Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, la Academia de la Magistratura, el fiscal de la Nación y la ministra de Justicia un documento de trabajo denominado Acuerdo Nacional por la Justicia invocándolos a trabajar juntos para que “el sistema de justicia reciba la aprobación del pueblo”. Según la ministra Marisol Pérez Tello, este mecanismo dará resultados en 100 días. La expectativa en este tipo de acuerdos es baja, basada en experiencias anteriores. Dada la trayectoria de Pérez Tello, confiemos en que esta vez sí se alcancen resultados significativos.

Los jueces fallan en contra de la justicia por diversas razones: ineptitud, temor a represalias, corrupción económica, influencia política. El problema es que rara vez son sancionados por sus fallos. A lo sumo, son destituidos, pero rara vez pagan por los daños infligidos a la sociedad y estos pueden ser muy graves: Ponen en riesgo la vida de las personas al liberar delincuentes avezados; afectan los derechos de propiedad de mucha gente al permitir, por ejemplo, el tráfico de terrenos; y hasta pueden causar daños ecológicos, como en el caso de los desagües de Sedapal.

El Congreso de la República no puede ser ajeno a esta inquietante situación. Hay mucho por hacer en materia de legislación para agilizar procesos y para sancionar efectivamente a los malos jueces. En particular, es necesario revisar la conformación y desempeño del Consejo Nacional de la Magistratura, el organismo encargado de la selección, nombramiento, evaluación, ratificación y destitución de jueces y fiscales en el Perú.

Pero, sin duda, el verdadero cambio en el sistema de justicia tiene que ser impulsado desde adentro. Son los jueces probos los que deben promover una limpieza interna de los malos elementos y dignificar su profesión. Mientras ello no ocurra, la confianza en los jueces en el Perú seguirá por los suelos y la ciudadanía seguirá dependiendo de la prensa para que denuncie la corrupción y las arbitrariedades.


http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/jueces-vs-periodistas-alfredo-torres-noticia-1944521



Selva de cemento y trafa

César Lévano


 Cruel ha sido el incendio que ha dejado sin vivienda, sin talleres y hasta sin ropa al grupo shipibo-conibo que se había instalado en una isla del Río Rímac. Sin embargo, la corrupción encarnada por el alcalde Luis Castañeda tuvo tanta o más fuerza que el fuego.

Está demostrado que Castañeda anuló un proyecto para reubicar a los refugiados del río para convenir con la corrupta y corruptora empresa brasileña OAS la construcción del by-pass de 28 de Julio, cuya utilidad no está visible, aunque se presumen utilidades que no han ingresado a la caja de la Municipalidad Metropolitana.

Lo potente es que por culpa de esa maniobra, el grupo nativo ha perdido todos sus bienes.

Con su habitual desparpajo, el “mejor alcalde de Lima” –El Comercio dixit– ha dicho que Susana Villarán había vendido una ilusión a los shipibos. Quiere ocultar que él les ha infligido una desilusión.

Como en todos los casos en que es incriminado, Castañeda oculta que su móvil no es la mejora de Lima y de sus habitantes, sino el personal provecho publicístico y monetario.

El proyecto Río Verde no era una ilusión. Expresaba una preocupación por el río y por la urbe. Conste que el caudal de agua que de tantas cosas abastece a la capital es una de pocos ríos urbanos que no tiene una autoridad autónoma que lo administre y proteja.

Pues bien: esa iniciativa comprendía, según lo acaba de recordar Susana Villarán, en su primera etapa la construcción de un malecón que iría desde Monserrate hasta los Barrios Altos, la creación del gran Parque Central de Cantagallo de 120.000 metros cuadrados y auditorio para 9.000 personas; cuatro puentes peatonales para unir el Rímac, San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y el Cercado y un viaducto a San Juan de Lurigancho.

El plan comprendía también la instalación del conjunto Habitacional Shipibo, con escuela bilingüe y un centro de producción y venta del arte shipibo.

Todo estaba tasado y financiado, como parte de un programa más vasto. ¿Era una ilusión?

Quienes conocemos y amamos a Lima desde mediados del siglo XX no podemos olvidar lo que era su Cercado de iglesias y campanas, el viejo y tembleque puente de palo que unía el jaranero Monserrate con el moreno Abajo el Puente.

Dada esa realidad, los viejos como yo podemos evaluar las perspectivas que abría, no solo para los shipibos, el proyecto Río Verde. Al eliminarlo, Castañeda mató una esperanza y construyó un negocio sospechoso e inútil.


http://diariouno.pe/columna/selva-de-cemento-y-trafa/



Nelson Pinedo y el amor de Carmela

Eduardo González Viaña


“Yo vivo sola en la playa”: cantaba Marisol en la España de los 70, y todos comenzaban a buscarla en Ibiza. En esa misma época, se hizo famoso Nelson Pinedo, un cantante colombiano que imitaba las zetas de los sevillanos y competía en Cuba con Los Chavales y Churumbeles de España.

Pinedo, quien acaba de morir, alcanzó nombradía mundial, y sus imitaciones de los andaluces eran tan buenas que enfermaron de nostalgia a un notario de ese origen, habitante de Oviedo, y lo empujaron a un intento felizmente fallido de suicidio.

Más tarde, Pinedo se convertiría en “el almirante del ritmo” con su afiliación a la “Sonora Matancera”. De esa relación nacieron porros, cumbias y boleros que invadían los salones, los clubes, las radios y los burdeles en uno y otro lado del mundo español.

“Momposina”…ven a mi ranchito, pero si llega el otro jardinero no le permito ni que me la mire. La gente dice que soy “el muñeco de la ciudad” porque soy negro, negrito, con la bemba colorá…y “Los aretes que le faltan a la Luna” los tengo guardados para hacerte un collar. Y, por fin, “Lola”, con tu indiferencia, a mi corazón lo vas a matar.

Hay un centenar de canciones como éstas, y entre ellas sobresale “Las muchachas”, una guía muy útil para conocer chicas latinoamericanas: Me dicen que la cubana tiene fuego en la cintura/bailando nadie le gana cuando repica una rumba/cuentan que la colombiana tiene la boca chiquita/y dicen que la peruana tiene la cara bonita…

Tienen razón quienes las califican melosas, cursis, huachafosas, extravagantes y dulcetes. Puede decirse todo eso y además que fueron un padecimiento colectivo y que enfermaron de ritmo a la gente, y eso también es cierto. Pero hay algo más: inventaron una forma de ser hispanoamericano. Nos hicieron sentir hijos de una nación muy extensa sin otro mapa que los límites del habla.

“Me voy pa’ La Habana” es mi preferida. Y voy a decirles por qué. Una tarde andaba en busca de un tema para escribir algo. En el taxi en que iba, un chofer bullanguero puso a todo volumen ese ritmo, y Nelson Pinedo comenzó a contarme que: “Me voy pa’ La Habana y no vuelvo más…El amor de Carmela me va a matar…”

El verso referente a Carmela me tocó. Pensé que podía hacer algo sobre una mujer de ese nombre que se va de inmigrante, pero en vez de artículo periodístico se transformó en cuento…y, al día siguiente, ya estaba en camino a ser una novela.

Resumo el argumento: La muy bella, aunque otoñal, Carmela vive obsesionada por chatear. En la pantalla de la computadora conocerá a un norteamericano maduro llamado Chuck Williams que está solo en el mundo y se parece a Robert Duvall. Se trata de un amor a primera vista con algunas pequeñas dificultades (ella está casada), pero todas serán superadas y, por fin, la protagonista llegará a San Francisco donde la esperan el amor y el “sueño americano”.

Y después, ¿qué es lo que viene después? ¿Quién es de veras Chuck Williams? ¿Y por qué su barba tiene reflejos azules? ¿Es un gringo romántico o un asesino en serie que mata a latinas? Escribí 700 páginas, las reduje a 200, y por fin terminaron en 330. Para esos días, mi agente literaria había enfermado de melancolía y abandonado el trabajo. Por mi parte, decidí que no podía dejar en la inedición “El amor de Carmela me va a matar”, de manera que la publiqué en Internet y seguí adelante a escribir otra.

Amazon vendió como loco decenas de miles de ejemplares mientras yo terminaba “Vallejo en los infiernos”. Y entonces pensé que “El Almirante del ritmo” como llamaban al cantante del bigotito horizontal ayudaba a las parejas a bailar en espacios de un metro cuadrado, pero también podía susurrar historias, y esa es la razón por la que hoy le rindo homenaje al Almirante Nelson Pinedo quien debe de estar ahora invadiendo el cielo con sus boleros morunos.


http://diariouno.pe/columna/nelson-pinedo-y-el-amor-de-carmela/



Florece el Molle en la Feria

Vicente Otta R.

  
Se acaba de reeditar La Voluntad del molle, la excelente novela de la escritora cusqueña Karina Pacheco. Bien escrita, con ritmo parejo, verosímil y mucha honestidad.

Nos introduce de manera subrepticia al abismo de la fractura social que nos habita desde hace 4 siglos. La discriminación y la vesania que sufre la población indígena sigue presente hasta la actualidad, no con la ferocidad y amplitud de hace 50 años pues, para esta disminución la Revolución anti oligárquica realizada por el velasquismo ha sido decisiva.

La historia familiar cusqueña, con sus oscuros secretos y un amor trágico truncado por el prejuicio y la discriminación, son el leiv motiv de la historia. Con la nostalgia por un mundo pretendidamente señorial, más iluso que real, termina siendo el catalizador principal de la adscripción de las víctimas a la opción terrorista.

La historia tiene pasajes estremecedores, momentos en que el personaje que narra la historia se interroga si es posible tanta inhumanidad. Pregunta que interpela gravemente al lector.

Uno de los momentos dramáticos es la respuesta a esta pregunta. Todo esto es posible en tanto se fije al otro como no humano, o menos humano que los blancos y mestizos acriollados, que somos actualmente la inmensa mayoría de peruanos.

Esta categorización étnico-racial, prejuiciosa y discriminatoria sigue vigente. La tesis del “perro del hortelano” que esgrimió Alan García para provocar el Baguazo, el año 2009, tiene presencia directa en este gobierno con Kuczynski y Mercedes Araoz; el primero, cuando era Ministro de economía de Toledo, dijo que los campesinos e indígenas se oponían al TLC porque en las alturas había menos oxigeno y los cerebros funcionaban deficientemente. En otras palabras los indígenas carecían del funcionamiento intelectual normal, esto es, eran unos brutos. La segunda alentó, el 2009, la intransigencia y represión contra los indígenas pues sostenía, en el Consejo de Ministros, que si no se aplicaban las medidas adoptadas, el TLC se caía. Lo que era absolutamente falso.

Cuandoleí Los ilegítimos, el libro de cuentos, de Hildebrando Pérez Huaranca, entendí por qué podría suceder lo que sucedió; con tan altas cotas de crueldad y deshumanización vigentes en el trato a las poblaciones indígenas, respuestas violentas y demenciales como las que ejecutó Sendero Luminoso eran posibles. Es lo que el relato de K. Pacheco muestra cuando el primer amor y amante de la madre ya fallecida, es convertido injustamente en reo de cárcel y criminal. El mismo Pérez Huaranca (de notable talento narrativo) fue devorado por la espiral de violencia y brutalidad que contribuyó a generar.

Lo ilegítimo vendría a ser la obertura de la sinfonía de crueldad que vivimos, y La Voluntad… la Sonata que complementa la explicación esos aciagos años.

Carlos Iván Degregori, que tenía gran talento para resumir en breves y bellas metáforas las coyunturas históricas excepcionales,describió este periodocomo, de “Los hondos y mortales desencuentros”.

Sigue pendiente la novela histórica sobre la época, relatos como los de Aguilar Camín del México pos revolucionario, de la podredumbre y purulencia de 70 años de control estatal del PRI sobre la sociedad mejicana.

Con historias como las de Karina Pacheco estamos encaminados, nos demuestra que existen talentos literarios capaces de preservar la cada vez más difícil relación ente ética, estética y sentido social de la obra artística.

¿Por qué, una novela de tan excelente factura, ha pasado casi desapercibida en el escenario literario y cultural nacional? Es una buena pregunta. Me caben varias hipótesis: mantenemos, como sociedad, fuertes reservas para procesar las injustas y vergonzosas causas de lo vivido, las élites culturales, en su gran mayoría descendientes (o asimiladas) de la oligarquía que estableció las relaciones de dominación y exclusión, todavía influyen en el “control” de calidad de los ´productos culturales que circulan en nuestro país, y se sienten incómodos ante esta historia que los involucra por sus orígenes sociales; o porque es un tema de “hombres” (la violencia política)abordada por una mujer, además provinciana, no inscrita en los círculos de mandarines limeños, que controlan e l “lugar” de la enunciación.


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